Capítulo 19



"All I Want for Christmas is you."


Louis abrió los ojos molesto por el sonido que provocaba la madera chocando.

La puerta estaba siendo azotada y estaba claro que quien estuviera detrás de ella debería ser un completo tonto para molestarlos a las 6:00 A.M.

Joder. Que insistencia. Golpe tras golpe llamaban a la puerta. ¿Por qué las personas molestan siempre en los momentos más inoportunos?

Al castaño no le quedó más remedio que levantase de la cama. Porque estaba claro que el oso gigante que estaba abrazándolo hace rato. No iba a moverse.

Se cubrió con una de las toallas que estaban guardadas en el mini clóset. Para encubrir el hecho de que no llevaba nada más que esa camisa enorme y su ropa interior.

Abrió la puerta para encontrarse con Nick. Resoplando por la boca. Viéndole molesto.

—Ah. Hola, Nick.—Saludó sonriente.

—¿¡Eso es todo lo que vas a decir, Enano de mierda?!—Vociferó.

—¿Buenos días, Nick?—Repuso Louis. Rebalsando la paciencia del joven.—Te perdiste por un rato. ¿Dormiste bien?

—Oh, sí. De maravilla. Contando las dos horas que estuve inconsciente. Y la parte en la que estuve encerrado dentro del supermercado toda noche.

El castaño colocó su mano cubriendo su boca. Fingiendo asombro.—¿Y cómo saliste de allí, eh?

—No estaba con llave. Con un empujón bastó. Pero ya habían cerrado cuando desperté así que tuve que esperar al puto siguiente día para salir de allí.—Louis rió un poco.—¿Qué te causa tanta gracia?—Preguntó molesto.

—Oh, nada. Es sólo que esa historia en tan conmovedora e interesante. Te doy un diez por tu creatividad.

—¿Mi qué?—Dijo confundido.— Deberías buscar pleitos con más cuidado.—El castaño seguía mofándose de cada expresión del muchacho.

—Te arrancaré la garganta.—Amenazó Louis. Sin bromear.

—Como sea. Presentaré cargos en tu contra.

—Te das cuenta de lo tonto que suena eso, ¿Cierto?

Nick se removió. No iba a ser tal cosa. Simplemente quería causarle temor al chico. Al ver que este se encontraba sin una gota de miedo. Recurrió al Plan B.

—¿Qué crees que opine Harry al respecto?—Lanzó ahora.

—Él no va a creerte.—Dijo Louis con supremacía.

—¿Ah sí? Por favor. Harry se convence de cualquier cosa con las palabras correctas. Podría soltar un par de lágrimas. Y correría a consolarme en seguida.

—¿Ese es tu plan?¿ Victimizarte?—Rodó los ojos. Y luego se detuvo a pensarlo por unos instantes.—¿Sabes qué? No es una mala idea.

—Por supuesto que lo es. Lo conozco. Va a molestarse contigo. Y yo, llegaré a él como su verdadera esperanza.

Louis soltó una risilla.—Eres un idiota.—Torció el gesto soltando la toalla que le envolvía.—Mira y aprende.—Louis levantó su mano. Y luego se dio un golpe fuerte en el rostro.

—¿Qué mierd...?—Comentó Nick. Al ver como el chico se abofeteaba a sí mismo frente a él.

Louis empujó con su pie una la mesa que estaba cerca de la entrada. Haciendo que los libros de Oliver, que estaban sobre ella, cayeran. Causando un ruido mayor.

El castaño mismo se lanzó al suelo y empezó a sollozar allí. Golpeó su cabeza contra el piso. Dejando fluir las lágrimas ahora.

Hecho un ovillo. Se compungía, esperando la intervención de alguien más.

—¿Qué hace este tonto aquí?—Dijo Oliver quien había llegado apenas unos segundos atrás.—¿Qué le hiciste a Lou?

¿Perdón?—Repuso perplejo Nick.

—¿Acaso quieres pelear? ¿¡Eso quieres?!—Oliver daba brincos con sus pantuflas de León para llegar hacia el mayor.

El niño intentaba arañarlo mientras Nick lo veía harto desde arriba. Solamente dio un ligero impulso a su mano para alejar al mocoso de él.

Pero en relación con su cuerpo y el del pequeño. Hizo que Oliver cayera de espaldas quedando junto a Louis en el suelo.

Oliver permaneció en silencio por unos segundos. Llenando sus pulmones de aire. Luego, cuando se vio listo. Desató el Armagedón. Gritó con toda la fuerza de sus entrañas, y sus ojos se llenaron de lágrimas.

Después de todo. Un niño de 6 años contra un hombre de 25 no era para nada justo.

Nick, asustado. Se movió hacia el pequeño para calmarlo. Pero este chillaba aún más fuerte.

¿Oliver estaba exagerando? Probablemente.

Pero esa era su especialidad.

Desesperado.—Cierra la maldita boca.—Gruñó Nick al niño. Louis quería levantarse y romperle la cara. Pero si lo hacía, su teatrito habría sido en vano.

Justo a tiempo.—¿Quién crees que eres para hablarle de esa forma?—Harry estaba parado viéndolos desde el inicio del reducido pasillo. Con expresión ponzoñosa y nariz resoplante.

El rizado quería, desesperadamente, seguir durmiendo. Pero con el estruendo que había en la sala y la ausencia de ambos enanos en su habitación. Le fue imposible quedarse en ella.

....—Hice una pregunta.—Repitió molesto Harry.

—¡Están fingiendo! Yo no hice nada.—Se defendió Nicholas.

—¿Están?—Inquirió Harry. Puesto que desde el punto donde estaba parado, el pequeño cuerpo de Louis quedaba oculto tras el sofá.

Velozmente fue hacia ellos. Encontrando al ojiazul temblando, con los ojos vidriosos y un labio roto. Ahora sí. Alguien resultaría en la morgue.

—No es lo que parece, Harry. Son un par de ment...—No pudo completar la frase. Porque el más alto había puesto una, tan solo una de sus manos alrededor del cuello del idiota para inmovilizarle.

Por mucho que le costara admitirlo. Harry quería demasiado a su renacuajo. Se había encariñado con él.

—¿Un par de qué, eh?—Hizo presión en su mano.—¿Con qué solvencia crees que puedes venir a mi apartamento, a gritarle a mí hijo y lastimar a mí novio?—Presionó aún más.—Porque desde mí punto de vista. No tienes derecho de entrometerte en mí vida. Ni en la de ellos. ¿Entiendes?

Le soltó al ver su rostro tenso. Nick volvió a respirar, agitado.—Esta situación es ridícula.—Tragó a bocazas aire.—Me culpan de algo totalmente burdo.

Harry bufó.—Entonces, dejame ver si entiendo. Tú no has hecho nada. Oliver es un maniático al que le gusta gritar y Louis un masoquista que se golpea solo.

—¡Exacto!—Styles torció el gesto. Rodó los ojos y se limitó a negar.

—Largo de aquí, quieres.—Demandó.

—¿Qué?—Dijo Nick.—No puedes echarme, Harry. No, simplemente no puedes dejarme en segundo plano por dos actores del Oscar.

—Alto allí. ¿Segundo plano?—Rió. débilmente.—¿Qué te hace pensar que aún eres importante para mí?

—S-somos amigos. ¿Recuerdas?

—Joder, Nosotros no somos amigos. Solo conocidos con recuerdos en común. Así que, deja de molestar.

—P-pero...—Dijo. Sin que ninguno en la habitación comprendiera realmente cómo había llegado a eso.

—Ve con el resto de tu familia. Toca en la siguiente puerta.—Terminó Harry. Se giró sobre sus talones, dobló su cuerpo para ayudar a Louis a ponerse de pie. Y luego alzo a Oliver en brazos. Naturalmente se movió hacia su habitación.

Louis sonrió victorioso. Se acercó al marco de la puerta.—Te dije que no iba a creerte.—Se burló.—Ten un Lindo día.—Dijo y luego lanzó, sarcásticamente, un beso al otro. Azotó la puerta, dejando a un Nick atónito detrás de ella.

Dramáticos: 1.

Nick: 0.

Llegó a la habitación principal. Se podía escuchar el agua corriendo desde el baño de la misma.

Oliver saltaba alegre sobre la cama. Mientras Harry se duchaba, aparentemente.

—Pst.—Louis volvió su vista al niño que le llamaba. Este susurró.—Te vi golpeándote tú solito.—El castaño se tensó.—Pero tranquilo. No diré nada. Porque estoy de tu lado.

—¿Mi lado?—Dijo Louis divertido.—¿Por qué?

—¡Sí!—Exclamó feliz el niño.—Porque te...quiero mucho. Y quiero menos tarea.

—Bien. Ya veré que hacer con eso.—Dijo tranquilo.

Hiperactivo.—Oye, Lou. ¿Sabías que hablas dormido?

—No. No lo sabía. ¿Dije algo interesante, cariño?

—Estabas molesto.—Se burló.

—Bien.—Dijo decepcionado. Y luego surgió una idea.—¿Podrías repetir lo que dije?

El niño asintió. Louis tenía una teoría sobre Oliver. Porque si bien era cierto que muchos niños poseen un intelecto superior. Oliver, en específico recordaba cosas que ninguno de sus otros alumnos podía recordar.

Su léxico era sorprendente y extenso. También tenía la capacidad de describir cosas literalmente. Es decir. Tal y como fuesen.

Tenía problemas con la motricidad, por lo que se le dificultaba escribir. Pero aún así, copiaba los movimientos de Louis al enseñarle perfectamente.

—Rascabas mucho tus ojos. Y arrugabas la nariz. Mi tío Harry te aplastó cuando se dio la vuelta. Entonces comenzaste a regañarlo, dijiste: "Quítate de encima, árbol parlante".

No. Louis no estaba dormido al decir eso. Pero hasta ese momento de el día. Lo había olvidado por completo.

Harry salió del baño con una toalla alrededor de su cintura.

—Deberías ir a arreglarte. Porque se supone que tendremos una noche buena familiar. Niall no tardará en aparecer pidiendo ayuda.

—¿Notaste que Oliver tiene una memoria muy buena?—Preguntó Louis restándole importancia a lo que Harry dijo.

—Sí, es bien chistoso.—El castaño rodó los ojos.—Espera a que lo veas decir los diálogos de "Salvando al soldado Ryan" completos.

—¿Por qué la obsesión con esa película?—Inquirió Louis.

—No lo sé. Pero la hemos visto tantas veces que hasta imita a los personajes.—Volteó a ver al Niño.—Oliver, muéstrale tu imitación del Capitán Miller.

En niño torció la boca y pasó una de sus manos por su cabeza. Achicó los ojos y dijo—Espero que ese Ryan valga la pena y que cuando regrese a casa cure alguna enfermedad o invente una nueva bombilla de larga duración.

Harry se echó a reír mientras aplaudía.—Te dije que era chistoso. También se sabe "The Black Parade" completo. Y el último discurso de John F. Kennedy.

—Ninguna de esas cosas son apropiadas para su edad. ¿Lo dejas oír sobre presidentes asesinados y música emo?

—Lo de Kennedy fue culpa de Niall.

—Claro, culpa a alguien más. El niño podría tener habilidades especiales y tú las desperdicias jugando con ellas.

El rizado se acercó a Louis y susurró.—¿También piensas que puede leer la mente? Porque Niall y yo tenemos esa teoría.

—¿Qué? ¡No!—Bufó. Oliver se había marchado de la habitación hacia unos segundos.

—Me refiero a que creo que podría tener memoria eidética.

—¿La memoria de quién? —Dijo confundido. Mientras se secaba el cabello.

—Eidética. Fotográfica.¿ Sabes qué es, Cierto?

—Por supuesto que no.—Sonrió ampliamente.—Espera. ¿Eso es malo? ¿Se puede curar?

—No, no es malo. Pero sí, la habilidad no es muy común. Y puede perderse si no es cultivada.—Harry seguía viéndolo sin entender mucho.—Uhm. Se dice que Grandes genios como Tesla la poseían.

—No sé quién es ese.—Dijo Harry.

Se removió pensando en otro ejemplo.—Sheldon Cooper, de The Big Bang Theory. Tiene ese tipo de memoria.

Harry brincó sobre él, sacudiéndole.—¡¿Dices que Oli es como Sheldon?! Oh, por Dios. Que emoción. Que emoción.—Sí, el rizado amaba "The Big Bang Theory".

Harry daba brincos de alegría. Louis no notaba que a consecuencia de estos la toalla del rizado estaba ahora en el piso. Hasta que bajó la vista.

—H-Harry...—Llamó. El susodicho le vio en respuesta.—La toalla.—Mencionó completamente rojo.

—¿Qué pasa con ella? Déjala ser.

—Es en serio. Cúbrete ya.

—Me gusta estar desnudo. ¿Qué pasa si no quiero?—Le retó. Poniendo sus manos en la cintura de Louis atrayéndole.

El castaño estaba tenso. Pero no iba apartarse. No quería quedar como un cobarde, niño asustadizo.

—Supongo que tendría que obligarte.—Respondió.

—Te doblo la altura, Cielo. No podrías ni moverme.— Besó la frente del castaño. Presionando su cuerpo desnudo contra Louis. Separados únicamente por esa bendita camisa enorme.

—Deja de retarme.—Demandó Tomlinson.

—Vamos, ¿No quieres ver a un hombre de cerca?—Bajó su mano para intentar tocar el glúteo del castaño.—¿Qué puedo hacer para que cooperes?

Louis se separó de él.—Tapa tu cosa.—Masculló.

—Me cortas la inspiración. Aburrido.—En vez de volver a ponerse la toalla. Harry se colocó su ropa interior.

—No estaré con alguien que no sabe quien es Tesla.

—¿Todo esto por un cantante?—Declaró Harry.

(Joder.)—No entiendo como te graduaste de la Preparatoria.

—Con un rostro bonito.

—El señor ego por las nubes, debería estudiar más Física.—Louis se quitó la camisa, dispuesto a ocupar la ducha.

—Podría estudiar tu físico.—Bromeó.—Ay, por favor. Al menos ríete de mi broma y quita la cara de culo.

—No. Porque eres un tonto.

—Bien, vamos a hacer esto.—Se detuvo a pensar.—Si investigo sobre ese señor, ¿Dejarás de ser tan cruel conmigo?

—Mejor aún.— Divertido.—Si investigas sobre él y haces un ensayo de 500 palabras. Haré lo que tú quieras.

—¿Lo que yo quiera?—Preguntó esperanzado el más alto.

—Lo que tu quieras.—Terminó disponiéndose a ir a la ducha.



...



En la tarde. Justo como Harry había dicho. Habían sido invadidos por Niall y su familia.

Mientras Oliver intentaba entablar un conversación decente con Theo que apenas balbuceaba, el resto del complot se movía por la sala—donde habían colocado una mesa—y la cocina preparando todo para la cena de esa noche.

Con las luces del árbol encendidas. El olor perenne en el aire. Y el ambiente frío hacían pintar la velada de una forma prometedora.

Los regalos estaban acomodados bajo los adornos del pinabete. Todos esperaban ansiosos la llegada de la oscuridad.

Niall había sido obligado por su madre a usar un suéter rojo con bastones de caramelo, con la frase"Sweetie" en el pecho. El cual combinaba con el suéter de su madre.

El hijo menor, siempre sería el bebé de la casa.

Aunque tuviera vello púbico y le apestasen los pies.

Colocaban la mesa, ansiosos por la cena. Maura hacía una sarta de preguntas sobre la vida de su hijo menor. Y contaba una que otra cosa vergonzosa.

—Lloró dos meses después de eso.—Louis reía ante la mirada furiosa de Niall. Y las mejillas apenadas de Harry.

—Está en un lugar mejor ahora, Niall. No vale recordar eso.—Le tranquilizaba el rizado.

—¡Tú mataste a Bigotes! Maldito asesino.—Acusó el rubio.

—Fue un accidente. Estaba aprendiendo a conducir. No fue mi intención.

—¡Le pasaste encima dos veces!—Chilló.

—Nunca me agradó ese gato.—Comentó Greg desde su lugar.

Niall lo vio duramente.—¡Bigotes me amaba!

—Ya chicos, dejen de molestar al pequeño.—Reprendió Maura. Y Greg estalló en carcajadas.

Niall, rojo de la vergüenza.—Muerte.—Dijo a su hermano.

—Lo que tu digas, "Dulzura".—Repuso haciendo referencia a su suéter.

Louis se divertía mucho con ellos. Le parecían hilarantes. Además el hecho de que Nick fingiera estar dormido, con sus auriculares, en el sillón le era tan satisfactorio.

Harry guiñó un ojo para Niall. Dándole la señal de poner en marcha su plan.—Olvidé traer la botella de vino. Louis, ¿Podrías ir por ella?

—Uhm. Sí, claro.—Aceptó.

—Genial, ten.—Le entregó un manojo de llaves. Está en la cocina.—Indicó, Louis asintió y fue prácticamente echando del apartamento de Harry, para dirigirse al del irlandés.

Se paró frente a la puerta de este. E intentó abrir con una de las llaves. Demonios, no tenía ni idea de cual era la correcta. Además eran muchas llaves.

Intentó con diferentes de ellas. Ninguna conseguía abrir la puerta. Y no, Louis no quería parecer un incompetente. Así que siguió intentándolo.

Presionaba la perilla con la intención de girarla. Sin éxito.

Pero no, nadie le había dicho a Louis que esas no eran las llaves correctas. Solamente querían distraerlo.

El castaño notó la presencia de alguien parado detrás de él.


...



—Cuando Louis entre todos vamos a gritar, ¿De acuerdo?—Dijo Harry.

Niall protestó. Y Maura le regañó.—Todos.—Repitió ella. Peinando el cabello del rubio a la mitad.—Ayuda a tu amigo, peque.

—Deja de tratarme así...—Estaba a punto de continuar cuando Louis volvió.

—Ninguna llave funciona, ¿Cierto?—Dijo al entrar.

—¡Feliz Cumpleaños!—Gritó únicamente Bobby.—¿Es en serio? ¿Solo yo? Ya no vuelvo a cooperar en nada, Styles.

Los regalos ordenados sobre la mesa. El pastel de fresas. Y la serpentina de colores que desentonaba con el resto del lugar.

Había dulces, chocolates y demás cosas azucaradas adornando el pequeño espacio.

Definitivamente, los colores del árbol no encajaban con las cosas sobre la mesa. Pero, ¿A quién le importaba? Eran para él.

Harry no tenía una madre digna. Pero Maura se acercaba bastante.

—¿Qué es esto?—Preguntó atónito.

—¿No es obvio?—Acusó el rizado.—Dijiste que nunca celebraron tu cumpleaños. Así que vamos a empezar desde ahora. —Yo...—No digas nada. Solo ven.

Louis se acercó a la mesa. El pastel se veía delicioso. La vela encendida sobre el le llamaba. Con esa calidez característica.

Nunca había estado rodeado de tanto afecto. Menos aún de personas que conocía desde hace apenas un par de días.

Las historias trágicas sólo son trágicas cuando todo parece perfecto.

—Sóplame esta, Louis.—Dijo el rubio a su lado.

Louis le vio malévolamente.—Ah, Niall. Había un chico afuera, me pidió que te entregara esto.—El castaño extendió un pequeño rollo, similar a un pergamino diminuto atado con un listón rojo.—Ya sabes, como lo suyo es secreto, no quiso incomodarte.—Dijo en tono divertido.

El resto de los Horan y Harry, vieron al rubio. Intrigados.

Su madre lo vio molesta.—Ya hablaré contigo luego, jovencito.

Cantaron al rededor del pastel. Sonrientes. El lugar era solemne. La cena no fue especial. Nada diferente a una cena cualquiera de navidad. Con Greg burlándose cualquier cosa que involucrase la existencia de su hermano menor. Y Nick callado con el rostro casi adherido a su plato se ensalada.

Entrada la cruel noche. Cuando todo se encontraba ya en silencio, los padres del rubio se habían movido al departamento de su hijo para calentarse con el fuego de la chimenea. (Por que él si tenía una).

Todo era sereno. A comparación de el bullicio que había alborotado el lugar en la tarde.

Oliver estaba sentado frente a la puerta principal.

—¿Qué haces allí, renacuajo?—Preguntó Harry.

—Esperando.

Louis puso atención en la escena.—¿Esperando, qué?—Dijo interviniendo.

—Que el resto de mi lista de navidad se cumpla.

—Oh. ¿Qué es lo que falta?—Ahora el rizado.

—Mi mamá.

Ambos se removieron.

—Oliver...—Repuso el docente.

—Ella vendrá. Yo lo sé.

No. Estaba claro que no lo haría. Pero no podían quitarle al niño la esperanza.

Dicen que la esperanza es lo único que puede mantenerte con vida. Y tienen razón. Pero siempre olvidan mencionar que no solo te mantiene vivo. Te mantiene agonizante. Sufriendo, aferrado a una falsa idea.

Harry no estaba seguro de porque su hermana se había marchado. Pero el haberlo hecho sin ningún aviso la convertía en una completa idiota. Además, Louis había tachado de maniático al padre de Oliver. No tenían muchas opciones.

Y es que, joder. ¿Cómo le dices a un niño de 6 años que sus padres no lo quieren?

—Es tarde. Ve a dormir.—Harry le alzó en brazos. Típico.

—Quiero esperarla un poco más. También quiero esperar a media noche para usar mi regalo. Por favor.—Hizo puchero y abrió excesivamente sus ojos de color incierto.

El rizado dudó. Louis amaba verlo ser tierno(apenas) con el pequeño.—Bien. Pero solo un ratito. Ve televisión mientras esperas a media noche.—Lo recostó sobre el sillón y puso un programa cualquiera.

—Wow. Tú eres realmente el padre modelo.—Se burló el castaño.—Con una voluntad de hierro.—Harry caminó hacía la habitación, a sabiendas de que iba a seguirle.

—Me parece que has adquirido un reciente gusto por burlarte de mí.

—Tal vez. Pero ha dado sus frutos. Creo. Hace dos semanas no sabías que el significado del verbo. "Adquirir".

Harry rio.—Compré un diccionario. Oh, Eso me recuerda.—Buscó entre su escritorio unas hojas engrapadas. Y se las entregó.

—¿Qué es esto?—Preguntó.

—El ensayo que me pediste.—Louis le vio perplejo.

—¿L-lo hiciste? ¿Cuándo?

—Tardas muchísimo en la ducha.—Caminó a él, acorralándolo contra la pared. Hablando a su oído. —Ahora tendrás que darme lo que quiero.

Eufórico por dominar el cuerpo de Louis. Pasó su lengua por la extensión del cuello el más bajo.

Este enrolló sus brazos en la nica de Harry. Con un impulso, su piernas quedaron también adheridas a su torso.

A Louis no le importaba romper todas las reglas éticas que existían. Si es que aún quedara alguna que no hubiese roto ya.

Después de todo. Este sería realmente un feliz cumpleaños.

—Espera.—Dijo Recapacitando.—Oliver está en la otra habitación.

—Entonces intenta no gritar mucho.—Bromeó. Ganándose un mordisco por parte de Louis.

Con sus cuerpos ansiosos, cerraron la puerta de golpe y se desplazaron torpemente.


Todo parecía perfecto...






Hola.

Volví. (?

Y creo que se merecen una explicación. Ya que, bueno. Este es el fic más largo que tengo.

No he actualizado recientemente porque, (Joder. Esto es tan tonto) estaba deprimida.

Sí, sé que no tiene sentido. Pero, yo, uhm. Volví a leer la historia desde el comienzo. Y Dios. Vi faltas enormes y cosas incongruentes. Me sentí terrible. E incluso...pensé en borrar la historia.

Pero no. Ustedes no se merecen eso. Así que, aquí me tienen.


Además. Mi vida personal es últimamente una mierda últimamente. Pero no planeo aburrirlos con eso.


Ah, les comento. Recientemente subí otro fic llamado "Useless Bro". Por si quieren pasarse por el. ;)


Por cierto, ¿Vieron lo grande que está Harry? Bebé. Me siento su madre. :'v


Manténgase con vida. J.S.

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