Cap. 15
En roma...
-El gran coliseo romano. -habla Amelia mientras mira a su alrededor, ellos pudieron entrar para ver mejor cada detalle -Aquí dice que los hombres luchaban en la arena para entretenimiento de los emperadores. -dice mientras lee un libro sobre el coliseo.
-De seguro era divertido. -sonríe Kea.
-Eh... no. No era divertido, lo recuerdo muy bien. -niega Rafael metiéndose en la conversación.
~Flashback~
-¡Aquí está el gladiador invencible, Rafael! -dice el emperador y es cuando Rafa sale de la arena usando una armadura con manchas de sangre sobre ellas, no es que haya asesinado a nadie en sus antiguas peleas, sino que es la sangre de sus enemigos que cae cuando los golpea.
-¡¿Quién tiene las agallas para enfrentarme?! -grita él mientras sostiene un escudo en su brazo izquierdo y una espada en el derecho.
-¡Suelten a los leones! -ordena el emperador.
-¡¿Qué?! -Rafael voltea, ve cómo las jaulas se abren y las fieras salen de allí teniendo muchísima hambre.
-¡Ah! -grita comenzando a correr por toda la arena para intentar escapar.
~Fin flashback~
De regreso en la mansión...
Renata se levantó y comenzó a reorganizar la mansión a su antojo.
-Voy a cambiar estas cortinas horriblemente coloridas por estas. -dice quitando las enormes cortinas de los ventanales, son bonitas que la mismísima Lauren escogió, por unas de color morado fuerte.
-¿Qué estás haciendo? -le dice Lauren al ver que todo está cambiado.
-Mejorando un poco este lugar. -habla arrojando al suelo las cortinas que tanto ama la rubia.
-¡Las estás pisando! -chilla ella tomando la tela y levantándola del suelo, con tan grandes que no puede sostenerlas a todas.
-Después me agradecerás, -habla mientras camina hacia la sala contoneándose.
Lauren mira a su alrededor y ve las cortinas cambiadas, los muebles fuera de lugar, todo está cambiado -¡Ya es suficiente! -exclama y camina hecha una furia detrás de Renata.
La encuentra en la sala colocando un horrible tapiz negro cobre el sillón.
-Deja de cambiar todo, apenas pasaste una noche aquí y ya te comportas como la dueña de la mansión. -dice molesta mientras la mira con el ceño fruncido.
-Yo solo quiero ayudar. -responde haciendo una carita de cachorro, eso no funcionará con Lauren definitivamente.
-¿Ayudar? ¡Nadie pidió tu ayuda!
Ariel baja de las escaleras al escuchar los gritos de Lauren -¿Qué está pasando? -pregunta serio mirando a ambas.
-Solcito, yo solo estaba acomodando unas cuantas cosas y ella comenzó a gritarme. -contesta Renata haciendo un puchero.
-¡¿Solcito?! -Piensa Lauren haciendo una mueca de disgusto.
-¿Por qué siempre la molestas? ¿Por qué no pueden llevarse bien? -dice él regañando a la rubia mientras ella le da la espalda.
-¡Nunca me llevaría bien con ella, prefiero a Zariam! -exclama Lauren molesta sin mirarlo.
-Solcito ¿Podemos dar un paseo? Lauren necesita tiempo a solas. -habla la otra sonriéndole a Ariel. Él acepta y sale de la mansión con Renata.
-¡Ah! -grita Lauren intentando liberar toda la rabia que tiene acumulada.
Zariam despierta por todos los gritos y se estira en su cama mientras bosteza. Se coloca unos jeans negros y rotos, una blusa con mangas largas gris y negra que tiene capucha y luego baja a la sala encontrándose con una enfurecida y desalineada Lauren.
La rubia se encuentra desgarrando con todo su odio un osito de peluche en donde colocó una foto de Ariel.
-Ahora puedo tachar "ir a un manicomio" de mi lista de deseos. -Habla la castaña rascándose la cabeza -¿Por qué la mansión se ve tan dark? -le pregunta a Lauren mientras mira a su alrededor. Las cortinas oscuras y todo lo negro hacen que la casa tenga un aspecto tétrico.
-¡Fue esa zorra de Renata! -exclama poniéndose de pie y arrojando el osito todo roto y maltratado -Adivina que más hizo.
-Bueno...
-¡Llamó a Ariel "Solcito" en mi cara! -chilla fingiendo la voz de Renata cuando dice "Solcito"
-Wau... ¿Lauren se dejará vencer por esa zorra? -dice Zariam con mucha tranquilidad mientras se sienta en el sillón.
-¡Claro que no! ¡Voy a darle batalla!
-Okey. -roda los ojos.
-Necesito su ayuda Zariam ¡Por favor ayúdame! -suplica arrodillándose en frente de la castaña.
-Te escucho. -murmura la castaña entrecerrando los ojos.
-Primero dejaremos la mansión cómo estaba y necesito a una experta en destrucción, tú. -die animada mente con una sonrisa maliciosa.
-Ariel se molestará muchísimo... -murmura pensativa -Okey, yo me encargo de destrozar lo que esa zorra hizo. -acepta Zariam sonriendo, porque le encanta destruir cosas y molestar a el ángel.
Lauren se hizo a un lado dejando que Zariam haga su trabajo, primero arranca las cortinas mientras anda en su skate, quita a patadas y rompe los horribles adornos que Renata colocó, toma una espada de la armería y comienza a cortar las cortinas sobrantes de un solo tajo. Coloca el arma en su lugar y sonríe estando satisfecha con su trabajo.
-Hecho. -dice la castaña llegando al lado de Lauren, quien quedó impresionada por la rapidez en que Zariam destruyó todo.
-¡Gracias eres la mejor! -dice la rubia pegando saltitos y luego abraza a Zariam.
-¡Hey! -La aparta rápidamente -No invadas mi espacio personal ¿Okey?
-Okey. -asiente mordiéndose el labio por la emoción.
En ese momento escuchan un fuerte ruido en la cocina, el metal cayendo sobre el piso -¿Y eso? -ambas se dirigen a allí y encuentran a Eithan revisando el refrigerador, él tira las cosa que están allí, como postres, cereales y otras comidas.
-Basta Eithan. -lo detiene Lauren tocando su hombro.
El morocho la mira serio por un momento pero luego se relaja, saca el libro que ella le entregó anteriormente y escribe "Lo siento, tengo mucha hambre"
-Tranquilo ¿Qué te gustaría comer? -pregunta ella sonriendo.
Eithan toma una pequeña fuente de vidrio que está repleta de helado y la mira con atención, decide tirarla al final pero antes de que toque el suelo, Zariam rescata el helado con desesperación.
-Nunca vuelvas a arrojar helado ante mi presencia. -habla ella mirando a Eithan con el ceño fruncido.
-Tal vez come cosas raras. -piensa Lauren en voz alta, entonces toma una flores del centro de mesa y se las entrega a el muchacho.
Él las huele y acaricia sus pétalos pero solo toma uno de ellos y se lo come, luego comienza a toser.
"Son muy bonita pero saben terrible"
-Dan come manzanas. -habla Zariam arrojándole una a Lauren y ella se la entrega.
"¿Quién es Dan?"
-No te gustaría conocerlo, nunca debes llamarlo. Ten. -dice la rubia y le entrega la manzana.
"No me gusta cómo se ve eso, es rojo... como la sangre" Niega sin querer probar la fruta.
-Entonces no tienes hambre. -Zariam habla con la boca llena mientras come el helado que rescató, Eithan se acerca a ella rápidamente y la ve comer.
-¡Ni un paso más! Es MI helado. -habla ella poniendo su mano en el pecho para detenerlo.
Él rápidamente escribe en el cuaderno y se lo muestra a la castaña "¿A qué sabe? ¿Rico?"
-Muy delicioso. -Responde sonriendo.
-Zariam... ¿No te enseñaron a compartir? -Lauren la mira sonriendo y ella roda los ojos.
-Okey, todo tuyo Eithan. -Zariam le entrega el helado al muchacho y él lo prueba despacio.
Entonces sonríe y continúa comiendo.
-Ja, un ángel que solo come helado. -Murmura la castaña arqueando una ceja -Me cae bien.
En ese momento, el silencio de la casa es roto por muchos gritos de disgustos por parte de Renata y luego se escucha a Ariel -¡Lauren! -se oye extremadamente furioso.
-Está molesto. -susurra Zariam fingiendo tener miedo.
-No me importa. -Lauren camina a paso decidido hacia la sala para enfrentar a Ariel pero Eithan la toma del brazo, ella se gira a mirarlo y se ve preocupado.
"No quiero que te lastimen" le enseña una nota y ella sonríe.
-Estaré bien. -lo tranquiliza y se dirige a la sala sin darse cuenta de que Eithan la está siguiendo.
Lo primero que ve es a Renata llorando y a Ariel rodeándola con sus brazos.
-¡¿Tú lo hiciste?! -pregunta con severidad al verla.
-Claro que no Ariel. -niega Lauren estando seria.
-¡Siempre mientes! Arruinaste todo su trabajo.
-¡¿Por qué la defiendes tanto?! Apenas la conoces. -reprocha la rubia enfrentándolo.
Zariam permanece observando todo desde la cocina mientras se asoma un poco por la puerta.
-Wau... esto está interesante. -Habla Daniel estando a su lado y luego muerde una manzana después de darle un beso a Zariam -¿Quién es ella? -pregunta curioso.
-Ah, ella es Renata, está pegada a Ariel como si fuera una garrapata. -contesta seria.
-¿Y él? -se refiere al muchacho que se encuentra recostado por la pared mientras observa la discusión. Al parecer, Ariel ni Renata se dieron cuenta de su presencia.
-Es Eithan, creo que es un ángel también. -responde encogiéndose de hombros.
-No puedes hacerle esto a Renata, ella no te ha hecho nada. -habla Ariel continuando con la discusión.
-¿Nada? Viene a MI casa, cambia MIS cosas e intenta robarme a... mi ángel. -murmura lo ultimo mientras mira a un lado.
-¿Solo por eso me haces daño? ¿Por celos? -interrumpe la otra rubia teniendo sus ojos llorosos.
-¡Cállate zorra! -exclama Lauren.
-¡Te dije que no la llames así! -En ese momento, Ariel intenta tomar el brazo de la muchacha pero Eithan lo detiene aferrándose a su brazo.
-¿Qué? -El rubio lo mira sorprendido y luego frunce el ceño -¡Suéltame! -le ordena.
-Intentó lastimar a Lauren. -murmura Zariam sorprendida ante eso.
De repente, el brazalete que tiene el ángel en su brazo comienza a brillar intensamente de un color rojo, abandona a Ariel para quedar justo en el brazo de Eithan.
El morocho mira su brazo sorprendido y cae al suelo inconsciente, por otro lado, Ariel cae arrodillado al piso y sus alas aparecen, las mismas ya no tiene esa blancura tan característica, sino que las plumas se ven opacas.
-¿Qué... q-qué está pa-pasando? -se pregunta Ariel sintiendo un fuerte ardor en las alas.
Una fuerte ráfaga de viento comienza a soplar y las luces de la mansión comienzan a parpadear hasta que terminan explotando. El rubio comienza a gritar de dolor, no es capaz de soportarlo y cae inconsciente. Así todo termina y la calma vuelve.
-¿Qué fue lo que pasó? -se pregunta Lauren mirando a ambos.
Renata ha desaparecido y ahora Eithan tiene el brazalete en su brazo derecho.
-Ayúdenme. -ella toma un brazo del morocho y Zariam se apresura para ayudarla, Dan por su parte, levanta a Ariel sin problemas y lo deja en el sillón.
Sus alas no desaparecen y aun está inconsciente, lo que es muy extraño ya que él no duerme.
-¿Qué le pasa a Ariel? -pregunta Zariam curiosa al ver sus alas, ella ha anotado que están opacas.
-Eithan tampoco despierta. -dice Lauren preocupada.
-Yo les explico. -interrumpe Daniel haciendo que la rubia se esconda detrás de Zariam.
-¿Dan? ¿V-Vienes por.... ellos? -pregunta estando aterrada.
-No, de hecho, vine por uno de los ancianos que tienes como vecinos. -Comenta cruzándose de brazos -Entonces vine de visita por un momento para ver a Zariam. -le sonríe a la castaña.
-Bien, dijiste que explicarías lo que pasa. -le recuerda ella llevando un mechón de su cabello hacia atrás intentando ocultar su sonrojo.
-Ese tal Eithan es su ángel guardián ahora, por eso lleva el brazalete en su brazo. -habla mientras se sienta en el suelo con las piernas cruzadas.
-¿Qué? -Lauren no consigue entender el por qué de lo que sucede -Pero Ariel es nuestro ángel guardián.
-Ya no, intentó lastimarte, ese chico te protegió de Ariel y ahora él las cuidará. -le aclara.
-Ariel. -Murmura ella mientras se arrodilla a un lado del sillón y aparta unos cuantos cabellos dorados de su rostro -Él nunca me lastimaría. -dice negando y luego lo mira detenidamente.
-No me digas ¿Y lo que pasó hace unos momentos qué fue? -pregunta Dan arqueando una ceja.
-Bueno... -habla Zariam agachando la mirada.
De repente, Ariel despierta y comienza a agitar sus alas rápidamente, Lauren se aleja un poco asustada y espera que él esté bien.
-¿Q-Qué... qué pasó? -Pregunta sacudiendo la cabeza, luego se sienta en el sillón y nota que sus alas están expuestas -¿Dónde estoy?
-¿No recuerdas nada? -le pregunta Daniel arqueando una ceja, el rubio niega -Casi matas a la rubia, por eso ese chico es el ángel guardián ahora y comenzarás a perder tus alas. -le explica él haciendo que Ariel se aterre.
-¡¿Qué hice qué?!
-Solo... intentaste tomarme del brazo, estabas muy molesto porque insulté a Renata. -habla Lauren mientras juega con sus manos.
-¿Renata? -repite él haciendo que ambas abran los ojos grandes de la sorpresa.
-Una zorra que trajiste a la mansión para que viviera con nosotras. -interrumpe Zariam cruzándose de brazos.
-No recuerdo nada. -él frota su sien y luego toma su cabeza con las manos -Pero... saben que los extraños no pueden entrar a la casa. -agrega mirándolas serio.
-Esto te refrescará la memoria. -Zariam saca su celular y le enseña unos videos que ella grabó cuando él y Lauren estaban peleando. Ariel los mira con atención pero aun sigue sin recordar, tampoco cree que fue capaz de intentar lastimarla.
-Lo siento. -se disculpa mirando a Lauren a los ojos.
Ella suspira y mira a un lado -¿Qué fue lo que te pasó? -pregunta aun sin mirarlo, jamás habían peleado de tal manera.
-No lo sé. -niega agachando la mirada.
El silencio se adueña del lugar hasta que Dan comienza a reír -No puedo creer esto ¿En serio Ariel?
-¿Qué es tan gracioso? -pregunta con el ceño fruncido.
-No puedo creer que un arcángel como tú sea engañado tal fácilmente. -Daniel sonríe de costado.
-¿A qué te refieres? -dice Zariam curiosa sentándose junto a Dan en el suelo.
-De Renata, ella lo estaba controlando, por eso es que ahora no recuerda nada. -aclara y luego mira al rubio.
-¡De nuevo esa zorra, sabía que no era buena! -exclama Lauren tirando un poco de su cabello rubio hacia atrás.
-Claro que no lo es, es un demonio.
-Zorra le queda mejor. -afirma la rubia aun sintiendo rabia.
-No, en realidad es un demonio, nadie puede engañarme a mí. -Daniel sonríe y pasa su mano por su cabellera negra.
-Un demonio nunca me engañaría a mí. -corrige Ariel alzando la voz.
-Bueno, esta sí, no la subestimen porque es un hibrido. -les explica haciendo que Ariel se inquiete mucho más.
-¿Cómo Kea? -pregunta Zariam.
-No, es un híbrido demonio. -Contesta y luego le besa en la mejilla -Debo irme preciosa. -se despide para luego salir por la ventana.
-Para eso se inventaron las puertas. -habla la castaña sonriendo.
-Ay no... un híbrido demonio, esto es grave. -murmura Ariel teniendo la mirada en la nada.
-Ariel... -dice Lauren cubriendo su boca con sus manos. Él la mira confundido y luego nota una cosa blanca sobre el sillón a su lado, se trata de una pluma pero no es la única, muchas más están cayendo de las alas de Ariel.
-Ya comenzó. -habla negando.
-¿Qué comenzó? -ambas se encuentran preocupadas.
-Si un ángel guardián hace daño a su protegido, el brazalete se apagará y si no hace algo bueno por alguien, jamás podrá volver a volar. -les explica y luego se sienta en el sillón de nuevo para tomar su cabeza con las mano.
-Lo siento Ariel, por mi culpa estás en esta situación. -habla Lauren agachando la mirada, se siente culpable de verdad.
-No, fue mí. -Niega mirándola -Pero... ¿Quién tiene el brazalete ahora? -pregunta al no verlo por su brazo.
-Eithan lo tiene. -responde Zariam indicando al morocho inconsciente que se encuentra en el otro sillón.
Ariel se acerca a él y mira su brazo -¿Quién es él? ¿Por qué tiene esos tatuajes? -hace muchas preguntas, parece que volvió a ser el mismo de antes.
-Lo encontré en la playa, no recuerda nada, tampoco su nombre por eso lo llamé Eithan. -habla Lauren acercándose. Ariel la toma del brazo, deteniéndola.
-No te acerques, él no puede ser un ángel guardián. -Niega moviendo la cabeza de un lado al otro -Es humano. -agrega mirándolo fijamente.
-No lo sé, creo que es un ángel. -Lauren suelta su brazo y mira mal al rubio. Recodó cómo la trató y que defendió a esa zorra.
-Yo conozco a todos los ángeles y él no es uno. -habla pensativo.
Ariel se acerca e intenta quitarle el brazalete pero el mismo no cede -¿Por qué no puedo quitárselo? -se pregunta confundido.
En ese momento, Eithan despierta sentándose en el sillón rápidamente, asustando a los demás, sacude su cabeza y luego mira el brazalete que tiene en su brazo. Ariel lo sujeta del cuelo de su ropa y lo estampa contra la pared -¡¿Quién eres?!
El otro no responde, solo queda mirándolo con una expresión de curiosidad.
-¡Responde! -el ángel lo golpea contra la pared y es cuando él toma sus brazos con fuerza obligándolo a que lo suelte.
Ariel mira su brazo y ve como comienzan a aparecer letras en su piel, como si las estuvieran escribiendo con una navaja, las mismas dicen "Soy Eithan"
-¿Cómo hiciste eso? -pregunta sorprendido.
-Basta, no peleen. -interfiere Lauren colocándose en medio de ambos.
-Sal del camino. -le ordena Ariel serio.
-No.
-¡Dije que te apartes! -exclama molesto.
Eithan se coloca en frente de ella y enfrenta a Ariel cara a cara.
-No puedes ser su ángel guardián, no eres un ángel... tampoco un humano. -gruñe mirándolo a los ojos.
-¡Hey! -Interrumpe Zariam llamando la atención de todos, ella se encuentra en el segundo piso estando sentada por el barandal -Ya sé cómo saber quién será el ángel guardián. -agrega y luego se deja caer.
-¡No! -exclama Lauren cubriéndose los ojos.
Ariel reacciona para salvarla pero Eithan es mucho más rápido y la atrapa en el aire, el brazalete se encontraba brillando y luego ese brillo desaparece. Eithan sonríe y Zariam también, para después dejarla en el suelo.
-Problema arreglado. -habla ella sacudiendo sus manos.
-Pero...
-Acéptalo Ariel, tú estabas cansado de nosotras. -habla Lauren mirando sus uñas.
-Ahora eres libre. -agrega Zariam cruzándose de brazos.
-No... no las dejaré. -se niega -No sin antes saber ¿Quién es en realidad él? -mira fijamente al morocho.
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