HashiTobi [Senju] °°Descuido.°° {Yaoi UN}
Pareja a tratar: HashiTobi [Senju]
Personajes que la conforman: Hashirama Senju y Tobirama Senju.
Categoría: Yaoi ( chico x chico )
Advertencias: SenjuIncest, o incesto, como quieran llamarle. Escena comprometedora.
Localización: UN ( Universo Naruto )
Nombre del capitulo: Descuido.
Situación:
🔥💗
||Descuido.||
-¡Tobirama! - gritó el mayor, corriendo hasta su hermano que tomaba por la cabeza a una víbora rastrera del bosque.
-Tsk. Como las odio. Infestan todo el sembrado.- se quejó, pasando al animal a un árbol sin indicios frutales.
Quitar las plagas era una de las tareas mas pesadas para los habitantes de la zona, que limpiaban recurrentemente para no perder la cosecha. El problema es que no solo se debía ser valiente para realizar aquella encomienda, si no conocedor de las especies de animales y, sobre todo, muy atento a las amenazas.
Es por esto que el mismísimo Tobirama Senju se encargaba de tan cautelosa labor el día de hoy. O eso hasta escuchar su nombre.
-¡Tobi kun! ¡Te traje el almuerzo!- informó a los cuatro vientos su aniya, con una canasta en el brazo y su eterna sonrisa.
-Si. Déjalo por ahí.
Las mejillas del castaño se inflaron en protesta, al tiempo que cruzaba los brazos.
-¿Solo eso me dices? ¡Yo quería que comiéramos juntos ototou!
El albino bufo, cediendo sin voltear a verlo. - ; esta bien. Espérame en el sendero seguro.
-¿Qué?
-¡Qué me esperes ahí!
-¿Porqué gritas si estoy a tu lado?
-¿Eh?
El menor volteo incrédulo, para encontrarse con su personaje más querido a un metro suyo, sonriendo. Esto no hubiera sido tan malo si no consideráramos que el menor se había metido en medio de una maraña de serpientes y su nii san no era precisamente un hombre sigiloso.
-Tsk, te dije espérame en el maldito sendero, ¡Sal de aquí aniya!
-Ow, eres malo conmigo ototou...- reclamó con un ligero toque infantil el mayor, haciendo que su hermano casi lo ahorcara.
-Bien, ahora ve a donde te dije.
-Jum, ya voy mamá.- renegó el castaño, tomando sus cosas para regresar por donde vino.
Tobirama se tenso completo, detectando de forma instantánea los sonidos rastreros de las víboras cercanas que habían ubicado a su aniya.
-Espera, yo te llevare nii san.
-No, ya no. Ya no quiero nada.- refunfuñó, pasando por el contorno de un árbol infestado.
El níveo observo atento a las plagas, calmadose al comprobar que eran inofensivas. Tal vez seria buena idea darle una lección a su necio hermano.
-Si no me haces caso van a morderte.
-No es cierto, no te han mordido a ti.
-Pero no les gusta que te pasees tan feliz entre ellas.
-No parecen malvadas.- opinó el Senju alegre, mirando con curiosidad a las especies.
Tobirama rodó los ojos, siguiendo con sus labores sin dejar de vigilar a su familiar.
-¡Mira ototou! ¡Hacen cosquillas!
Un suspiro pesado salio de los labios del joven de orbes sangre, quien negó con la cabeza.
-¡Son todas igualitas! Bueno, casi todas, esa se ve chistosa.
-¿Ah si? - indagó, más por seguirle la platica que por interés, trepando un tronco torcido.
-Si. Se ve como un tigre, rayadita. Pero no me deja tocarla como las otras y no sube a mis ramas.
-No son uvas para estar enredándose en la mader...¿Rayada?
Los ojos rubí tardaron un segundo en ubicar a la víbora que siseaba a unos metros de su hermano, visiblemente irritada. Una víbora de foseta, también llamada crotalino,que se ubicaba en el genero de serpientes cuyo toxico afectaba la sangre,destruyendo glóbulos rojos e inhibiendo el flujo sanguineo. Todo en ese momento dejo de tener importancia para él menos la seguridad del castaño que se entretenía en ver al curioso animal, ignorante del peligro.
-No, creo que mas bien es manchadita, como verde...¿Ototou?
-Trimeresurus...- susurró para si mismo, alarmado por la cercanía entre su ser amado y el reptil.-;¡Aléjate ahora mismo!
-Pero Tobi...
- ¡Es venenosa!
El grito lo hizo pararse en seco, tragando duro al ver como lo que parecía ser un adorable animalito se convertía en una maquina de matar por su imprudencia.
Fueron segundos. Segundos.
La víbora eliminó la distancia hasta él con un simple siseo tan rápido que fue casi incapaz de ver y más lento, sin embargo, que el rayo azul en que se convirtió Tobirama al ver a su hermano en peligro. Por primera vez, el albino bendijo y dudo poseer la velocidad que tenia.
Hashirama apenas había procesado lo ocurrido cuando el menor lo estampó contra uno de los troncos. Podía sentir su respiración y sobre todo, los jadeos suaves del esfuerzo instantáneo.
-¡¿No te dije que te alejaras?! ¡Maldita sea!
La molestia en su voz era palpable, demasiado. Los orbes castaños observaron a la serpiente, arrojada lejos a las copas mas altas por su protector. Se sintió culpable.
-Yo...lo siento...
-¡Callate aniya! ¿Sabes que hubiese pasado si te muerde? ¡¿Tienes idea de lo pudo pasarte?!
Podía escuchar las inhalaciones pesadas pero sobretodo el intenso tono de preocupación implícito que lo hizo mantenerse callado. Pocas veces había visto a su hermanito tan alterado pero ahora estaba seguro que lo que había tenido fue un gran golpe de miedo. Miedo de que le pasara algo que no pudiese evitar por su culpa.
-Vete a casa.- indicó luego de varios segundos, alejándose de él para caminar hacia la cabaña de provisiones sin mirar al pelilargo.
-Tobi, yo no...
-¡Vete!- el gruñido pareció más una orden y de hecho lo era.
Hashirama se mantuvo quieto, siguiendo con la mirada la figura albina hasta que se perdió tras la puerta de la choza. Minutos después el Senju mayor pasaba frente a esta, pensando si entrar o no. Aparentemente necesitaba disculparse y, por otro lado, odiaba estar disgustado con el menor, aunque parecía no ser el momento adecuado.
-Tal vez...cuando vuelva a casa...- resolvió, dispuesto a marcharse hasta que un sonido lo hizo pararse en seco.
Un quejido de dolor.
-¡Ototou! - llamó entrando sin aviso y mirando al personaje sentado en el piso.
-Ah...eres un necio n-nii san.- se quejó, mirándolo feo sin dejar de presionar su costado.
Del lado izquierdo de su cuerpo, al nivel de su abdomen bajo, se podía visualizar la marca de los colmillos de la crotalino, producto de la mordida que pudo evitar para su hermano pero no para él. Una franja de carmesí rodeaba el lugar, debido a la presión del albino para evitar que el veneno se esparciera. Debía apretar con fuerza si quería extraerlo, a pesar del dolor, dejando fuera de su camino la camisa que permanecía enroscada a la altura de su pecho. De por si las punzadas eran problemáticas, ahora con el moreno no se sentía para nada bien.
Hashirama mando al diablo su molestia cuando ubicó la mordedura, cerrando la puerta para llegar hasta el y arrodillarse.
...
(Checa la multimedia lector 7u7r)
...
-Tu...te lastimaste...¿Porque no me lo dijiste?- preguntó turbado, analizando con su mirada el daño con una seriedad impasible.
Esta vez fue el más joven quien calló ante el tono preocupado, sobre saltándose al ver como su aniya se posicionaba demasiado cerca, inclinando su rostro hasta su cuerpo. Naturalmente, le empujó.
-Déjame verlo, voy a arreglarlo. Reclinate, ¿Si?
Tobirama bufo,recargándose en sus brazos para no interrumpir la vista de su hermano que empezaba a incomodarle. Era mucho más fácil que se largara y lo dejara curarse, ¿Porqué seguía ahí?
El castaño examinó la picadura, tomando de manera inconsciente menos distancia entre él y la piel blanca, que había comenzado a tiritar, supuso, por la sustancia corrosiva. Aun inclinado no estaba lo suficientemente cerca para poder extraer el veneno, de modo que tomo las rodillas del menor y empezó a separarlas, convencido de que era para ayudarle, sintiendo un gran rubor en sus mejillas. Los destellos rojos le miraron de inmediato, tratando de comprender porque condenados su hermano se había colado entre sus muslos.
-Tobi kun, estas temblando...
-¡Pues claro que estoy temblando idiota! ¿Te parece normal esto?
La tensión era palpable para el primogénito de Butsuma quien, en un intento de controlar a su hermano, le beso la frente. Lo necesitaba quieto lo más rápido posible para sacar el veneno, ese era su propósito primordial, ¿No es así?
-Todo esta bien, relájate. - susurró, bajando hasta quedar de cara contra su zona ventral, escuchando un bufido de protesta.
Reparando en la situación buscó mas comodidad, pegándose a la figura contraria, tensado al tener la vista tan cerca. Tobirama había crecido demasiado ahora que reparaba en ello, los músculos de su cuerpo se delinearon de magnífica forma en los entrenamientos y estar entre sus firmes piernas era muy placentero.
"Un segundo...¡¿Pero que estoy pensando?! Tobi kun esta herido, ¡Maldición! ¡Se me boto la canica! ¡Concéntrate Hashirama, concéntrate!"
El níveo en cambio controlaba apenas el cosquilleo por la herida, sonrojándose por el calor y la cercanía con su nii san a quien parecía no importarle su espacio personal mientras fijaba su atención a la mordida.
"¡¿Qué diablos?! Bien, esta bien, solo revisa la herida..solo esta...¡¿tocando?!"
-¡¿Qué estas haciendo grandísimo...-aparentemente la frase quedo inconclusa gracias a la mano del castaño que tapó su boca, ajena al ceño fruncido.
-Estoy revisando que no tengas coagulación cerca, relajate ototou y trata de no esforzarte.
Tal vez fuese la justificación perfecta para hacerlo o la verdad, pero lo cierto es que el futuro fundador de la aldea se encontraba en una cabaña a medio bosque entre las rodillas de su hermano menor y palpándole el torso sin ropa, humedecido por la sangre. ¿Cuándo? ¿En que momento su pequeño ototou se había convertido en ese joven bajo suyo que parecía todo menos un niño inocente? No lo sabia, pero eso no le impedía a las grandes manos morenas tentar la zona rojiza con insistencia, presionando suavemente, acercándose de forma peligrosa a lugares donde no debería tocar y que parecían tentadores.
-Creo que tendré que recurrir a otras medidas Tobi-kun...
No le dio tiempo al menor para renegar cuando acerco su boca a la piel alba, juntando sus labios para extraer la toxina. El estremecimiento fue instantáneo por lo que se vio en la necesidad de apretar el agarre, al tiempo que el ojirubi inclinaba la cabeza al techo para no golpear a su hermano, con la sorpresa gravada en el rostro.
Hashirama lo tomo de la cintura para evitar que se alejase, subiendo sus manos por el torso hasta afianzarlo de buena manera y succionar con fuerza la mordida sacándole algo mas que un jadeo al menor que lo hizo detenerse.
Tobirama maldijo a todos los dioses existentes en una gran variedad de idiomas. Hashirama...bueno, el casi se desmaya. Nunca en su joven vida había esperado una situación así y ahora realmente no sabia porque no se estaba moviendo después de escupir la primera porción de toxico.
-Eh...Tobi kun...el...el g-gemido fue por dolor ¿Cierto?
Aquella pregunta termino de pintar un rojo intenso en las caras de ambos, tirando toda la dignidad que tenia el de las marcas y la postura del moreno.
-¡¡Callate!! ¡Si tan solo hubieras esperado no tendría porque estar soportando tus tont- mgh...- el caucásico paró la oración al sentir una nueva succión en la zona, tapando apenas su boca para evitar los sonidos extraños. Maldito Hashirama.
El hombre de ojos chocolate sintió un gran alivio al evadir el regaño, concentrándose en chupar la piel de su hermano para sacar todo. De repente lo mal que sonaba eso le había dejado de importar.
La sonrisa y el sonrojo del pelilargo aumentaban al sentir la respiración agitada del menor que parecía esforzarse mucho por controlar los sonidos contra sus palmas. Aunque no es como si el más alto no se esforzara por mantener a sus costados los muslos del albino quietos o la mordedura a buena altura para extraer y desechar el veneno.
Los minutos transcurrieron entre forcejeos y cavilaciones, sonidos callados por las manos blancas y recorridos de las morenas hasta donde podían llegar sin ser detenidas por la ética que se estaba desmoronando en ese cuarto, en ese espacio y en esa franja que dividía los toques del pantalón. Pronto la extracción dejo de ser necesaria, pero por alguna razón el castaño no parecía separarse, ni dejar de recorrer con su boca la extensión rojiza de la piel húmeda, incluso un poco más allá.
Tobirama entonces hizo acopio de su fuerza de voluntad para morder su labio y llevar la muñeca temblorosa hasta el cabello de su hermano, tirando de él para alejarlo. Los ojos de Hashirama lo enfocaron entre un brillo extraño, no muy diferente al que sus mismos ojos poseían en este momento, un brillo que lo hizo tragar duro y contener la respiración por naturaleza. Sus dedos envueltos en las hebras cafés, arreciando la escena, apretando el jalón sobre su pelo con una descarga de intensidad .
Sin una palabra, entre el calor que envolvía el cuarto, el castaño paso su pulgar por sus propios labios para limpiar los restos de veneno, en un gesto que si no fueran hermanos se clasificaría como altamente erótico. Llevo la misma palma a la mejilla de Tobirama, delineando hasta la marca de su barbilla sin romper el contacto físico ni visual.
-Tobi kun...- susurró cerca, arrastrando el nombre y tomando su mentón.- No te duele, ¿Cierto?
Tobirama sentía temblar sus piernas, confundido y a la vez lucido de lo que estaba ocurriendo, incapaz de hacer nada que no fuera sostener la mirada con los ojos ocre.
-No, no duele...
-Si no sientes dolor, entonces esta bien, ¿No crees?
-Dolor el que van a sentir con la paliza de su padre cuando los vea, lideres.
Ambos jóvenes saltaron, rompiéndose el contacto tan íntimo ante la mirada divertida de una mujer mayor.
-Yo...n-nosotros...
-¿Cómo es que entró aquí? - indagó el menor, bajando su camisa y ayudando a la bola avergonzada en que se había convertido su hermano.
-Por la puerta hijo, naturalmente.- respondió con sorna, mostrando las llaves en sus faldas.- aunque me costo mucho, bien que la atoraron para hacer sus pilladas ¿Verdad?
Tobirama se indignó, desviando la mirada con pena para levantarse con ayuda del castaño.
-¿Viene alguien más con usted?
-No, que va. Yo soy la única que se encarga de contar los suministros de población, nadie mas pudo verlos, traviesitos~
-Tsk...yo...mi aniya y yo agradeceríamos que no comentará acerca de esto, ya sabe, puede malinterpretarse y...
-Si, si cariño, no te apures. Regresen antes de que la herida se te infecte.
-¡¿Qué?! ¡¿Cuanto tiempo estuvo ahí?!
-Oh, Hashirama sama, mucho más del necesario. Pero ninguno de los dos se dio cuenta, siendo grandes ninjas, que extraño, ¿Porqué sera?
-¡Vamonos ya Hashirama! - exigió con el alma por los suelos el albino, tirando de su hermano hasta la salida, no sin antes escuchar consejos que le hicieron sonrojarse con fiereza.
Una vez camino a la aldea ambos se miraron, consternados por lo ocurrido. Hashirama lo tomaba del brazo por precaución, a pesar de las quejas por que se sentía bien e, inevitablemente, tuvo que arruinarlo.
-¿Como puede ser tan pervertida una señora mayor tan dulce?
-No lo se Hashirama.- respondió, visualizando la casa Senju.
-Eh...Tobi kun....
-¿Qué?
-Si nosotros, ya sabes, suponiendo que en algún universo alterno pudiéramos...pues...eso...¿Tu serias el que usara la vaselina no?
-¡¡HASHIRAMA!!
HashiTobi [Senju]
Esto es incesto :v
Me voy a ir al infierno :'v
Pero pecar se siente bien 7w7
Jsjsjs incesto del leve, para que no se traumen ❤ uwu
Viva el yaoi y sus shipss xD
Si os gusto, regalenme una estrella y déjenme su comentario.
Nos leemos ;)
~Shuyaneko~
❤
25 de noviembre del 2018
❤
Pss, dedicado a JohanaHm12
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