CAPÍTULO 25.

― Atsushi-kun necesito que lleves está bolsa a Chuuya – mencionaba Dazai

― ¿Por qué no se la da usted?

― En primera, está en una misión con Mori-san

― Aja

― Hay una masa superior a mi invisible que no me deja moverme – expreso tirado en su escritorio – y odio a Mori-san – dijo sonriente

― Bien...

― Gracias Atsushi-kun

Atsushi caminaba hacia el centro comercial, Dazai le había dicho que encontraría a Chuuya en la tienda departamental para chicas, y así fue, estaba con el jefe de la mafia eligiendo vestidos para Elise. – Buen día – dijo Atsushi alegre aunque con una mirada neutra

― Atsushi, ¿Qué haces aquí?

― Dazai-san me pidió entregarle algo Chuuya-san

― ¿y para mí? – pregunto Mori

― Dijo que no quería venir por usted

― Dazai-kun tan cruel...

― Rintarou, ¡quiero esto!

― Voy mi querida Elise-chan

Chuuya extendió su mano y Atsushi saco la bolsa de su bolsillo – aquí tiene Chuuya-san

― Akutagawa fue a comprar comida ¿no quieres quedarte a comer?

― ¿eso estaría bien?

― Nosotros venimos de incognito – menciono mirando a Mori

― Si, la primera vez que lo vi así realmente pensé que era un medico

― Si es médico, así fue como se volvió el jefe

― Oooooh

― Jinko – hablo a las espaldas. Ambos chicos lo miraron

― Akutagawa, invite a Atsushi a comer con nosotros

― ¿Qué? pero

― Si no quieres puedo irme, solo platicábamos – menciono el albino

― Está bien, lagarto negro esta en las mesas – anuncio el mafioso dando media vuelta

― Se puso nervioso – sonrió Chuuya – eres bueno Atsushi

― ¿us-usted cree?

― Si – sonrió Chuuya – vamos

Atsushi ayudaba a Chuuya con las compras del jefe de la mafia, Elise ya se había sentado en los comedores, Atsushi y Chuuya arreglaban las cajas, Hirotsu ayudaba también, era un hombre que le gustaba el orden, el desorden llego cuando un pequeño niño en la mesa de al lado comenzó a gritar y a llorar, poniendo a los mafiosos de malas. Atsushi suspiro al verlos, así que de allí sacaba su mal humor el azabache. Atsushi se acercó al pequeño niño quien su madre intentaba calmarlo – hey pequeñito ¿te encuentras mal? – Pregunto el albino y el niño lo volteo a ver - ¿quieres que te cuente un secreto? – Susurro y el niño asintió – yo soy un tigre

― No es cierto

― Te lo juro. ¿quieres ver mis orejas?

― ¡SI! – grito alegre mientras se quitaba las lagrimas

Atsushi saco sus orejas de tigre y el niño grito alegre, la madre sonrió a Atsushi – Gracias agente – menciono sonriente la mujer

― Oh, ¿usted?

― Salió en el periódico – dijo sonriente – es bueno que estén aquí

― No hay de que – sonrió devuelta el albino y miro al niño - ¿Por qué llorabas?

― Mi helado se cayó...

― No puedo comprarle otro

― ¿quieres otro? Vayamos a comprarlo, te lo invitaré por ser un buen chico

― ¿en verdad? – pregunto la señora

― Sí, claro

El niño tomo a Atsushi y ambos fueron a los puestos. Chuuya miro al azabache – vaya que es todo un buen chico

― El trabajo de ellos es siempre ser de ayuda a la ciudad – menciono Mori

― Pero jefe, que lo inviten – se quejó Tachihara

― Trajo un encargo y ayudo, era lo mínimo – ordeno Mori – si te molesta puedes retirarte

― La paz entre las organizaciones llega a ser muy conveniente – menciono Hirotsu sacando su cigarrillo, estaba en paz sin los gritos del niño

― ¿Qué fue lo que trajeron? – pregunto Higuchi

Chuuya saco la bolsa de plástico y la levanto haciéndola rebotar en su mano – es un polvo que nos ayudará a controlar habilidades. – menciono Chuuya

― ¿Por qué Osamu Dazai mandaría algo así? – pregunto Tachihara

― Bueno los – Chuuya se quedó callado pues el niño había pasado corriendo para alcanzar a su mamá, y claro, la bolsa golpeo a Atsushi dejando caer polvo en su cabeza - ¡Atsushi! Disculpa eso

Atsushi estornudo – estoy bien – menciono tomando la bolsa y dándosela a Chuuya – no se rego mucho, podrán seguir usándola

― Si – sonrió Chuuya, aunque el polvo suelto lo hizo estornudar y esto hizo a Mori estornudar también

― Chico tigre sigues ayudando a todo mundo – menciono Higuchi

― Incluso tú has recibido mi ayuda Higuchi-san

― Tú, hi, maldito tigre – se quejó Higuchi

― Atsushi siéntate – dijo Chuuya

― Lo lamento, recibí una llamada, debo volver.

― ¿seguro? – pregunto Chuuya y Atsushi estornudo de nuevo, sonrió una vez más – que tengan una linda tarde

Atsushi se retiraba, Chuuya lo siguió viendo preocupado – debería ir a verlo, cayo bastante del polvo en él – menciono Chuuya. - ¿estará bien su habilidad?

― Si algo pasa seríamos culpados, - suspiro Mori – Akutagawa, ve a vigilar que llegue bien a la agencia

― ¿Por qué yo? – se quejó cruzándose de brazos

― Por qué lo ordene yo

Akutagawa se levantó, la verdad estaba preocupado pero aunque lagarto negro era de gran confianza debían seguir fingiendo ante todos. Camino lento hasta salir de la visibilidad de sus compañeros, entonces fue cuando comenzó a correr, buscaba al albino por el centro comercial, decidió llamarlo por teléfono, el sonido era todo lo que lo guiaba, fue hasta los baños, en una esquina, encontró al albino arrodillado y tosiendo – Atsushi, ¿estás bien? – pregunto y el albino lo miro

― Me duele todo el cuerpo...

― Maldición fue por ese niño – se quejó el mafioso cargando al agente en sus brazos

― Es-espera s-si alguien nos ve...

― Debo llevarte a la agencia

― N-no... no pueden vernos

― Jinko

― Vamos a la ca-casa, yo le explicaré a Dazai-san

― Maldición

Después de varios minutos Atsushi y Akutagawa llegaban a casa, el azabache habia acomodado a Atsushi en su espalda, lo dejo en su cama y lo miro - ¿te doy tu teléfono?

― S-si, en mi bolsillo

Akutagawa busco en el pantalón de Atsushi, saco el teléfono – tu pantalón se siente más grande – menciono el azabache – llamaré a Dazai-san. – Se sentó en la cama llamo a Dazai.

[Atsushi-kun, ¿Dónde estás?] – se quejó el mayor por teléfono

[Dazai-san, Jinko aspiro un poco del polvo]

[¿Eh? ¡¿Akutagawa?! ¿Atsushi-kun cómo está? ¿Tiene fiebre?]

[La tenia de camino a casa, ¿está bien si se queda?]

[Akutagawa-kun, escucha esto, lo que le di a Chuuya es un polvo de habilidad, hace que la persona que lo respiro rejuvenezca, depende de la edad el tiempo que retrocederá, era para Mori-san]

Akutagawa volteo lentamente mirando a Atsushi quien descansaba en la cama ¡SIENDO UN NIÑO! - ¡ERES UN MOCOSO! – grito Akutagawa.

[DAZAI-SAN, JINKO ES]

[Aaaay esto es malo, malo, malo. Tendrás que cuidar de él hasta agotarlo]

[¿Agotarlo?]

[Tiene el cuerpo de un niño, necesita quedarse dormido sin energía para volver a su estado normal, ahora que sé que funciona, iré a encontrarme con Chuuya. Te lo encargo]

Colgaron la llamada, Atsushi se sentó en la cama – me siento mejor – menciono el albino

― Tendrás unos... ¿Qué? ¿8?

― ¿eh?

― Mírate en el espejo

Atsushi se levantó, su pantalón cayo y miro su camisa quedándole grande - ¿eh? – Atsushi corrió al espejo donde se miró - ¡¿PORQUE SOY UN NIÑO?!

― Dazai-san dijo que era por el polvo eso

― ¡¿ME QUEDARÉ ASÍ?! – grito asustado, Akutagawa sonrió

― Oh, no, no, tengo el antídoto

― ¿Cuál es?

― Una mamada

― ¡¿QUE?! ¿estás jugando?

― No, para nada

― Ryunosuke

― Es cierto, completamente

― ¿no planearon esto?

― No, claro que no

― U-uhm... bi-bien

Akutagawa se había quedado sentado mientras el albino se acercaba, tomo la mejilla del menor – te vez adorable Jinko

― ¿seguro que no lo planeaste?

― Lo juro por Rashomon

― ¿no te estas aprovechando de un niño?

― No eres un niño, tienes 18 años y un cuerpo de 8. Es como mi jefe con su habilidad

― ¿eso es en serio?

― Vamos, sabes hacerlo o... ¿quieres que te cargue pequeño niño?

Atsushi se sonrojo – tonto. – el azabache acaricio su cabeza, Atsushi no tenía que arrodillarse, en realidad alcanzaba perfectamente la parte baja del mayor. Se sonrojo de pensar si debía quedarse así siempre. Bajo el cierre del mayor, no era como si no conociera su cuerpo, pero el suyo es el que se ponía nervioso al sentirse tan... menor.

Atsushi tomo el miembro del azabache, Akutagawa tapo su boca sonrojado, Atsushi necesitaba ambas manos y apenas lo lograba tomar – tan adorable...

― Ca-cállate – pidió avergonzado

La pequeña boca del albino apenas sostenía la punta, no podía bajar más, así que uso su pequeña lengua, Akutagawa miraba al pequeño Atsushi dar todo de sí, se sentía un poco mal, pudo haberlo llevado a la pista a correr pero era una oportunidad única para él. Atsushi volvía a tratar de meter el miembro en su boca más para el pequeño era imposible, Akutagawa miro a otro lado evitando reír, la ternura estaba acabándolo. Sintió un apretón y miro al albino, esté se veía molesto - ¿Qué estás pensando pervertido? – se quejó el albino

― Incluso tu voz ahora es de un niño

― To-tonto – miro al mafioso a los ojos – es-esto es frustrante...

― ¿Por qué?

― Y-yo... lo qui-quiero meter y no puedo...

Akutagawa tapo su rostro, era demasiado bueno. Tomo al albino de sus axilas, lo alzo sentándolo sobre sus piernas y teniendo de frente su miembro – podemos tallarlos juntos

― E-es muy grande – menciono sonrojado

― Estarás bien – comenzó a besarle el cuello – lo lamento, no puedo entrar en ti, será simple está vez

― Aaah~ Ryu...

― No es un delito si ya eres un adulto ¿verdad?

― ¿Por qué te preocuparías de delitos? Perro rabioso de la port mafia, asesino de cientos

― Cierto

Akutagawa acaricio el ano de Atsushi y este lo miro sonrojado - ¿qu-que?

― ¿Por qué me preocuparía? Ya soy un mafioso

― ¡RY-RYUNOSUKE!

El mafioso comenzó acariciándolo primero, Atsushi se estremeció y miro al mafioso – aaah e-e-es es pe-pe-pequiñito co-como yo

― Jinko, cállate o me excitaré más – tomo su barbilla con su mano desocupo – vamos, saca tu pequeña y linda lengua

Atsushi dejo su lengua afuera, el mafioso lo beso, el pequeño Atsushi no podía soportar aquellos actos, el mafioso era tan grande, sus manos lo llenaban al igual que su lengua – Ry-Ryu – le llamo el pequeño albino sonrojado – aaah

― ¿no puedes quedarte así?

― ¡pe-pervertido!

El azabache dejo entrar uno de sus dedos, Atsushi lo apretó con sus pequeñas rodillas – oye, oye esas son mis caderas

― Du-duele

― Tranquilo, relájate, no es como si no supieras estas cosas

― Se ma-más gentil torpe

― ¿te gusta?

― ¡Aaah!

― Si te gusta

― Ca-cállate

El azabache continuo introduciendo su dedo y moviéndolo dulce para él, - aaah mmg Ry-Ryu... - le llamo pero el azabache tomaba su barbilla besándolo – mmmgh ¡aaah!

― Jinko, te vez más sensible

― ¡Aaah! E-es más gra-grande

― No, tu eres pequeño

Atsushi logro correrse, el mafioso lo miro y sonrió – eres buen niño, Atsushi

― Ca-cállate

Lo recostó en la cama, apenas y llegaba a la mitad de lo que era el mayor, el mafioso se puso encima, metiendo el pequeño miembro del albino en su boca, Atsushi comenzó a gemir más fuerte mientras su cuerpo se llenaba de espasmos, el mayor le atacaba por ambos lados y el pequeño Atsushi todo podía sentirlo incrementado. Atsushi mordió su labio, se había vuelto a correr – creo que ya estás listo

― Es-espera Ryu, e-el tuyo va a ma-matarme

― Ya te vez cansado, será uno más y ya – menciono el mafioso – aun no logro correrme

Atsushi trago saliva – le-levántame

― Pero

― Po-por lo menos quiero a-abrazarte – se quejó avergonzado

Volvió a sentarlo en sus piernas, Atsushi lo miro, apenas llegaba a su pecho – Ryu

― ¿si?

― Toma una foto primero

― ¿foto?

― Po-por qué... se-sería un li-lindo recuerdo ¿no?

El mafioso sonrió, busco el teléfono del albino, tomaron una foto juntos, Atsushi había aprovechado aquello para abrazarlo – solo querías abrazarme ¿no?

― Si-siento que te-terminaré destrozado, a-así que – trago saliva – da-dámelo todo

― Bien, pequeño Atsushi

El mafioso quito la corbata del pequeño cuerpo, desabrocho los botones dejando el ahora pequeño cuerpo de Atsushi completamente al descubierto. - ¿listo?

― S-si

Levanto al agente en sus brazos, Atsushi se sostuvo del pecho del mafioso mientras era colocado en el miembro del mafioso, solo con sentir la punta Atsushi se preocupó, comenzó a entrar lento y el albino apretó el abrigo del mafioso, estaba aferrado a él, los gemidos aparecieron, las lágrimas también. Poco a poco iba entrando, y sus piernas abriéndose más. – aaah ¿y-ya está?

― Vamos a la mitad

― Lle-llegarás a mi estomago

El mafioso miro el cuerpo del albino, Atsushi temblaba completamente por el miembro dentro suyo, respiro profundo, sus piernas fallaron y el albino logro dejarlo entrar por completo – n-n-no te mu-mu-muevas – pidió Atsushi casi al punto del desmayo

― ¿estás bien?

― S-se si-siente in-increíble – le miro sonrojado – es-estoy lleno de ti

Akutagawa puso su mano en el vientre del albino, podía sentir el bulto sobresalir – realmente estas lleno

― Mu-muévete

El mafioso obedeció al pequeño agente, los gemidos de Atsushi aumentaron siendo cada vez más ruidosos y grotescos, moverse en Atsushi era dificultoso, era pequeño pero ambos estaban disfrutándolo. El mafioso logro terminar dentro del albino, esté estaba tan lleno que se desbordaba por fuera de él. El pequeño Atsushi había sentido una gran presión, y en el proceso logro correrse dos veces más dejando al pequeño tigre agotado. – te daré un baño

― Ry-Ryu... n-no si-siento mis piernas...

Akutagawa lo cargo al baño donde lavo su cuerpo. Le ayudo a ponerse una camisa como pijama, no podía soltarlo, Atsushi no podía caminar, su cuerpo seguía temblando, lo dejo descansar en la cama, se acostó con él. – Ryu

― ¿si?

― Soy el chico más feliz a tu lado

El mafioso se sonrojo – también yo, Jinko.

Atsushi se quedó dormido, Akutagawa miro la hora – espero que por la mañana seas un chico normal – menciono y miro al albino, no pudo evitar acariciarlo – te vez adorable... - menciono - ¿así... de adorables eras de más pequeño? Si fueras una chica... ¿así sería nuestro hijo? – El mafioso sonrió – fue lindo... conocer esté lado – dijo alegre. – ¿cómo le habrá ido a Dazai-san?

Bueno esa historia quedará para otra ocasión. 




...

Creo que es el capítulo más grande de Couple Roll y el tema es pequeño

pff, lo siento, mal chiste.

¡Gracias por leer!

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