Cierra la puerta, llora, abre la puerta, sonríe. Todo va a estar bien, o no. Abre los ojos, es un nuevo día, igual que el de ayer, pero al menos no estás sola. Sal a la calle, sigues en la misma pesadilla que siempre, pero al menos estás acompañada por estatuas vivientes. Corre, huye de aquí cuanto antes, corre, no mires atrás, te van a alcanzar. Mira al cielo, agradece que sigues aquí, mira al cielo, no llores por ellos. No saben cómo te hacen sentir, tú tampoco se lo dices, no saben estarse quietos y tú tampoco, adáptate a su ritmo que ellos no lo harán. No digas nada, lo van a tergiversar y tú vas a reír, reír hasta que rompas a llorar. No compartas información o la usarán, no seas real o sabrán, te darás cuenta, que todo esto no es una simulación, que tú eres pura maldad y mentiras. No eres mala persona, pero nadie te prefiere, no eres mala persona, pero siempre cansas a la gente. Respira muy hondo, esto va a doler, sobrevive un poco más y luego serás feliz. Sigue un poco más que eres la única que merece ganar. Sigue un poco más que eres a la que deberías tener en un altar. Vuelve a respirar, ya no duele tanto la monotonía, que mejor algo monótono que mil años de soledad y mentiras, mentiras por parte de ellos, que yo ya no sé quién soy de tantos papeles interpretados.