Capítulo 24

Noah

— No, aún no se lo he dicho. ¿Cómo se supone que lo haré? ¡Soy quién debe cuidarla! Y no pude hacer nada para que-

— Noah cálmate, eso no fue tu culpa. Y lo sabes. Te lo hemos dicho un montón de veces. Sin embargo, creo que debiste decírselo desde que ocurrió eso. Sé que ahora es complicado, créeme que lo entiendo, pero ella tiene que saberlo.

Me encontraba con Oliver, en una casa abandonada. Habíamos llegado hasta aquí, porque una pista falsa nos hizo creer que esa escoria, se encontraba en este lugar. No había podido decirle a Dimi, esto solo la preocuparía y estoy seguro de que la pondría mal. Desde que me lo dijeron, sólo creí que lo mejor, era no decírselo. Y... Cuándo nos enteramos de que estaba embarazada, me pareció aún más certera esta decisión.

— Vamos, será mejor irnos. Un segundo más que perdemos, es un segundo en el que esa rata nos da un paso por delante.

— Vamos— estuve de acuerdo con Oliver. Teníamos que encontrarlo y tenía que hacerlo antes de que la situación empeore.

Al llegar en la comisaría, lo primero que hice fue estudiar nuevamente todos los movimientos que ese infeliz había hecho en los últimos días. Giovanni había logrado escapar el día que lo iban a trasladar en la cárcel. Su juicio estaba a días de realizarse y aún no he podido encontrarlo. De pronto un compañero me avisa que Dimi está en la línea esperando a que le responda. Me fijo en mi celular y me doy cuenta de que la batería se le había acabado. Inmediatamente respondo la llamada desde mi escritorio.

— Mi amor, ¿está  todo bien?

— No, Noah. Llegó un citatorio para el juicio en contra Giovanni. Y... Y aquí dice que él se encuentra prófugo— mi cuerpo entero se entumeció en ese instante. Podía sentir la angustia de Dimi, podía sentir cuán alteraba estaba por esa razón— Noah, dime que eso no es verdad, por favor. Lo habían encerrado, esto no puede ser verdad, por favor, dímelo.

— Dimi, esto no te hace bien, mi amor. Iré para la casa y allí hablaremos ¿De acuerdo?

— Solo dime que no es verdad, por favor Noah — su voz se entrecortó un poco y me dolía escucharla de ese modo.

— Estaré en un par de minutos de allí, a mi amor.

Salí de la comandancia, dirigiéndome a la casa. Tenía que decírselo de frente, e intentar tranquilizarla. Sé que le ha  afectado pero tiene que saber que no permitiré que es rata le haga algo. Luego de unos minutos ya me encuentro frente a la casa, observando que los oficiales asignados para cuidarla siguen en sus guardias. Ingreso a la casa y me encuentro con Helena tratando de calmar a Dimi. Apenas me ve, me deja a solas con ella. Dimi se levanta del sofá y se acerca inmediatamente a mi.

— Noah, si ese hombre se escapó vendrá de nuevo aquí. Él querrá lastimarme, querrá hacerme daño y a nuestro bebé. Por favor dime que es mentira— Era obvio que ella se pondría de este modo, ese infeliz le hizo mucho daño. Pero no permitiré que algo así vuelva a suceder. La abracé llevándola nuevamente al sofá pero sentándola sobre mi regazo. Sequé sus lágrimas e intenté calmarla para que no estuviera así, por ella, por nuestro bebé. Esto no le hacía nada bien.

— Me gustaría decirte que es mentira, que no es así y que está preso pero... — ella dejó escapar un sollozo nuevamente sin embargo, no dejó de prestarme atención — Lastimosamente escapó, no habría querido decírtelo para no preocuparte. Pero es verdad, mi amor.

— ¿Entonces fue por eso que insististe con la guardia de esos policías? — asentí un poco serio ante su pregunta y continué hablándole.

— No hemos logrado dar, con su paradero. Ha estado un paso por delante pero te prometo, te juro que voy a atraparlo, mi amor. Ese hombre no volverá a lastimarte. Te lo juro, Dimi.

— Tú lo sabías desde hace tiempo ¿no es así? ¿Es por eso que estabas raro? No me lo querías decir, Noah — si apenas fue un susurro al final. Intentó levantarse pero no la dejé.

— No, espera, mi amor. Si no te lo dije fue porque no quería ponerte en este estado. Sabía que te afectaría, fue por esa razón que no lo hice. Porque te amo, prometo protegerte y es mi deber encontrarlo. No quiero verte así, angustiada, preocupada y con miedo. Por favor entiéndeme, Dimi— sus lágrimas no se detenían, el embarazo la tenía muy susceptible y enterarse de esta manera fue un golpe muy duro para ella— Por favor mi amor, no llores— apoyó su cabeza mi hombro mientras la acariciaba suavemente sobre su pelo.

— No permitas que nos lastime, Noah. No quiero que le pase nada a nuestro bebé. Por favor júramelo, no quiero perder a mi bebé— no quiero verla afectada de este modo, haré todo lo que tenga que hacer para atrapar a esa maldita rata.

Le juré a Dimi que los cuidaría, con mi propia vida de ser necesario. Con ayuda de Helena a duras penas logramos que tomara un té de tilo. Volvimos a hablar sobre lo mismo pero luego la llevé a nuestro dormitorio y me quedé con ella en la cama, hasta que quedó rendida. No podía dejar de pensar en ese infeliz, causó un daño irreparable en Dimi y ese temor que siente sobre nuestro bebé, es entendible. Pero haré lo que dije, así tenga que dar mi vida por ellos, así me muera en el intento. Esa rata estará donde corresponde, voy a dar con él. Estoy seguro que lo haré y no verá la luz del día, nunca más en toda su asquerosa vida.

*** Un par de días después***

— El doctor dijo que quería asegurarse de que todo estuviera bien. Ya saben, he estado algo nerviosa estos últimos días y Noah insistió en ir.

— Si, solo así estaremos más tranquilos— Dimi se estaba despidiendo de las chicas porque iríamos a una consulta con su doctor. Había hablado con Ethan el día de ayer y también consideró prudente que vayamos para controlar el estado de Dimi y el bebé.

— Bueno, cuídense chicos. Nos vemos más tarde — Helena llegaba de su guardia en el hospital y nosotros íbamos de salida.

— Nos vemos— salimos dirigiéndonos al coche y cómo en esta ocasión no había mucho tráfico sobre todo a causa del clima. Llegamos en la brevedad posible a la clínica.

— Ojalá no nos alcance la lluvia— Dimi bajaba del coche mientras observaba hacia el cielo nublado y ya con algunos indicios de una próxima lluvia.

— Si tu amigo, no se entretuviera tanto con esas sonrisitas.... tal vez podríamos salir de aquí a tiempo— me gustaba ver como fruncía su ceño y se molestaba un poco conmigo, cuándo me hacía del celoso por Ethan. Bueno, cosa que en verdad no es del todo mentira porque si odio ver como le sonríe a mi mujer.

— Noah, no empieces. Sabes que Ethan es solo un amigo— me acerqué a ella robándole un beso para luego ingresar a la clínica.

— ¿Te he dicho que me encantas? — a medio camino logré sacarle una pequeña sonrisa. Había costado bastante, estos últimos días verla así. Tranquila y sonriendo. Al cabo de unos minutos, fuimos anunciados y Ethan nos recibió como de costumbre para luego proceder al control de nuestro bebé y también de Dimi. Cómo esa rata seguía escondida en su madriguera, los oficiales que había asignado al cuidado de la casa permanecían allí, así como dos ofícieles más que nos cuidaban cada vez que salíamos.

— Bien, me alegra informarles, que todo está absolutamente perfecto. Tanto la madre como el bebé gozan de muy buena salud. Pueden estar tranquilos. Dimi, ¿no haz dejado de tomar los suplementos no?

— No, de hecho, hay uno de ellos que cada vez que lo tomo, termino yendo al baño. Lo siento es que mi vejiga no aguanta — Dimi reía ante su comentario porque en verdad cada vez que consumía sus suplementos y vitaminas. Iba al baño a orinar cada rato— Por cierto... uno de esos momentos... es justo ahora. Lo siento — se disculpó con pena porque necesitaba ir al baño.

— Descuida, ve tranquila. Aquí aguardaré para terminar el control— la ayudé a incorporarse de la camilla y salimos un momento para ir hacia los baños. Mientras Dimi ingresaba, yo iba por agua porque me había dado sed. Mi radio walkie-talkie comenzó a sonar en ese instante.

— Tenemos movimientos sospechosos— se podía escuchar claramente a los oficiales que nos aguardaban afuera— ingresaremos a la clínica — de pronto unos gritos se escucharon en dirección hacia dónde estábamos Dimi y yo, hace tan solo unos segundos. Mi vaso cayó al suelo e inmediatamente corrí de vuelta para allá y llegar hasta Dimi.

— ¡Señor baje su arma! — un oficial se encontraba a mitad de la recepción, intentando acercarse al maldito de Giovanni. Dimi se encontraba frente a la recepcionista y ese infeliz estaba a tan solo dos pasos de ella. No sé ni cómo lo hice pero sin dudar corrí en dirección de esa rata llevándolo por delante. Caímos al suelo los dos mientras forcejeaba para que soltara el arma.

— ¡Noah! — pude escuchar el grito de Dimi en medio del tumulto de los demás presentes. Al menos había logrado alejar a la escoria de Giovanni de ella. Lo golpeé en la cara aún sosteniendo con mi otra mano, el brazo de este infeliz para que soltara el arma. El me devolvió el golpe empujándome, eso provocó que me diera la vuelta y le dio ventaja para levantarse dejándome en el suelo.

— ¡Debí matarte hace mucho idiota! ¡Dimitria es mía y siempre lo será! — la rata de Giovanni me apuntaba con el arma, cuándo terminó de escupirme esas palabras, una bala fue disparada.

— ¡No! ¡Noah! — mi vista se dirigió hasta Dimi. Su rostro empapado por las lágrimas, su angustia y temor a flor de piel. Podría jurar que ambos estábamos conectados, sintiendo lo mismo. La vi allí, pidiendo que me levantara, diciendo que me necesitaba, que le había prometido protegerla. Que no la dejara, estaba en shock, al igual que ella. Parecía estar en otra dimensión surrealista y como si esto... Como si fuera un simulacro en dónde despiertas y te dicen que solo fue una pesadilla. Pero así como todo colapso en mi mente, algo hizo click de nuevo y fue como regresar a mi realidad en un abrí y cerrar de ojos.

— Señor, ¿se encuentra bien? ¿Señor? — el oficial que había estado intentando alejar a Giovanni, se puso frente a mi, guardando su arma. Fue ahí, cuando se acercó preguntándome si estaba bien, que yo pude reaccionar. Me levanté del suelo rápidamente para acercarme a Dimitria, ella lo hizo igual, abrazándome fuertemente. El oficial inspeccionaba a su vez, el cuerpo inerte de la rata de Giovanni.

— Está todo bien amor, estoy aquí. Estoy aquí, contigo— Dimi no dejaba de llorar, no soltaba su agarre y repetía mi nombre como si temiese que fuese a desaparecer en cualquier momento.

— Noah... ¡Dios! Mi amor — entre el llanto y aún con el miedo, intentaba hablar pero las palabras no llegaban.

— Estoy bien, estamos bien, mi amor. Ya pasó. Ya no podrá lastimarte — aunque si hubiese tenido la oportunidad de ser yo quién acabara la vida de ese miserable, creo que hubiese sido otra la situación. Porque en esta ocasión no pude ser rápido, él tenía ventaja y yo ni siquiera pude sacar mi arma. Si ese oficial no hubiera actuado con rapidez ... Ahora le estaría fallando a Dimi y no hubiese podido cumplir con mi promesa.

Ethan se acercó a nosotros y luego volvimos a ingresar a su consultorio. Mientras los policías se encargaban de todo lo demás. Ya tendríamos tiempo de declarar, ahora lo único importante era que tanto Dimi como nuestro bebé, estuvieran bien. El susto alteró en gran manera a Dimi y fue mucho más difícil lograr calmarla. Permanecimos allí hasta que todo estuviera mejor y Ethan nos dijera que no había peligro. La lluvia inició y fue imposible ir a casa, al menos durante media hora. Cuándo por fin podíamos salir para ir a casa, los oficiales ya habían llevado el cuerpo de ese infeliz y habían marcado la escena del crimen.

Salimos de la clínica y en todo momento tuve que estar atento a Dimi, pues no había dicho absolutamente nada, en todo el trayecto a casa. Al llegar Margot y la señora Aldana estaban presentes, quisieron hablar con ella y saber cómo estaba, pero les pedí que por favor nos permitieran un momento a solas, al menos hasta que hubiésemos asimilado todo lo ocurrido. Ellas lo entendieron y nos dieron espacio, dejándonos ir a nuestra habitación y permanecer allí, durante casi toda la tarde.

— Si te perdía ... Si yo te pierdo, Noah... No podría seguir sin ti. Tuve tanto miedo, cuando de pronto lo vi ahí, con un arma ... Yo... Cuándo creí que ese disparo había llegado a ti, casi muero, Noah— Dimi tenía su cabeza sobre mi pecho, abrazándome por la cintura mientras yo la acariciaba suavemente.

— Aunque yo no estuviera en esta vida... Siempre te amaré, Dimi. Porque soy tuyo y seré tuyo hasta la eternidad. Perdóname por haberte cuidado como debía, yo — Dimi levantó su rostro colocando un dedo sobre mis labios.

— No vuelvas a decir eso, Noah. Porque tú me cuidas, nos cuidas— llevó su mano a su vientre y al mismo tiempo puso la mía también— Eres el hombre de mi vida y gracias a ti nuestro bebé y yo seguimos, aquí. Arriesgaste tu vida, por nosotros. Sin dudarlo. Siempre recordaré ese instante en el que nos conocimos, con esa sonrisa inigualable, te metiste en mi corazón con todo y tu carácter engreído— Dimi rio por la bajo y luego dejo un pequeño beso en mi barbilla— por todo eso y más, te amo y siempre te amaré, Noah.

La miré con una sonrisa bobalicona en mi rostro, no podía evitarlo. Ella siempre será el centro de mi mundo. La besé como si no existiera un mañana y agradeciéndole a Dios, el hecho de permitirme estar con vida y poder seguir amando con locura a esta hermosa mujer.

Hola soñadores ! Awwww en breve el final 🥺😭😭😭
Espero les guste este capítulo
Los quiero y muchísimas gracias por todo el apoyo que me brindan 💜
Con mucho cariño
Pat 🦋

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