"So Happy together."

-Ésta es la culminación de una etapa más sus vidas, jóvenes. Es ese momento en el todo cambia, todo evoluciona. Y les permite ser, a ustedes, hombres y mujeres de éxito.-El director de la escuela daba su inicial discurso.-Ahora sin más que decir, le cedo el micrófono al representante de esta promoción. Uno de los mejores estudiantes que ha recibido ésta escuela, recibamos con un fuerte aplauso a Oliver Styles.

Los birretes, las togas, y la elegante decoración del jardín eran notorias. Mostrando la felicidad de los padres de los alumnos que esa mañana terminaban la preparatoria.

Las personas aplaudieron animadas, en espera de que alguno de los chicos se pusiera de pie. Al notar que no ocurría, todos fijaron su vista en el asiento vacío entre Lahey y Devine.

-Oye.-Susurró Erick a Tobías.-¿Dónde se metió Gato?-Refiriéndose a Oliver.

-Hablé con él hace 10 minutos, dijo que estaba cerca, no tardará en llegar.-Hizo señas con las manos al maestro de ceremonia para que siguiera hablando.

*

-¡Oliver, maldita sea! ¡Despierta ya!

-¡No me presiones!-Gritó del otro lado de la puerta.

Era la quinta vez que Harry tocaba la puerta de la habitación del chico para que se despertase, era tarde. Demasiado, incluso para él.

Ya exasperado, forzó la entrada.

Arrancó la manta del agarré el chico, la arrojó lejos y acudió al pelinegro. Este despertó asustado.-Tienes dos minutos.-Dijo serio, y acomodó ligeramente su saco.

Después de revisar la hora en su teléfono, y constatarse de lo tarde que era, no dudó en correr a la ducha.

Joder, había hablado con Toby en la madrugada.

El Castaño había colgado porque al vivir más lejos de la escuela, debía comenzar a arreglarse para asistir a su graduación, máxime si ya eran las 4:39 A.M.

Pero Oliver, decidió dormir una hora más. O dos.

Y ahora, estaba como loco buscando sus anteojos.

Harry y Louis esperaban afuera en el auto, con el motor encendido, contando los segundos para que el muchacho se dignara a salir.

El vehículo se sacudió cuando este se lanzó dentro del mismo y azotó la puerta. -Ya, ya. ¡Vámonos, acelera!-Partieron.

Las ruedas del auto rechinaron sobre el asfalto de la calle al llegar, llamando la atención de todas las personas que estaban en el evento y que, voltearon a verlos.

Apresurado, Oliver bajó corriendo, arreglando su corbata lo mejor que pudo y acomodando el cabello que sobresalía por debajo de birrete que acababa de colocarse.

El maestro de ceremonias recuperó el aliento al verlo parado junto a las escaleras del escenario donde el podio se encontraba.

Estaba nervioso, no podía negarlo. En sus manos sostenía con fuerza las pequeñas tarjetas con el discurso que había preparado durante días.

Se paró frente a todos y tomó el micrófono; pero el sudor en sus manos hizo que este resbalara, y cayera al suelo, causando un ruido estridente y el disgusto de los presentes.

-Ni hoy puede ocultar lo raro que es.-Susurró con saña una mujer a su esposo, ellos estaban en la primera fila, y él chico pudo escucharla perfectamente.

Su vida no había sido fácil, después de que los años pasaran y una parte de su esencia infantil desapareciera, comenzó a comprender muchas cosas. Como la muerte, la irresponsabilidad, el odio y el egoísmo.

Y pese a que destacaba increíblemente fue marginado de tantas formas posibles.

Porque era demasiado sarcástico, su físico no era sorprendente (o al menos eso creía él), tenía problemas con las opiniones de las personas y además, todos atribuían sus problemas a que su familia no era normal.

¿Por qué? Porque las personas tienden a ser crueles, todo el tiempo. Simplemente porque no ven más allá de sus propias ideas.

Sabía que no era del agrado de esa mujer en específico y varios de los padres de sus compañeros, porque era así, diferente.

Dejó de lado las tarjetas con frases motivadoras para sus compañeros y comenzó a hablar improvisadamente.

-Hola, Mi nombre es Oliver Styles. Y se supone que hoy debo hablar e inspirar a las 26 personas detrás de mí; pero en cambio, voy a hablarle a todos ustedes, no solo a ellos, sobre la familia.-Se escucharon los murmullos de la audiencia.

Harry, debido a su cargo de maestro de la preparatoria, estaba en uno de los primeros lugares de la siguiente fila, con Louis a su lado.

-¿Qué mosco le pico?-Dijo en voz baja el peliteñido de azul, a Tobías, y este solo rezaba mentalmente porque Oliver no fuera a decir algo grosero en el micrófono.

-Nací en Clifton, Nottingham. Tengo 17 años, y claro, fui criado por dos hombres. Comenzaré hablando de la familia porque como hijo de dos maestros tengo claro que la familia es la base de la sociedad. Mi madre biológica, Gemma, se embarazó cuando tenía mi edad, y viniendo de una familia muy tradicional, no supo cómo reaccionar, así que presa del miedo escapó de casa. Cometió varios errores antes de que yo naciera, ella, se equivocó sin intención de hacerlo. ¿Y saben qué? Está bien. -Louis volteó a ver su esposo con pánico. Y el otro, mantenía su vista fija al frente.- Déjenme decirles que los seres humanos reaccionamos al miedo de dos formas, huir o pelear. Bueno, supongo que ellas escogió ambas. Lastimosamente, falleció cuando yo era pequeño como para entenderlo.

-Tienes que hacer algo, antes de que arruine todo.

-No lo hará, Erick. Cállate, deja la paranoia.

-Estaba solo, y en cierta forma, indefenso. Hasta que mi tío me acogió. Mi padre no era la mejor persona del mudo, y la personas que fingió serlo tampoco. Yo nunca tuve una familia real. No hasta que él apreció, hasta que mi tío y su pareja parecieron. Saben, mi familia no es muy diferente al resto, vamos al súper, aprendí a andar en bicicleta, me caí, pelee con ellos. ¿Y saben qué? Está bien.-Comenzó a reír un poco.-Yo, estoy bien. Sé que muchos de ustedes piensan que soy diferente y lo soy porque en mi familia nunca me forzaron a nada. Siempre tuve esa libertad para elegir, y decidir lo que quería. ¿Qué si he tomado malas decisiones? Sí. ¿Me han castigado por ellas? También; pero todas esas cosas son las que me hacen ser yo mismo.

No soy más extraño que sus hijos, y mi familia no es más extraña que la suya, y lo único que espero y quiero dejar en su mente hoy es que la familia es ese compromiso de apoyarnos mutuamente en los malos momentos, para poder disfrutar los buenos.-Respiró con fuerza.-Si hablamos de números, existen millones de razones por las que yo podría no haber estado aquí hoy, y la probabilidad de que mi vida sea tan buena como lo es ahora es cero. ¿En que me convierte eso? En un milagro. Yo, tú, y todos ustedes son un milagro. Es por eso mismo que tu vida, nuestra vida, no es una casualidad, es una causalidad. Tú no estás aquí por una causa, estás aquí para un efecto. No estás aquí por algo, sino para algo. Tienes un motivo un propósito. Lo importante no es el cómo, sino el por qué existes tal y como eres.

Uno de sus amigos se puso de pie, y exclamó fuerte.-Mi nombre es Erick Devine, viví en un orfanato en Canadá hasta los 10 años, tengo padres homosexuales. Y realmente, quiero ser policía.

El Castaño cerca de él, le siguió.

-Soy Tobías Lahey, tuve sobrepeso durante la infancia y parte de la adolescencia, estuve en medio del divorcio de mis padres como si fuera otra propiedad. Y fui seleccionado para estudiar arte en el lugar donde nacieron grandes pintores, Italia.

Nadie entendía lo que pasaba hasta que el resto de los graduados comenzó a hablar sobre las cosas malas que existieron en su vida. Pero después de todo, ellos estaban bien.

-Nosotros no somos raros. Somos diferentes.-Declaró Oliver.-Tenemos la capacidad de crear significado con nuestras vidas, hacer más. Porque somos más de lo que todos esperan.

Después de esas palabras, se despidió cordialmente de todos. Y se dirigió a su lugar para que dieran inicio con la entrega de diplomas.

Harry también tomó su lugar con el resto de catedráticos.

Se habían quedado en la nada, sin más recursos. Así que una noche, Louis le propuso, "¿Por qué no entras a la universidad?" entonces, terminó siendo el maestro de matemáticas de los molestos pubertos, entre ellos, el suyo.

Louis se retiró, y dedicó su vida a ayudar a superar a Oliver sus traumas. En el camino, terminó arreglando varias cosas en su propia cabeza.

-No llores, Harry. Avergonzarás al niño.-Dijo con gracia al ver que el rizado luchaba con no romper en llanto.-Ya es suficiente con que seamos los padres Gay, no podemos ser los padres llorones también.

-Nadie se dará cuenta. Niall llora más fuerte.

Los jóvenes bajaron al concluir la ceremonia y cada uno corrió hacia su respectiva familia.

Erick dio un apretón de manos a Josh. Y dejó que Niall lo sacudiera entre sus brazos.

Tobías corrió hacia su hermano, cuñada y sobrina para saludarles. Después de todo, sus padres no asistieron, naturalmente.

Y por último, el causante de todo caminó lento hacia la pareja.

-Hay que sacar una fotografía de este momento.-Dijo feliz, acomodándose entre ellos.-Tío, tómala con mi teléfono.-Dijo Oliver a Harry.

Tragó saliva nervioso.-No, no. Tómala tú, yo soy malo para la tecnología.-Afirmó.

Los pequeños segundos en que se quedaron en silencio sirvieron para que Niall, Toby y Erick irrumpieran. Y tomaran ellos mismos la fotografía.

Luego, los últimos dos arrastraron a Oliver con el resto de sus compañeros.

Louis les veía feliz desde lejos.-¿Lo hicimos bien, Cierto?-Dijo a su esposo.

-Lo hicimos, Cielo.

Si la vida tiene un cambio de rumbo; conocerás lugares que también pueden ser maravillosos.

"Crayons" Por J. Sandoval.

La noche que Oliver encontró a Harry tomando café sólo no dudo en decirle con descaro.-Sé que estás enfermo. Sé que tienes los mismos síntomas de mamá. Sé que tus manos tiemblan y no quieres que él lo note.

-No exageres. Estoy bien.

-Él también está mal, ¿Lo has notado, o no? La forma en que se pierde por instantes, olvida lo que está a punto de decir.

-Sí, lo sé.

-También ha notado lo que te pasa, te conoce lo suficiente como para hacerlo. Pero no quiere lastimarte, y estoy seguro de que tú tampoco dices nada porque no quieres lastimarlo a él.

-Esto está fuera de tu alcance, hijo.

Sonrió nostálgico.-Puedes decir lo que quieras, pero ésta vez, yo seré quien cuide de ustedes.

La vida cambia, constantemente.