Guillermo llegaba tarde a su trabajo por primera vez. Sin más pretexto que haberse quedado dormido, pensaba en una buena excusa para decirle a su jefe mientras subía en el ascensor hasta el séptimo piso. 

—¡Por fin llegas! —exclamó Camila, su compañera de trabajo y una de las pocas personas en la oficina con quienes tenía una amistad—. ¿Por qué llegas tan tarde? ¡El doctor Alfredo está furioso! ¡Creo que va a despedirte!

—¡Joder, eso sí es de gangsters! Voy a ir a hablar con él...

—Sí, pero por favor, habla como una persona normal... —le suplicó Camila.

—"Otsea, reatziona", yo siempre hablo como una persona normal.

—Eh... No es por sorprenderte ni nada ¡pero siempre estás usando frases de memes! No creo que el doctor Alfredo te vaya a entender mucho, ese ni redes sociales tiene...

—OMG, me vas a hacer "cry in Godinez". No te preocupes, trataré de controlarme.

Camila rodó sus ojos y muy en el fondo rogó para que su amigo controlara esa tonta manía de usar frases de memes para hablar. 

Mientras, Guillermo tomó aire y dejó su maletín en su escritorio. Se aseguró de estar bien peinado y presentado y se dirigió a la oficina de Alfredo López, su jefe. Al caminar por el pasillo, se acomodó nervioso su cabello, cuando tropezó con Liliana, la secretaria de su jefe quien venía cargando un montón de papeles y no vio el inminente accidente.

—¡Estúpida, mi pelo, idiota! —le gritó a una ofendida Liliana que no contestó nada pero lo miró con rabia.

Después de terminar de acomodarse, entró a la oficina de su jefe tocando tímidamente.

—"Ola, ¿ke ase, trabajando o ke ase?" —preguntó a Alfredo a modo de saludo, quien lo miró desconcertado ante la ligereza de su empleado.

—Ah, qué bonito. ¡Hasta que al fin se dignó a venir a trabajar! —exclamó el jefe levantando la voz.

—"Afedo, cámate po favo".

—¡Por Dios! ¿Es que ahora también se le olvidó hablar? ¿Por qué llega tan tarde, señor Pérez?

«Aliens... me querían secuestrar unos aliens... Hum, no lo sé Rick, parece falso» pensaba nervioso sin saber qué contestar.

—Embotellamientos. Embotellamientos "everywhere". —Se limitó a contestar para no cometer algún error más grave.

—¿Quiere decir que se quedó atrapado en un embotellamiento? 

—No, no, no, bueno sí —contestó agachando su mirada.

—Bueno, Pérez, por esta vez lo dejaremos pasar, pero por favor, que no se vuelva a repetir. ¿Entendido?

—¡Claro que sí! Me volveré la vieja confiable de la oficina —respondió con orgullo y agradecimiento. Su jefe no pudo evitar soltar una carcajada.

—De acuerdo, Pérez, nunca entiendo lo que dice, pero lo importante es que ya llegó. —En un intento por ser un buen jefe, extendió la mano y se la estrechó—. Ya puede retirarse, Pérez.

—Gracias, y recuerde doctor Alfredo, que usted puede llamarme como me llaman mis amigos...

—¿Memo? —lo interrumpió.

—En realidad, Meme. ¡Hasta la próxima, amigos!