Cap. 11

-Dilo Kea, cuéntales lo que pasó en la torre. -le dice Lean estando sentado sobre el brazo del sofá que se encuentra en la habitación del hotel.

-¿Qué? ¿Qué pasó? -pregunta Ricky curioso por saber, no es el único, Rafael y Amelia también lo están.

-¿Por qué no les cuentas tú? También estuviste ahí. -cuestiona el castaño estando cruzado de brazos. Está molesto porque Lean no deja de presumir que le salvó su existencia (al ser ángeles y poder vivir durante siglos, ellos no tienen vida) y para colmo no puede ocultar sus alas por el fuerte dolor que todavía persiste.

-Pero tú estabas primero y luego aparecí yo, salvándote. -habla Lean sonriendo de costado hacia Amelia, ella roda los ojos y bufa.

-Okey, hace unos días estaba sintiendo algo raro, una presencia. -les cuenta Kea mientras se apoya sobre sus codos -No se los dije porque no quería preocuparlos, ya es suficiente con la amenaza que recibieron los arcángeles.

-Debiste decirlo de todos modos. -habla Rafa serio, él se encuentra sentado en el gran sillón junto a Amelia, desde aquella amenaza, él pasa casi todo el tiempo con ella.

-Después la sentí cada vez más fuerte y provenía de la torre, entonces fui a investigar y encontré al demonio Riff, no estaba solo, estaba acompañado de otro pero no es como lo demás demonios, su nombre es Noa. -les cuenta.

-¿Noa? Nunca había escuchado de él. -piensa en voz alta Lean.

-Nadie lo había hecho porque es un... -Kea se corta mientras piensa si debería contarle esto a los demás.

-¿Es un qué? -repite Rafa para que continúe.

-Es... un hibrido. -confiesa mientras mira a los demás esperando sus reacciones.

-¿Qué? -dice Lean sorprendido, a pesar de que luchó contra él, pensó que solo era un demonio más.

-El único hibrido eres tú. -le recuerda Rafa como si no fuera nada lo que acaba de contar Kea.

-El único hibrido ángel. -corrige Kearrents haciendo que todos lo miren sorprendidos y confundidos.

-¿Estás diciendo que ese tal Noa es...? -dice Rafa abriendo los ojos grandes.

-Es un hibrido demonio ¿Ahora entiendes la razón de por qué no dije nada antes? -Kea se pone de pie pero siente de nuevo el dolor y es obligado a sentarse de nuevo -Anoche fue que lo descubrí, hasta casi me arrancan las alas. -agrega molesto agachando la mirada.

-No debiste arriesgarte de esa manera, Kea. -Amelia se acerca a él y le da un beso en la mejilla.

-No tan cerca. -gruñe Rafa frunciendo el ceño.

-Él está lastimadito y yo, como su novia, debo cuidarlo. -habla ella mirándolo con un pequeño puchero.

-Ni siquiera puede cuidarse solo, no será capaz de protegerte. -critica fulminando a Kea con la mirada.

-Yo protegería a Lía con mi existencia. -afirma Kearrents desafiándolo con la mirada.

-Okey, te daré una oportunidad para que la protejas ¿Entendido? -Dice Rafael serio y Kea asiente dudoso -Iré a buscar a ese otro hibrido. -agrega mientras sale por la ventana a un rumbo desconocido.

-¿Qué le pasa a Rafa? Actúa como un adulto. -murmura Ricky arqueado una ceja.

-Se puso peor cuando les conté sobre Noa. -dice Kea pensativo.

-¿Qué es esto? -Ricky se acerca a la ventana al ver un papel tirado en el suelo. Él lo abre y mira un hermoso dibujo hecho a mano -Mira Amelia, eres tú. -habla el pequeño mostrándoles el dibujo.

Ella toma el papel, un poco maltratado, entre sus manos y lo mira con atención.

-"Mi bella amada" -lee Kea al pie del dibujo, claramente reconoce la letra de Rafa.

-Esta es la prueba de que él te ama. -murmura Lean mirando a un lado.

-No, él me dijo que es... miren la fecha y el papel. -indica enseñándoles a los demás.

-Este dibujo es de siglos atrás. -dice Kea un tanto confundido.

-¿Entonces por qué Amelia está ahí? -se pregunta Ricky.

-Tal vez no sea Lía la del dibujo. -habla Lean pensativo.

-Miren, ella tiene el cabello lacio, yo risos... no lo entiendo. -niega ella mirando el dibujo.

-Tenemos que hacerles unas preguntas a Rafael. -habla Kearrents serio.

Mientras tanto, Rafa camina por las calles de París teniendo sus manos en los bolsillos de sus pantalones, no para de pensar en Amelia, ni en ese tal Noa que atacó a Kea, puede ser una amenaza muy grande y cree que no pueda protegerla de él.

-Malditos, no debieron hacerlo. -Murmura serio mientras niega -Es culpa de Kearrents, si él no existiera, los demonios nunca hubieran creado un hibrido también. -refunfuña pero luego se detiene en seco.

-No, no es su culpa, sino mía. Ellos deben saberlo, por eso crearon a Noa. -piensa estando preocupado. Mucho.

Rafael nota que unas raíces se asoman por los agujeros de la alcantarilla de la calle, él lo mira con más atención y las mismas se mueven, antes de que pueda reaccionar, unas enormes enredaderas salen de las alcantarillas y lo arrastran hacia su interior.

-¡Suéltame! -Rafa lucha para liberarse pero es arrastrado hacia unas catacumbas que se encuentras debajo de las calles, las raíces lo golpean por las paredes y luego lo arrojan hacia el suelo donde se encuentran muchos cráneos y huesos de los difuntos.

-Eso no me gustó. -gruñe sacudiendo su cabeza, se pone de pie y toma su gorra que quedó tirada. Sacude el polvo que tiene la misma y se la coloca en la cabeza, en eso, ve a una persona parada a unos metros de distancia. Tiene el cabello alborotado dejando a la vista sus risos, su rostro es neutral y mira fijamente al arcángel con sus ojos mieles.

-Noa ¿Ese es tu nombre cierto? -dice Rafael estando en guardia, él otro ladea la cabeza un poco sin decir nada.

-¡Responde! -le ordena con severidad.

Noa solo lo mira, de repente, las raíces oscuras regresan y sujetan a Rafa de pies y manos, abriéndolo con fuerza, claramente quiere desmembrarlo.

-¡No te lo dejaré fácil! -Rafa abre sus alas y las agita con fuerza, sus plumas están brindadas al igual que las de Lean porque también usa la armadura de los arcángeles, entonces ellas corta las enredaderas quedando libre -¿Eso es todo lo que tienes, monstruo? -Rafael lo provoca.

Sin que se lo espera, Noa corre a toda velocidad por las catacumbas intentando escapar de allí, Rafa lo sigue de cerca sin perderlo de vista -¡Cobarde! -grita molesto.

Noa da un salto, sale de las alcantarillas y continúa corriendo por las calles. Es de día y hay personas por eso es que Rafa continúa la persecución sin sus alas.

-¡Espera! -Le ordena pero el otro continúa corriendo sin mirar atrás -Es muy rápido. -piensa. Rafa entra a un callejón y utiliza sus alas, para su suerte hay un poco de niebla en el cielo y la utilizará para ocultarse mientras sigue a Noa desde arriba.

Él vuela lo más rápido que puede pero no consigue ver a ese sujeto por ninguna parte -Desapareció. -murmura mirando hacia abajo, en ese momento, siente que unas enredaderas se envuelven por sus pies y comienzan a tirar de él.

Rafa agita sus alas con más fuerza y consigue que Noa se aleje del suelo -¡Ahí estás! -dice al ver que encuentra sujetado a las enredaderas, las mismas salen del interior de sus brazos, eso es macabro y aterrador.

Ellos están en el aire y las enredaderas se ajustan cada vez más a los pies de Rafael y comienzan a subir poco a poco -Ah no... ¡Ni lo pienses! -Rafael lo lleva cada vez más alto, la ciudad ha quedado atrás, las nubes se hacen a un lado y solo hay un profundo mar debajo de ambos.

-Fin del paseo. -él corta las enredaderas con sus alas y Noa cae en picada hacia el océano. El agua salpica y Rafa queda mirando un momento la misma, esperando que Noa salga a la superficie pero eso no ocurre -Se terminó. -murmura el arcángel mientras regresa volando a la ciudad.

Él aterriza en la terraza del hotel y cuando entra al cuarto, todos lo esperan con los brazos cruzados.

-¿Qué pasa? -Pregunta preocupado -¿Lastimaron a Amelia?

-Yo estoy bien. -Contesta ella acercándose a él, Rafa se asusta un poco al ver el rostro de la muchacha, se puede ver que está muy molesta por algo -Quiero saber una cosa ¿Quién es la chica del dibujo? Esta es tu letra ¿No? -pregunta mientras le indica el papel que tiene en su mano izquierda.

-¿De dónde sacaste eso? -dice él abriendo los ojos como platos.

-Se te cayó este papel cuando te fuiste hace unas horas ¿A dónde fuiste? -contesta ella cruzándose de brazos.

-Es por eso que proteges tanto a Lía, te recuerda a alguien que amabas ¿Verdad? -supone Lean mirándolo serio. Rafa solo tiene la mirada agachada.

-Contesta Rafael. -le ordena su amigo firmemente.

El otro levanta la vista y se encuentra con todos mirándolo, Kea y Lean con los brazos cruzados y Amelia pidiéndole explicaciones silenciosamente, debe decir la verdad... ya no puede ocultarla.

-Está bien. -Suspira quitándose la gorra que siempre lleva en su cabeza -Ustedes deben saberlo, yo..., la mujer de la foto es tu madre Lía. -agrega tomando el papel.

-¿M-Mi madre? -tartamudea ella atónita.

-Por eso es el parecido.

-Pero... yo tengo a mi madre y padre, ellos me criaron, me cuidaron... -habla Amelia confundida.

-Ellos son tus padres adoptivos. -interrumpe Rafael haciendo que ella lo mire confundida aun más.

-¿Cómo sabes eso? -cuestiona Lean cruzándose de brazos.

-No entiendo... ese dibujo es de hace siglos ¿Cómo puede ser la madre de Lía? -dice Kea arqueando una ceja.

-Yo mismo lo dibujé ¿Crees que no soy capaz de reconocer a mi...? -rápidamente se corta y agacha la cabeza.

-Basta. Quiero la verdad, ahora. -Amelia está realmente enojada, se puede ver la rabia en sus ojos y mira desafiante a Rafael.

-Okey, okey... la mujer del dibujo era mi esposa ¡Ya lo dije! -confiesa él alzando los brazos.

-Eso quiere decir que... -comenta Kea pensativo.

-¡¿Lía es tu hija?! -exclama Lean teniendo los ojos como platos.

Amelia cubre su boca con las manos teniendo mucha sorpresa en su rostro, se encuentra en shock.

-Sí, exacto. -asiente Rafa sonriendo.

-La historia que me contaste, tuviste un hijo con una humana por eso te cortaron las alas. -Dice Kearrents acomodando las piezas para poder entenderlo todo -Pero dijiste que lo habían asesinado.

-También pensaba eso hasta que encontré a Amelia, es ella, estoy seguro. -contesta él sonriendo.

Amelia no dice nada, sigue en shock, Lean permanece serio al entender por qué su mejor amigo cambió tan drásticamente de actitud. Por eso se volvió tan responsable y protector.

-Lía ¿Cómo te sientes? -le pregunta Kea tomándola de los hombros.

Ella parpadea un par de veces y contesta -Bien, solo me acabo de enterar que soy hija de un chico de mi misma edad. -habla como si no fuera gran cosa.

-Eh... no, tengo siglos de edad. -le explica Rafa.

-Esperen un segundo... eso hace a Lía mitad ángel ¿No? -interrumpe Lean serio.

-¡¿Qué, qué?! -ella vuelve a quedar en shock.

-Es un híbrido también. ¡No soy el único! -Kea da saltos de alegría.

-¿Ahora entiende por qué siempre les decía que soy su protector? Soy su padre. -dice Rafa suspirando.

-Eso explica muchas cosas. -piensa Kea en voz alta.

-No... -niega Amelia -¡¡No puedo creerlo!! -ella sale corriendo sin mirar atrás teniendo sus ojos llorosos.

-Sabía que esto pasaría. -se lamenta Rafa agachando la mirada.

Kea sonríe y le da una palmada en la espalda -Yo hablaré con ella.

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