CAPÍTULO 85
Rashomon tenía dos hilos uno frente a otro en la entrada de Atsushi. La cual abría expandiendo y cerraba de nuevo. Atsushi no dejaba de gemir por ello mientras Akutagawa prestaba atención al manual del nuevo juguete — uuhm Ryu, ya dile a Rashomon que ya
— no, este consolador es muy ancho, no quiero que te lastimes
— es que ya no aguanto la sensación de abrirme. Quiero algo dentro. Ponme un juguete o algo
— tampoco quiero que te excites de más o cuando usaremos esto
— ¡Aaah! Ryu
La puerta de abrió de golpe asustando a ambos chicos — te estoy diciendo que estoy harto, Atsushi, ayúdame con esto
Atsushi estaba totalmente rojo de ver a Dazai y Chuuya
— ah, perdón...
— Rashomon — hablo Akutagawa, su habilidad envolvió por completo a Atsushi para cubrirlo
— ¿Que hacían? — preguntó Dazai curioso a Akutagawa
— aflojarlo más, compramos un dildo robótico. Lo sostendrá y se lo hará
— ustedes los jóvenes hacen cosas raras — se quejó Chuuya — y por eso vine. Atsushi tu me apoyarás contra este imbecil
— ¿Que pasó?
— nada, Chuuya se enojo en plena orgia
— ¿fuiste a una orgia?
— si, quería ver
— lo qué pasó fue...
1 hora antes
— correcto amor, tenemos nuestra palabra de seguridad. Si algo no te gusta. Nos vamos
— ya se Dazai, tranquilo.
— hola bienvenidos
Dazai y Chuuya entraron a aquella casa, ya muchos lo estaban haciendo así que ellos dejaron sus ropas y pertenencias en un locker, tomaron una ducha y condones. Era parte de las reglas
Fueron a reunirse con los demás. Chuuya fue tomado rápidamente y esto no le molesto. Tenía a alguien lamiendo su entrada mientras otro le hacía una manadas.
Dazai por su lado aunque no muy lejos. Se le acercaron dos chicas las cuales tenía de lado y lado. Una de las chicas lo había besado, el sostenía los glúteos de ella.
Chuuya rápidamente se olvidó de ello.
Un rato después se volvió a encontrar con Dazai, esta vez tenía un chico besándolo. Se acercó sonriente para hacerle una travesura. Ni siquiera la tenía dura
Así que la tomó sorprendiendo a Dazai. Lo miró y en cuanto a eso, sonrió.
El chico que besaba se apartó mirándolo — eres el mejor cogiendo — mencionó.
Chuuya lo miró, se molestó y se levantó — sin cangrejo ni cordero — pronunció saliendo de allí
— ¿eh? Espera Chuuya, Chuuuuuuuya
Actualmente...
Atsushi seguía envuelto en Rashomon como si fuese una enorme manta — vaya
— y te enojaste ¿por?
— es obvio Ryu
— yo tampoco se — dijo Dazai al azabache
— idiotas — se quejó Chuuya — tú me apoyas ¿verdad?
— completamente. A mi también me daría asco
— pero que pasoooo
— se lo acabas de hacer a un vato y dejas que Chuuya te lo chupe. ¿En serio Dazai san?
— wooow woooow. Alto paren su carro y o moto — dijo Dazai
— si, las reglas decían sobre los condones — dijo Akutagawa
— exacto. Yo no traía el mismo condon
— y eso que, tu pene estuvo en el oyó de otro
— Chuuya. Tu tenias como tres lenguas dentro de ti y no dije nada. Lo disfrutaste
— pues no me gusto ver a mi novio besándose con otro
— vamos Chuuya ya lo hemos hecho. Incluso he besado a Atsushi-kun ¿lo beso?
— no gracias. No quiero meterme — dijo Atsushi
— eres malvado y tonto
— Chuuya ¿Que tienes? ¿Porque estás tan irritado?
— no se, estoy en mis días
— Chuuya, no eres mujer
— aah por que no soy mujer ¿no puedo tener mis días hormonales? ¿No soy humano? ¿No puedo llorar?
— Chuuya...
Dazai decidió callarse, Akutagawa preparaba algo de té y Dazai se había decidido a seguir al azabache solo por esta vez
Atsushi miró a Chuuya un momento y se acercó con todo y Rashomon encima — Chuuya ¿te dieron celos? — preguntó en voz baja
Chuuya se puso totalmente rojo y lo miró mal. Atsushi solo sonrió — Ryu, sigamos teniendo sexo — pidió
— oye Jinko, cálmate
Atsushi se acurruco al lado de Akutagawa. Dazai trago saliva y se acercó a Chuuya. — ¿Que pasa Chuuya?
— m-me puse celoso...
— ¿porque?
— Sonreíste en ese beso
— por que te lo metiste a la boca amor. Yo solo tengo ojos para ti. Aquí, en Marte, otro mundo. Donde sea, solo tu y yo
Chuuya lo miró, lo abrazo rápido y lo soltó — te perdono
— gracias Chuuya. Ahora, ¿vamos a casa?
— ah cierto — miró a los menores — los veo en ¿dos horas? Los invito a comer
— okis — sonrieron ambos
Los mayores se fueron. Akutagawa miró a Atsushi — ¿y si nosotros?
— no iremos a una orgia. Anda sigue abriéndome
— ya voy
...
Chiquito, romántico y precavido
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top