Pareja a tratar: HashiMada . Mención de NaruSasu.

Personajes que la conforman: Hashirama Senju y Madara Uchiha. Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha (Mención leve). 

Categoría: Yaoi ( chico x chico )

Advertencias: Muerte de un personaje. 

Localización: AU ( Universo Alternativo )

Nombre del capitulo: Reencarnar.

Situación:

❔

||Reencarnar.||

Madara continúa tecleando en su teléfono, observando de vez en cuando los enormes ojos azules y vidriosos que lo observan a él. Un paciente, cuya placa en el pecho enmarca «Minato», a estado sentado en la esquina del pasillo, esperando poder ingresar para ver a su esposa inconsciente. El niño en sus brazos se llama como una comida - porque si, su padre podría ser el Hokage actual de la empresa más sonada, pero tenía una pésima imaginación para nombrar cosas - y está mirándolo desde que ingresaron, de nuevo, esos enormes y acuosos orbes celeste sobre su cara de forma incómoda.

La familia Namikaze Uzumaki tuvo un accidente cuando viajaba, chocando con un auto blindado de vidrios negros a toda velocidad. El vehículo oscuro había perdido el control de los frenos y se había estrellado contra su mini ban, desgarrando la parte derecha. Minato había tratado de esquivarlo, incapaz de maniobrar demasiado la camioneta antes de golpearse contra la puerta y desvanecerse. Kushina, la madre, ni siquiera se había preocupado por respirar cuando vislumbró el auto, todo su ser doblándose sobre el niño rubio en sus piernas, asegurado con una cangurera a su cuerpo.

Todos habían sobrevivido, aunque la mujer se encontraba aún en vigilancia y el hombre parecía a punto de colapsar, con una gruesa venda cruzandole el cráneo y los brazos temblorosos aferrados al tronco de su hijo. El Uchiha reniega por lo bajo, molesto sin saber por qué ante el gesto maravillado del mocoso que parece nunca haber visto a un anciano en su vida.

Algo en esa familia le hacía recordar un poco a su antiguo esposo. Hashirama era un castaño de muchas palabras y poca vergüenza, agraciado como un ángel pero fuerte como un demonio. Madara lo amo en cada segundo, con cada parte de su alma, y se exprimió el corazón cuando lo vio partir un sexenio años atrás, aferrado a su arrugada mano.

-Señor, por favor, ¿Podría volver a su habitación?

Esta vez, de forma cómica, el de piel blanca es testigo del repentino sobresalto en este tipo rubio, que se sonroja hasta las orejas ante la llamada de atención de una doctora. Afloja su agarre, intentando explicar de forma entrecortada que el hecho de escapar de su propia terapia física para custodiar la puerta del cuarto donde yace su esposa dormida era una excelente idea en su cabeza. Mientras plática con la fémina- que se encuentra a nada de arrastrarlo de vuelta, cabe aclarar- el pequeño bulto se resbala de sus brazos, balanceándose hasta que sus ridículamente adorables sandalias tocan el suelo.

Naruto camina hasta él, apuntandole con la mano para que bajará hasta su altura aun vez que esta a poca distancia. Madara rodó los ojos, cumpliendo su deseo en silencio porque, ¡Vamos! No podia negarse a los gestos de ese enano. Aburrido, sintió los dedos del niño recorriendo su cara, apretándole los mechones de cabello brillante, largo y sedoso a pesar de las canas que lo han tupido con el pasar de los años.

-Te pareces a alguien que amo.

Madara levanta la cabeza ante la frase, ceño fruncido. Lo último que quiere ahora es ser acusado por coquetearle a un niño o algo parecido, la idea en si le parece repugnante. Ladea el rostro, a punto de tener una plática con el padre cuando se da cuenta que este se ha desmayado, sentado al final de la solitaria fila de sillas de plástico, el taconeo de la mujer alejandose por el pasillo, tal vez en busca de ayuda. Perfecto. Nadie los escucha y ahora tiene que buscar a algún doctor o algo que cuide al aparente acosador infantil que sigue tocándole la cara.

-¿Tu crees en la reencarnación, Maddy?

Madara se queda de piedra, labios entreabiertos y confusión completa cuando una enfermera toma al niño de la mano y lo regresa con su padre. «Maddy» es con precisión el estúpido apodo con que solía llamarle su esposo, su última maldita palabra cuando murió, seis años atrás. Se impulsa hacia adelante con un mareo, alcanzando a atrapar la sonrisa del niño por el rabillo del ojo.

-Señor Uchiha, ¿Se encuentra bien? Por favor, no salga así del cuarto. Su sesión de preparamiento esta por empezar.

Madara no le presta atención. Regresa a revisar el expediente. Hay un difunto en la lista está noche. Las manos le tiemblan unos segundos antes de ser ingresado para la operación, mirada fija en los zafiros que lo siguen hasta que desaparece detrás del quirófano, donde dará su último suspiro, donde complicaciones incomprensibles se presentarán de la nada.

En otro cuarto, exactamente después de la baja del anciano, un chillido agudo arremete contra las paredes. Un nuevo secretario escribe el nombre del recién nacido en la pulsera que se le pondrá alrededor de la muñeca, indiferente con el ya conocido procedimiento.

-¿Me repite el nombre, por favor?

La sonrisa del niño a un lado, de cabello oscuro y ojeras profundas fuera de su edad le parece adorable. El adulto que lo acompaña le llama Itachi y le revuelve el cabello antes de responder.

-Sasuke. Uchiha Sasuke.

El empleado oculta una pequeña negación, dedos páliduchos grabando cada letra en el brazalete.

Demasiados nombres llamativos por hoy.

HashiMada [Senju]

Esta pareja fue de mis primeras impresiones en el yaoi del Narutovers y, ¿Para que fingir? Me fascina.

Todo este aire que los envuelve de una historia ancestral de odio y amor, la triste travesía de Madara y su descenso a la locura condicionada en parte por la antigüedad de su alma y, por otro lado, los ideales utópicos de Hashirama son todo un coctel de sorpresas que sirven perfecto para una relación de hermanos-rivales pero, aún más interesante, para una especulación de interes sentimental. Me encantan. 

Por otro lado, el NaruSasu viene siendo un tipo "La tercera es la vencida" JAJAJA, el mismo formato, mayor intensidad.

Este one shot no es precisamente yaoi como se los venia manejando sin embargo, me causa curiosidad que no exista casi nada (si no es que nada, no he encontrado un solo escrito así) sobre el hecho de que son reencarnaciones de una shipp.En verdad me parece super explotable esto, jajaja, lo siento.    

Si os gusto, regalenme una estrella y déjenme su comentario.

Nos leemos ;)

~Shuyaneko~ 
❤

20 de Septiembre del 2020