CAPÍTULO 88.

BEATS


Akutagawa lo miro, estaba debajo de un árbol, se acerco a él viendo que iba cerrando su libro y giro a verlo - ¿Cómo siempre m e detectas?

- Mi olfato y mi oído son de un tigre, no pasas desapercibido de mi – respondió – siéntate

Akutagawa se sentó a su lado – entonces, lindo tigre ¿Qué planes tienes hoy?

- Solo quiero estar aquí tranquilo ¿no puedo?

- No, solo lo decía por que sabes que vengo aquí a menudo

- Si, lo sé, eres muy perspicaz – se quejo

- Ya dime – se quejo el agente

- Ok ok – respondió ruborizándose – solo quería pasar tiempo contigo...

- Eres demasiado lindo ¿lo sabias? Con esa cara seria tuya

- N-no se poner otra, me pone nervioso

- Yo recuerdo verte siempre riéndote

- Sa-sacas lo mejor de mí, no puedo evitarlo – se quejó haciendo un puchero

- El pequeño mafioso es lindo

- Y-ya no soy un mafioso, teóricamente

- Bien, bien ciudadano Atsushi, ¿puedo invitarte a almorzar?

- Si, gracias

Su día perfecto de repente se vio nublado, una lluvia fuerte les impidió el paso dejándolos resguardados en una posada, empapados, Atsushi le sonrió – por lo menos aquí podemos comer

- Cierto.

Ambos entraron a la habitación que les designaron, Akutagawa se quitaba su abrigo mientras miro a Atsushi - ¿no piensas secarte? – pregunto mientras se quitaba los guantes

- Solo me quitaré lo básico ¿Por qué?

- Tomemos un baño juntos

- ¿Qué? No

- Vamos

- No... Eso es vergonzoso

- Todos los hombres se bañan con otros hombres en algún momento – dijo tomando su brazo – vamos

- Ugh...

Fueron juntos al baño donde comenzaron a quitarse la ropa, el mafioso miro como el agente tenía marcas en su espalda, mientras que el agente miro las marcas de su cuello. Ambos se quedaron con sus pantalones puestos, - ¿la vida de las calles?

- Si, ¿entrenamiento de mafioso?

- Supongo que si

Ambos se sonrieron por ello – tengo más que tu

- Creo que yo tengo más

- No, yo

- Yo

Ambos terminaron riendo – bien, ya basta, terminemos o enfermaremos

- Claro, claro

Se comenzaron a quitar los pantalones, esta vez, de espaldas, Atsushi se tapaba ligeramente mientras Akutagawa no tenia que cubrirse, - ¿tu primero o yo?

- No, digo... no lo sé

- Siéntate, voy a darte un baño ¿de acuerdo?

- Bien – Atsushi se acercó a sentarse – listo

- Buen gatito

- No soy gatito

Ryunosuke comenzó a reír mientras dejaba el agua caer sobre Atsushi, este estaba quieto, ligeramente avergonzado, tomo el shampoo y comenzó a tallar su cabellera – Ryunosuke

- ¿sí?

- Eres muy delicado en esto

- Cuido varios niños, las niñas les gusta tener su cabello sedoso así que cuando las peino no las puedo jalar mucho, los chicos son más rudos, pero gracias a las chicas, logro hacer esto más despacio.

- Ya veo – cerro sus ojos – es relajante.

El menor se sintió más sensible ante esto, las manos del mayor que lo recorría bajaban por su cuello hasta sus hombros y volvía a subir, Atsushi por fin abrió sus ojos – o-oye Ryunosuke, ¿podemos parar?

- ¿Por qué? ¿no quieres que te bañe?

- N-no... es solo que, bueno... es... es tu turno

- Ok de acuerdo

Atsushi se levanto y el azabache se sentó, está vez fue Atsushi quien comenzó a tallarlo – lo haces bien chico tigre

- ¿sí?

- Si, podrías bajar más

Atsushi se separó, lo miro un instante - ¿estas coqueteándome?

- No, coquetear lo hicimos hace un par de meses, estoy insinuándome a avanzar de nivel nuestra relación

- Ryunosuke, te dije que no tengo experiencias en esto de contacto físico, apenas y nos besamos

- Yo tampoco la tengo, pero me siento seguro estando a tu lado – le reclamo. Tomo su brazo – Atsushi, estamos saliendo hace meses, sé que podemos

- Es que yo...

- Lo sé, pero está bien, quiero estar contigo y sé que tu conmigo, sé bien por que huyes después de esos besos largos, y aun más ahora que estaba tocando tu cuello.

Atsushi se sonrojo miro directo a Akutagawa, su enemigo, su compañero y gran aliado – seamos cuidadosos

- Estoy de acuerdo.

Fue Atsushi a comprar, era rápido y más ágil para esto, Akutagawa arreglo la habitación para que ambos lograrán disfrutar. Atsushi regreso volviéndose a meter al baño, Ryunosuke reviso lo que compro, así que lo acomodo en la recamará.

Atsushi por fin salió del baño y el azabache aprovecho un poco sus accesorios de agente, llevaba unas esposas con las que atrapo al chico tigre - ¿eh? ¿Ryu?

- Pequeño mafioso, voy a tener que encarcelarte en mi cama - Atsushi se puso totalmente rojo – camina, esos grandes músculos no te ayudarán contra mi

Atsushi le miro sonriente, algo burlón – oh agente, ¿realmente crees que puedes detenerme? – rompió las esposas dejando al azabache alegre de ello. Atsushi lo jalo del brazo quedando ambos sobre la cama, aunque claro, Atsushi sobre él. – Ryu, haz hecho muy muy mal en provocar al mafioso

- Ven por mí, parca blanca.

Atsushi jalo sus piernas dejando al azabache sobre la cama, llevaba tiempo aguantando aquello, su sed de cazar había aumentado junto a su libido desde que se volvieron novios. Uso su lengua de tigre pasando por su pierna, desde el femoral hasta su nalga haciendo al agente apretar las sábanas – si-sin lengua de tigre. – pidió, pero era tarde, Atsushi, el tigre estaba de caza y su presa, era el agente Akutagawa.

Lo tenia entre las sabanas y su pecho.

Se acomodo entre las piernas del agente, dejando su rostro entre su trasero; su lengua pasaba entre su intimidad y su cavidad, Akutagawa había comenzado a gemir, fueron gritos cuando comenzó a meter su lengua rasposa en su cavidad. – A-Atsushi, más despacio – pidió, pero el tigre solo levanto más su cadera - ¡AAAH!

Sus lamidas eran fuerte y profundas, su lengua áspera lo provocaba de diferentes maneras, Atsushi continuaba en ello como si fuese su pierna de carne favorita, lamiendo como un tigre para llegar a sus huesos. Entonces, Akutagawa apretaba su lengua, lo atrapaba haciendo que se excitará más. Atsushi no se detenía y el agente sentía que moriría en algún momento. – lo ha-haces igual que un tigre – se quejó.

Atsushi solo seguía lamiéndolo, logro hacer al azabache eyacular, entonces Atsushi sonrió – este pequeño gatito sabe muy bien – dijo alegre el mafioso.

- Y esté tigre, necesita terminar – menciono tomando su miembro

- Ah... Ryu...

- Avancemos un poco más

Ryunosuke comenzó a masturbarlo, Atsushi se recostó, el mayor no paraba de acariciarlo, masturbarlo y sobre todo besarlo.

Ambos estaban cansados, el azabache lo beso, Atsushi lo abrazo, ambos sonrientes, se quedaron dormidos. 



...

Próximamente, más de BEATS.


¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top