Plaza principal de Cárpan, la tarima estaba montada y una gran multitud aplaudiendo. Es la presentación del nuevo gobernador de la ciudad. "Elegido por voto popular, en unas elecciones dignas de ser veneradas por su transparencia y seriedad".

Las personas felices miran como su nuevo líder sube a la tarima. Llenos de esperanza, llenos de fe, están totalmente seguros, de que esta vez elegieron al más indicado para guiar a esta podrida y corrupta ciudad.

La orquesta sinfónica no dejaba de tocar una melodía eufórica, está música hacía que la multitud liberará más adrenalina de lo normal.

Cuando este nuevo gobernador logro pararse en el púlpito, frente a todos y rodeado de muchos micrófonos, es entonces que observa a su alrededor y se prepara para empezar su discurso, le hace señas a las personas que por favor guarden silencio. Todos los presentes repiten la misma señal entre sí y las personas comienzan a bajar la intensidad de su histeria.

Una vez en silencio total, la gran muchedumbre se prepara para escuchar al nuevo gobernador hablar por la televisora nacional;

-Sabemos que hoy ganamos la batalla, pero no la guerra. -Aplausos, gritos y más aplausos del publico.

El gobernador hace una pausa y dice;

-La ciudad de Cárpan, a estado por muchos años, bajo la incredulidad y la ignorancia. Es hora que nuestra gente sepa la verdad y se de cuenta de todo lo que el poder público oculta. Basta de ser títeres del sistema. Vamos a darles donde más les duele.

De pronto el público en una locura total, aplauden, gritan y comienzan a lanzar latas de cerveza al aire, botellas, vasos y todo lo que te puedas imaginar fue a parar por los aires. El detalle fue cuando todos estos objetos regresaron por la gravedad.

Botellas comenzaron a caer en la cabeza de algunos. Otros terminaron bañados de líquidos de todos tipos. Y en medio de la histeria colectiva, un hombre le da un fuerte golpe en la cara al otro que tenía al frente.

Un silencio se hizo presente en el lugar y comienza una gran golpiza múltiple. El gobernador no sabe cómo bajar de la tarima, sus escoltas lo rodean y tratan de buscar un lugar por donde sacarlo. Pero este les dice;

-Es mejor esperar acá arriba, mientras llegan los refuerzos de la policía, no dejen que nadie suba hasta donde estamos.

Uno de los guardaespaldas le responde;

-Entendido gobernador, pero debemos protegerlo y tratar de sacarlo de aquí.

El gobernador le responde con un tono de voz autoritario;

-No se trata de sacarme de aquí como sea, se trata de resguardar mi vida y si bajamos a donde está esa trifulca, dudo que podamos sobrevivir.

El escolta le responde;

-Entendido señor, esperemos a la policía.

Las dos entradas a la tarima son custodiadas por estos chicos, mientras el gobernador estaba en el centro de la tarima. Las personas intentan subir y los escoltas no las dejan. Entre patadas y golpes, no permitían que nadie subiera.

Mientras abajo la golpiza entre la multitud, se hacía más peligrosa. La tarima comienza a moverse de lado a lado, los que estaban encima de ella se atemorizan e imaginan lo peor.

La policía llega al lugar y comienza a disparar al aire, se escuchan gritos por todos lados, la gran turba de personas corre hacia la policía y justo antes que llegarán a los oficiales.

Aparece una gran bola de fuego negro, con chispas de fuego rojo, un gran destello de luz se hace presente, la barrera del sonido se rompe y la onda expansiva frena la estampida de gente enardecida sin razón alguna.

Cuando el polvo comienza a disiparse, en el medio de todo este caos, aparece Crackle. Sus ojos encendidos en llamas comienzan a apagarse. Los oficiales presentes dejan de disparar y las personas impresionadas, dejan de pelear entre sí. Nuestro extraño pero conocido personaje les dice;

-Todos somos parte de Cárpan, no tenemos razón de hacer esta gran revuelta, por una estupidez.

Las personas presentes se miran entre sí como apenadas y de pronto la tarima se cae con el gobernador arriba. Crackle en un abrir y cerrar de ojos, ya tiene tomado por el cuello al gobernador. Sin dejarlo caer al piso, flotando en medio de todos, lentamente va descendiendo hasta llegar al suelo. Una vez allí le dice;

-Mucho gusto gobernador, mi nombre es Crackle y creo que ya me conoce. Le voy a decir una sola cosa: usted fue electo por el pueblo y usted se debe al pueblo. Todos confiamos en usted. Si se deja influenciar por la corrupción, la mafia o por cualquier cosa, que no lo haga dejar de hacer las cosas bien, se las verá con la justicia divina.

El gobernador cuando medio abre la boca, Crackle desparece frente a él, en una bola de fuego.

Impresionado por las palabras de este extraño visitante. Sus escoltas de ponen de pie y lo llevan al vehículo presidencial.

La policía se hace cargo de la situación y no podían creer lo que había sucedido.

El capitán le dice a sus oficiales en medio de la multitud;

-Parecen idiotas, ineptos ese era Crackle, tenían que dispararle y atraparlo. Estúpidos.

Dentro del vehículo el gobernador le pregunta su acompañante;

-Dennis, ¿Sabes bien quién es el?

-Si señor, ese es Crackle le dicen el asesino de políticos. Eso es todo lo que se señor Iván, del resto no tengo idea de su vida.

El gobernador le responde;

-Debemos tener mucho cuidado, porque este señor, si se llega a enterar de lo que hacemos, nos destruye sin pensarlo dos veces. Debemos llamar a Cárpar y coméntarle la situación.

Cárpar al otro lado de la ciudad, se encuentra en un lujoso hotel, con un vaso de whiskey, sentado en una gran mesa, reunido con varios amigos, todos millonarios, jugando al poker y recibe la llamada del gobernador, este le responde;

-Ya me enteré de todo lo que ocurrió en tu acto de entrega.

Iván le responde;

-Si Cárpar, llegó ese tipo el Crackle y me amenazó.

Cárpar interrumpe para decirle;

-Espera un momento, no digas mas. Déjalo que él se meta en nuestros asuntos. Cuando lo haga, yo le tengo una gran sorpresa.

-Si pero él está dotado de muchos poderes demoníacos y aparte de eso, recuerda lo que le hizo a Emilio Ortega.

Cárpar le grita muy molesto;

-¡Una cosa es que tengas temor y otra es que tengas pánico! Te lo voy a preguntar una sola vez; ¿Quien te puso donde estas? ¿Quien compro tus votos? Responde alimaña.

El gobernador tartamudeando le responde;

-Señor yo entiendo que usted me puso donde estoy, pero la realidad es que tengo entendido, que Crackle lo va a buscar es a usted, no a mí. El busca a la cabeza del problema.

Cárpar le cuelga la llamada y lanza el vaso lleno de whiskey contra la mesa. Se pone de pie y les grita a los presentes;

-¡Salgan todos de aquí!

Todos se levantan de sus asientos y uno de ellos le dice en un tono arrogante;

-Recuerda que yo también tengo poder Cárpar, no te equivoques.

Apenas termina de hablar, Carlos (Cárpar) toma la ametralladora de uno de sus guardaespaldas y el otro intenta sacar un arma de su bolsillo, pero no le da tiempo de reaccionar. Cárpar le empieza a disparar una ráfaga de tiros, los presentes se lanza debajo de las mesas y las mujeres que atendían en el hotel comienzan a gritar. Carlos se acerca al cuerpo relleno de balas de este hombre que se atrevió a contradecirlo, le pidió un cargador de balas a uno de sus escoltas y este le dice;

-Señor Cárpar, ya está muerto.

Carlos se enfada y le grita;

-¡Que me des otro cargador maldito!

El hombre le lanza el otro cartucho lleno de balas, Carlos se lo coloca al arma y le descarga la mitad del cartucho al cadáver del hombre ya sin vida, voltea hasta donde está el escolta, le apunta y le dice;

-Cuando yo doy una orden, se hace sin decir nada.

Le abre fuego y descarga el resto de la balas a este hombre. Lanza el arma al piso, voltea hacia donde esta una de las chicas, llorando debajo de la mesa de póker y le grita;

-¡Quiero un habano y un whiskey en las rocas¡ ¡Yaaaaaaaaaaaahhhhh!

La mujer temblando corre al bar, el Barthender le sirve el trago de whiskey y le entrega un puro con un encendedor. Está va corriendo y se lo entrega a Cárpar, el la toma por el pelo y le pregunta;

-¿Porque lloras? ¿Me tienes miedo?

Ella le responde tartamudeando y con mucho temor;

-¡Si señor, tengo miedo!

Cárpar al escuchar lo que está mujer le dice, coloca el vaso de Whiskey en la mesa, enciende el habano con la misma mano, sin soltar a la chica del pelo. La mira fijamente, él lleva el tabaco a su boca y la toma rápidamente con las dos manos, le gira la cabeza, quebrando su cuello.

La mujer sin vida, con los ojos abiertos, inerte cae al piso. Este suelta una bocanada de humo y les dice a los presentes;

-No quiero que este tipo de situaciones vuelvan a ocurrir en el futuro -grita subiendo el tono de voz-. Nadie, escuchen bien, nadie tiene más poder que yo. ¡Nadie desobedece una orden mía y nadie me tiene miedo! ¡Yo no infundo miedo, infundo respeto! Son dos cosas totalmente diferentes. Recojan todo, aquí no ah pasado nada. El cadáver de esta bestia por favor me lo hacen llegar en una caja, como siempre.

Carlos se retira de la sala de juegos, pero a la salida está el gerente del hotel, Cárpar se detiene, llama a su hombre de confianza y le dice;

-Entrega el maletín completo, para que repare los daños del salón. Carlos se acerca al gerente y le dice;

-Disculpe lo ocurrido a las instalaciones del hotel, en esa maleta hay 1 millón de dólares, para que repare todo, y el sobrante lo puede tomar para su uso personal.

Carlos se dirige a su vehículo, este estaba parkeado el estacionamiento del hotel. Llega al lugar, acompañado de sus guardaespaldas, entra al auto y se retira del hotel.