Los últimos rayos de sol de la tarde atravesaban el cristal de la ventana molestando la merecida siesta de la azabache de ojos onix que tiró de las cobijas con la intención de volver a dormir, pero cuando estaba en la frontera del sueño pudo oír el sonido del timbre de su departamento, soltó un sonoro y hastiado suspiró, y hecha una furia se dirigió hasta quien sea que le haya interrumpido su merecido descanso.

Shizune: ¿Que nadie conoce el significado de descanso después de unos largos 4 días de trabajo?

Soltó tallandose los ojos, por la mirilla pudo distinguir al jounin de cabello plateado con esa mirada de continuo desinterés, eso le había tomado por sorpresa, ¿que hacía Kakashi Hatake en la puerta de su casa?.

Observó el reloj de la de estar, las respectivas manecilla indicaban las 05:45 PM, había dormido todo el día, bueno, no podía dejarlo ahí parado frente a la puerta, intentó, en cierto modo, arreglar su mata de cabellos azabache, cuyas puntas apuntaban en todas direcciones, se había duchado y secado tan rápido que no reparó en como luciría luego, ¿que más daba?, estaba en su casa después de todo, se acomodó la bata y abrió la puerta, el peli plata levantó la mano y sonrió como siempre.

Kakashi: Hola...

Ella hizo una leve inclinación.

Shizune: Kakashi-san...

Un minuto, un minuto se quedaron ambos sin decir nada, esperando a que el otro dijiese algo, pero no pasó nada, por lo menos hasta que la incomodidad fue suficiente para Shizune.

Shizune: Ah, pasa, disculpa es que estoy un poco dormida todavía.

Se justificó riendo incomodidad, es que ella jamás había sostenido una conversación con el ninja que copia, era algo extraño, porque no conocía con exactitud el rostro que se escondía tras esa máscara, en el sentido de que no sabia como o que tipo de conversación podría tener con alguien como él.

Kakashi: Gracias, y disculpa la intromisión.

Dijo adentrándose en la estancia sentándose en un pequeño sofá a lo que la azabache se escusó llendo a la cocina por algo de té, mientras que el Hatake miraba el techo de la sala con cierto desconcierto, y escondía que en su cabecita loca sólo rondaba un solo pensamiento.

"¿Que demonios estoy haciendo aquí...? "

Tal vez se había perdido por el camino de la vida, como tantas veces antes le había dicho a los integrantes de su equipo, en modo de escusa por sus constantes retrasos, pero esta vez era diferente, porque si se había perdido por el camino de la vida, una sola pregunta había desencadenado una serie de conclusiones absurdas, según él, pero muy a su pensar, siendo conclusiones absurdas o no, todo eso le había llevado a terminar frente a la puerta de la joven mujer asistente de la Gondaime Hokage, la callada, locuas y leal Shizune Kato, y es que no hace mucho la pobre asistente había dejado en claro su problema con la obsesión por su trabajo, y es que había hecho un pequeña investigación en la que había descubierto que la joven había permanecido cuatro días seguidos sin comer ni dormir realizando el papeleo que la rubia Hokage había dejado en su huida a una presuntas vacaciones.

Suspiró, rascándose la nuca con algo de incomodidad, ¿que se supone que debía hacer ahora?, traía consigo una pequeña bolsa de papel que contenía unos takoyakis, como la azabache se había ido antes de que el volviera, decidió traer unos para compartir.

Shizune: Disculpa la demora, el agua estaba fría....

Sonrió situándo la bandeja sobre la mesita de centro.

Kakashi: Traje esto para ti, lamento haberte dejado sola en el parque, fui a uno de los puestos y cuando regrese ya no estabas, debí decirte que volvería en seguida, lo siento.

Sonrió a lo que la azabache imitó su acción.

Shizune: Oh, muchas gracias, y no se preocupe, no hace falta que se disculpe.

Al cabo de unos minutos volvió con un plato con takoyakis mientras que el peli plata se tomaba su té con suma tranquilizad, la joven se sentó frente a él y degustó el aperitivo en silencio, fueron los siete minutos mas largos para ambos, porque ninguno pronunció palabra alguna.

"¿Que se supone que haga ahora?..."

Pensaron ambos respectivamente.

Kakashi/Shizune: ¿Como has estado últimamente?

Preguntaron ambos al unísono.

" Rayos..."

Pensó Kakashi sonriendo con incomodidad.

" ¿Porque es tan incómodo? "

Se cuestionó secretamente Shizune sonriendo de igual manera, ambos esperaron unos segundos a que el otro contestase.

Kakashi/Shizune: Bien, gracias por preguntar.

Otra vez, ambos se quedaron mirando la bandeja en la mesita de centro por minuto y medio aproximadamente, hasta que se pudo oír el sonido de la pequeña Tonton corriendo hacia Shizune.

Shizune: ¿Tonton, ya despertaste?

Preguntó a lo que la cerdita se quedó viendo a la inusual visita que sonrió como siempre.

Kakashi: Hola...

Shizune: Voy, voy a darle de comer, disculpe.

Se levantó haciendo una leve inclinación a lo que el peli plata asintió.

Kakashi: Adelante, no te preocupes.

Se quedó ahí sentado escuchando el traqueteo de la cocina, soltó un pesado suspiro, liberando el aire contenido, ¿porque era tan difícil para él hablar con una mujer?,

Definitivamente se podía comparar con la presión de una misión de rango S, suspiró una vez más levantándose de su lugar explorando la sala, era realmente acogedora, ni muy ostentosa ni muy descuidada, estaba perfectamente limpio, cada mueble, cada marco de fotografía, cada centímetro de la estancia se veía perfecto, el también era muy preocupado a la hora de la limpieza, aunque no lo crean, se paseó mirando las fotos sobre los muebles, en ellas estaba la azabache sonriendo en más de una ocasión, con sus compañeros equipo de su generación, otra junto a la rubia Tsunade en la oficina, entre otras.

Se detuvo a ver cada una de las expresiones de la joven mujer, en todas aparecía sonriendo ampliamente, se molestó.

¿Porque él no podía sonreír de la misma manera?

Continuó observando sus ojos oscuros que denotaban felicidad y serenidad.

¿Porque el no podía sentirse así de tranquilo?

Dejó el marco de fotografía en su lugar, sintiendo su eterno pesar, se sorprendió al encontrar a la joven viéndolo desde el marco de la puerta con seriedad, podría jurar que vió un atisbo de frialdad.

Kakashi: Creo que me iré, muchas gracias por todo y lamento haber interrumpido tu merecido descanso.

Sonrió, pero la chica no sonrió en respuesta, solo se le quedó viendo, como si quisiera analizarlo, otra incomodidad más.

Shizune: ¿Kakashi-san, se siente bien?

Preguntó preocupada, esa mirada parecía distinta, no era el Kakashi se siempre, se veía pálido, y sus ojos denotaban una muy leve angustia.

Kakashi: Si, con permiso.

Dijo a lo que la azabache lo acompañó hasta la puerta.

Kakashi: Una vez más gracias, y disculpa la intromisión.

Antes de que se fuera la joven azabache lo detuvo.

Shizune: Kakashi-san, se que no existe la confianza suficiente entre usted y yo, por lo que no quiero sonar entrometida, pero si necesita algo, lo que sea, hasta conversar con alguien, puede contar conmigo.

Trató de animarlo con un leve sonrisa que dejó al peli plata algo sorprendido, y es que solo eso basto para calmar su tormenta en cierto modo, el nunca pediría ayuda, eso estaba claro, su dolor era suyo y de nadie más, no era de cargar sus problemas a otros, pero a veces es misma forma de pensar es la que muchas veces nos lastima sin que no demos cuenta, estamos tan concentrados ocultando nuestros sentimientos que los mismos recuerdos del pasado no apuñalan a cada minuto, a cada segundo.

Kakashi: Gracias Shizune, pero estoy bien.

Y dicho esto desapareció sin decir algo más, la azabache volteó cerrando la puerta mirando la estancia en silencio.

"¿Porque la gente siempre es así?"

Pensó con frustración soltando un cansado suspiro para luego volver a su habitación.

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Sus pasos no eran ni muy rápidos ni muy lentos, su mirada estaba puesta en la nada, casi como siempre, solo que estaba vez se sentía por los suelos, no sólo por sus insensantes recuerdos y reproches, si no porque había estado a punto de hacer algo terrible, algo tan deshonrroso.

Se sentía un total imbécil.

¿Que había pasado?

Pues todo había comenzado con solo una pregunta.

¿Porque el no podía tener una novia?

Siempre había considerado las relaciones como algo inesesario, y su opinión seguía en pie, después de ver a Asuma e Iruka, el andar tras una mujer loca o soportar los celos, era algo que no iba con él, ni mucho menos el romanticismo, era demasiado empalagoso.

Y no podía creer que había siquiera pensado en usar al una mujer para deshacer sus frustraciones, porque eso era lo que había pensado, después de todo no era la primera vez que usaba a alguien para sentirse bien, y lo que es peor, había pensado en Shizune, ella era una mujer hermosa, ni muy ostentosa ni muy descuidada, era un punto medio, ¿que más daba?, ambos eran adultos así que habría ese entendimiento mutuo, pero una vez que fue a su casa, la vió a los ojos, vió sus fotos y vio esa sonrisa, se sintió una completa basura, por un momento no fue él mismo, y no creía que había llegado a ese lamentable punto.

" Kakashi-san, se que no existe la confianza suficiente entre usted y yo, por lo que no quiero sonar entrometida, pero si necesita algo, lo que sea, hasta conversar con alguien, puede contar conmigo..."

No, él no merecía nada de eso, no merecía la ayuda de una persona como Shizune, ella era leal, sensata, franca y bondadosa, algo que él no, sonrió de solo sentir ese sentimiento oscuro, le tenía envidia, ¿porque no podía ser como ella?, sonreír y trasmitir esa paz y tranquilidad que tanto le hacía falta, ¿que no era suficiente todo lo que había vivido?, si es que a eso se le podía llamar vida, bueno, al menos no estaba completamente solo, tenía a sus alumnos, esos que cada día le demostraban que podía ser una mejor persona, Gai, que nunca le dió la espalda, ese que sonreía ante un nuevo desafío para definir quien es el mejor de los dos sabiendo aún así el resultado, Asuma, Iruka, envió sus lúgubres pensamientos a lo más profundo de su mente, con la intención de que no le volvieran a sorprender volando bajo, debía seguir adelante, seguir luchando consigo mismo si era necesario, pero debía continuar de pie, por aquellos que ya no estaban y por él mismo.

Llegó a su casa, pero antes de abrir la puerta soltó un largo suspiro al mismo tiempo que escuchó unos pasos tras de sí, volteó encontrándose a Asuma e Iruka que sonreían con unas botellas de licor en sus manos.

Asuma: Espero que no se te haya pasado las ganas de beber.

Sonrió soltando el humo de su cigarrillo.

Iruka: ¿Y que dices?

Imitó su acción a lo que el peli plata abrió la puerta con una leve sonrisa.

Iruka: ¡¿Que ibas a hacer que cosa?!

Exclamó escandalizado.

Kakashi: Lo sé, caí muy bajo.

Asuma: ¿Pero no hiciste nada, verdad?

Le recriminó mirándolo seriamente.

Kakashi: No, no fui capaz de hacer nada, Shizune no se merece algo como eso.

Respondió mirando la botella de licor con suma atención.

Iruka: Más te vale, o tendrías enfrentarte a la furia de los tres tokubetsu jounin, ellos son muy buenos amigos de Shizune, en especial el "maestro asesino".

Sonrió con las mejillas coloreadas producto del alcohol.

Asuma: Uhm, Raido, Genma e Iwashi, aún siendo tu el gran Kakashi Hatake la tendrías muy difícil contra ellos tres.

Kakashi: Ya te dije que no voy a hacerle nada...

Refutó algo hastiado.

Asuma: Así se habla, Shizune es una chica muy especial, así que si buscas algo pasajero, no te atrevas a tocarla, Kurenai también es muy buena amiga suya y yo también.

El peli plata soltó un pesado suspiro, solo escuchar lo maravillosa que era la asistente de la Hokage, su curiosidad no hacía más que aumentar, tenía muy claro que no debía aprovecharse de alguien como ella, pero, ¿podría al menos ser su amigo?, quería ser animado por esa sonrisa, quería ser iluminado por esa mirada onix, ¿podría al menos conseguir eso?, ¿merecía a alguien como ella en su vida?.

No lo sabía.

¿Porque no puedo ser como Shizune?

Pensó mirando el techo de la estancia con pesadez, se sentía realmente agotado, soltó un pesado suspiro terminando por dormirse al igual que sus acompañantes.

Continuará....

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SEGUNDA PARTE, UN REGALO A yessiCCr

yessCCr

Tendrá una tercera parte.

Otro regalo de mi parte.

Cuidense mucho.