CAPÍTULO 17.

Nota: Esté es de mis capítulos favoritos.



― no puedo creer que te hayas lastimado la espalda en una misión

― me atacaron desprevenido

― ¿Cuántos días te dieron?

― una semana

― bien, seré tu enferma por una semana

― no puedo esperar.

― oh y... nada de sexo

― ¡¿QUUE?!

― No puedes, estar herido

― oh cariño ~ - dijo burlón

Akutagawa estaba acostado boca arriba mientras Atsushi masajeaba sus piernas – dudo que puedas amor

― Calla Jinko, lo intentaré igual

― en serio, te has vuelto loco con esto del sexo.

― Si es contigo es lo mejor

― Bien – menciono avergonzado – ya termine.

― Gracias. Ahora, el show.

― Déjame acomodarte.

Atsushi tomo con sumo cuidado el cuerpo del mafioso para ayudarlo a recargarse en la cabecera de la cama, puso almohadas a los lados y el mafioso respiro aliviado – para serte sincero así estoy más comodo

― Y yo estoy avergonzado, ¿en verdad quieres que lo haga?

― Por favor.

Atsushi suspiro – muy bien.

El albino suspiro una vez más. Se subió a la cama a rastras y se sentó frente al mafioso. Akutagawa estaba impaciente y el albino avergonzado. Quito su camisa dejando ver su pecho, Akutagawa movia sus dedos. Atsushi pretendía doblar su camisa cuando el mafioso uso a Rashomon para sostener su mano – deja de jugar, dame lo que quiero

― En serio tu... - Atsushi suspiro – suéltame

Rashomon se fue y el albino trago saliva. Desabrocho su pantalón, podía sentir la mirada fría del azabache, estaba como filosos cuchillos atravesándolo. – vamos, apresurate

― N-no me estés apurando, esto es vergonzoso

― Te encanta hacerlo en público ¿y esto es vergonzoso?

― Tengo mis propios fetiches

― Apúrate

Atsushi bajo ligeramente su pantalón, estaba exitado y el mafioso sonrio de verlo – mira que lindo te vez, quítatelo todo.

― Ry-Ryu

― Vamos, quítatelo. No me hagas usar a rashomon

Atsushi se dispuso a desvestirse por completo. Quedando frente al mafioso, fue que comenzó tomando su miembro erecto – pu-puedes por lo menos dejar de verme así – pidió

― No, eso es lo que te tienes así de duro

Atsushi trago saliva, estaba masturbándose frente a su pareja, todo para complacerle. Paso su mano izquierda por detrás de su espalda para sostenerse, con la derecha se masturbaba. Sus piernas y rodillas estaban en la cama, y el resto de su cuerpo alzado, el mafioso quería la mejor vista. – aaah – gemia Atsushi

― Quiero que digas mi nombre

― Pi-pides demasiado

― Dilo

― Mmgh... Ryu – le llamo haciendo el cuerpo del mafioso estremecerse

― Oh vamos, dilo una vez más

― ¡Aah! Ryu – le llamo aún más excitado

― Lo haces bien pequeño tigre, ahora. Prepárate

― ¿E-eh? Si lo hago voy a quererte a ti

― Tenemos juguetes, vamos. Prepárate

Atsushi llevo su mano izquierda detrás de sus glúteos – Espera allí tigresa

― ¿e-eh?

― Voltéate

― ¿Pe-pe-perdón?

― Quiero ver cómo te vas abriendo, y si te colocas bien podre seguir viendo tu miembro

― E-estas demente no lo haré

― Lo haces tú o hago a Rashomon hacértelo

― No es como si no me lo hubiera hecho ya Rashomon

― Haré que te corte y duela

― Bi-bien, lo ha-haré

Atsushi estaba completamente rojo, aquello estaba volviéndolo loco. Atsushi se dio vuelta. Akutagawa tenía de frente el trasero del albino. Dejo su pecho sobre la cama, sus rodillas lo sostenían en el aire, acerco su mano a su trasero – di-diablos, no alcanzo Ryu.

― ¿necesitas ayuda?

― N-no la necesito

― Ven acá, acercarte

― Pe-pero.

― Haz caso

Atsushi se acercó avergonzado. Estaba a gatas así quedo frente al pecho del mafioso, debía subir su rostro para verlo – bésame – Atsushi sonrió, beso al mafioso y esté sonrió – me encanta cuando sigues mis órdenes como un esclavo

― N-no soy tu esclavo, soy tu pareja

― Pues es casi lo mismo.

― Ryu – se quejó.

― Mira, levántate, te vas a recargar en la cabecera de la cama

― pe-pero

― obedece

El albino trago saliva, jamás se había sentido tan excitado por recibir órdenes. Se levantó con cuidado, se recargo en la cabecera de la cama, para Ryunosuke el miembro excitado del albino quedaba de frente a su cara. – ahora así como estás, date vuelta

― ¿qu-que? Pe-pero

― Hazlo o uso a Rashomon

Sin menos preguntas y más nerviosismo. Atsushi dio media vuelta, el mafioso lo tomo con fuerza de sus glúteos. Atsushi apretó sus manos en la cabecera - ¿qu-que va-vas a hacerme?

― Cállate Jinko, disfrútalo

Pudo sentir como el mafioso abrió sus glúteos y su lengua se adentró en su interior. Atsushi rápidamente doblo las rodillas, más el mafioso no le dejo bajar, su mirada se nublo y sus sentidos se perdieron - ¡aaah! ¡mmgh Ryu! N-no lo hagas, no así – pedía el albino. El mafioso le ignoro, continuo, y peor aún, desocupo su mano izquierda para usarla en el miembro erecto del albino - ¡AAAH! ¡RYU!

― Sostén tu glúteo, quiero llegar más profundo

Atsushi se dignó a obedecer, se sostenía solo de su mano derecha mientras con la izquierda había tomado su glúteo, el mafioso se deleitaba lubricando el interior del albino mientras sentía como Atsushi se llenaba de líquido por enfrente. Para el menor todo estaba empeorando, su cuerpo estaba caliente, su cuerpo le fallaba, no podía sostenerse, todo le daba espasmos y cada vez quería más. - ¡aaaah! ¡mmmg! Ryu

― ¿si?

― Ha-házmelo, házmelo Ryu – pidió jadeante.

― Desafortunadamente no puedo hacértelo, pero tu si a mi

― ¡Aaah!

El albino había logrado terminar, el mafioso lo dejo agacharse. Respiraba agitado mientras descansaba de rodillas en la cama - ¿po-podemos?

― Si entras tu solo podemos, no podré moverme ¿podrás hacerlo todo tu? – pregunto retador y Atsushi sonrió

Fue detrás del pantalón del mafioso. Era de tela y suave, así que solo basto con bajarlo, su pareja ya estaba duro y más que erecto. Atsushi beso al mafioso – hazlo con cuidado Jinko, sostente de la cabecera

― S-si – respondió Atsushi siguiendo sus órdenes. Sus rostros estaban frente a frente

Atsushi tomo sus glúteos para ayudarse a entrar. Fue bajando poco a poco, había montado al mafioso. – mmg, Jinko... estas caliente.

― Y tu tan grande Ryu... m-me encanta esté juego

― Eres un masoquista

El menor logro entrar por completo dejando un fuerte gemido salir, sonrió mirando al mafioso, se sentía todo un triunfador. Se acercó besándolo y sonrió aún más – amo que me ordenes que hacer

― Rayos quiero moverme

Atsushi comenzó a reír, no por burla, si no que estaba encantado y ya no sabía cómo demostrarlo. Se sostuvo de la cabecera y comenzó a moverse. Akutagawa aprovecho para jugar con los pezones del albino, casi nunca tenía tiempo para estar en ellos, ahora era su momento. Tenía que morderlo, obviamente tenía que hacerlo, su falta de movimiento estaba matándolo, pero fue mejor cuando el albino comenzó a moverse más rápido. Podía ver como el miembro del albino rebotaba en su abdomen por la falta de una mano sosteniéndolo. Atsushi se encontraba con ojos cerrados, adolorido y gustoso se movía. Akutagawa tenía la mejor vista de todas. Termino dentro suyo y Atsushi respiro agitado, sus piernas le temblaban como para levantarse y sacar el miembro del mafioso, lejos de dolor, estaba volviéndose loco por la sensación – vo-voy a morirme – pronuncio excitándose de nuevo por el miembro - ¡aaha! Se siente increíble. Es como si todo tu semen estuviera uniéndose en mis paredes usando tu miembro de tapón

― Jinko, eres adorable.

Llamo a Rashomon para ayudarlo a salir, el semen salió de Atsushi lento y esto le enloqueció, volvió a tener otro orgasmo solo con ello y el mafioso simplemente pudo verlo. ¿Qué tan fascinante podía ser su pareja?

Atsushi cayó rendido en la cama. Akutagawa lo recostó sobre su pecho, y uso una frazada para taparse con él. Beso su frente – tengo la mejor pareja de todas. – Sonrió – te amo Atsushi. Atsushi sonrió mientras dormía, acomodo su rostro en el pecho del mafioso, era hora de descansar en su lugar favorito.


...

¡Gracias por leer!

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