George paseaba tranquilamente por los valles cercanos a los terrenos de "La Madriguera". Recordó todas las veces que había estado allí con su gemelo, planeando su siguiente broma, su siguiente producto... 

Suspiró. Fred jamás regresaría. Por mucho que le doliera aceptarlo, era así. "No, Fred sigue aquí", se decía muchas veces; pero sólo hacía más doloroso el momento de regresar a la dura y cruel realidad. Lo único que quería George era un último día con su gemelo. Sólo un día más. 

George contempló su reflejo en la charca. Veía borroso. No podía ser. Había dos reflejos. Y uno de ellos tenía las dos orejas. Volteó y vio a Fred. 

—¿A qué viene esa cara, Georgie?—bromeó Fred como si nada hubiera pasado. 

—Freddie, ¡eres tú!

—No, tú y yo somos los vecinos de en frente, ¿recuerdas?

George rió con lágrimas en los ojos y abrazó a su hermano y mejor amigo. Fred le devolvió el abrazo. 

—¡Fred! Pensé que jamás volvería a verte...—sollozó el pelirrojo sin oreja. 

—Georgie, siempre estaré contigo. Jamás de abandonaré del todo. Jamás me he ido del todo. Siempre he estado aquí...

El semblante de Fred era serio, por una vez en su vida. Pronto recuperó su vacilona sonrisa y añadió: 

—¿No querías pasar un día con tu hermano? Venga, vamos. 

George sonrió y guió a su hermano a Sortilegios Weasley. En la tienda se respiraba un ambiente feliz, por una vez en mucho tiempo. Aquella tarde salieron temprano y rememoraron sus mejores momentos. Las risas no faltaron en esas horas de alegría. 

—¿Te quedarás siempre?—preguntó George cuando estaba anocheciendo. 

—Claro—respondió su hermano con una sonrisa triste. 

***

Al despertar, George se encontraba en su cama. No había nadie más en la habitación. Todo había sido un sueño. Otro de muchos. No pasaba ni un solo día en el que no pensara en su hermano. Pero Fred no querría que su gemelo se pasara los días viviendo en la amargura. Además, si él, el más bromista de los Weasley, se hundía toda la familia se hundiría con él. 

Respiró hondo y salió de la habitación para prepararse para un nuevo día. 

Sin embargo, en una esquina de la habitación, otro pelirrojo idéntico a él había estado observando. O lo que quedaba de él. Su hermano no podía verle, pero él estaba ahí, y eso era lo importante. 

—Prometo quedarme hasta el final, cuando ambos podamos irnos...—susurró, a pesar de que ni aunque gritara podrían escucharle. 

***

¡Felicidades, Gred y Feorge! Alguien me pidió un One-Shot de los gemelos, y ¿qué mejor momento que su cumpleaños? 1 de abril, día de los inocentes para los muggles, el cumpleaños de nuestros pelirrojos favoritos para los potterheads. 

Pregunta: próximo One-Shot de Hinny/Hanny; de Romione; o de Nuna. Votad en los comentarios, del que más salga haré One-Shot.