Cap. 6
Cuando Kea regresó del cielo, trajo muy malas noticias para todos.
-¿Los de abajo? -pregunta Rafa para saber si escuchó bien.
-Sí, Gabriel dijo que ellos están en la tierra por eso los arcángeles bajaran para pelear contra ellos. -afirma Kearrents.
-¿Y qué hace Lean aquí? -pregunta Amelia estando un poco incómoda, Lean está demasiado cerca de ella.
-¡Hey! -Rafa se acerca a ellos y los separa de la misma forma como separa a Kea de ella -¡Espacio entre ustedes! Guarden distancia.
-¿Por qué te pones así? No tienes nada que ver con Lía. -dice Lean enfrentándolo.
-Chicos... -murmura Amelia pero lo le prestan atención.
-Soy su ángel guardián y no me gusta que estés tan cerca de ella. -habla Rafael serio.
-Eh...
-No la voy a lastimar, entiende, no soy un peligro. -niega Leandro furioso.
-No es necesario que peleen...
-¡Tú la lastimaste y la dejaste al borde de la muerte! -exclama Rafael gruñendo.
-Yo...
-Lía. -Kea le hace unas señas a la muchacha para que se acerque a él, ella obedece y cuando están juntos, él dice -Dejemos a los adultos resolver sus problemas tranquilos.
-Estoy de acuerdo. -asiente ella sonriendo.
Ambos dejan el hotel mientras que Rafa y Lean siguen peleando.
-¡¿Por qué te interesa tanto Lía?! -dice Lean serio.
-Soy su protector.
-Ya entiendo... amas Lía ¿Verdad? -supone bajando un poco su tono de voz.
-Claro que sí.
-¡¿Qué?! -Lean sinceramente esperaba una negativa a esta pregunta.
-La amo y juré protegerla hasta antes de que naciera. -dice dándole la espalda a su mejor amigo.
-¿Qué historia es esa?
-¡No te interesa! -Responde agresivamente -Juré protegerla y es todo, no necesitas saber más. -le aclara serio.
En ese momento ambos se dan cuenta de algo -¿Dónde está Lía?
-¡Sí! -exclama Amelia mientras levanta los brazos al aire, su cabello baila con el viento y sus ojos están un poco lloroso -¡Levanta los brazos Kea! -le dice codeándolo.
-No gracias. -contesta él temblando de miedo, ellos están en una montaña rusa y Amelia es muy divertido pero es lo contrario para Kearrents, él se encuentra aferrado a su asiento.
Entre todo ese griterío, la montaña rusa se detiene poco a poco pero hay un problema, se detuvo estando de cabeza.
-¡Ah! -gritan las personas que también se encuentran allí. Es normal porque se encuentran de cabeza a una peligrosa altura de 20 metros o más del suelo.
-Jajaja. -En ese momento ambos escuchan una risa la cual les parece extraña a juzgar por el momento -¿No es divertido? -habla con un tono burlón.
-¡¿Quién eres?! -pregunta Amelia, al parecer ella y Kea son los únicos que pueden oír esa voz.
-Riff. -contesta y vuelve a reír -Pero no necesitan saberlo porque morirán asquerosos humanos. -agrega y la montaña rusa se sacude un poco haciendo que los carritos en donde se encuentran se sacudan bruscamente y que amenace con caer.
-¡No! -grita Amelia al igual que las otras personas quienes también lo sintieron.
-Tranquila. -Murmura Kea tocando su mano -Solo es una ilusión. -en eso, ella abre los ojos y la montaña rusa se encuentra funcionando correctamente hasta llegar al final.
Las barras de seguridad se levantan y las personas bajan temblando, si que se asustaron.
-¿Qué fue lo que pasó? -le pregunta Amelia a Kea, él pasa un brazo por sus hombros y la abraza mientras caminan.
-Riff es un demonio, y lo que viste fue una ilusión. Ellos hacen eso para alimentarse de tus miedos, son muy peligrosos. -le explica mientras comen algodón de azúcar que, para Kea, sabe como las flores.
-¿Pero tú eras el más asustado en la montaña rusa? -cuestiona ella arqueando una ceja.
-Sí... pero pude distinguir una ilusión de la realidad porque estabas junto a mí. -Habla él pensativo -En la ilusión estabas en otro asiento, pero luego toqué tu mano.
-¿En otro asiento? Yo solo sentí que la montaña rusa se sacudía muy fuerte. -dice Amelia frotando su brazo.
-¡Ayuda! -de repente escuchan un grito de terror, ellos corren hasta que ven a una gran multitud rodear la enorme rueda que gira lentamente para ver el hermoso paisaje (así la describe Kea) allí una niña se encuentra colgada de una de las sillas, la misma se desprendió.
-Fueron ellos. -dice el ángel estando serio.
-Sálvala. -le pide Amelia mirándolo a los ojos.
-No puedo, todos me verán. -contesta agachando la mirada.
-¡Ah! -grita la niña al momento de caer, de repente unas chispas salen de las luces y las mismas se iluminan muy fuerte haciendo que las personas cierren sus ojos, Kea puede notar que Gabriel aparece y salva a la niña, dejándola con cuidado en el suelo. Todo lo hizo muy rápido y nadie más puedo verlo.
-¡Mamá! -chilla la pequeña abrazando a su madre.
-¿Qué, qué pasó? -pregunta Amelia confundida.
-Fue Gabriel. -dice sonriendo.
-¿El ángel que vimos antes?
-Sí, él es un Arcángel como Ariel y protege a las personas. -le explica Kearrents mirándola.
-El que me salvó la vida. -murmura ella pensativa.
-Así es. -asiente él.
-Quisiera verlo para agradecerle. -piensa en voz alta la castaña.
-Podemos buscarlo si quieres pero no sé donde está ahora. -Habla Kea frotando su barbilla -Supongo que está por aquí.
-Okey. -acepta sonriendo.
-¡Lía! -exclama Rafael estando detrás de ambos, Kea y Amelia voltean y sonríen nerviosos.
-¿Por qué te fuiste sin decirme nada? Pudo haberte pasado algo, además mira cómo estás vestida, esa falda está muy corta. -dice él refiriéndose a el vestido que lleva puesto, la falda solo está a 5 dedos sobre la rodilla pero Rafa lo exagera mucho.
-Solo damos un paseo. -habla ella agachando la mirada.
-No pasó nada malo. -agrega Kea pero la rabia no desaparece del rostro de Rafael.
-El brazalete estaba brillando, por eso vine lo más rápido que pude aquí. -dice entre dientes apretando con fuerza los puños.
-Todo está bien, chicos. Volvemos al hotel. -propone Amelia entregándole un algodón de azúcar a Rafa haciendo que se tranquilice un poco.
Ellos caminan mientras Kearrents queda confundido intentando procesar lo ocurrido.
-¿Qué bicho le picó? -se pregunta en voz alta.
-No tengo idea. -Lean niega estando a su lado con los brazos cruzados.
-¡Ah! -Kea se asusta y luego se pone serio -No aparezcas así. -dice entre dientes.
-¿Qué le pasó a Rafael? -le pregunta a Kea quien arquea una ceja ante esto.
-¿A qué te refieres? -dice él confundido.
-Rafa es mi mejor amigo y lo conozco muy bien, él no es responsable, no se preocupa por nada y casi siempre está dormido. -le explica contando con sus dedos.
-Creo que hay dos Rafas porque el que yo conozco no es así. -niega Kearrents confundido.
-Se puso así desde que conoció a Lía ¡Hasta me dijo que la ama! -Lean se toma de los cabellos.
-A mí también me lo dijo, pero no intenta nada cuando está con ella, es muy extraño. -dice Kea con tranquilidad mientras comienza a caminar.
-Espera. -Lean llega a su lado -¿No tienes curiosidad por saber por qué le interesa tanto Lía? -pregunta mientras caminan.
-Sí, pero siempre que se lo pregunto Rafa contesta que es su protector y solo eso. -contesta encogiéndose de hombros.
-Yo lo averiguaré, te lo aseguro. -se propone Lean y Kea le desea suerte con eso.
Más adelante, Amelia y Rafa caminan hacia el hotel, hay un incómodo silencio y ella decide romperlo -Lo siento por irme sin avisar.
-Estás perdonada. -responde en un tono cortante, ni siquiera la mira a los ojos.
-Es que tú estabas peleando con Lean y Kea propuso dejarlos solos. -dice ella agachando la mirada. En eso, Rafa detiene su marcha y la mira.
-Perdona, no debí ser tan duro, es que... -Rafa trata de disculparse y se quita su gorra, pasa su mano por el cabello y se la vuelve a colocar.
-Te preocupas por mí. -agrega Amelia sonriendo.
-Sí, es eso. -asiente sonriendo de igual manera.
-Pero... ¿Por qué te importo tanto? Solo nos conocemos hace poco. -pregunta ella confundida.
-Escucha... este no es el momento de decirte la verdad, además debes estar cansada. -murmura mirándola a los ojos.
-Está bien pero cuando sea el momento quiero que me lo digas ¿Sí?
-Te lo prometo.
En alguna parte del bosque...
Dan se encuentra mirando su hoz, esa arma es muy poderosa, da poderes imaginables a su portador pero también es una maldición.
-¿Cómo hiciste para que Zariam se interese en ti? -le pregunta su hermano estando a sus espaldas.
-Preguntale a ella por qué se fijó en mí. -habla sin voltear.
-Quiero escucharlo de ti, pero si no quieres contestar no voy a insistir. -comenta y se cruza de brazos mientras mira a Daniel quien permanece en silencio. Unos minutos después Zed ya no aguanta más y pregunta -¿Qué haces en este lugar? Deberías estar con Zariam.
-No, si permanezco con ella mucho tiempo, todos se alejaran por miedo ¿Entiendes? -le explica Dan volteando -No quiero condenarla a la soledad. -agrega negando y mirando a un lado.
-Tengo una idea. -propone Zed, es una idea para que su hermano éste con Zariam por un día completo sin preocuparse de nada.
-¿Estas de acuerdo? -pregunta mirándolo con una sonrisa.
-Okey. -suspira y asiente.
En el cementerio...
-Hola. -dice Zariam un tanto desanimada, ella vino a visitar la tumba de su madre. No se lo dijo a sus hermanos porque todavía no están preparados para esto y decidió venir sola.
-Las lindas chicas no deberían llorar. -Dice Dan estando a su lado.
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