El examen había comenzado. La chica , al igual que muchas otras estaba nerviosa.
El pincel goteaba sobre la mesa, solo había rellenado unas cuantas preguntas.

Las observó mejor y se dió cuenta de que eran más fáciles de lo que ella creía. Pronto pido rellenar todas las preguntas, saliendo tranquila del examen.
Mao Mao la estaba esperando fuera de el lugar donde había hecho la prueba.

- ¿Como te ha ido, Yui?- preguntó con un tono natural
- Bastante bien - Sonrió hacia su amiga - me encantaría trabajar contigo en el palacio jade.

- Eso estaría bien - Mao Mao miró al cielo - perdón si el eunuco despampanante te ha incomodado.

La mención de este hizo que Yui se tensara. ¿Por qué?

- Eh, no...no pasa nada- se rascó la nuca - ¿Que sueles hacer aquí?

- Pues básicamente lo mismo que en el barrio rojo - habló - Me paso el día en el médico, y a veces ayudo con alguna cosa por palacio.

- Que bien - Yui sonrió, pero un tanto apenada - Desde que me trajeron aquí no he podido volver a escribir... Te agradezco mucho lo que me has hecho.

- No es nada- Mao Mao movió las manos negando - es una forma de agradecerte por ayudarme a recoger todas esas plantas venenosas.

- Si, esas que me dejaban sarpullidos por todos los brazos - sonrió la chica

Por ese lugar paseaba el eunuco. Sonreía mirando a ambas chicas.

- ¿Maestro Jinshi?- Gaoshun le llamó - debe ir a hablar con la señorita Gyokuyõ ahora.

- ¿Ahora?- hizo un puchero, pero accedió- de acuerdo.

Pasó el día y dieron los resultados del examen, los dió Jinshi.

- Yui...- era la única que quedaba, el hombre leyó el papel - tienes la nota más alta y pareces saber bastante de escritura, lo cual ayudaría mucho con la princesa del pabellón jade.

- ¿Me vais a trasladar con Mao Mao?- estaba emocionada internamente

- No separaría a unas amigas- Jinshi sonrió, Yui dió un salto de felicidad y miró sonriente al hombre.

- G...GRACIAS JINSHI-SAMA - exclamó, con las mejillas rojas de emoción.

El eunuco sonrió dulcemente hacia la chica, sintiendo un sentimiento nuevo en su interior.

- Nos veremos a menudo,. suelo ir a el palacio de vez en cuando - informó el eunuco - Cuida que Mao Mao no haga nada peligroso.

- Descuide- hizo una reverencia y salió emocionada.

Jinshi se sentó de nuevo, pensando un poco.

Llevaba ya unos meses intentando llamar la atención de la boticaria, pero está pasaba completamente de él. La aparición de esta chica había... Cambiado un poco las cosas.

La chica caminó nerviosa por haber estado en el mismo cuarto que el maestro Jinshi, respiró tranquilamente y suspiró.

- ¿Este es el amor del que hablaba Parin?- soltó.- No... No puede ser.

Siguió caminando y se encontró con su amiga la boticaria. Caminaron juntas hacia el palacio jade, donde todas las damas se presentaron, y la concubina Gyokuyou también.

- Estoy encantada de tenerte aquí, Yui- habló con un tono tranquilo - Mao Mao te ayudará los primeros días, tú ayudarás también con el cuidado de la princesa, y tendrás bastante tiempo libre para escribir o lo que quieras.

- Agradezco mucho estar a su servicio - hizo una reverencia - Concubina Gyokuyou.