Cap. 12

-¡Día de playa! -grita Lauren entrando por la puerta después de abrirlas de una patada. Lleva unos bonitos anteojos de sol oscuros, un biquini violeta con tul alrededor de su cadera.

-¿Qué, qué? -dice Seba quien estaba durmiendo tranquilamente en el sillón pero despertó por los gritos de la rubia.

-¡Sí! ¡Vamos a la playa! -exclama Tiago emocionado y corre a su cuarto para regresar con su inflables para los brazos.

-¿Dónde está Zariam? -le pregunta Lauren a los hermanos.

-Durmiendo. -Seba suelta un bostezo y rasca su cabeza -Alex no le dejó dormir en toda la noche. -cuando termina de decir esto, Lauren corre escaleras arriba para ir al cuarto de su adoptada hermana.

-Zariam. -Susurra mientras entra al cuarto, las luces se encuentran apagadas y las cortinas de los ventanales están bajadas -¡Vamos a la playa! -grita haciendo que Zariam de un salto del susto.

-¡¡Lauren!! -exclama la castaña y le lanza una almohada por la cabeza, Lauren sale corriendo con una furiosa Zariam detrás.

-¡Auxilio! ¡Quiere matarme! -dice la rubia mientras corre por los pasillos, en eso, se toma con Ariel y procede a esconderse detrás de su ángel guardián.

-¿Qué les pasa a las dos? -pregunta él curioso.

-¡Esta niña fresa me despertó! -responde Zariam apuntando a la otra con la almohada.

-Pensé que querías ir a la playa también. -dice Lauren en su defensa asomándose un poco sobre el hombro de Ariel.

-Estoy muy cansada para la playa ¿Sí? Lo único que quiero es dormir. -habla Zariam frotándose sus ojos.

En ese momento Alex viene corriendo hacia su hermana y la abraza -¡Seba, se supone que debías cuidarlo! -grita Zariam seria.

-¡Cuídalo tú, yo ya lo hice ayer! -responde el otro volviéndose a tirar al sillón.

-Ariel, hazme un favor y cuida a Alex. -Dice Zariam entregándole al bebe en sus brazos, más que una petición sonó como una orden.

-Pero... -antes de que él pudiera negarse, Zariam ya había cerrado la puerta de su habitación.

-¿Sabes cuidar a un bebé? -le pregunta Lauren pensativa.

-Será sencillo, es como cuidarla a ustedes. -responde Ariel haciendo que Lauren lo mire mal.

-¡¿Qué soy un bebé?! -dice ella indignada.

-Te comportas como una niña pequeña justo ahora. -habla él arqueando una ceja.

En ese momento, Alex toma unas mechas del cabello de Ariel y juega con ellas dejándolo despeinado -No hagas eso. -el rubio lo baja y es cuando el pequeño pega un fuerte grito y comienza a llorar.

-¡Mira lo que hiciste! -Lauren lo regaña y le da un golpe en el brazo. Luego se acerca a Alex y le sonríe -No llores ¿Quieres ir al parque? -pregunta. En eso, Alex frota sus ojos y asiente haciendo un puchero.

-¡Es tan tierno! -Chilla ella -Ariel, cuídalo un momento mientras yo me cambio y después los tres vamos a ir al parque. -le encarga mientras sube las escaleras.

-Espera ¿Los tres? -Pregunta el muchacho de ojos verdes arqueando una ceja, Lauren se muerde el labio ante esto después de girarse para mirarlo estando a la mitad de las escaleras -Sip, Zariam te dejó a cargo de Alex y yo los acompañaré al parque. -dicho esto, ella sube corriendo y, después de 40 minutos preparándose, baja teniendo un vestido rosa pálido con la falda a la altura de las rodillas, también lleva unas botas del mismo color con flores adornándolas.

-Ya estoy lista, vámonos.

-¡Ya era hora! -exclama Ariel alzando los brazos.

-No seas malito conmigo, me vestí linda para ti. -habla Lauren haciendo un puchero y luego agacha la cabeza. Esto hace que Ariel quiera golpearse por haberla ofendido.

-Lo siento... estás muy hermosa. -contesta él sonriendo. La chica levanta la vista y ve esa radiante sonrisa que hace que su corazón salte de alegría.

Rápidamente se cuelga del cuello de Ariel y reparte besos por todo su rostro -Gracias por decirme que estoy hermosa. -sonríe en cada beso.

Lauren se separa de Ariel y toma a Alex de la mano para ir al parque, una limosina los deja allí y el pequeño corre hacia los juegos con entusiasmo mientras que ellos encuentran una banca para asentarse juntos.

-Mira, está muy feliz. -dice la rubia recostándose por el hombro de Ariel. Alex viene corriendo y le entrega una flor para él.

-Creo que sabe que tienes hambre. -ríe Lauren por haber escuchado el rugido de su estómago.

-Gracias. -Ariel toma la flor y se la come haciendo reír al pequeño. En ese momento, una mujer bastante anciana para por allí y ve a la pareja.

-Tan jóvenes y ya tienen un hijo, pero igualmente forman una linda familia. -dice dedicándole una sonrisa a ambos y a Alex.

-Esa señora cree que Alex es nuestro bebé. -susurra Lauren sonriendo.

-Sí, ya lo vi. -asiente Ariel.

Entonces el pequeño regresa a jugar y se encuentra subiendo al tobogán pero cuando está bajando, tropieza y cae al suelo.

-Ay no. -ambos corren hacia él y lo revisan de pies a cabeza, un raspón en su rodilla es lo que tiene y esto lo hace llorar.

-Ya, ya, no es nada. -lo tranquiliza Lauren, ella busca y saca de su bolso una curita y se la coloca después de haber desinfectado la herida.

Ariel ve todo esto con atención y es cuando tiene una visión, queda paralizado por un momento para después regresar a la normalidad teniendo la respiración agitada.

-¿Estás bien? -le pregunta la chica preocupada.

Él la mira por un momento, en silencio y luego frunce el ceño -Estoy bien. -responde cortante sin mirarla.

-No mientas, sé que tienes algo. -ella intenta tomar el rostro de Ariel con sus manos pero este se aleja rápidamente.

-¡No! -Exclama asustando un poco a Alex -No... no te me acerques. -susurra dándole la espalda y comienza a caminar.

-Espera. -Lauren corre detrás de él con el pequeño en sus brazos hasta alcanzarlo.

-Regresa a la mansión. -le ordena el rubio con voz firme. Lauren nunca lo había visto así y asiente, entonces Ariel se aleja caminando sin decir a dónde irá.

-¿Y esa cara? ¿Piojito se portó mal? -le pregunta Zariam a Lauren cuando la ve entrar por la puerta.

-No. -niega ella dejando a Alex con su hermana -Todo estaba bien hasta que noté a Ariel un poco extraño, luego se volvió loco y se fue a quien sabe dónde. -dice con fastidio mientras se deja caer en el sillón.

-Pelea de pareja ¿Qué le hiciste? -habla Zariam curiosa.

-Nada, absolutamente nada.

-Entonces ¿Por qué se puso como loco? -se pregunta la castaña.

Tal vez no sea nada para Zariam pero Ariel tiene sus razones, mientras camina por las calles, piensa muy seriamente sobre lo que vio.

Fuego, mucho fuego, cadenas y llanto. Y lo peor es que todo está relacionado con Lauren y con él.

-Debo mantenerme lejos de ella, por su propio bien. -Murmura sacudiendo su cabeza para quitar todos esos pensamientos -No puedo creer que yo voy a hacer eso, estaría rompiendo muchas reglas y me cortarían las alas. -piensa mientras camina con la cabeza agachas.

En ese momento, él choca contra una chica -Lo siento. -se disculpa de inmediato, entonces ve unos hermosos y grandes ojos celestes.

-No importa, soy Renata. -habla ella sonriendo. Esa sonrisa hace que Ariel quede en shock por un momento y perdido los ojos de la muchacha.

-¿Estás bien? -le pregunta al ver que el rubio permanece allí mirándola.

Él parpadea un poco y logra reaccionar -Estoy bien. -Sonríe apenado -No te había visto antes por aquí. -agrega al ver unas maletas junto a ella.

-Soy nueva en la cuidad, justo ahora estaba buscando un hotel para hospedarme. -habla llevando un mechón de sus cabellos dorados hacia atrás, su cabello es tan largo que lo lleva como una trenza y la punta está a la altura de su cintura, unos centímetros más abajo.

-Soy Ariel. -se presenta como todo un caballero, besando la delicada mano de la muchacha -Si quieres puedo ayudarte a llevar esas maletas. -habla sonriendo y Renata también lo hace pero niega con la cabeza.

-No gracias, yo sola puedo. -responde e intenta levantar con sus delgados brazos las maletas inútilmente. A Ariel le parece un poco tierno esto y decide acercarse.

-Te ayudo. -él toma las maletas y sonríe.

-Gracias. -Asiente y saca un papel del bolsillo de sus jeans negros -Esta es la dirección del hotel al que tengo que ir. -habla mirando el papel, y luego se lo enseña a Ariel.

-Está a 20 cuadras. -dice él serio.

-No importa, voy a pedir un taxi. -se propone y mira hacia la calle, Renata intenta detener algún taxi pero todos pasan sin detenerse ignorándola por completo.

Ariel da un fuerte silbido y detiene a los taxis de golpe -Tienes para elegir en cual quieres ir. -habla él. La chica sonríe y sube a uno de los autos, mientras que él guarda las maletas en el baúl.

-Muchas gracias, en serio. -dice mirándolo con ternura.

-No agradezcas, no fue nada. -responde Ariel rascándose la nuca. Antes de cerrar la puerta, Renata se acerca a él y le da un beso en la mejilla, luego de eso el taxi se aleja y ella saca su cabeza por la ventana y lo saluda.

-Wau. -Ariel se deja caer en medio de la calle y mira al cielo -Eso fue...

-¡¡Sal del camino, idiota!! -le grita el conductor de un camión que casi lo arrolla.

Él se pone de pie y camina por las veredas, pensando en aquella chica, Renata, y olvidando por completo lo demás.


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