"Until we find our way in the dark and out of heart."

Las calles habían cambiado de color. Y un aire maquiavélico se respiraba en el ambiente.

No había ningún niño fuera de su cama. Después de todas las risas y alegría, se encontraban refugiados en sus hogares.
La noche yacía en su punto más profundo. Cada Halloween albergaba los deseos más prometedores de los seres más perversos. La oscuridad le pertenecía a los adultos.

Y es que a esa hora las aceras de las avenidas de Londres eran recorridas por mujeres de Piernas largas, vestidas con lencería. Trayendo con ellas licores de diversos sabores. Y drogas de múltiples efectos.

Era el escenario perfecto para lo bizarro y lo extraño.

Habían salido del edificio, discutían junto al auto del más bajo, el cual estaba estacionado frente al mismo.

—¿Vamos a  ir en tu auto?—Preguntó Harry. Inconforme.

—Pues, a menos que tengas otra idea, sí.

—Podríamos caminar.

—Sí, Harry. Magnífica idea. Recorramos la ciudad a oscuras. Tal vez encontremos un amable asaltante. O un lindo secuestrador.

—Vaya. Creo que alguien está aprendiendo a ser sarcástico. Debes trabajar en ello.—Dijo Harry, entrando al vehículo. Seguido de Louis, quien entró en el asiento del piloto.

Puso ambas manos sobre el volante.—Bien, ¿A dónde vamos?—Inquirió. Encendiendo el motor.

—No lo sé.—Dijo relajado. Ganándose una mirada rápida de Louis.

—¿Cómo que no sabes? Esta fue tu idea.

—Solo conduce y dejemos que la noche nos lleve allí.—Terminó y fijo su vista en la ventana.

Louis refunfuñó. Y salió del aparcamiento.

Llegaron al centro de la ciudad. Y se dedicaron a ver a las personas vestidas de forma extravagante. Y las luces que salían de los clubes.

Pasados unos minutos bajaron del auto. Caminaron en silencio. Sin saber exactamente qué decir ni cómo actuar. Pues no eran precisamente los mejores amigos.

—Creo que encontré nuestro lugar.—Dijo Harry. Victorioso. Louis lo vio con desconfianza.

El lugar era una bodega. Literalmente. Lo suficientemente grande como para que entraran en ella 1000 personas. Lo suficientemente peligrosa como para que salieran lastimadas. Pero realmente. A nadie le importa.

Tomó al castaño del brazo y lo guió hasta la entrada.

La música era demasiado fuerte. Las personas se frotaban unas contra otras aparentando bailar. El aire que allí se respiraba era caliente. Olía a alcohol mezclado con almizcle.

Louis se aferró al agarre del más alto para no perderlo entre la multitud.

Las luces estroboscópicas que iluminaban a medias el espacio oscuro. Hacían que las personas se comportaran de una forma desenfrenada mientras levantaban sus vasos de Whisky. Sedientos de acción.

Atravesando a la multitud. Llegaron hasta una de las mesas designadas especialmente para la ocasión. Se sentaron.

—Bien. ¿Y qué se supone que se hace ahora?—Preguntó Louis.

—Uhm. Lo normal en las fiestas. ¿Tú que crees?

—No sé qué es "Lo normal".—Hizo comillas con los dedos.— No es  como si hubiera ido a muchas fiestas de adolescente ¿Sabes?—En un tono más bajo.— Y la verdad, estoy recordando porqué.—Dijo viendo asqueado al tipo que no paraba de vomitar a su lado.

—Oh. Lo siento.—Torció la boca.—Tampoco solía ir a ellas cuando estaba en la escuela. Es más. Nunca fui a una. Fue hasta que me mude acá a Londres que dejé que Niall me corrompiera.

Louis rió. Harry se puso de pie. Y corrió lejos de la mesa. Regresando tras unos minutos con una botella. Y otras cosa.—Bien.—Continuó el rizado. Dejando dos pequeños vasos en la mesa.—Primero, nos tomamos unos tragos. Salud.

—Salud.—Secundó el más bajo. Arrugando el rostro al sentir la bebida quemando su garganta.— ¿Qué rayos era eso?

—Tequila. Tienes que morder el limón después de tomarlo.—Le ofreció el pequeño plato con cítricos. Riéndose de la expresión de Louis.

Un par de chicas no muy lejos de ellos. Se movían siguiendo la música. Haciendo sus pechos chocar y acariciándose el muslo. Buscaban diversión. Y estaban tratando de llamar la atención de Louis.

Este no notaba el espectáculo que estaban dando. Estaba más concentrado en intentar tomar un shot de tequila sin hacer gestos. Para que Harry dejara de reírse.

El rizado levantó la vista. Y se fijó en ellas.—Aquí vamos con el siguiente punto.—El otro se enfocó en él.—¿Ves a esas chicas de allá?—Asintió.—Ve a bailar con ellas.

—¿Qué? No. No puedo.

—Es fácil. Sólo te acercas a ellas. Y déjalas hacer el resto. Tienen pinta de zorras.

—Wow. Te refieres a ellas de una forma tan refinada.—Rodó los ojos.—De todas formas no creo que quieran bailar conmigo.

—¿Bromeas, Cierto? Solo levántate y hazlo.

—Bien.—Se puso de pie.—Pero, ¿Y tú?

—Yo iré por allí a buscar algún chico  confundido.

—Entonces, ¿Eres gay?—Preguntó como si no fuese obvia la respuesta.

—Sólo por los chicos lindos.—Dijo guiñando un ojo para él.—Ve a divertirte. Vuelvo en un rato.

Louis se acercó a las jovencitas. Y efectivamente. Después de dar un paso dentro de su ambiente. Había quedado envuelto entre los brazos de ambas mujeres.

Una de ellas lo invitaba a besar su pecho. Mientras que la otra tiraba de su cabello. Ambas trataban de crear fricción entre sus cuerpos para obtener algo del más bajo.

...I know you need it, do you feel it Drink the water, drink the wine...

Seguía bebiendo. No supo en que momento terminó con una botella de Vodka en la mano. Pero sentía la necesidad de terminarla.

Se sentía extraño. Pesado. Veía a las personas borrosas. Tal vez debió mencionarle a Harry que era la primera vez que bebía en años.

Harry no quería dejarlo allí solo. Pero realmente necesitaba ir al baño.

"Victorious" De Panic! At The Disco. Resonaba fuerte por todo el lugar.

Entró a uno de los cubículos en el baño de hombres. Y al terminar de liberar sus ansias. Justo cuando iba a lavarse las manos. Se detuvo un momento a verse en el  espejo.

Después de varios tragos de diferentes bebidas. Aún se sentía sobrio. Y eso era exactamente lo que no quería. Al parecer ya había desarrollado cierta resistencia al alcohol.

Salió del baño. Levantando el cuello tratando de encontrar a Louis.

Pero lo único que pudo reconocer fue la cabellera rubia de su amigo. Que parecía estar de espaldas.

No. Probablemente no es Él. No puede serlo. Pensó Harry. 

Enfocó su vista. Efectivamente era él.
Pero, Si Niall estaba allí ¿Dónde estaba Oliver? ¿Había llevado a su sobrino a un lugar lleno de feromonas y alcohol?

Se acercó veloz. Cuando estuvo parado junto a Niall este lo vio con  ojos muy abiertos.

...I want your lovin'  and I want your revenge, You and me could write a bad romance...

—Dime por favor que no trajiste a Oliver contigo.—Suplicó el más alto.   "Bad Romance" de Lady Gaga se hacía presente.

—No, no está conmigo.

—¿Entonces lo dejaste solo? Joder. Yo sé que te debo miles de favores. Pero ¿Podrías haber cumplido con este?  Podría pasarle algo. La última vez que la dejamos sólo por mucho tiempo lo perdimos.

—Harry.—Trató de reponer.—Lo siento. Yo, no sé qué pasó.

Harry bajo la mirada a la mesa. Notando un abrigo y un vaso extra.—Yo sí.—Dijo molesto. Con mirada amenazante.

—Oye, oye. No puedes culparme. Tú hiciste exactamente lo mismo. Era tu responsabilidad en primer lugar...

—Tienes razón.—Interrumpió.—Es mi responsabilidad. Siento haberte molestado.—Dijo alejándose.

—No. Harry. Joder.—llamó Niall. En vano.

Harry caminaba molesto. Empujando a todas las personas para llegar hasta donde estaba Louis. Tenían que regresar.

—Louis.—Dijo firme. Haciendo que las chicas que lo acompañaban huyeran de allí.—Es hora de irnos.

—¡¿Por qué?! Vamos. Estábamos comenzando a divertirnos.

—Oliver está solo. Y es muy curioso. No quiero que le pase algo   que pueda hacerme sentir culpable por el resto de mi vida.—Louis se paró un poco más cerca del cuerpo del rizado.—Necesito que nos vayamos justo ahora.

Louis pasó sus brazos al rededor de la parte trasera del cuello de Harry.—¿Seguro?—Susurró en su oído.

Harry titubeó. Sin pensar dio el paso que faltaba para que sus cuerpos se tocaran.
"Sparks" de Hillary Duff. No dejaba que razonara correctamente.

...Like a fairytale to feel your breath right on my neck...

La diferencia de altura era gloriosa. Y cada vez que Louis seguía el paso de la música. Cada suave movimiento hacía que la su cuello quedara descubierto. Deslumbrante ante la mirada del rizado.

...You remember what I love, so baby, take me back...

Harry sabía que el joven maestro no estaba completamente lucido. Sabía que no debía aprovecharse de la situación.

Era completamente cliché sacar la frustración que su atracción por Louis le hacía sentir en una noche de tragos.

Ya habían demasiadas historias tontas como esas. En donde podría hacer lo que quisiera del chico. Y culpar al alcohol en la mañana
 
Pero, ¿A quién quería engañar? Él amaba esas historias.

...Turn the lights down low and kiss me in the dark...

Bajó su rostro hasta el cuello de Louis. Depositando un beso desesperado en este.  Su mano derecha presionó ligeramente la cintura del castaño. Y la izquierda se enredó en su cabello. Logrando manejar su cabeza su antojo.

...Cause when you're touching me, baby, I see sparks...

Succionó la piel de ese lugar. Justo bajo la barbilla. Y recorrió con su lengua de allí hasta su oreja. La mordisqueó un poco.

La cadera de Louis rozaba con la suya. Dejándolo aún más desesperado. Quiso bajar su mano. La que estaba en la espalda baja del ojiazul. Pero no pudo, la forma en que este se había lanzado sobre él a  lamer el trozo de clavícula que la camisa dejaba expuesto.

...You make my heart go...

Había clavado sus dientes profundamente en ella. Haciendo que Harry soltara un pequeño gemido. Sin saber si era de dolor o de deseo.

Tomó el rostro del más bajo entre sus manos. Contemplando los labios húmedos de este.  Lentamente se acercó intentando unirlos con los suyos.  Pero lo empujó lejos.

Louis intentó salir de entre todas las personas. Las náuseas que la bebida le habían provocado. Y su cerebro atrofiado no eran impedimento para que intentara llegar al baño. Aunque ni siquiera sabía en donde estaba.

No le quedó más remedio que vomitar justo allí. Salpicando todo lo que le rodeaba. Incluyendo las botas marrones de Harry.

Limpió su boca con su brazo. E intentó pararse. Fallando. Tal vez, era karma por haber visto de mala forma a ese otro chico en la misma situación.

Harry salió del trance en el que el cuerpo de Louis lo había puesto al verlo sacar todo lo que tenía adentro. Literalmente.

Lo tomó con ambos brazos y lo ayudo a pararse. Lo cargó hasta la salida. Recordó que debía irse.

Ya afuera, buscó las llaves del auto de Louis en los bolsillos de este.
Al encontrarlas, abrió la puerta del co-piloto y dejó el cuerpo semi inconsistente del castaño en el asiento. Cerró la puerta y rodeó el vehículo para entrar por la puerta del piloto.

Pensándolo bien. Harry no conducía desde los 15 años cuando intentó sacar su permiso de aprendiz. Si no había conseguido ese permiso. Mucho menos uno real.

Podía llamar a un taxi. Que los llevase a su edificio. Pero no podía dejar el auto allí.

Era muy bueno en "Mario Kart", sería lo mismo, ¿Cierto?

Respiró profundo. Y arrancó el motor. Decidiéndose a no matar a nadie en el camino.

*
Era la tercera vez que la cabeza del Louis ebrio chocaba con las escaleras. Harry tenía problemas para subirlo por ellas. Este Louis era más pesado. Y escurridizo.

Abrió la puerta de su apartamento. Trastabillando con todo lo que había. Dejo caer el cuerpo del docente sobre el sillón. Y corrió a la cocina a mojarse un poco el rostro.

Se topó con una nota sobre la mesa. Mal escrita y con una letra casi ilegible.

Oliver había dejado un puño de dulces. Acompañado de un papel que decía: "Para que el tio amargado se endulse la bida".

Sonrió. Recordó el motivo por el que había intentado huir del centro.

Buscó a Oliver. Quien solía quedarse tirado en donde le diese sueño. Pero lo encontró durmiendo tranquilamente en la cama. Con su peluche favorito de León. Y su pijama azul de nubes.

Respiró aliviado. Y perdió la conciencia hasta el día siguiente.

*
Louis despertó porque los rayos del sol se colaban indirectamente desde la ventana de la cocina.

Apestaba. Se sentía pegajoso. Y le dolía demasiado la cabeza.
Pese a todo eso eran las 9:00 A.M. Y esta no era su casa.

Sin importarle el martillazo que sentía en el cerebro cada vez que parpadeaba se puso de pie. Buscando sus zapatos.

Alguien le había quitado ambos. Y lo había cubierto con una manta.

—Que bien que despiertas.—Dijo Harry apareciendo en la sala con una vaso de agua en su mano.—¿Cómo te sientes?

Lo vio molesto.—Tú no me hables.—Siguió buscando sus zapatos.

—Tus zapatos están en la ventana. Porque estaban embarrados con tu vomito. Al igual que mis botas.—Le sonrió cínico.—Gracias por eso.

Louis tomó las llaves de su auto y billetera. Que habían aparecido en la mesa de café a su lado.

—¿A dónde vas tan rápido? Recién íbamos a desayunar.

—¿Cuál es tu maldito problema? ¿Tu memoria es enserio así de mala? Tenía que estar en trabajo a las 9:00. Y adivina que hora es.

—Creí que no decías groserías.

—No frente a los niños. Y solo cuando los adultos idiotas lo merecen.—Restregó su rostro con sus manos.— Oh, Dios. Oliver está aquí. ¿Me vio?

—Nah. Está bañándose.—Louis estaba completamente rojo de la cólera.—Pero te saqué una foto. Para enseñársela después.—Bromeó.

—Me voy, tengo que ir a cambiarme a casa.—Dijo dirigiéndose a la puerta.—Tal vez pueda llegar a tiempo, aún.

—No. Espera. No puedes irte así. Te ves terrible. Y estás descalzo. No creo que afecte tanto una falta. No vayas.

—¿¡Por qué eres tan jodidamente irresponsable!? Todo esto es tu culpa. Creí haberte dicho que iría solo una hora. Una.

—Tienes razón.—Dijo resignado.—Pero no creo que te de tiempo de ir hasta tu casa. Podría prestarte ropa.

Suspiró. La jirafa estaba en lo correcto. Y él no quería perder su trabajo.—Bien.

—Lávate el rostro en el fregadero de la cocina. Y yo voy por al ropa.

Obedeció. Pero cuando abrió el grifo del lavabo escuchó un grito desde el baño.—¿¡Quién abrió la llave del agua!? No me importa quien haya sido. ¡Ciérrenla que se me quema la espalda!—Cierto, Oliver estaba bañándose.

—¡Llevas allí adentro media hora! Sal ya.—Gritó Harry desde el cuarto.

—¡Oblígame!

—¡Lo haré y lo sabes!—Terminó el rizado.

A todo eso, Louis ya había terminado de lavarse. Fue hasta la habitación. Y se vistió tan rápido como pudo.

Se sentía tan avergonzado, toda la ropa del más alto le quedaba notoriamente grande. Terminó usando unos pantalones para deportes grises, que fueron los únicos que no amenazaron con caerse. Y un suéter Azul, cuyas mangas cubrían hasta la mitad de sus manos.

Estaba ordenando su cabello frente al espejo. Cuando notó una mancha morada en su cuello. Se fijó bien. Y no era solo una. Sino varias.

—Dios. ¿Qué me pasó anoche?

Se giró hacía Harry. Este había estado en la habitación mientras él se cambiaba de ropa. Solo que tenía ambas manos cubriendo sus ojos.

También notó la mordida perfectamente visible que Harry tenía en el pecho. Pero prefirió no preguntar. Sabía que la respuesta no iba a gustarle.

Los tennis que el ojiverde le había prestado eran enormes, como el resto de él. Pero no le quedaba de otra.

—Ahora sí. Me voy.— Velozmente salió del apartamento y corrió por las escaleras hasta salir del edificio. Escuchó los gritos de Harry detrás suyos. Pero no le hizo caso.

Sintió un pequeño dolor en el pecho. Su bebé. Su lindo e inocente bebé estaba herido.

Harry salió corriendo detrás de él. Y lo vio acariciando su auto.

El rizado no era buen conductor. Y había tenido algunos problemas para estacionar ese carro anoche.

—Lo siento.—Dijo tarde. Porque Louis ya se estaba marchando.

*
Llegó a la escuela a las 10:30 A.M.
Porque se había quedado sin gasolina a unas calles.

Se vio en el retrovisor del mismo. Y trató de poner su cara más alegre. Aunque la cabeza le doliera demasiado.

Entró y llegó a la sala de maestros, donde Miss Ethel lo esperaba.

—Llegas tarde. Sabes que no tolero las llegadas tarde.

—Sí, lo sé. Y-y lo lamento. No volverá a pasar.

No le gustaba la forma en que ella lo veía. Siempre tratando de intimidarle.—Una disculpa no es suficiente. No cambia nada. Además, ya estaba molesta contigo. Por eso te cité hoy. Solo a ti.

—¿M-molesta? Pero, ¿Por qué?

—El padre de uno de tus chicos ha venido a quejarse de ti.

—¿El padre de quién?—Preguntó. Y ella revisó en sus apuntes.

—Tobías Lahey. —Dijo, volviendo su vista al castaño.— Su papá cree que eres un mal ejemplo, Louis. Y siéndote sincera, no me siento cómoda con profundizar en la razón por la que piensa no eres apto para dar clases aquí. Sólo te digo que no le gusta tu actitud. Ni la forma en al que te relacionas con otros "padres". Teme que puedas dar un espectáculo de naturaleza errónea frente a los niños. ¿Entiendes?

—No estoy seguro a que actitud se refiere. Pero, ehm, haré lo posible por mejorar.

—Eso espero, Louis. No me gustaría tener que despedirte.—Louis tragó duro. Y ella lo vio severa.—Escucha. El Sr. Lahey es el principal ingreso que recibe está escuela. No sé si sepas que es Banquero. Pero la cuestión es que tiene dinero, y sin sus donaciones esta escuela no sería nada.  Así que será mejor que limites tus comportamientos.

—Sí. L-lo haré.—Dijo tácito.

—Eso era todo. Puedes irte.—El chico salió rápido del cuarto. Porque sintió sus ojos aguarse. No quería que le viera llorar.—Ah, y Tomlinson. Cúbrete ese cuello.—La escuchó decir.

Aguantó las lágrimas lo más que pudo hasta llegar a su casa. Pero después de poner un pie dentro de ella. Se soltó en llanto.

Louis nunca había llegado tarde en su vida. A ningún lado. Siempre hacía bien todo desde que tenía memoria. Parecía estúpido llorar por algo tan burdo. Temía al fracaso. Vivía con ese temor constante. Y un error podría ser su ruina.

Últimamente su vida era un tropiezo tras otro. Y no sabía cuánto más podía aguantar.

Hola.
Traigo este capítulo, que iba a subir hasta el sábado. Porque acá mi amiga Rut (Lofiu) me estuvo presionando para que lo subiera.

Me di cuenta que la mayoría de ustedes son #HarryTops En mis tiempos todos éramos #LouisTops y puto el que no lo fuera. Se están perdiendo los valores.
Como sea. Igual, ya le había prometido a mi crush el #HarryTops. :v  Pero estén abiertos al #Versátiles.

Síganme en twitter @ImperiusLS
Manténganse con vida. J.S.