Capítulo 7
Dimitria
— No quiero causarte problemas con tu novia, Noah— la verdad también quería huir porque aún no tenía la valentía suficiente para confesarle a Noah lo que había hecho. Esa chica era mi excusa perfecta pero al parecer él no iba dar brazo a torcer. Estas horas con él... Han sido las mejores de mi vida, después de mucho tiempo. Nunca me había sentido tan en paz, tan segura y no quería que eso se rompiera por mi causa.
— Por Eiza no te preocupes, ella no es mi novia y no me moveré de aquí hasta que hablemos todo, Dimi— me observó sin titubear que en verdad sentí el temor a ser expuesta ante él me acobardó un poco. No quería que supiera la clase de monstruo en la que me he convertido— Dimi... no retrocedas ahora, ayer diste un gran paso. Me has permitido tomar tu confianza y no pienso defraudarte.
— Noah, yo... — aclaré mi garganta y tomé el valor necesario para confesarle lo que había hecho— Fui yo quién dejó al cómplice de Giovanni en ese estado, en ese lugar y con la nota a tu nombre— se pasó las manos por el rostro dejando un suspiro pesado, se levantó caminando de punta a punta para luego quedar mira do hacia el ventanal. Me acerqué a él lentamente y no me atreví a tocarlo, ni a seguir hablando. Estaba claro que lo que decía era mentira, no debí confiar en él, no debí creerle. Bajé los brazos rendidos a los costados, agachando la mirada. Pretendiendo marcharme de una vez pero Noah me sorprendió al girar en mi dirección, encerrándome en un abrazo. Como lo hizo todo este tiempo. No me hablaba, sólo permanecimos así por un par de minutos. Hasta que se distanció un poco de mi colocando sus manos sobre mis mejillas.
— ¿Cómo supiste dónde encontrarlo? ¿Alguien te ayudó? ¿Quién más sabe de eso? Dios, por favor dímelo todo— ¿estaba preocupado por mi? Yo... no tenía a nadie que se preocupara por mi, no desde que perdí a mis padres. La única que me trataba como a una hija era Margot y luego no tenía a nadie más— por favor dímelo, Dimi.
— Co-Contraté a unos hombres para que lo buscaran — no sabía cómo decírselo y la verdad seguía teniendo un poco de temor— para que lo atraparan y luego les indiqué al lugar dónde tenían que llevarlo. Les pagué por eso, una vez terminada el trabajo de ellos, ya no volví a tener contacto con nadie. Luego... Hice lo que hice sin pensar en las consecuencias, estudié cada paso que di, cada cosa que hice. Sólo quería que sintiera todo el dolor que yo sentí esa noche, quería verlo sufrir. Y si, no puedo negártelo, quería verlo morir. Pero cuando estuve allí, cumpliendo mi venganza, me di cuenta de que no quería ser alguien como ellos, no quería ser un monstruo. Sin embargo... ya era tarde porque cuando recobré conciencia, ya lo lastimé. Ensucié mis manos, la ira se había apoderado de mi y... Y el dolor seguía aquí, en mi alma.
— ¡Dios! Esto es demasiado difícil, Dimi— Noah se alejó de mi dándome nuevamente la espalda— necesito, necesito pensar con claridad. Esto está mal, ¡carajo!— como se encontraba cerca de la isla de la cocina, golpeó un vaso que se encontraba encima, haciendo que este se cayera al suelo rompiéndose. Me sobresalté un poco porque no esperaba que reaccionara de ese modo. Me quedé sin moverme con los brazos a los costados y sin saber que hacer.
— Noah... — no sabía que decir exactamente, solo pude decir su nombre mientras el giraba en mi dirección observándome con los labios en línea recta.
— Creo que será mejor que te lleve junto Margot— nos miramos por unos instantes hasta que volvió hablar— Te llevaré a tu casa.
— ¿Me vas a entregar con la policía?— en realidad era lo que menos me preocupaba, sólo temía de que Noah ya no quisiera saber de mí.
— Tengo que estar solo un momento, no, necesito estar solo. Procesar todo lo que me has dicho, pensar con claridad. ¡Saber lo que haré! Anteponer mis principios y mis juramentos sería como apuñalarme yo mismo. ¡Con un demonio! Esto está muy mal— Noah levantó los brazos desesperadamente pero los bajo inmediatamente apoyándose por el cabezal de una de las sillas que había cerca suyo.
—Pero tú dijiste... ¡no puedes! dijiste que me ayudarías. ¡Me pediste que confiara en ti! ¡Dijiste que juntos encontraríamos una solución! ¡Lo prometiste! ¿Y sólo piensas en alejarme? ¿Me vas a entregar con la policía verdad? Es por eso que quieres que me vaya ahora, ¿no es así? me pediste que hiciera algo que sabías que me costaba muchísimo para luego cumplir con tu deber de policía. ¡Me engañaste! ¡Me mentiste Noah! Me mentiste ... — sabía que no debía de confiar, nadie vale la pena. Todos los hombres son iguales, sólo te utilizan para su propio beneficio.
— No, no te mentí, no lo entiendes— a pesar de las lágrimas que empañaban mi vista pude ver a Noah con el rostro desencajado mientras sus brazos quedaban sobre sus caderas e intentaba decir algo.
— ¿Que es lo que no entiendo? Insististe en que hablara ¿para qué? Para luego romper la poca esperanza que quedaba en mí, se poder confiar en alguien más. En alguien que no sea yo misma, que no sea Margot. ¡¿Por qué Noah?! ¡Dime que es lo que no entiendo de eso!
— ¡No quiero llevarte a tu casa para alejarte o ver si te entrego o no! ¡Te lo dije porque me siento responsable de todo lo que tuviste que pasar para llegar a eso! ¡¿Que no te das cuenta?! Tenía que ser yo quién debía de protegerte, para eso me formé, me aliste a la policía. Te conocí cuando todo esto ocurrió y di mi palabra para ayudarte pero con lo que me dijiste... Con todo lo que has tenido que pasar sola, me doy cuenta de que ¡no he hecho nada! ¡Que en realidad nunca te he ayudado! ¡Y es por eso que no puedo mirarte a la cara! No puedo porque siento que te he fallado, Dimi.
Todo lo que Noah me había dicho me dejó completamente estupefacta, totalmente sorprendida. No pude emitir ningún otro sonido más que la de mi respiración acelerada y un nudo atascándose en mi garganta. Noah no era responsable de nada, él no tenía la culpa de lo que me tocó vivir y mucho menos de las decisiones que yo había tomado. Y ahora ... Ahora yo era la causante de que él se encontrara en esta situación.
— Perdóname Noah, yo no quiero que por mi culpa estés ligado a este problema. Mucho menos que tengas inconvenientes, tú no eres responsable de absolutamente nada. Yo no valgo nada y ahora por mi culpa tú- —se acercó a mi tan rápido que ni siquiera lo vi venir. Sus labios estaban sobre los míos y sus manos sobre mis mejillas. No había besado a nadie después de que Giovanni destrozó mi vida, después de él no hubo nadie más. Juré que nunca más habría otro hombre en mi vida y aquí me encuentro ahora, intentando seguir un beso que no esperaba. Que no imaginaba, porque no mi pasado me ha marcado para siempre. Al principio mis labios estaban totalmente congelados pero la sensación que me había transmitido era como si calmase la angustia que llevaba encima. Torpemente le seguí el ritmo perdiéndome en sus besos. Sus labios se detuvieron y él apoyó su frente sobre la mía sin dejar de acariciar mi rostro.
— No vuelvas a decir que no vales nada, porque no es verdad. Eres una mujer valiente Dimi, eres importante para Margot y... También lo eres para mí— se alejó de mí sin dejar de mirarme pero sentía que no estaba seguro de lo que quería decirme sin embargo lo que dijo al final me dolió— Discúlpame por haberte besado.
— Yo...
— No digas nada, fue un impulso, no debí hacerlo. Lo siento, eso no debió pasar— si bien yo no tenía pensado en que eso ocurriera, Noah terminó hiriéndome con lo que dijo porque por un momento creí, que tal vez yo podría gustarle. Pero no era así, claro que eso jamás pasará. Todo lo bonito que me dice es sólo porque se siente obligado a ayudarme. Porque siente pena y lástima por mi. ¡Soy una tonta! ¿Que otra cosa podría sentir?
— Será mejor que me vaya de una vez— ya no fui al trabajo ni a seguir con mis objetivos. Cosa de debía de replantearme de ahora en adelante y ya no tenía caso que siguiera aquí. Sobre todo después de lo que dijo Noah, que sólo había sido impulso. Cuando yo no lo había sentido así, si supiera todo lo que ese beso suyo causó en mí... Dios... pero ya no tiene caso, a él no le importo más como una víctima a quién debe cuidar como el oficial que es.
— Si, está bien. Te llevaré junto a Margot, por favor no hagas nada sin consultarme Dimi. No quiero que vuelvas a ver a ese hombre, no quiero que sigas arriesgándote. Intentaré averiguar qué más sabes respecto al hombre que encontramos en esa bodega. Veré si alguien ha dicho algo sobre ti o si sospechan de que una mujer está implicada en este caso. Por ahora, por favor, sólo aguarda a que yo me comuniqué contigo y así sabremos cómo seguir.
— No te prometo nada, si te confesé todo es porque confío en ti Noah. Pero no puedes pedirme que me olvide de esto, Giovanni sigue libre viviendo su vida como si no hubiese hecho nada malo. Y no pienso dejar que siga así— Noah me tomó de los brazos sin hacerme daño, preocupado por mí, no quería su lastima. No la necesitaba.
— Hazme caso Dimi, no puedes seguro involucrándote en esto. Es demasiado peligroso, podrían arrestarte e ir a prisión. ¿ a caso es lo que deseas? Mientras ese hombre permanece libre y tú pudriéndote en la cárcel ¿eso quieres?
— No es tu problema Noah, creo que por mi culpa ya tienes suficientes problemas. Yo no quiero que tú te sientas responsable por lo que me paso y por lo que he hecho. Tú tienes la responsabilidad de eso, por la misma razón no puedes pedirme que me quede cruzada de brazos— no quería decir nada que molestara a Noah pero tampoco quería seguir sintiendo su lástima como si solo fuese un animal indefenso que necesita de alguien para protegerse. No lo necesito, no debí de confiar en él involucrándolo en esta situación y tampoco debí seguirle el beso.
— Dios, que terca eres. ¡Es por tu bien!
— ¿Por mi bien? Noah, solo sientes lástima por mi, ¿crees que eso es por mi bien? No digas que es por mi bien porque más bien sería por el tuyo. Porque ahora sabes todo lo hice y por mi culpa estás envuelto en el encubrimiento de un delito.
— ¡Si! También es por mi bien ¿de acuerdo? Pero es que si tú estás a salvo, si sé que puedo protegerte de alguna manera yo... De alguna manera yo siento que también estaré bien.
— ¿Qué? — ¿que quería decirme Noah con todo esto?— no te entiendo.
— Olvídalo, te llevaré a tu casa. Y en verdad, por favor no cometas ninguna locura.
Ahora de pronto ya no quería hablar, bien, pues entonces ya no hablaremos. Es un idiota, me dice cosas que me confunden para luego pisotear las pequeñas ilusiones que aún me quedan en el corazón. De igual manera no pienso hacerle caso, no lo haré. Minutos después salimos de su departamento y el camino a casa fue tortuosamente silencioso. Fue muy incómodo pero me las aguanté y ni siquiera le di las gracias al bajarme.
Simplemente di un portazo al auto, al llegar a casa y me adentré sin esperar a ver si bajaba o no. De todos modos no lo hizo, él se fue también sin despedirse y sin siquiera saludar a Margot. ¡Ash! Es un estúpido, él no va a decirme que hacer, no cuando sólo me ha confundido todo el día.
Pero... no sé por qué estoy molesta ¿a caso yo querría algo más con Noah? No, definitivamente no. No voy a dejar entrar a ningún hombre a mi vida. Nunca más.
🙈🙈 este par ¿que pasará con ellos? Ambos están confundidos ¿se darán cuenta? O seguirán así, sin poder empezar a vivir? Que creen ?
Deseo hayan disfrutado del capítulo y hasta el próximo!💜😘
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