Capítulo 8

Hace tres días que no sé nada de Noah, lo último que me había dicho era que no hiciera nada sin consultarle. Pero claro que no le hice caso, sigo yendo a la compañía, aunque por suerte no me estuve topando con el desgraciado de Giovanni. Al parecer hizo un "viaje de negocios express" como no, de seguro estará trabajando con dinero sucio que es lo único que sabe hacer.

Por otra parte, el hecho de no saber nada de Noah realmente me estaba preocupando. ¿Y si al final se arrepintió de ayudarme? ¿Si me delata y me entrega? ¿Será capaz de hacerlo? Dios, son tantas las cosas que imagino que podrá hacer, que debo detenerme sino me volveré loca. Noah dijo que confiara en él y así lo haré. Pese a que me esté muriendo de miedo a que me traicione.

Al llegar a la casa y abrir la puerta, lo primero que noto es una cosita con cuatro patas metiéndose entre mis pies. Es un pequeño cachorrito de color blanco y una mezcla de marrón. Pareciera ser una espcie de café con leche, es peludito y chiquitito. Me agacho para tocarlo porque me ha robado una pequeña sonrisa al verlo. Vino a mi como si me conociera de toda la vida.

— Hola amiguito, que cosita más bella. ¿Cómo llegaste hasta aquí pequeño?

— ¿Te gusta? Lo traje esta mañana, Margot esta de acuerdo con quedárselo ¿y tú? ¿Qué dices? — Noah se encuentra parado frente a mí y lo miro sorprendida pues no había tenido noticias suyas en días. Tiene un cabestrillo en el brazo izquierdo pero él está como si no hubiese pasado nada. Y con su sonrisa petulante, esa sonrisa que... Dios ¿por qué siempre tiene que estar sonriendo? Olvidándome de eso, sostengo el pequeño cachorro entre mis brazos y me levanto acercándome un poco a Noah.

— Hola... ¿qué te pasó? — hubiese preferido sonar más segura pero mis nervios me traicionan al verlo de nuevo.

— Oh, ¿esto? — señala su brazo negando con la cabeza minimizando el hecho de que lo tiene inmovilizado— no es nada, un pequeño golpe en el hombro.

— ¿Cómo de que no es nada? ¿Te has vuelto loco? Fue un accidente Noah, una explosión de bomba ¿y te atreves a decir que no es nada?— Margot sale de la cocina con una bandeja con vasos y una jarra de jugo llegando hasta nosotros, regañándole a Noah por lo que había dicho. Y me sorprendo aún más por lo que Margot mencionó.

— ¿Una bomba?— preguntó sorprendida ante la noticia— pero ¿estás bien? — Noah sigue sin dejar sonreír como si fuese invencible.

— Si, fue sólo un golpe en el hombro. No tienen de que preocuparse, ya se lo dije a Margot. Una doctora, la novia de mi compañero, ya me atendió y me recetó unos analgésicos. De verdad, no es nada, no se preocupen.

— Dios, que terco eres. ¿Te olvidas que además de ser tu tía también fui enfermera? Eso no fue sólo un golpe Noah, es una luxación y muy fuerte. No quieras minimizar como si fuese que todo lo puedes.

— Tía... no te enojes, de verdad, no se preocupen por mí— Noah se acercó a Margot colocando su brazo sano sobre ella a modo de abrazarla. Ella negó con la cabeza y volvió regañarle un poco antes de ir a la cocina a buscar la comida.

— Siempre lo mismo contigo, pero eso si, hoy te quedas a comer todo lo que preparé y no me importa si el mundo te necesita— nos quedamos solos en la sala y aún sostenía al cachorrito en mis brazos. Dejé mi bolso en el sofá y luego me senté en el colocando al cachorro sobre mi regazo.

— ¿Tiene nombre? O... — antes de que terminara de preguntar, Noah ya se encontraba sentado al lado mío observándome como si viera algo nuevo.

— Si, se llama Coco ¿te gusta?

— Si pero ...

— No te preocupes del cuidado, esta vacunado, esterilizado y también traje el balanceado correspondiente para su alimentación. A partir de ahora Coco cuidará de ustedes, además, podrá hacerle compañía a mi tía cuando tú no estás con ella.

— Gracias pero creo que-

— No hay peros Dimi, tu sólo acéptalo. Verás que no te arrepentirás, así chiquitito como lo ves, realmente es un perro guardián. Y eso no es todo, tiene novia ¿puedes creerlo?

— ¿Novia? ¿Cómo es eso?

— Si, hay una cachorrita igual a él pero es mía. Los adopté a los dos porque en la perrera no sabían que hacer con ellos y si se quedaban allí, lo terminarían sacrificando.

— ¡Oh por Dios! Pobrecitos, ¿cómo pueden hacer eso? Son inofensivos y adorables, míralo es una ternurita— acariciaba al cachorro mientras este me lamía la mano.

— Sabía que te gustaría— como si hubiese acertado la lotería, Noah afirmó felizmente— estoy seguro de que Coco cuidará de ustedes.

— Y nosotras a él. ¿dónde está la cachorrita? ¿Por qué no la trajiste?

— Pues bueno, como la novia de Coco se quedará conmigo, la dejé en mi departamento. Se está adaptando y es re brava eh. A pesar del tamaño, es una perrita buen brava.

— ¿Y cómo se llama?

— Chanel, la chica de la perrera dijo que eso te convencería y que así no te negarías a quedártelo. Pues no serías capaz de separar a Coco de Chanel ¿no? Digo, no podía traerte a los dos, sería cómo echarme la Si ya al cuello. Ya que no puedo cargarles con la responsabilidad de dos perros por eso decidí quedarme con Chanel y traerles a Coco, de ese modo la parejita no estará separada y tendrán un hogar. ¿Que te parece? — la risa se me escapó sin querer, me fue imposible contenerme. Noah hablaba con tanta naturalidad como si tan solo hubiese traído un par de helados para ambos. Y a juzgar por lo mencionado, al parecer la chica que le ofreció los cachorros, lo orientó cual novio lleva un presente a su novia.

— Per- Perdón, es que me causa gracia.

— ¿Se puede saber de que se ríen? — Margot llegó con la charola en las manos y lo bajaba en la mesa mientras nos observaba de reojo.

— Dimi es la que se esta riendo, yo, no.

— Lo siento, es que me causó gracia lo que dijiste. O sea en cómo lo dijiste, te imaginé preguntándole a la chica si a tu novia le gustaría esto o esto y preguntándole si opinión. Y ella ofreciéndote a los cachorritos con sus nombres puestos— Margot se unió a mi riéndose un poco y luego dejé a Coco en el suelo, acercándome a la mesa mientras que Noah me seguía los pasos.

— Bueno... tan equivocada no estás...

— ¿Cómo?

— Por favor chicos, primero siéntense a comer y luego continúan con su charla.

— Gracias por la comida tía — Noah se se sentó, hice lo mismo mientras Margot servía la comida y por último se servía a ella, para luego continuar con nuestra platica.

— ¿Cómo es eso de que no estoy equivocada con lo que imagino?— le pregunté a modo de continuar la conversación de hace un rato.

— Pues la verdad la chica que me atendió, creyó que adoptaba a los cachorros para regalárselo a mi novia. Y no la corregí de su error, simplemente lo dejé así— se encogió de hombros como si fuese lo más causal del mundo, Margot sin embargo se echó a reír mientras los observaba a ambos con el ceño fruncido.

— En fin, en verdad espero que Coco pueda cuidarlas. Cualquier cosa que necesiten respecto a su cuidado, sólo me avisan y ahí estaré ayudándolas.

— Gracias cariño, pero creo que ambas podremos con este cachorro.

— Mar tiene razón, ambas cuidaremos de Coco. Y... gracias, gracias por traerlo. Lo salvaste de ser sacrificado en esa perrera y eso es un gesto muy bondadoso.

— No me lo agradezcan, me alegra haberlo traído.

Luego de esa pequeña charla, comimos en total tranquilidad y al finalizar Noah y yo nos metimos a l cocina para lavar los cubiertos. Así Margot tomaba una pequeña siesta, estaba un poco cansada así que nos dejó solos, llevándose a Coco con ella.

— ¿ Y que has hecho estos días? ¿Te fue difícil estar sin trabajar?— Noah tomo un plato para secarlo mientras preguntaba tal cosa como si en verdad le hubiera hecho caso de no ir a la compañía.

— Pues... difícil, difícil no me fue. De todas maneras no tuve mucho trabajo y mi asistente es muy eficiente.

— ¿Cómo? ¡¿Eso significa que has ido a la compañía?!

— Si, y no grites que despertarás a Margot— dejó el plato a un lado para luego colgar sus manos sobre mis hombros arrinconándome cerca de la enicimera.

— Te dije que no te fueras, Dimi. Que esperaras a que yo me comunicara de nuevo. ¿Qué no lo entiendes? Si ese hombre te descubre, si se entera quién eres en realidad, podría...

— ¿Qué? ¿Matarme? Ya lo hizo Noah, me mató hace años y sigue estando libre porque la policía no hizo lo que debía hacer. Yo sé lo que hago, no me digas lo que tengo que hacer como si fuese una adolescente. ¿De verdad esperabas a que me quedara de brazos cruzados? ¡Imagínate si hubiese hecho eso!— intenté no elevar la voz pero me era casi imposible, de pronto estaba tan molesta por la actitud de Noah. No tenía derecho a pedirme tal cosa, no cuando desaparece por tantos días sin dar ninguna señal— Desapareciste por tres días, no volviste a comunicarte ¿y esperas a que obedezca como si fuese una niña castigada?  Estas equivocado. No sólo no dejaré de ir a esa compañía sino que además, no pienso obedecerte. No tienes ningún derecho a pedirme que no haga nada, no cuando esto era responsabilidad de la policía. ¿Y que ha hecho?— él no tenía la culpa, estaba claro que Noah no tenía responsabilidad alguna pero sin embargo me desquité con él porque después de tres días viene como si nada a pedirme nuevamente algo que no puedo cumplir. Pude ver un destello de dolor en sus ojos pero luego pareció ganarle el enojo.

— ¡Sé que no he hecho nada! Es por que ahora te pido que no te arriesgues, es mi obligación encerrar a ese tipo. Soy yo quién debería de hacer algo al respecto, no tú— Noah seguía sin darme espacio arrinconándome entre el mueble de la cocina pero ahora sus brazos bajaron de mis hombros a mi cintura. Era como si de pronto el se sintiera con la obligación de protegerme, con la culpa de lo que me había pasado.

— Yo... lo que dije no era para hacerte sentir responsable— murmuré en voz baja, me ponía un poco nerviosa tenerlo así de cerca pero al mismo tiempo con él, con Noah, no tenía miedo— Siento habértelo dicho de ese modo, no era mi intención que- — de pronto mis palabras quedaron atascadas, los labios de Noah se encontraban sobre los míos. Intenté alejarlo porque él había dicho aquel día, que sólo había sido un impulso.

¿Cómo podía decirme algo así? Cuando para mi todo esto, nunca jamás podría tratarse de un impulso. Sobre todo por lo que había pasado. Una de sus manos quedó en mi cintura y la otra llevó a mi nuca presionándome un poco más hacia él cuando quise alejarlo. Quise reprimir las ganas de seguirle el beso cuando sentí sus labios pero me fue imposible. Como si toda yo, reaccionara automáticamente a su beso pero luego sus palabras se cruzaron en mi mente y corté con el beso.

— No, esto está mal. Noah...

— Lo siento, discúlpame. Yo no debí besarte, no debí hacerlo— se alejó de mi llevando sus manos a la cabeza, despeinándose con ellas cómo si estuviera confuso, repitiendo una vez más que no debió besarme — No debí hacerlo, será mejor que me vaya.

No pude decirle nada más, me quedé con la mirada al suelo mientras se iba. ¿Por qué me hacía esto? ¿Por qué me besa de ese modo? Haciéndome sentir un montón de cosas al mismo tiempo para luego dejarme con dudas y confusiones. No puedo dejar que vuelva a suceder, sólo me lastimo aún más a mi corazón. Y juré que no volvería a sentir, ¡¿por qué Noah?! ¿Por qué?


Hola corazones 💕! Deseo disfruten el capítulo y no se olviden que los leo en los comentarios 😉
Hasta la próxima 💜😘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top