CAPITULÓ 65

65

Atsushi miraba un una tienda, tenía un espejo y estaba a observándose, quien por casualidad pasaba por allí y lo miró, se acercó — Atsushi — le llamo, y el joven se sonrojó

— Chuuya, ¿Que haces por aquí?

— Solo pasaba, por aquí hay una tienda de sombreros, y dime ¿Que tanto te miras?

El joven sonrojándose más, llevó sus manos a su espalda avergonzado, rascó su nuca y miró a otro lado — no... tdno— murmuró

— ¿Que?

— No tengo...

— ¿no tienes?

El albino estaba completamente rojo — No tengo trasero — se quejó. — Estoy plano — volvió a decir morándose.

En ese instante su tono cambió, se veía deprimido — Ryunosuke siempre me están nalgueando, pero... no veo que es lo que llama su atención. Quizá lo hace para que me crezcan

Chuuya comenzó a reír entonces el albino le miró ofendido y sonrojado — ¿Que?

Chuuya tomó su hombro en un abrazo y le sonrió — Te llevaré a un lugar donde obtendrás ese trasero que quieres

— Vale

El joven mafioso llevó al joven agente hasta un edificio. No sin antes pasar por una maleta.
Entraron y el albino se sonrojó. Miró al pelinaranja y este le sonrió — Bienvenido al gimnasio — Atsushi se puso detrás del mayor — ¿Que pasho?

— Hay chicos sin camisa y musculosos

— Y nalgones

— muy nalgones

Chuuya volvió a reír, fueron a inscribir al menor, la verdad, no podía dejar de ver a los musculosos. Así que el mayor lleno el formulario y llevo a Atsushi a los vestidores. El menor por fin miró a Chuuya — ¿Esta seguro de esto Chuuya-san? ¿Dazai-san sabe que viene?

El mayor le sonrió — querido Atsushi, no hay nada mejor que un boyerista en un gimnasio. De su mochila, sacó una bala vibradora y le sonrió — Osamu no sabe de esto

El menor se puso completamente rojo y tomó el paquete — Daré todo de mi

— Buen chico.

Atsushi y Chuuya llegaron a la zona de aparatos con su ropa deportiva puesta, ambos se miraron, el mayor llevó al menor con el entrenador mientras Chuuya se fue por otro lado.

Atsushi trago saliva por nervios aún así puso atención. — Muy bien Nakajima, haremos cosas sencillas por tu primer día, escuché que quieres glúteos

— Si, quiero unos enormes para que me nalgu- miro al mayor y sonrió — para que no me vea plano

La vestimenta de Atsushi era idéntica a la de Chuuya, ambos llevaban playeras holgadas. El albino ciertamente prestaba atención al instructor pero no podía evitar voltear a ver a los otros chicos. Cuando terminó su primer ejercicio, se quedó viendo a un chico que andaba sin camisa. En ese instante lo sintió.

Se recargó y comenzó a buscar a Chuuya con la mirada, el mayor le sonrió. Le hizo señales para que no viera otros chicos.

Atsushi trago saliva y respiro profundo — Vamos Nakajima Atsushi, Mi Ryu conoce mejores trucos. Chuuya no te vencerá.

Así es, había una puesta entre ellos.

Si Atsushi lograba terminar de entrenar sin masturbarse, Chuuya tendría que comprarle juguetes nuevos. Todos los que el quisiera

Si Chuuya lograba que Atsushi se masturbara antes de terminar la rutina. Atsushi tendría que hacerlo frente a él de la forma que él quisiera, usando lo que él quisiera.

Ambos estaban decididos.

El albino seguía a su entrenador, Chuuya aprovechaba cada descanso para activar la bala; odiaba que el agente tuviera tanta fuerza, comenzó a burlarse del mafioso y lo miraba sonriente para saludarlo. Chuuya optó por mejorar la estrategia. — Hey, Seo, ayúdame en esto — dijo Chuuya a un pelirrojo

— ¿No tengo de otra?

— Nou

— Bien.

Atsushi limpiaba el aparato que uso, y se estiró, miró a ese chico llegar a su cercanía, justo se quitó la playera frente a él, provocando al menor sonrojarse; Chuuya activó la bala en ese instante. El albino trago saliva y dio media vuelta para seguir su camino; cuando aquel chico musculoso le habló — Oye pequeño — Atsushi volteó — Si, tú. Soy Seo Hwi ¿Como te llamas?

— A — Chuuya subió la potencia — Aah... A-Atsushi — mencionó nervioso y le sonrió

—  ¿Puedes ayudarme?

— Soy nue-nuevo

— Solo es tomarme unas fotos para mi novio ¿Que dices?

— Cla-claro.

Seo le dio el teléfono al albino.

Cada pose que hacía Chuuya subía la potencia. Atsushi estaba por llegar a su límite. — Atsushi, ven a terminar — mencionó su entrenador.

Atsushi miró a Seo — Tu teléfono

— muchas gracias pequeño Atsushi

— S-Si, claro.

El primer paso para Atsushi fue difícil. Respiro profundo y sonrió a Chuuya mientras se iba. Chuuya apretó su toalla — Nakajima Atsushi, me harás sacar mi lado mafioso...

Atsushi estaba haciendo martillos en una banca. Un chico musculoso se puso de frente a él a hacer sentadillas
Otro a un lado haciendo bíceps, otro haciendo abdomen. Y finalizando uno atrás haciendo puentes.

Atsushi los miró a su alrededor, miró a Chuuya quien le sonrió amplio.

Podía sentir como la bala vibraba con gran fuerza. Sin poder resistirse, Atsushi cayó de rodillas. Los chicos a su alrededor se acercaron — Niño ¿estas bien?

— esta rojo

Uno de ellos lo cargó en sus brazos. Lo llevaron a la zona de descanso y allí sentado le dieron agua. Estaba siendo atendido por los cuatro chicos cuando llegó Chuuya y su entrenador — Pequeño Atsushi, creo que será todo por hoy. Hemos terminado

— ¿Que? — cuestionó Chuuya molesto

Atsushi le sonrió — Puedo hacer una más

— no, no más, descansa. Te veo mañana ¿te parece?

— Si entrenador

Chuuya gruñó, había perdido. — Muy bien chicos, quítense, yo me encargo

— claro Chuuya

— adiós pequeño Niño

— adiós pequeño Atsushi

Los chicos se dispersaron, Chuuya miró al albino — ¿puedes?

Chuuya sonrió y cargó a Atsushi — Buen tigre.

Llegaron al baño donde Atsushi tomó a Chuuya metiéndolo en el mismo cubículo que el — ¿Atsushi?

— Ya no lo resisto — dijo agotado — Ayúdame con esto y te ayudo.

Atsushi se bajaba el short mientras Chuuya le quitó la camisa — Espera, no quiero que cuente como infidelidad — mencionó poniéndose en la espalda del menor y recargándolo — Listo, así tu solito te masturbas, yo solo te sostengo — agregó mientras lo tomaba de los pezones

— ¡Aah! — Atsushi continuó masturbándoselo mientras Chuuya acariciaba su pecho.

No tardo mucho, ya estaba en su límite antes de entrar a los baños.
Logró terminar en su mano mientras Chuuya lo miró — Eso fue bueno

Atsushi lo volteó a ver agitado — N-no hay que hacerlo de nuevo

— la próxima traeré un dildo

— Y un lubricante de sabor por favor — mencionó cansado.

Tomaron una ducha juntos, Chuuya ayudó a Atsushi a sacar la bala y a guardar todo, salieron frescos del gimnasio.
Decidieron ir a comer algo rico, hamburguesas y malteadas, ya por la tarde, casi noche. Atsushi llegó a su hogar — Hola Ryu; estoy en casa

— Hola, bienvenido ¿Que fue ese mensaje de hoy? ¿Como que te inscribiste a un gimnasio?

— Fue idea de Chuuya, me gusta pasar tiempo con el, y quiero mejorar mi cuerpo

Akutagawa tomó su cintura y bajo sus manos a su cadera — ¿por? Si ya eres Perfecto

Atsushi le sonrió — Me gusta lo que veo y aprendo

— Bueno pero — el teléfono de Akutagawa sonó. Era Dazai, no pensó mucho solo lo puso en altavoz

"¡CHUUYA ESTÁ BORRACHO!" Grito Dazai  "Pásame a Atsushi-kun "

— Te escuchó — dijo Atsushi

"¿Porque Chuuya sabe que tus pezones son suaves y te corres micho?

Atsushi se sonrojó — por que... nos ha visto a Ryu y a mi

"El digo que estaba feliz de tocarte"

Atsushi le sonrió a Ryunosuke, Akutagawa miró el teléfono — le habló después — colgó y miró al albino

— Fue una apuesta, no hicimos nada. Necesitaba correrme y el solo tocó mis pezones

— No irás a ese gimnasio

— Ryuuuu pero conseguí juguetes nuevoooos — se quejó el albino

— dije que no — añadió casi en un berrinche

— Dime que siiii Ryuuuu

— Que no, ya. Tigre malo

— Ryu, Ryu si te vas a enojar castígame como me gusta

Mientras tanto en casa de Chuuya, Dazai estaba aprovechando al Chuuya borracho vistiéndolo de mucama — Entonces ¿pedirás perdón?

Chuuya se puso de rodillas — perdóneme amo

— Aaah amo estos juegos...

...

Solo les dire que estoy trabajando en el 66 como algo...
Tierno, divertido, y sexy

¡Gracias por leer!

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