KakaShizu: Trabajadora durmiente.
Era un día espléndido en Konoha pero no para la azabache que parecía un zombi, se consideraba una kunoichi muy fuerte y determinada pero llevar ya cuatro días sin, dormir o comer quebrantaba el equilibrio mental de hasta el más experimentado shinobi.
¿Que había estado haciendo?
Pues su querida y holgazana lady Tsunade había decidido tomarse unas vacaciones sin dejarle más que una nota en la que le pedía hacerse cargo de sus pendientes, lo cual eran unas inmensas e interminables montañas de documentos por aprobar y revisar, todo aquello debía de terminarlo antes del quinto día por lo que exitosamente había cumplido a costa de su salud, sentía que moriría en cualquier momento, tenia sueño, sed y hambre, a veces en serio cuestionaba su vida, era soltera, un poco antisocial y adicta al trabajo, eso era algo bueno debido que de esa manera no tenía muchas distracciones y podía ser más eficiente, si era mejor mentirse a sí misma que enfrentar la dolorosa verdad, miró la calle en la que transitaba la gente, unos sonreían felizmente y otros la miraba como si fuese un bicho raro, la verdad es que no todos los días veías a una mujer joven completamente despeinada, semi zombi, pálida y con visibles ojeras al más puro estilo mapache caminando por ahí, bostezó como si su vida dependiese de ello y se dirigió a ramen Ichiraku.
Saludó y ordenó un tazón de ramen gigante, si, tampoco había comido esos cuatro días de arduo trabajo, por lo que se olvidó de sus modales y comió a tal velocidad que su cara quedó completamente manchada con restos de sopa, ni Tonton era tan cerdo para comer.
Rió de solo pensarlo, se limpió el rostro y se desplomó sobre la mesa golpeándose la frente, pero eso le tenía sin cuidado lo único que deseaba era dormir y despertar de la pesadilla de su vida.
El panorama era completamente distinto para Kakashi Hatake, el cual con su aura apasible e inmutable hacía acto de presencia en el local, no se encontraba solo puesto que Iruka Umino y Asuma Sarutobi lo acompañaban, saludó como era de costumbre cada vez que venía y grande fue su sorpresa al encontrarlo completamente desierto, el local era pequeño pero eso no qiería decir que no tubiera clientela regular, no había nadie mas que una mujer que parecia estar ebria.
Iruka: ¿Pero que pasó aquí?
Preguntó el peli castaño al dueño que se limitó a negar con la cabeza.
Asuma: Creo que es Shizune...
Concluyó acercándose para moverla y despertarla.
Asuma: Hey despierta...
Intentó pero lo único que obtuvo fue que esta lo mirara, sonriera tontamente y dijera:
Shizune: La comadreja miente y jamás se convertirá en Hokage.
Y volvió a dormir.
Iruka: Ahora que lo pienso hace más de tres días que no la veo.
Asuma: Es porque Lady Tsunade se tomó unas vacaciones.
Dijo tomándolaentre sus brazos.
Asuma: De seguro le pidió hacerse cargo de sus deberes y así es como termina.
Se dispuso a salir con la azabache que se abrazó a su cuello sonriendo tontamente.
Shizune: Eres muy adorable, vamos a mi casa.
Dijo a lo que Asuma negó algo impacientado.
Asuma: Voy a dejarla a su casa regreso luego...
Iruka: Te acompaño, Kakashi si quieres te quedas y esperas aquí.
Dijo sonriendo.
Kakashi: De que serviría quedarme solo, vámos.
Respondió sin inmutarse, y así lo hicieron, ganándose la mirada sospechosa de todos los transeúntes, tres hombre con una mujer completamente dormida en brazos.
Iruka: Me siento extraño...
Asuma: Cállate, sólo espero que Kurenai no me vea.
- ¿Que significa esto?
Preguntó una voz femenina a sus espaldas, volteó encontrándose a la bella kunoichi de cabellos azabache y mirada carmesí que sonreía divertida.
Asuma: Encontramos a Shizune durmiendo en Ramen Ichiraku, Tsunade se dió vacaciones y le dejó todo su trabajo.
Explicó a lo que la joven mujer frunció el ceño.
Kurenai: Pobre...
Acarició su cabello a lo que la ojos onix la miró y le giñó con coquetería.
Shizune: Hola guapa, vamos a mi casa...
Y volvió a dormirse dejando a la kunoichi completamente sonrojada.
Iruka: Voy a ignorar eso...
Rió a lo que el peli azul se la entregó con cara de poker.
Asuma: Eso si que no, Kurenai es mía, consíguete la tuya.
Dijo tomando a su sonrojada novia saliendo de allí dejando a Iruka con la responsabilidad.
Iruka: Rayos...
Ambos continuaron caminando y la joven azabache siguió desvariando estupideces, no sabían que hacer más que no responderle nada, de lo contrario hablaría más estupideces.
Iruka: Ya falta poco, si atravesamos este parque llegamos al edificio-
- ¿Que haces con esa mujer?
Un escalofrío recorrió la espina dorsal del peli castaño, hace unos meses que tenía una relación con Anko, la cual había demostrado ser un poco celosa, lo que lo había metido en más de un problema, como ahora.
Iruka: Anko, bueno, la verdad es un poco gracioso.
La peli morada se dió media vuelta y se fue.
Iruka: Kakashi por favor es una emergencia.
Una vez dicho esto le entregó a la azabache y salió corriendo tras su furiosa novia, el peli plata suspiró y procedió a sentarse en una banca dejando a la joven mujer sobre ella, se levantó dirigiéndose hasta la fuente en donde mojó un pañuelo y se dispuso a limpiarle la cara en donde aun tenía restos de ramen, al sentir el agua fría en su rostro despertó momentaneamente.
Shizune: ¿Donde estoy?
Preguntó reincorporádose.
Kakashi: En un parque, Asuma e Iruka te trajeron luego de que te quedaras dormida en el puesto de ramen.
Resumió entregándole otro pañuelo.
Shizune: ¿Y donde están ellos?
Kakashi: Se fueron por diferentes razones.
Respondió a lo que la azabache se levantó estirando sus articulaciones.
Shizune: Bien, lamento las molestias, puedes irte si quieres, mi casa está cerca así que-
Al voltearse el peli plata enmascarado ya no estaba.
Shizune: Oh ya se fue...
Volvió a sentarse y se quedó mirando el cielo, las nubes se desplazaban al compás del viento, debía venir a este parque a menudo, otro día sería, se levanto dispuesta a ir a casa, una vez que pudo dislumbrar su edificio sintió ganas de llorar de emoción, como anhelaba su cama y su mullida almohada, beber una rica taza de té y luego dormir cómodamente.
No le importó que todos se le quedaran viendo extraño, corrió a gran velocidad con una sonrisa en el rostro, jamás se había sentido tan libre, una vez que llegó a su casa, se duchó y cambió sus prendas por una más cómodas, se lanzó a su cama y se durmió sin problemas, mientras tanto un peli plata permanecía sentado en la banca del parque con dos porciones de takoyakis, al parecer la azabache se había ido, debió de avisarle que iría y volvería en seguida, miraba el cielo algo perdido, era un día hermoso que iba a compartir con sus amigos, pero ellos dos se fueron con sus respectivas novias, soltó un pesado suspiro.
¿Porque el no podía tener una novia?
Ese fue su pensamiento para luego estirarse sobre la banca mirando el cielo azul.
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