Pareja a tratar: GaiKaka {GuyKaka}

Personajes que la conforman:  Maito Gai (Might Guy) y Hatake Kakashi. 

Categoría: Yaoi ( chico x chico )

Advertencias: La historia se presentara con la edad menor de nuestros protagonistas y nos dirigiremos al pelinegro como Maito Gai  y no como Might Guy (escritura correcta, supuestamente ), para facilitar la lectura. 

Localización: UN ( Universo Naruto )

Nombre del capitulo: Dicha.

Situación:

🎂

||Dicha.||

Primer día del año. 

La aldea estaba tranquila, pasadas las doce del mediodía, la mayoría de los habitantes ya continuaban con sus rutinas habituales. Era una verdadera atmósfera de quietud, aun con los tiempos tensos que auguraban una guerra próxima.  

El año nuevo traía consigo entusiasmo y esperanza, más aun en las personas naturalmente eufóricas, como Maito Dai, por ejemplo, que se entretenía en contar una y otra vez sus escasas monedas para comprar un pastel en la tienda cuya vitrina observaba desde hacia un rato. 

Un pequeño bufido salió de sus labios al verificar por décima ocasión que no contaba con el capital suficiente para un bizcocho, mucho menos para alguno de esos magníficos diseños. Era una real lastima, ese le encantaría a su pequeño hijo. Su adorable cumpleañero de cinco años. 

Repitió en su mente la cantidad exacta del dinero en su bolsillo y paso a una tienda, comprando algunos ingredientes. Su llamita de la juventud tendría un pastel de cumpleaños como que se llamaba Maito Dai, así tuviese que hacerlo el mismo. No le alcanzo para demasiado, con su rango ninja no le otorgaban precisamente grandes misiones, sin embargo podría decirse que tenia en su bolsa de mandado lo necesario para su proeza...por que eso seria la creación del pastel sin recetario, una proeza.  

Llegó a casa revolviendo los ingredientes, con tanta fuerza que era un milagro el hecho de que no se rompiera el tazón. Terminado lo que creyó seria el procedimiento, vertió su mezcla en un molde y lo metió al horno, apresurándose a sacar sus armas de fiesta, en otras palabras, los adornos. 

Dai sabia lo mucho que le gustaban los aires de fiesta a su mini copia, al punto de amar una celebración así. Estaba casi seguro de que quería una. Había garabateado invitaciones para que los niños que quisieran festejar a su hijo llegasen a las cinco de la tarde a su dirección, dejándolas pegadas por los alrededores de la escuela, regresando después sin el mayor arreglo, sin que ni su hijo ni el tuviesen alguna estrategia de medida especial, o un plan para atender invitados.

¿Porqué no lo hacían? Sencillo. Nadie iría a su fiesta,como en los años anteriores. 

Aun así, Maito Dai se empeño en hacer una decoración completa a la casa,sirviéndose de serpentinas, globos y muchas figuras, empeñándose con todo su esfuerzo para su pequeño hijo que cumplía ya otro año. Escuchando un pequeño pitido del horno unos cuarenta minutos más tarde, sacó su pan para desmoldarlo y cubrirlo del tan afamado merengue, tal vez demasiado. No importaba mucho, seria excelente si ponía su corazón en el. 

Era el mejor padre del mundo. O por lo menos eso fue lo que pensó Gai cuando entro a su hogar, siendo recibido por unos fuertes brazos que lo alzaron por el aire. 

-¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS HIJO MIO!! ¡¡ESTAS TAN GRANDE!! ¡¡CINCO AÑOS, ERES  TODO UN HOMBRE!!

-¡Gracias papá! - sonrió siendo estrechado con alegría, en un abrazo afectuoso y solitario que un sonido seco interrumpió. 

El sonido del viejo timbre de casa. 

Los dos decidieron pasar de largo, teniendo ya experiencia en chistosadas de las personas que conocían su domicilio y no los consideraban agradables, jugandoles travesuras de mal gusto de manera frecuente. 

-¡¡MI LEGADO CRECE CONTIGO HIJO MIO!! ¡¡PUEDO SENTIR LA FUERZA DE TU VOLUNTAD DE FUEGO!!¡¡SERAS GRANDE GAI!! No, ¡¡YA LO ERES!!

-¡¡Oh, papá!!

-¡¡ESTOY TAN ORGULLOSO DE TI!!

El timbre sonó una vez más, haciendo que ambos se mirasen entre si, para luego voltear a ver el viejo reloj del hogar, que marcaba las cinco en punto.

-Y-yo iré hijo, ¡Seguro es el primer invitado! - previno el mayor, sabiendo que bien podría ser una mala broma y, queriéndole evitar a su retoño una tristeza en su cumpleaños, se dirigió hacia el pestillo. Los aldeanos podían ser muy crueles con ellos. 

Se encamino preparado para un globo con liquido pegajoso en la cara o un huevo crudo pero no para lo que recibiría al abrir la puerta. Atónito, observo al menor en su marco, que lo miraba fijamente hacia arriba, con una ligera expresión de aburrimiento que no quitaba en nada su imponencia. Seria un gran shinobi.

-Buenas tardes, ¿Esta Gai? 

El festejado comía su desabrido pastel en la sala, cuando irrumpió en ella un peliplata enmascarado, cargando una caja forrada de papeles decorativos. Tras el efebo, Dai venia sin dejar de sorprenderse, al borde del llanto. 

-Kakashi...- susurró a punto de pellizcarse el cumpleañero, dejando caer su tenedor en el plato de la impresión. 

-Hola.- saludó simplemente el Hatake menor, agitando un poco su mano y tendiéndole el regalo.- vine a verte un rato,papá me dejo. Creo que el tuyo tiene algo raro, no habla. 

El albino comentó aquello de la manera más natural posible, un tanto extrañado de que el adulto de mallas verdes estuviese inmóvil, casi en shock por una simple pregunta suya. 

Por su parte, Gai fijo sus ojos en el envoltorio brillante que su rival sostenía entre sus manos,sin poder creerse lo que estaba pasando. ¿Seria un gentjutsu? Su padre no tenia habilidad en hacerlos, ¿Como es que...?

-Oye, te estoy hablando. 

-¿Eh?

-Que si no te gusto el regalo.- repitió Kakashi, aun extendiendo frente al niño su obsequio.- pensé que el verde seria de tu agrado. 

-¿En serio es mio? 

-Si no lo tomas no. Pero creo que seria grosero, casi me pierdo para llegar aquí, así que me sentiría muy bien si lo recibes.- expresó, omitiendo el hecho de que golpeo a algunos niños del vecindario cuando se reían al preguntar por Gai. Tal vez los visitaría luego, cuando no tuviese nada que hacer. 

Las toscas palmas del chiquillo ataviado en verde estaban rígidas cuando tomo el objeto ofrecido, atrayendolo hacia si ante la atenta mirada del piel nácar. No hablaban, no se movían y a pesar de ello, sabían que la presencia de ambos en ese lugar significaba muchísimo. 

-Gracias...- murmuró en voz baja el moreno, apretando contra su pecho el primer presente que recibía de alguien que no fuese su padre.-¡Muchas gracias Kakashi!

-¡¡El poder de la juventud es tan hermoso con actos tan nobles!! - gritó el mayor con torrentes de lagrimas al ver la escena, tomando de los hombros al ángel, según el, que llego como invitado.-; ¿Eres el hijo del gran colmillo blanco? ¡¡CIELOS!! ¡¡Es un excelente rival, Gai!!

-¡¡Lo se padre!!

La actitud de ambos le causo cierta gracia al menor de los Hatake, quien sonrió un mínimo al recordar a su padre cuando el energético adulto de bigote le coloco un gorrito de fiesta y le tendió una rebanada de pastel, empujándolo a una silla junto a su casi homónimo en chiquito. 

-Por favor toma asiento muchacho, ¡¡Disfruten de su juventud!! Iré a poner algo de música para el ambiente.- informó guiñando un ojo para luego correr a buscar su radio antes de que el peliplomo pudiese decir cualquier cosa.   

Kakashi tomo asiento, enganchando en su tenedor un poco de pastel para bajar con disimulo su mascara y meterlo a su boca, aguantando una mueca de asco. Estaba horrible.

Gai evitó curiosear para no incomodarlo, esperando que dejase el plato intacto y sorprendiéndose al ver que luego de unos minutos este se encontraba en la mesita, completamente vació. 

-¡Te acabaste el pastel! - chillo el niño anfitrión entre la fascinación y el elogio, ampliando su sonrisa.  

-Suelo comer rápido, es una costumbre...- se excuso Kakashi, ya con la tela oscura bien acomodada, con el mal sabor de boca. Mentiría si dijera que no pensó en rechazar aquel feo postre, pero era el cumpleaños del de mallas. No podía hacerle eso.  

-¡¡Oh!! ¡¡Que gran habilidad!! - entró en la platica un enaltecedor Dai,como si se tratase de un don, volviendo con un radio que reproducía una canción cualquiera.

-Gracias.

-¿Por que no se mueven un poco? - aconsejo, tirando de ambos mocitos al medio de la modesta sala y subiendo el volumen del aparato lo más que pudo.- ¡¡Bailen con confianza chicos!! Pss, Gai, lo que te enseñe. 

-C-claro pa...- susurro, queriendo que la tierra se lo tragara de la pena al tomar la mano del albino, que se sobresalto ante ese tacto prematuro.-; ¿Bailas c-conmigo?

El gesto lejos de molestar al prodigio lo avergonzó un poco, sin evitar esto que aceptase bailar la pieza. Por supuesto, al decir bailar nos referimos a moverse con la música, ya que solo eso sabia hacer el pelinegro y Kakashi no iba a exigirle más, por lo que se dedico a seguirle el paso. 

Entre varios flash de una cámara antigua y gritos de jubilo del único progenitor presente, Gai se armo de valor para pronunciar en voz baja, casi queda, una frase.

-Gracias por venir...de verdad, muchas gracias. 

Un pequeño asentimiento basto para estrujar a su compañía albina, quien, con todo y las sutiles punzadas de dolor en su torso, correspondió la torpe muestra de afecto. Era un abrazo sincero, el primero de muchos. 

-Felicidades, Gai. 

GaiKaka. 

¿Qué puedo decir? Es de mis parejas favoritas. 

Tiene un encanto especial, no solo porque tienen una química impresionante, si no por el hecho del desarrollo que tiene su relación (aunque no sea de pareja) en la serie. Podemos ver que Kakashi defiende a Guy cuando es un niño de aquellos hombres que se meten con su padre, y más adelante a Maito decir que esta dispuesto a dar su vida por defender al Hatake. Son inseparables. 

La historia que rodea a estos dos es, en si, muy buena, y gana puntos al extenderse por toda su vida. Aun en el manga podemos ver a Kakashi visitando a su mejor rival en silla de ruedas, e incluso de viaje con el. Después de tantas peleas juntos, de defenderse mutuamente, creo que constituyen una de las shipps más hermosas. 

Uno de los puntos que me han dado ciertas escritoras del porque no hacen historias de estos dos a pesar de que les agradan, es que Guy no es "guapo como Kakashi". Creo que, en mi opinión, se oye absurdo. A menos que sea muy superficial, me gusta el GaiKaka, tiene una atracción sentimental hermosa pero cada quien tiene sus gustos y su opinión. 

En conclusión, amo esta pareja porque rompe estigmas y debido el lazo de sus participantes. Por eso y mucho mas, inauguro en este libro el Gaikaka. 

PD: Ya se que no es su cumpleaños pero, no pude evitarlo. 

Si os gusto, regalenme una estrella y déjenme su comentario.

Nos leemos ;) 

~Shuyaneko~ 
❤

  7 de julio del 2018.