Dimitria

Tres meses después ***

Cuándo aquel día de la nada, Giovanni ingresó con una pistola en la clínica, el temor a que volviera a lastimarme o le hiciera algo a mi bebé me paralizó completamente. Él había ingresado gritando, diciendo que su hijo y yo teníamos que estar junto a él. Ni siquiera llegamos a saber cómo se había enterado de que yo estaba embarazada. Según los informes que lograron obtener, el aparentemente estuvo estudiando nuestros movimientos desde que había escapado. Si Noah y ese oficial no hubiesen actuado con rapidez, creo que hoy, la historia sería diferente.

Ese día me había costado de sobre manera, recuperarme energéticamente. Me sentí completamente absorbida y agotada por el miedo, el cansancio, la angustia y la preocupación. Luego de que prácticamente pasamos toda la tarde en la habitación, y hablar sobre lo ocurrido con Noah. Terminé quedándome dormida. En la noche, Margot llegó junto a mí para que pudiera ingerir algo. Noah le había pedido que me trajera la cena, comí un poco y lo hice únicamente por mi bebé. Porque sentía que nada pasaba por mi garganta. La imagen de Noah en el suelo, el estallido del disparo y luego ver el cuerpo inerte de Giovanni, me habían cerrado por completo el estómago. Sin embargo, por nuestro bebé, le hice caso a Mar y al terminar tomé una vaso con leche. Ella entendió que aún seguía conmocionada y simplemente me dijo que descansara y que al día siguiente hablaríamos. Depositó un beso en mi frente y salió de la habitación dejándome sola nuevamente con Noah.

Esa noche no pude dejar de abrazarlo, aunque había dormido en la tarde, esa noche ... Aunque  Noah haya creído que si dormí de inmediato, no lo hice porque permanecí casi en vela, observándolo. Acariciándole suavemente el rostro y viéndolo dormir también sin despegarse de mi. Casi lo pierdo, pudo haber sido él, quién ahora se encuentre muerto yo... Dios, de tan solo regresar a ese día y pensar que eso pudo haber ocurrido... No podría vivir sin él, jamás. Al transcurrir los días, fui asimilando más, el hecho de que estábamos bien, estábamos juntos y ahora nada ni nadie podría lastimarnos.

Tanto Noah como yo, necesitábamos un tiempo para nosotros, juntos. El pidió permiso en su trabajo, unos días de licencia y yo dejé a Margarita, a cargo de la compañía. Fuimos a una ciudad muy bonita, el lugar era muy campestre y agradable. Habíamos pasado una semana increíble, sólo éramos Noah, yo y nuestro bebé. Conocimos lugares y personas nuevas, compramos un poco de todo, para las chicas, para la nueva casa y más que nada, para nuestro hijo. Qué, de acuerdo a lo que Ethan había dicho, sabríamos con exactitud el sexo del bebé, en dos meses más.

Helena se había encargado de organizar toda la planeación de la boda, junto con su abuela y Margot. Lo que ellas no sabían... Que al regresar de ese viaje, ya vendríamos como marido y mujer. Se nos había ocurrido la idea loca a Noah y a mi, casarnos en la iglesia de ese pueblo. Más no queríamos arruinar los esfuerzos e ilusiones de nuestros seres queridos. Así que optamos por realizar la ceremonia civil, aquí. Justamente hoy. Como la sorpresa fue grande para nuestra familia, cuando se enteraron de que ya nos habíamos casado por la iglesia... Las ganas porque aún fuesen testigos de nuestro amor, no se habían esfumado. Entonces Margot, después de tanto trabajo, empeño y entusiasmo, dijo que como ellas ya se habían adelantado bastante con los preparativos, la fecha perfecta sería después de cumplir los tres meses. Es así como llegamos a este día, el día de nuestra boda civil.

***

— Bajo la ley que me otorga el derecho, los declaro marido y mujer. Lo que Dios ya ha unido, no lo separe el hombre— el juez finalizó la ceremonia luego de que termináramos de firmar junto con los testigos. Helena y Oliver.

Mi vestido era sencillo pero de color beige tenue, con un lazo en la cintura que resaltaba en el tono rosa. Hacia que se notara un poquito mi pequeña pancita de embarazada. La verdad es que nuestro bebé, aún no se dejaba ver del todo. Observé con una amplia sonrisa a Noah, tomando sus manos y él se acercó aún más, para luego besarnos delante de todos los presentes. Era como el sello de nuestra unión ante nuestros seres queridos.

— Te amo, Dimi— murmuro sobre mis labios regalándome también, una hermosa sonrisa.

— Te amo, Noah — lo besé una vez más y luego los presentes se acercaron a felicitarnos. No teníamos muchos invitados, de hecho la mayoría eran conocidos de Noah. De mi parte... si dolía, no puedo negarlo. Sin embargo, sé que mis padres desde el cielo estarán felices por mí. Sé que ahora descansan en paz y ellos, serán los ángeles protectores de Ackley. Si, ese era el nombre que habíamos escogido en caso de que sea niño. Aunque a decir verdad, a veces también, buscábamos nombres de niñas. Y aún no nos decidíamos por uno en específico.

Como la celebración se llevaba a cabo al medio día, el brindis que realizamos lo hicimos antes de dar inicio al almuerzo. El lugar que las chicas me habían ayudado a escoger era realmente hermoso. Y pareciera ser que toda nuestra esencia, como pareja, se podía sentir en el ambiente. Permitiéndonos disfrutar un momento único y mágico. Al menos así lo sentía yo. Porque Noah para mí era, ese torbellino que ingresa a tu corazón llevándose todo el dolor de un solo golpe. Era la forma más bonita que la vida había tenido de enseñarme, que valía la pena amar de nuevo. A arriesgarse y darlo todo sin miedo alguno.

Él es mi paz y mi tormenta, mis alegrías y mis tristezas, mi locura y mi razón, mis problemas y mis soluciones. Él es y será, siempre, mi todo. Sin dudas alguna, repetiría una y mil veces el día en que lo conocí . Porque allí volví a nacer, aunque mi inocencia en el pasado haya sido corrompida... Noah... Sólo él, pudo lograr que mi alma se redimiera. Que mi pureza se restableciera.

***Dos meses después ***

— Amor, ¡apúrate!

— ¡Voy! — si no apuraba Noah, quién se encontraba con más antojos que yo últimamente. Y ahora le estaba dando con todo a un pote de helado, llegaríamos tarde a la cita con Ethan. Hoy, por fin sabríamos el sexo de nuestro bebé. En los últimos días estuvimos pensándolo mucho y según Margot y la señora Aldana, es en definitiva un varoncito. Según Helena y Oliver sería una niña, ellos en realidad lo decían porque Noah es un poco celoso y entonces lo cargaban con eso. Pues si es niña, él se convertiría en papá sobre protector, celoso y odioso. Bueno, al menos esa era la forma que tenía Oliver, de estar cargándole a su mejor amigo. La realidad es que ambos hombres son celosos y estábamos seguros de que si Helena también estímese embarazada y fiera niña, Oliver sería peor que Noah. Así que... prácticamente estos dos últimos meses, nuestro tema de conversación fue acerca de eso.

Noah se dio prisa y dejando su pote de helado en la encimera de la cocina, lo que me provocó rodar los ojos porque claramente su helado ya estaría más que derretido al volver. Como ahora vivíamos en la casa nueva, la clínica nos quedaba un poquito más lejos, es por esa razón que me daba prisa, no quería llegar tarde. Justo en la cita con Ethan, en dónde al fin nos diría si nuestro bebé es un varoncito o una pequeña princesita. Al llegar a la clínica, la enfermera me dijo que aún había un paciente, que lastimosamente se demoró en la consulta pero que no preocupara porque de seguro en unos segundos más, ya sería atendida. Y dicho y hecho, así fue. Luego Noah y yo ingresamos, prácticamente como si estuviéramos en casa,  ya como de costumbre después de saludar a Ethan y hablar un poco acerca de los síntomas, molestias y demás... Llegó el momento de ir a la camilla para que me pasara el gel sobre el vientre, y al fin conocer a nuestro bebé.

— A ver... tal parece que este bebé, no nos quiere dar la cara— Ethan pasaba de lado a lado el cepillo del monitor y nosotros solo la acabamos a ver a una pequeña semillita ya tomando muchas más forma que la última vez— A ver... ¡ahí está! Si que ha sido difícil chicos, parece que nos escuchó y quiso que sus papis lo conozcan.

— ¿Está todo bien? — necesitaba escuchar que mi bebé estaban completamente sano, mientras que Noah estaba muy ansioso porque Ethan ya dijera el sexo.

— Por favor, sólo dínoslo de una vez

— Está todo, más que bien. El bebé está sano y muy bien desarrollado. ¡Los felicito chicos! Serán padres de un precioso varoncito. Miren, aquí puede verse claramente— Noah se acercó al monitor pero sin soltar mi mano.

— ¿En verdad es un niño? ¡Oh por Dios! ¿Eso de ahí es su... — Noah estaba muy, muy feliz. No dejaba de sonreí y mirar el monitor.

— No, esto de aquí, es el cordón umbilical. Pero esto de aquí... esto si es lo que nos indica que efectivamente, están esperando a un niño— Ethan mostró detalladamente a nuestro bebé y no pude evitar derramar un par de lágrimas de felicidad.

— ¡Oh! ¡Es hermoso! ¡Es un niño! Nuestro niño, Noah.

— Así es, mi amor. Es un niño, Ackley tendrá a la mejor mamá del mundo— Noah regresó hacia mi, depositando un beso sobre mi frente.

— Les imprimiré, las nuevas fotos de este luchador. Ahora ya con un rostro definido y hasta con una pose de saludo— reímos ante las palabras de Ethan porque en verdad nuestro bebé, parecía estar saludándonos. Luego de terminar la consulta y abonarla. Nos despedimos de Ethan y salimos dirigiéndonos a la casa, para darles la nueva noticia a toda la familia.

No puedo dejar de dar gracias a Dios y a la vida... Porque después de tanto sufrimiento, hoy. Puedo llegar a la casa y decir felizmente que tengo un hogar. Puedo amar a las personas y ser amada por ellas, diciendo orgullosamente que es mi familia. Puedo gritar al mundo entero, a todo pulmón, que tengo ambas dichas... Y eso... Eso es una bendición.

¡Muchísimas gracias soñadores! Por haberme acompañado a otra aventura, aquí, en wattpad. Mi casa, el lugar donde pude materializar mis sueños. Y creer plenamente en mi.
Porque el que cree...Crea.
No se olviden.
Los estaré esperando en mis otras historias, no olviden que The Race está disponible en todas las librerías de latinoamerica, puede llegar a EEUU y España por busca libre.com. Sólo Contigo y Torpe de mí están publicadas con el sello selecta de PENGUIN RANDON HAOUSE. Y todas las demás la seguirán encontrando, aquí.
Me despido con amor.
Un abrazo muy grande, desde Paraguay.
Pati.