Ougai miraba su baúl, no tenía nuevos trajes y miró al mayor — Yukichi, necesito ir de compras

— ¿por que?

— Ya no tengo trajes para juegos

— Y sabes que quieres comprar?

— no... — sonrió amplio — vamos con Atsushi

— pero Akutagawa

— Akutagawa pidió el día de mañana libre, así que hoy trabaja hasta tarde, vamos

— de acuerdo

Ambos mayores se dirigieron a casa de los más jóvenes, era casi de noche pero no tan tarde, tocaron la puerta, todo estaba en silencio, se miraron entre ellos. Fukuzawa tomó su celular y llamó al tigre.

El teléfono sono dentro de la casa y después contestó — ¿Si Fukuzawa-san?

— Atsushi, ¿estás en tu casa? O sea, la que compartes con tu amante

— eeeh... si ¿Porque?

— estoy en la puerta

Los mayores escucharon el gran grito de Atsushi. Escucharon algo de ruido y que una silla se cayó. Después de un rato, el albino abrió la puesta nervioso — ¿s-si? — en cuanto lo vieron, lo supieron. Estaban jugando.

Atsushi llevaba un short, camisa, sacó, sombrero y un látigo — ¿Eres Indiana Jones o que? — preguntó Ougai

— e-estilo sensual — le añadió Atsushi

— lamentamos interrumpir, volveremos después

— pasen — escucharon la voz a Akutagawa— no es como si podamos volver al juego ahora

El albino se sonrojó, abrió la puerta y pudo ver a su subordinado envuelto el tela — te crees Dazai-kun? — le pregunto Ougai

— soy uno de los misterios que busca Indiana Jones

— ustedes si que saben armar un escenario — se quejó Ougai — ¿que no tienes trabajo?

— jefe me ofende. Termine todo antes y vine a jugar con mi tigrecito

Atsushi volvió a sonrojarse y usó su sombrero para tapar su rostro

— ¿cual era su juego? — preguntó Ougai sentándose

— nada fuera de lo común, Jinko vio un hentai de tentáculos y queríamos probarlo

— pero ¿como terminaste de Indiana Jones? — pregunto confundido Fukuzawa

— Indiana Jones recorre el mundo en búsqueda de la verdad, siempre se mete en lugares raros y misteriosos

— creímos que sería divertido que Jinko o sea Indiana Jones cayera en una trampa donde habría que resolver un código

— si no resuelvo el código el mounstro de la trampa encerado hace cientos de años aparecería

El abrazaba abrazó al albino de la cintura — y se lo haría sin respeto, sin detenerme, profundo hasta sus intestinos, pasando por su estómago y la garganta, llenándolo por fuera y por dentro de mi Rashomon — le sonrió a los mayores — por eso llevo tantas telas

A ese punto Atsushi ya tenía la mirada perdida y dispuesto a continuar con el juego cuando Ougai tosió para sacarlos de ello. Atsushi volvió a sonrojarse — aaah no puedo con esto — se quejó el albino mientras se colocaba detrás de su amante. Le apenaba que vieran lo que la tela era incapaz de cubrir 

— lo siento, es que justo llegaron cuando Jinko no podía resolver el misterio

— ya tenía a Rashomon subiendo por mis piernas

— ya entendí, su habilidad es buena — se quejó Ougai

— Mori-san ¿que tiene? — preguntó Atsushi

— no he... — trago saliva — no hemos comprado trajes nuevos y... — susurro — temo que Yukichi esta aburriéndose...

Atsushi se sentó a su lado, Fukuzawa y Akutagawa también hablaban apartados — Mori-san creo que necesita calmarse

— solo quisiera que Yukichi viera mi esfuerzo

— yo sé que lo ve... por eso — le sonrió — ¿por que no hacen algo sencillo?

— ¿como que?

— el presidente le gustan Los Gatos, pero... ¿que tal si esta noche es diferente a un gato?

Atsushi habló al oído de Ougai. Este sonrió ligeramente sonrojado. Le dio una caja y minutos después se retiraron — ¿que hiciste Jinko?

— los ayude de la forma más rápida que pude — mencionó y miró al azabache — vuelve a poner ese código. Quiero esa cosa viscosa dentro mío

— tendremos que echarle más lubricante a la tela, ya se secó

— pongámosle slime

— Jinko, a veces me sobre pasas — dijo sonriente

...

En casa, Fukuzawa bebía algo de te, tenia en mente las situacion con los menores. Suspiró, cuando lo vio en el arco de la puerta. — ¿O-Ougai?

Ougai Mori, el aclamado jefe de la mafia llevaba una sudadera suave puesto que comenzaba el frío, su rostro tenía maquillaje de estilo fantasía, era un conejito. Con unas orejas en su cabeza y una tanga decorativa color blanco con colita de conejo y nada más.

— eso... Te queda muy bien...

— ¿verdad? — Ougai sonrió poniéndose encima del mayor. Mientras este se recostaba en el suelo de madera — ¿quieres verlo más de cerca?

— ¿se mueve más?

— por supuesto... Déjame mostrarte todo de mi

Ougai siguió avanzando hasta dejar aquella tanga en la mejilla del mayor — ¿Que tal?

— es tan suave... Quizá, necesite tallarla un poco más

— talla todo lo que quieras...

— necesitaré revisar si por dentro todo esta suave también

— podrías... quitarla

— no, solo quiero sacarlo

El azabache se sonrojó pues el mayor no bajo la tanga, solo sacó su miembro por uno de los bordes y le miró sonriente — oh si, está en buen estado

— aaah... Esto es tan vergonzoso — expresó con sus manos en su rostro

— solo necesito comprobar algo más sobre la calidad

— ¿Que tipo de calidad?

— Ver... si la tela suave... — hablaba mientras acariciaba las piernas del menor y sus dedos jugaban con los hilos de la tela — no arruina el delicioso sabor...

Fukuzawa dejó el miembro entrar en su boca, Ougai estiró la espalda complacido, comenzó a mover su cadera lento mientras sentía como la lengua del mayor se enredaba en su miembro.

Era igual a un anillo, entraba perfecto, probablemente podía girarlo; la lengua lo llenaba todo, de base a punta y de regreso sintiendo aquella calidez tan húmeda que le regalaba su cavidad bucal.

Al verlo tan distraído y lleno de placer, el mayor llevo sus manos a su entrada trasera para comenzar a jugar.

Ougai quien sintió el jugueteo del dedo miró al agente en el suelo, sonrió tierno. Estaba más que complacido.

Dejó entrar un dedo, mientras Ougai comenzó a gemir más, no metió un segundo. Estaba disfrutando de las reacciones del mafioso.

Dejaba que su dedo entrara como un garfio, que buscaba un tesoro escondido, golpeteaba sus paredes suavemente con la yema de su dedo. Pronto Mori comenzó a morder sus labios, y a ir más lento. Era demasiado para el líder de la mafia. — Yu-Yukichi, me-menos yo...

— puedes terminar — le dijo

El error de Ougai Mori fue bajar su mirada, viendo cómo Fukuzawa tenía su miembro en su mejilla y su lengua de fuera lamiendo todo lo largo de su pene.

Ante ello, Ougai no se limitó a eyacular. Quedando todo en el cabello del mayor — Yukichi, perdóname. Lavaré tu cabello

— está bien, esperaré ansioso eso... Por ahora

El famoso lobo solitario hizo su entrada, recordando sus técnicas más secretas, para darle la vuelta al jefe de la mafia, hoy, esa noche. Un suave e indefenso conejito.

Lo puso contra la madera y acarició sus glúteos, juntándolo y separándolo. Llenando sus manos de ellos — esta noche, el lobo se comerá al conejito

— espero ser tan sabroso como fresco

Fukuzawa no se limitó, entró en el líder de la mafia haciéndolo gemir ligeramente, se añadió a su espalda como si fuese una tela sobre el, abrazaba su pecho como si quisiera ser uno solo; y condenó su rostro al cuello y hombro del menor — ¿duele?

— no, tú jamás me has lastimado

Se acercó un poco más para besarse, su beso los sumergió en la pasión que desbordaban sus cuerpos sudados al rozarse.

Las estocadas eran normales, rítmicas, las caricias continuaban por ambos cuerpos mientras que el beso solo los separaba de segundos para respirar y volver a su lugar. — ¡mmmgh! Yukichi ¿es-estas listo?

— si, si. Pronto terminaré

Ante ello y el azabache sintiéndose lejos de un segundo clímax, comenzó a masturbarse. Quería ir al ritmo de su pareja. Aunque no sería así

El agente terminó logrando descansar en el cuerpo del menor, este se másturbo un poco más sintiendo como el calor lo abandonaba y logró terminar

Se miraron mientras respiraron agitados y sonrieron

...

Fukuzawa estaba en la bañera mientras Ougai lavaba su cabello. — Yukichi, siempre he amado tu cabello

— lo se, por eso no lo he cortado

— ¿puedo secarlo también?

— puedes hacer lo que quieras conmigo

Volvieron a besarse, simplemente eran felices.

...

Quería traerles un poco de FukuMori

¿Alguien quiere saber qué pasó con Indiana Jones?

¡Gracias por leer!