Aquí estoy yo, sentado en uno de los bancos del patio,actualmente voy a primero de bachiller, y lo encuentro una gran mierda, hablemos claro. Hace 10 años vivía en Corea, y vine a españa por petición de mi madre, puesto que ella es Española, pero mi padre es coreano, y mis rasgos no son los que pide todo el mundo en este pueblo. O quizás en este mundo.
Ni mi cara, ni mi forma de pensar es igual a lo común.
Mientras recapacito todo esto, me doy cuenta de que alguien se ha sentado a mi lado y al girarme...
En mi vida había sentido lo que aquel chico me había echo sentir en tan poco tiempo, su olor, su pelo moreno y tirado hacia delante, sus manos, su cuello, su boca...todo era perfecto...¿De dónde narices habían sacado a aquel chaval? No recordaba haberle visto en el instituto.
-Perdona, ¿Tienes hora?
-Em..Em...-estúpidas palabras ¿Queréis salir?- Sí, sí, son las 10:30.
-Muchas gracias. ¿Por qué estás tan apartado?
-Yo...no se, no es que me desagrade la soledad.
-Jajaja ¿Cúal es tu nombre?
-Mi nombre...es Taehyung, pero puedes llamarme Tae que te va a resultar más sencillo.-Esa frase salía de mi boca cada vez que pronunciaba mi nombre.- ¿Y el tuyo?
-Mi nombre es Pablo, encantado de conocerte.
Sin previo aviso agarró mi mano, y la estrechó haciendo que mis mejillas cogieran un tono rojizo.
-Lo mismo digo Pablo.
-¿Quieres sentarte conmigo dsurante las clases? Esque soy nuevo en este pueblo, y no conozco mucho a nadie...
-Ya somos dos...pero estaré encantado de ir contigo.
La sirena sonó, lo que significaba que era la hora de ir a la puñetera clase de sociales, jodiendo ya desde buena mañana. Al llegar nos encontramos con que la profesora ya estaba dentro, esperando a sus alumnos. A veces tengo la ligera impresión de que está pegada a la silla, pero cuando se levanta a traición para comprobar mis deberes, se me quitan todas las dudas. La gran profesora, nótase el sarcasmo, me tiene una manía que no puede con ella, y todo porque soy asiático.
Cuando entramos en clase, nos sentamos en última fila, a petición mía, ya que las ganas de verle la cara a la estúpida profesora eran mínimas. Pero estaba tranquilo, porque de eso ya se encargaba ella, ya que estoy seguro de que se pensaba levantar para buscar algún fallo en mi libreta.
Y decirme eso de...
-¡Kim Taejiuni!- Ole por ella, esta vez se había lucido.- ¿Tienes hechos los deberes?
-¿Quieres que te sorprenda o vas a venir a verlo, y así no gasto saliva?
-Guarda tus chulerías para después y traeme tu libreta.
-De acuerdo.
Una vez comprobados mis deberes, y convetido lo escrito en azul en mi libreta por un rojo bien brillante, volví a mi sitio, dispuesto a mostrarle mi odio hacia la profesora a Pablo. Éste arreglaba su pelo con su mano y miraba hacia la ventana con la vista perdida. Mi llegada lo despertó de su trance.
-La odio.
-jajaja creo que lo he notado...
-No te llegas a imaginar lo que la odio. ¡Taejiuni! ¿Tú te crees eso? Ha pasado de Caejun a Taujiuni. Esto ya es increíble...Odio mi nombre.
-Pues a mi me parece que es perfecto.
Tengo que reconocer que sus palabras me impresionaron. Nunca nadie había dicho eso de mi nombre. Aquel chico era demasiado estupendo.
La clase pasó rápida entre risas con Pablo, ahora que por fin tenía a alguien con quien sentarme volvía a disfrutar de las clases. Después de todo el día juntos nos dimos nuestros teléfonos y prometimos hablarnos en cuanto llegáramos a casa.
Era increíble como había cambiado mi día. De empezar por tener que escuchar las riñas de mis padres, a acabar haciendo un amigo. Solo me quedaba por hacer lo que más amaba en este mundo y era...
Llamar por Skipe a mi mejor amigo. Mi gran amigo Jungkook.