CAPÍTULOS 51.
Atsushi llegaba a casa cuando se topó con su vecina, la chica estaba soplando las hojas – vecino – le llamo sonriente – buena tarde
— Hola vecina – respondió el albino sonriente - ¿Qué estás haciendo?
La vecina sonrió – haz visto mucho phineas y ferb
— Tú me lo recomendaste – continuo riendo – como sea ¿quieres que te ayude?
— Estoy por terminar, no te preocupes
— Déjame ayudarte, tu siempre recibes mis paquetes
— Claro – le dio la sopladora – muchas gracias
— Por nada, cuando termine la guardaré en la bodega
— Oh, seguro – miro hacia su casa - ¿Qué te parece si luego te invito algo de comer? Con tu amigo también claro. La verdad, aun no me acostumbro a recibir gente y agradezco mucho que me tengan paciencia como vecina
— Está bien, entendemos tu trabajo de escritora, aún recuerdo cuando te encontré en las escaleras
— Sí, esa historia deberíamos contarla luego – menciono divertida
— Por supuesto, luego comemos un pastel los tres juntos como la otra vez, ¿te parece?
— Gracias, nos vemos luego Atsushi
— Nos vemos
La chica entro a su casa mientras el albino soplaba las hojas, cuando termino metió todo en una caja negra para el reciclaje cuando vio al azabache llegar – ¡Ryu!
— ¿Atsushi? – se acercó – cariño ¿Qué haces afuera?
— La vecina le tocaba soplar las hojas, pero la vi y no me pude negar a terminar el trabajo, ya no era tanto
— Tan noble como siempre – dijo sonriente – aún recuerdo cuando estaba en la escalera, estoy seguro que estaba borracha
— Los médicos dijeron que no, que era cansancio y estrés
— Borracha
— Es escritora Ryu, no la culpes, ahora
— ¿ahora?
El albino le sonrió con el soplador en su mano – tengo una idea
— Amo cuando te excitas por objetos comunes
Atsushi comenzó a reír, ambos entraron a su departamento con el sopla hojas.
Prepararon todo para su juego, está vez, Atsushi estaba atado en la pared, su pecho pegado y su trasero libre y listo. Sus ojos estaban vendados, así que el albino debía esperar al mafioso. ¿La regla? Atsushi no podía usar su oído de tigre, solo esperar en el silencio.
Solo habían pasado un par de minutos pero Atsushi lo sentía como horas, cuando sintió una tela elástica tomar la punta de tu miembro – umg... Ryu, no juegues con eso –se quejó. Pero la verdad solo logró que la tela jalará su miembro hacia su abdomen, al mismo tiempo que sentía como era atado en su espalda – AAAAH RYUUU
— Silencio gatito, estoy divirtiéndome viendo como tu piel se pone de gallina
— Se seguirá poniendo y cada vez más, así que debes tocarme más
— ¿Dónde quedo mi sumiso tierno? – se quejó. – de acuerdo, no te tocaré
— ¿Qué? No, Ryu
El azabache se alejó. Atsushi sintió la desesperación, obviamente quería el toque de su amante, y ser llenado por él.
Volvió a esperar, tenía unas inmensas ganas de tocarse, así que opto por una solución, acerco su cadera a la pared, aprovechando su miembro atado a su espalda comenzó a tallarse en la pared.
Akutagawa quien lo veía de lejos, tapo su boca evitando reír. – Rashomon – llamo a su habilidad en voz baja, la habilidad apareció a su lado y fue directamente por el soplador de hojas.
Rashomon paso un hilo de tela por el comienzo a su columna haciendo a Atsushi temblar en el momento, bajo hasta su cadera donde comenzó a jalarlo para acomodarlo – Ry-Ryunosuke, se bien que ese es Rashomon – se quejó.
Akutagawa se molestó, Rashomon golpeo sus pantorrillas haciendo que se arrodillará. Atsushi sintió dolor en sus muñecas por el amarre que tenía. Se acercó hasta el albino solo para separar sus glúteos y encender el sopla hojas - ¡AH! ESTÁ CALIENTE
— Esto era lo que querías
— Aaah... Ry-Ryu, pararlo s-se siente y no está presente
— Oh... Tengo una idea. – apago el sopla hojas y eso los llevo a otro tipo de limbo.
Desato al albino, Atsushi lo miro – oye ¿Por qué me desatas en pleno juego?
— Jinko
— ¿si?
— Voy a morir está noche
— ¿e-eh? ¿Qué estás diciendo?
El azabache sonrió, Atsushi trago saliva.
Akutagawa tenía juegos raros, en cementerios, iglesias, y muchas más que faltaban pero ese día, descubriría el lado misterioso y mágico de Akutagawa Ryunosuke.
Estaban en la habitación, Akutagawa había sacado sus cortinas negras y gruesas, sus velas rojas, y, el bóxer que tenía pequeños demonios kawaii. Atsushi lo miro. El azabache llevaba una tanga en su entrepierna haciendo al albino tragar saliva. Entre ellos, la ouija. – Ry-Ryu.
— Llamaremos a fantasmas para que te penetren Jinko
— ¿e-es necesario que lleve zapatillas negras?
— Si, te vez sexy.
Akutagawa comenzó a prender las velas rojas, el albino trago saliva – Ryu, ¿vamos a invocar algo hoy?
— No, no traje a la gallina
— Ryuuu – se quejó – no invoques nada en nuestra casa, me van a jalar los pies
— Quiero que te jalen y que sea tu pene, no los pies – se quejó. – bien, comencemos por el ritual
— N-no quiero
— ¿asustado?
— No, o sea si pero no.
El azabache sonrió - ¡Espíritus!
— ¡No, no, no, no, no Ryu!
— ¡Ayúdenme a que esté chico tigre sea penetrado salvajemente por espíritus pervertidos!
— ¡RYUNOSUKE NO INVOQUES TIPOS RAROS EN MI ANO!
Atsushi sintió unas manos en sus hombros, sintió como todo su cuerpo se paralizo - ¿de-de ve-verdad invocaste algo? – Miro al azabache – Akutagawa estaba con ojos blancos y su miembro recto – ¡A-AKUTAGAWA! ¡OYE! ¿QU-QUE TE PASA? – Trago saliva – es-esto fue muy lejos amor, debemos parar esto y
El menor sintió como fue jalado hacia adelante quedando con su cara de frente a la ouija, escucho un ruido extraño mientras era sometido por algo que no podía ver, en ese momento su bóxer fue bajado - ¡no, no! ¡ESPEREN YO SOLO SOY DE RYUNOSUKE! – Se quejó molesto y asustado.
Le llamo la atención el movimiento frente a él. Era el miembro del mafioso escribiendo en la ouija, Atsushi fue repitiendo las letras – T-E. V-A-M-O-S, A, C-O-G-E-R – Atsushi trago saliva - ¡RYUNOSUKE DESPIERTA! ¡NO ME GUSTA ESTO! – grito asustado nuevamente
Pudo sentir como unas manos tomaron sus glúteos, escucho ruidos extraños, pudo sentir un aire fuerte entrando en el - ¡no! ¡NO RYUNOSUKE SI ME ESTAN COGIENDO! Mgh...
Atsushi no podía evitarlo, podía sentir un miembro intangible entrando en él, estaba asustado y al mismo tiempo excitado. Su amante aun frente a él no le respondía pero lo que sé que estuviera tras de él sabía hacer su trabajo. Siguió gimiendo, su cuerpo se movía al ritmo de las embestidas. El azabache se había acercado poniendo su miembro en su cara. Atsushi lo tomo para lamerlo y fue metiéndolo poco a poco a su boca. El mafioso sostuvo su cabeza para no dejarlo salir.
El azabache conocía bien el cuerpo del albino, así que tiro agua encima de su cabeza mientras la sostuvo sin dejarlo sacar el miembro. Atsushi alzo sus ojos para mirar a su pareja frente a el recto y mirándolo. – Espíritus, perdonen a esté loco sexual y concédanme el privilegio de mantenerlo bajo mi guardia – Atsushi sintió las embestidas más fuertes
— ¡mmmgh! ¡MGHM! ¡DYUG!
— ¡Espíritus! ¡más fuerte!
Las embestidas siguieron, rápidas, fuertes, Atsushi apenas podía respirar, logro terminar y el azabache, lo soltó para que pudiera sacarlo pero también haciendo al albino cerrar su boca. – bébelo amor o los espíritus no te perdonaran. – Atsushi lo miro trago aun asustado y el azabache sonrió – felicidades bebe, los espíritus dicen que puedes quedarte conmigo hasta la muerte
— Ry-Ryu es-eso dio miedo
Rashomon había encendido las luces, el albino miro detrás de él – ¿e-el sopla hojas?
— Genial ¿no?
Atsushi se molestó, saco sus garras de tigre y se fue contra el azabache.
Por otro lado, más precisos a bajo de ellos, la escritora miro al techo, suspiro y se puso unos tapones – está vez no me van a retrasar – menciono decidida a terminar su trabajo.
...
pd. Nunca asusten a sus parejas en el sexo.
¡Gracias por leer!
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