—Este año no te vas a librar tan fácilmente—dijo en tono de burla—siempre te escaqueas—siseo un jocoso Kirishima.

Lo cierto era que Yokozawa, en los últimos días, no había tenido tiempo ni para pensar, ni siquiera, en que día del mes estaba, entre el viaje de la empresa, la organización de eventos de la firma de autógrafos de Ijuuin-sensei ,la de Usami Akihiko y de otras autores. Iba a ser un evento a gran escala, pues los más ilustres,destacados autores y representantes de cada departamento iban estar presente en el evento, no solo se trataba un evento de un sólo género, si no de todos ellos, novelas, manga shojo, shonen, BL,ect. 

Al ser una colaboración con los distintos grupos a cargo de venta de géneros tan distintos entre si, era una situación complicada y dificultaba bastantes las cosas debido a los diversos puntos de vista entre los distintos responsables de cada sección y más debido a las complicadas personalidades de cada uno de ellos. Por esa misma razón habían puesto a Yokozawa al cargo, para por lo menos asegurar que todo estuviera en orden, pocos podían responderle al "oso gruñón" de Murakawua.

Por esa razón había estado más ocupado de lo normal, que ya de por si era bastante, tanto que hasta había olvidado que hoy era su cumpleaños, cosa no rara, ya que no le solía dar mucha importancia. Esto le había provocado que años atrás Hiyori y Kirishima se enojarán con él, por no decirles.

Desde entonces, ellos eran los que le acordaban el día de su cumpleaños, aunque la celebración tenía que haber quedado rezagada, por un suceso u otro y en todos esos años, no habían celebrado nunca el mismo día. Al vendedor le habían comunicado un ascenso, que sería comunicado oficialmente el lunes siguiente, por lo que debía dejar todos los trabajos en los que estaba involucrado terminados, para que no se pusieran en el camino con sus nuevas responsabilidades.

Por eso, había sido el comentario del editor jefe de manga shonen. Este año, ese día casualmente caía un sábado y todas las preparaciones del evento y sus obligaciones ya estaban terminadas, por lo que no había excusa, se vio arrastrado a ir a la casa de Kirishima para celebralo.

—Si, si...haz lo que te de la gana—dijo Yokozawa, ya que las horas de trabajo lo habían dejado exhausto y sin fuerzas para responder a las bromas de Kirishima.

—Vale—dijo con una sonrisa en la cara.

—Oie—se quejó Yokozawa.

—Dijiste que podía hacer lo que quisiera—canturreo.

—Pe...¡Eso no significa que puedas tocar mi trasero, maldita sea!—se enojo.

—Si, si—respondió como repuesta mientras seguía su camino.

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En la casa de los Kirishima, Hiyori los esperaba a los dos con las preparaciones ya listas. La mesa estaba decorado con una mantel nuevo blanco, en cuyos bordes habían unos dibujos festivos. Sobre la mesa estaba repleta de una variedad de comida, de pinta sumamente deliciosa y en el centro había un pastel de tres pisos.

—Estamos en casa—oyó Hiyo la voz de su padre, tras escuchar el sonido de la puerta de la calle abriéndose.

—Bienvenidos—saludo Hiyori a su padre.

—Feliz cumpleaños—le deseo a Yokozawa.

—Gracias ¿estabas haciendo la comida?—preguntó al verla vestida con el delantal rojo de lunares blancos, ver ese delantal le recordaba que el mismo lo había llevado puesto, por lo que no pudo evitar sentir un poco de vergüenza. Forzándose a olvidar esos recuerdos se obligo a continuar con la conversación—¿necesitas que te ayude en al..?-"algo" iba a decir cuándo se dio cuenta de como lucía la mesa.

—¿Sorprendido?—exclamo la chica con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

—Sabía que todos los años me preparan algo, pero no esperaba encontrarme hoy con esto. Además todo parece tener una pinta estupenda—exclamó Yokozawa.

—¿Y porque lo probamos?—propuso Kirishima que hasta ese momento se había estado demasiado tranquilo.

—Apuesto que no ayudaste en nada—trato de molestar Yokozawa.

—Cierto, soy un negado para la cocina—siguió la broma Kirishima.

—Eso, no es cierto, papá hizo un p...

—!HIYO!—gritó Kirishima, no pudiendo mantener la calma propia de él.

—¿Hiciste qué?—preguntó intrigado Yokozawa.

—Que más te da, papá no es como si no te conociéramos—rio Hiyo.

—En serio, no puedo ,si ustedes dos se ponen de esa forma—se rindió.— Lo cierto es que hice un pastel, pero el resultado no fue muy bueno.

Yokozawa deseaba decir que quería verlo, pero algo le decía que si dijera esas palabras de algún mundo Kirishima las voltearía en su contra, por lo que se contuvo. Como si Hiyo le leyerá la mente pronuncio la siguientes palabras.

—¿Quieres verlo? Le hice fotos antes de que papá, lo tirará, para que tú no lo vieras.

—!HIYO!—se aterrorizó Kirishima mientras Hiyo le enseñaba las fotos—En serio, al ser la primera vez que no consigo algo podrías ser más flexible—decía haciendo pucheros.

—¿Me preguntó a quién habrá salido?—dijo sarcásticamente Yokozawa.

Los tres no pudieron más que compartir una carcajada.

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Mientras comían una conversación familiar se desarrollaba.

—Está comida, está deliciosa—comentó Yokozawa.

—Es todo gracias a Yokozawa otou-san, gracias a ti he aprendido mucho de la cocina.

Hiyori había dejado de llamar a Yokozawa onii-chan y llamarlo Yokozawa otou-san, tras haber descubierto y que le revelarán la relación que realmente existía entre su padre y Yokozawa:

—Hiyo, tenemos que hablar de algo—había comenzado a hablar Kirishima una mañana hacía ya varios años, mientras desayunaban los tres juntos.

—¿Es sobre que tu y Yokozaw- niichan son pareja?

—De...

—Espera, ¡Hiyo! ¿De que hablas?!—había saltado Yokozawa.

—¿No era eso?

—Si, era eso...pero-titubeó Yokozawa

—¿Como lo sé? Los dos sois bastante evidentes—rio—Si me pides algo concreto, es porque mi padre te mira a ti y la foto de mamá con los mismos ojos. Además Yokozawa onii-chan también tiene esos ojos cuando ves a papá y sueles hablar con el retrato de mi madre,de si lo estás haciendo bien ¿cierto? No es que pretendiera espiarte, sino que un día casualmente lo oí.

—En serio, nos has ganado por completo-se quejó Kirishima—Eso me recuerda, porque no me enseñas los ojos que dice Hiyo, Takafumi.

—SIN COMENTARIOS—bufó entre la vergüenza y el pánico.

Ya habían pasado varios años desde esa revelación.

—Exageras, sólo se cocinar lo básico para sobrevivir.

—Que te he dicho de aceptar los cumplidos?—regaño Kirishima.

—Cállate—no necesitaba que ÉL lo regañara como si fuera un niño.

Tras la cena, era ya una tradición el intercambio de regalos, había ocurrido una vez en el pasado, pero a Kirishima le gusto tanto la idea, que se negaba a aceptar cualquier regalo de Yokozawa si no era un intercambio. Por lo que el último, no pudo más que ceder, convirtiéndose con el paso del tiempo, en una tradición familiar.

—....—suspiró Kirishima

—¿No te gusta?—pregunto Yokozawa—normalmente estarías feliz de que hayamos comprado lo mismo. 

Los dos habían tenido la misma idea y comprado un bote de perfume, que se estaba haciendo popular y que realmente tenía un buen olor.

—No, no es eso...es sólo que, pronto serás jefe de ventas. Estoy feliz por ti, en serio lo estoy, pero por otra parte siento que mi quitaran a mi amante.

—Para ya con esa mierda ¿ que sacas de estar celoso del trabajo?¿ Y quién es el que está siempre arriba de trabajo? ¿y no para de tomar otros autores?

—Lo sé, pero es que de vez en cuando me gustaría que mi linda esposa estuviera en casa cuando llegará.

—¿Es..posa? Como un demonio—se cabreó—Hiyo nos vamos el puede encargarse de lo que queda el sólo, ya que en estos años ha mejorado "taaanto"en las labores hogareñas—dijo en tono sarcástico.

Los dos salieron de la casa hacia el exterior.

—¿En serio te molesto tanto?—pregunto preocupada Hiyori.

—Nah, solo quería asustarlo un poco y que reciba de su propia medicina—confesó—pero no se lo digas a él—dice mientras le guiña un ojo y se lleva un dedo a la boca como un gesto de que mantuviera la boca cerrada—Solo quería salir a comprar arroz y café ya que se ha acabo, pero si lo hubiese dicho, sería más pesado con la broma de ser una esposa dedicada—bufó Yokozawa.

—Ya veo—rio divertida Hiyori—Eso me recuerda tengo que comprar algunas cosas también.

Hiyori, desde hacia un tiempo ya no vivía con ellos. No por nada en especial, sólo que pensó que ya era hora de independizarse y hacer su vida. Después de todo, ya era una adulta y no podía estar dependiendo siempre de sus padres. Así que a pesar de las quejas de Kirishima, se mudo cuándo consiguió un apartamento a precio económico y no más de quince minutos caminando de la casa de su padre. Por esos motivos, Kirishima aceptó y gracias a algo de influencia de Yokozawa.

—Hiyo ¿ya yo compre todo y tú?-señalaba la cesta antes de pasar por el mostrador de la tienda.

—Adelántate, necesito comprar algunas cosas más.

—¿Y dejarte aquí sola?

—De verdad, eres peor que papá, es solo cruzar la calle. Además, deberías hablar con él, por lo de antes.

—Se lo merece.

—Yokozawa otou-san—dijo en tono de reproche.

—Entiendo—suspiró—pero si tardas más de diez minutos, volveré.

—Eres un preocupón.

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—Estoy de vuelta—comunicó Yokozawa—Voy a preparar un poco de café ¿quieres?—decía mientras preparaba la cafetera.

—¿No que me habían dejado?—dijo con tono lastimero Kirishima.

—Te lo merecerías, por soltar cosas así.

—Realmente me has herido sabes.

—Si, sobre todo por esas lágrimas de cocodrilo que me estás soltando

—Oh ¿te diste cuenta?

—Claro, además lo que más te gusta es ver como me salgo de mis casillas.

—¿Así que estabas dando un servicio?

—Demon...ahn..agh—antes de terminar su frase se encontró con su boca siendo capturada, sentía como sus labios secos ahora estaban húmedos y como iba perdiendo sus fuerzas, ya que su cuerpo recordaba ese tacto y se estremecía de anticipación—Basta Hiyo..volverá enseguida.

—Solo un poco...

—Para ti nunca es "sólo un poco". Maldita sea piensa en el TLO.

—El problema es que para ti nunca es una buena ocasión—se quejo Kirishima.

—Es..—sin dejarlo pronunciar una palabra su boca se vio siendo invadida de nuevo y siendo arrastrado hasta el comedor.

 Al ver como las intenciones de Kirishima eran lo de tirarlo al sofá mantuvo su resistencia para evitarlo, esta vez no iba a ceder "¡Hiyo estaría ahí en cualquier momento!" se altero con este pensamiento. Por lo que giro su cuerpo para evitar ser nuevamente besado, pronto se dio cuenta de que había sido una mala elección. Al no poder besar a Yokozawa, Kirishima había empezado a deslizar su mano dentro de la ropa de Yokozawa hasta conseguir agarrar su miembro.

—Oi..ahg—trataba de quejarse pero sucumbía ante las sensaciones de placer al sentir como su miembro era frotado. De repente sintió como el aire se colaba en el interior de su piel ¿Cuándo demonios le había bajado los pantalones y la ropa interior? En su parte posterior sintió el miembro erecto de Kirishima-Detente, no estarás pensando en...

—¿En que piensas que estoy pensando?—preguntó maliciosamente Kirishima.

—...—no sabía que responder, en esa situación estaba a merced del tipo y si decía algo quizás le daría alguna idea que no había cruzado por su mente aún.

Sintió como la hombría de Kirishima habían atravesado sus caderas y sus muslos hasta ponerse debajo del suyo, empezando a moverse provocando fricción el uno con el otro, dando una inmersa sensación de placer, provocando que casi se olvidará de todo.

Hasta que un timbre que sonaba lo hizo volver a sus sentidos.

—Soy yo Hiyori, olvide mis llaves—se escuchaba desde el otro lado de la puerta.

—Ya voy—comunicó  Kirishima—tu vete al baño a encargarte de eso—susurró a Yokozawa.

Que lo único que puedo hacer es dedicarle una mirada llena de furia y reproche.

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Los tres se encontraban sentados en la mesa, mientras bebían el café recién hecho. Cuando Hiyori rompió el silencio.

—Hay algo que tengo que contarle a ustedes dos -dijo Hiyori.

—Adelante—dijeron los dos al unísono.

—Me han propuesto matrimonio y he aceptado—dijo calmadamente mientras bebía su tasa de café.

Huye "prometido de Hiyori " No sabes en lo que te has metido.

Yo: Esta es la sección de Voz-kun, pero se fue de juerga  el  día 31 y no ha vuelto. 

Esta vez me tengo que controlar a mi misma.

Como siempre, acepto dudas, criticas, sugerencias, si desean que aclare algo, siempre que sea con respecto.

Besos y abrazos.

Gracias por leer.