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Que nombre más raro, sí ya sé...

N descansaba plácidamente en su cama, tras haber hecho un ovillo en las cobijas, el dron de tendencias pacifistas se había instalado dentro del pequeño hueco. Todo estaba tan tranquilo, tan relajado que... algo malo iba a pasar, obviamente.

Sintió un pequeño cosquilleo en la jeringa de su cola, la cual colgaba de la cama. Gruñó suavemente, elevando su cola hasta el ovillo y fusionándola con su cuerpo. Pero ni siquiera tuvo más de dos segundos de tranquilidad antes de que ahora tocarán el cable negro, jaloneandolo suavemente.

Un nuevo gruñido salió del dron, quien levantó la cabeza, dispuesto a confrontar a quien lo molestaba.

Apenas abrió los ojos, se encontró con el hocico del animal, sus ojos rojos y el peculiar olor a aceite que le salía de boca. Sin embargo, él no se dejó intimidar por la mascota de V, y con su cola, le dió un golpecito en la cabeza, haciéndolo huir despavorido.

Ahora nada podía molestarlo, ahora solo tenía que... ¿chillar? Ni siquiera él mismo esperó ese sonido, a pesar de que fue el quien lo hizo. Sintió un tiro de en su cola, uno que lo hizo estremecer. Alzó la cabeza de golpe, encontrándose con la sonrisa de V, quien sostenía un vaso de cristal mientras jaloneaba su cola.

—¿Vas a levantarte ya o qué? Llevas todo el día ahí— Dijo a la par que le daba un tragó al vaso.

—Estoy cansado, déjame... y es tu culpa— Respondió, enterrando su cabeza en la cama.

—¿Io? Pero sí yo no te obligué a desvelarte conmigo.

—Si lo hiciste...

—Detalles, detalles— Le dió un tirón a su cola, divertido por como este reaccionaba. —. ¿Entonces si te vas a levantar?

—No... y deja mi cola en paz.

—Aww... pero si a ti te gusta, mi amor.

N jadeó ante sus palabras, en específico por como se refirió a él. Restregó su rostro contra las sábanas, buscando el deshacerse del sonrojo de su visor.

—¿Desde cuándo me dices amor?

—Desde que descubrí que te gusta— Le respondió sonriente, dejando su cola en paz y recostadose junto a él.

—¿Estás tomando gasolina?— Masculló tras reconocer el distinguido olor.

—Un poco, solo mañanero.

—Si vuelves a quemar la casa, está vez si te mató...

—¿Ah, sí?— Respondió retadora. Tomando su cola y tirando de ella con todas sus fuerzas.

N chillo en respuesta, sacando la cabeza del ovillo. Dejando salir a la luz el destacable rubor que adoraba su rostro. El cual solo pudo crecer más ante la ruidosa risa de la contraria, quien no desaprovechó la oportunidad para burlarse un poco más de él.

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Afuera de la casa, Thad y Uzi se movian entre las sombras como unos totales ninjas. ¿La razón? No sé, pregúntele.

—¿Estas segura de que no nos verán?— Le susurró a Uzi.

—Claro que no. De seguro, a esta hora se han de oír aplausos de su casa...

—ª

—No preguntes como lo sé... cómo sea, dame l-

De la nada, de la ventana salió el cuerpo de V todo golpeado y maltrecho, seguido de un zapato que... ¡ellos ni zapatos usan wtf!

—..... Y yo que creí que la dominante era V...— Uzi pensó en voz alta, enfureciendo a V quien se levantó de un salto.

—¡Obviamente yo soy la dominante..! Solo le estoy dando un poco de ventaja...

—Pagame la manutención, V!! (?

Con que así se siente el rechazo......