TED'S POV

El sol caía en los jardines de Hogwarts. Mi último año estaba llegando a su fin. Apoyé mi espalda en uno de los robles cercanos al lago. Desde la distancia, veía un grupo de chicas de quinto año. Entre ellas, una especial. Sus labios finos dibujaban una sonrisa. Sus ojos... Sus ojos azules centelleaban bajo la luz del ocaso. Su rubia melena le caía en cascada por su delgada espalda. 

—¡Weasley!— la llamé. Ella se giró hacia mí, haciendo que su cabello volase. 

—¿Y tú qué quieres?—preguntó frunciendo el ceño. Hizo un gesto a sus amigas y vino hacia mí. 

—Esos modales, Weasley. Que las francesitas tenéis que dar buen ejemplo—me burlé. 

Ella se cruzó de brazos y me dirigió una de sus "miradas fulminantes". 

—¡Vaya! Doña señorita TeFulminoConLaMirada ha vuelto. 

—¡Cállate, Ted!—me espetó. 

—¿Y si no qué?—la provoqué. 

—No tengo por qué perder el tiempo con idiotas como tú—me respondió. 

Dio media vuelta sobre sí misma con su habitual elegancia y se dispuso a marcharse. Pero yo la retuve. 

—Así que no tienes valor para enfrentarte a mí...—le comenté. 

Se volvió a girar y vi cómo enrojecía poco a poco de furia. 

—¿Cómo te atreves? 

—Si tú no te atreves tendré que atreverme yo. 

—¿De qué estás hablando?—me preguntó confundida. Siempre la confundo. 

—No lo sé—contesté encogiéndome de hombros. 

—¡Vaya un imbécil!

Detrás de sus palabras, vi la sombra de una sonrisa. 

—Cuida tus palabras, francesita—repliqué. 

—Cuida tú las tuyas. 

Yo me reí a carcajadas. 

—¿De qué te ríes?

—De que no sabes hacer bromas. Eres incapaz de vencer al maestro.

Me encanta hacerla rabiar. 

—Oh, cállate, Ted. 

—Cállame tú. 

Volvió a enrojecer. Pensaba que ya se había hartado de mis tonterías. Pensaba que me iba a dar un bofetón. Pensaba que se alejaría con su dignidad por las nubes. Pensaba que al irse me dejaría aspirando su dulce fragancia y con la mejilla dolorida. Pensaba que después, yo le sonreiría vacilón, mientras soltaba un comentario ingenioso. 

Pero no pasó nada de eso. Me cogió del cuello de mi camisa y puso sus labios sobre los míos. Al principio, no hice nada. Noté cómo el calor se subía a mis mejillas y me sonrojaba. Pero después, le continué el beso a la vez que le rodeaba la cintura con mis brazos. 

Perdí completamente la noción del tiempo. No sé si pasaron segundos, minutos, horas o años. Pero podía quedarme así eternamente. Pero, por desgracia, tuvo que terminar. 

Victoire me apartó suavemente, lo justo para poder mirarme a los ojos, pero para que le siguiera abrazando. 

De repente, empezó a carcajearse. 

—¿Qué pasa?

—Tu...tu...p-pe-lo... Es a-azul y amari-llo y rojo y m-morado y muy rosa y...—fue todo lo que logró decir. 

—¿Eso te parece gracioso?— le dije acercándome peligrosamente a ella, sin llegar a juntar nuestro labios. Pude ver la impaciencia en su mirada. 

Entonces empecé a cambiar mi nariz, mi boca, mis ojos. Toda mi cara, provocando mayores carcajadas en ella. Podría quedarme décadas contemplando su risa. 

Mis pensamientos vagaron a través del tiempo. Mi relación con Victoire siempre había sido así. Nos gritábamos, nos peleábamos, nos insultábamos. Pero también nos reíamos, charlábamos, pasábamos el rato juntos. 

—Edward Remus Lupin—dijo. No sé en qué momento había dejado de reír, ni cuándo la había soltado. 

—Victoire Weasley—contesté yo. Ella me miró a los ojos muy seria.

—Te amo.

—Te amo—respondí. 

Ella sonrió. Me acarició la mejilla y me volvió a besar. 

Todos los sentimientos reprimidos desde que apenas éramos unos críos al fin salían a la luz, y eran correspondidos. 

***

Hola! Espero que os haya gustado el One-Shot. 

¿Os gustaría que hiciese una historia de Victoire y Teddy?