T/n había invitado a México a comer unos tamales con Doña Lupita.

La verdad es que ella y México comían como si fueran 4 personas. En verdad tragaban como puercos.

- Oye Méx...- la joven se limpió la boca antes de seguir - ¿Cómo están tus hijos?

- Bien, son un desmadre, pero son buenos a su modo. Por cierto te mandan saludos.- le dio un buen trago a su atole.

- Awww, los extraño mucho, ¿crees que pueda acompañarte para saludarlos?

- Claro que puedes mija- el mexicano le dio un ligero golpe en la nuca, haciéndola reír. - Sí eso no sé pregunta.

Siguieron comiendo (tragando) alegremente hasta que una voz masculina le quitó el encanto al momento.

- Tantas curvas y yo sin frenos.- La humana y el tricolor se giraron para ver a tres hombres mirándola de forma grotesca y vulgar.

México no era de los que ignoraba esas cosas. Se levantó de la silla para mentarle la madre a los tres hombres, pero T/n se le adelantó.

- ¡Chingada madre! ¿Que no puedo comer a gusto?- azotó sus manos en la mesa, espantando a los cuatro (Sip, también asustó al mexicano). Tomó una botella de vidrio de una mesa vacía y sin pensarlo la arrojó a la pared que estaba cerca de ellos, estallando en fragmentos.

Él trio retrocedió bastante impactado, usualmente las mujeres solo ignoran sus comentarios y fingen que no pasa nada.

- Orale pues...- tomó otra botella y la rompió de una esquina para una poderosa y letal arma.- ¿Quién va primero?

Los vulgares hombres salieron corriendo del puesto de tamales.

- Perdón por el desmadre Doña Lupita- la cara de T/n cambió de enojo a vergüenza.

- No te preocupes mi niña, me alegra que te hayas defendido.- la mujer le acarició la mejilla como una madre cariñosa.

Volvió a la mesa con México, quien la miraba boquiabierto. Esa era una de las muchas cualidades que lo habían enamorado de T/n, su coraje y su personalidad no tan femenina.

[♡]

-Te la volaste con esos weyes.- dijo el mexicano esperando halagarla mientras iban de camino a su casa.

- Gracias.- replicó sonrojada.

Ya estando afuera de la puerta principal, México ansiaba declararle su amor antes de entrar, ya que seguramente pasaría algo y se olvidaría de hacerlo. 

- Oye T/n.- desvió su vista mientras rascaba su nuca.- Quiero decirte que...

- ¡T/n!- abrieron la puerta descubriendo a Baja California, seguido del resto de estados que se asomaron para ver el chisme. No le permitieron responder y la invitaron (obligaron)a pasar junto con México, quién se abofeteaba mentalmente por no ser lo suficientemente rápido para expresarse.

 Ella, sin más remedio, empezó a saludar a los 32 hijos de su amigo, acción que el tricolor supo que requeriría de un rato, por lo que pensó que tendría tiempo para ducharse y arreglarse. Así que subió a su habitación y prosiguió a pensar múltiples formas para declararse.

[♡]

Ya listo y aseado bajó rápidamente las escaleras y vio a sus hijos aburridos en la sala, cosa que le pareció extraña al ellos ser típicamente escandalosos y  más cuando hay invitados.

- ¿Y T/n?

- Dijo que se tenía que ir, pero que tal vez mañana venía - respondió Estado de México.

Con eso, la nación se entristeció. Había perdido su chance.

- Jefe, ¿ta' bien?- preguntó Durango.

- Si mijo, nomás quería que se quedara un rato más.- ya desinteresado se giró para volver a subir las escaleras. - Me voy a dormir.

- Pero son las 6 de la tarde jefe.- mencionó CDMX.

- ¡Que me voy a dormir y no estén chingando!

[♡]

Ya eran cerca de las doce y México no lograba dormirse, le atormentaba todo lo que pudiera pasar al siguiente día. Sí no hacía lo que quería en ese momento, seguramente no lo haría después, y eso le estaba ocurriendo con la idea de declararse ante T/n. Ya estaba empezando a surgirle miedo y dudas.

- México- una pequeña roca golpeó su ventana. Él solo la ignoró, pues seguramente serían los amigos de Estado de México que siempre se equivocaban de ventana.

- ¡México!- otra roca golpeó la ventana.

- ¡Estado Unidos Mexicanos!- la tercera roca impactó tan fuerte que agrietó la ventana.

Él tricolor se molestó por eso y además porque lo llamaron por su nombre completo. ¿Quién vergas lo llama por su nombre completo?

Abrió la ventana para gritarle a los amigos de su hijo, pero esa rabia se fue al ver a todos sus hijos con sus instrumentos y a T/n con un traje de charro.

Inmediatamente los hijos comenzaron a tocar.

De la sierra, morena
Cielito lindo vienen bajando
Un par de ojitos negros
Cielito lindo de contrabando

De la sierra, morena
Cielito lindo vienen bajando
Un par de ojitos negros
Cielito lindo de contrabando

Ay, ay, ay, ay, canta y no llores
Porque cantando se alegran
Cielito lindo los corazones

Terminando de cantar la hermosa canción, T/n se arrodilló.

- México...- respiró hondo - ¿Quieres ser mi chavo?

El susodicho no perdió tiempo y corrió a toda prisa hasta salir de su casa y abalanzarse sobre la chica.

- Creo que ya sabemos quién llevará los pantalones en la relación.- susurró Quintana Roo, recibiendo un golpe por parte de Guerrero y Puebla.

Después de que México y T/n se incorporaran, unieron sus labios en un tierno beso, pactando y afirmando así el amor que le tenían al otro.

▹ Así me imaginé a los 32 hijos de México al ver a su papá besarse con T/n:

▹ T/n en verdad quería pasar a saludar a los estados de México, pero también quería contarles su plan para declararse. 

▹Quería hacer la pedida de T/n al estilo Rosa de Guadalupe. Me mama como dicen los morros "¿Quieres ser mi chava?" y las morras como "¡Si, si Juan de Dios, seré tu novia!".

▹ ¡Que bonito es el amors!

▹ Recuerden lectoras, nunca dejen que un wey las incomode, sé que es fácil decirlo que hacerlo pero hay que dejar de tener miedo mis niñas. Nadie está sola.

▹ Yo la verdad no sé si podría declararme así como rayita. Pero eso si, me pondría un traje de charro, pero no de mujer sino de hombre.