-¡AH por Pangea, reloj de mierda! -Chilló la de orbes doradas tomándose el pecho luego de haber despertado de un susto gracias al estridente sonido que producía el Big Ben- Juro que lo voy a estallar como vuelva a intentar infartarme.

El de piel azul rió ante los murmullos de la más baja que se dejó caer nuevamente entre las sábanas tapando sus oídos hasta que la tonada del medio día cesó, el británico ya vestido se acostó a su lado abrazándola conservando su expresión de gracia por la reacción de la joven. Acarició su largo cabello por un rato hasta que su móvil sonó por una notificación de recordatorio.

-Find something nice, lunch reservation is now available -El de hebras miel le robó un rápido beso a la bicolor antes de levantarse para arreglar su traje ligeramente arrugado y llamar a recepción para que llevasen su auto a la entrada-.

(Busca algo bonito, la reservación para almorzar ya está disponible)

La aludida se levantó estirándose y bostezando camino al closet en donde sólo sacaría algún vestido decente junto a unos tacones pues no tenía necesidad de arreglarse tanto aún en su apariencia humana, mientras la rubia se vestía el de ojos turquesa la observaba sentado en una esquina de la gran cama algo pensativo... ella era realmente especial y alguien con quien siempre la pasaba bien sin importar si salían a algún lugar o sólo se quedaban en casa de la americana a ver películas en televisión, no necesitaban ningún plan para ser felices.

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-No sé cómo rayos ganaron una Estrella Michelin con estas porciones.. -Dijo en tono bajo el mayor picando la comida con ligera molestia mientras que la contraria intentaba no dejarse llevar por su risa-.

-Saliendo busquemos un MC Donnalds o algo que se pueda comer en más de 2 minutos -La peruana sonrió tratando de animarlo pues ninguno de los dos esperaba que los platos de The Goring Dining Room parecieran muestras médicas de lo ligeros que eran- Tal vez encontremos algún puesto interesante de comida al paso.

-Okay, because that really isn't even a snack -Bufó de manera infantil el anglosajón a lo que ella tomó su mano libre y la acarició trasmitiéndole paciencia a lo que el de traje negro finalmente sonrió ligeramente-.

(Okay, porque realmente eso no alcanza ni de tentempié) 

Luego de comer y pagar la cuenta a regañadientes ambos amantes de apariencia mortal caminaron entretenidamente por el centro de Westminster entrando en algunas tiendas que llamasen su atención comprando múltiples cosas por capricho que luego echaban al auto para no tener las manos sobrecargadas, entraron a un par de conciertos pequeños que ofrecían aficionados del rock británico en bares  y cuando menos lo notaron el cielo comenzaba a oscurecer siendo eclipsado por las luces del London Eye iniciando su atracción de colores llamativos para los turistas curiosos.

-Al diablo los tacones, yo quiero subirme también -Señaló la princesa Inca con emoción a la gran rueda de la fortuna, desde luego su pequeño capricho fue cumplido inmediatamente por el de piel azul quien le dio una buena cantidad de billetes al encargado para tener la burbuja sólo para ambos-.

-Your beauty dulls the view of all London -Susurró UK al oído derecho de la más baja abrazándola desde la espalda y apoyando el mentón sobre la coronilla ajena sintiendo su pecho moverse al ritmo de la calmada respiración contraria- Dejemos esta apariencia en lo que dura la vuelta, me gustaría tener un recuerdo contigo aquí..

(Tu belleza opaca la vista de toda Londres)

Tras ello ambos dejaron ver sus llamativos colores reales, dejándose llevar por lo que sentían volvieron a unir sus labios con necesidad unos momentos antes de tomarse una fotografía con sonrisas reales llenas de sentimientos de las que se veían en pocas oportunidades en la vida. Al finalizar la vuelta en la gran rueda de la fortuna salieron corriendo como dos niños mientras reían a carcajadas por poco olvidando "Sus disfraces", el europeo condujo de vuelta al hotel en donde casi a medio pasillo comenzaron a devorar los labios del otro casi chocando contra la puerta dejando caer todas su bolsas a un lado luego de cerrar de un portazo accidental, deshaciéndose de sus prendas sin interés de en dónde cayeran pues sólo querían disfrutar plenamente del otro.

-I love you so much... stay with me always -Pidió Britain en un suspiro admirando acostado a la blonda que se hallaba sobre él, a esta le tembló el labio y lo jaló de la camisa para besarlo mientras cerraba los ojos con fuerza-.

(Te amo tanto... quédate conmigo siempre)

-Eres todo lo que necesito.. -Soltó en un jadeo por aire mirándolo directamente a los ojos, volviendo así a desvestirse hasta ser uno nuevamente. Ella se aferró al cuello del guardián de la corona mientras este la sostenía de los muslos dejando escapar ocasionales jadeos a la par que ella clamaba su nombre en murmullos agitados-.

No querían que su burbuja se reventase dejándolos a merced de la dura realidad, esperaban que aquél momento en el que sus labios recorrían el cuerpo ajeno degustándolo y marcándolo durase para siempre como un largo sueño, uno en el que podían abrir los ojos a primera hora con una sonrisa sabiendo que quien se encontraba al lado le regalaría un dulce beso para iniciar el día.

Las uñas de la latina se aferraron a la espalda desnuda del de cabellos ondeados cada vez que este tomaba con algo de brusquedad su cadera para llegar más profundo hipnotizado por la manera en que ella gemía su nombre con encanto en un tono tan único hasta que no pudo soportarlo más y toda la tensión en su cuerpo desapareció acompañada de ronco gemido compartido antes de dejarse caer a un lado de la menor que respiraba agitadamente relamiéndose su labio inferior. Se mantuvieron quietos algunos minutos recuperándose del desgaste de energía hasta que el tricolor acurrucó entre sus brazos a la peruana envuelta en las sábanas blancas que cubrían ahora a ambos.