Capítulo 23
Dimi
— ¿Usted cree que es posible?
— Estoy completamente seguro. Aquí podemos observar cómo se ha estado regenerando el órgano— me encontraba en el consultorio con el especialista, estaba recostada sobre una camilla mientras el doctor me examinaba con una máquina de ecografías. Noah seguramente aguardaba afuera porque había recibido una llamada hace no menos de cinco minutos. Y por lo general el suele ingresar conmigo pero deduzco que por esa llamada aún no ha vuelto a entrar. El doctor me estaba explicando lo bien que avanzábamos con mi tratamiento. Que inclusive podría a llegar a embarazarme cuando menos lo imagine y eso... Me había puesto muy feliz. Terminó de examinarme y luego me limpié el gel que me había puesto sobre el vientre.
— ¿Y los medicamentos que usted me recetó? ¿Aún debo de seguir tomándolos? — me levantaba de la camilla en lo que el doctor se dirigía nuevamente a su escritorio.
— Si, no dejes de tomarlos. Sobre todo las vitaminas que ayudan a fortalecer tus órganos reproductores. Es muy importante que sigas como lo has estado haciendo hasta hoy.
— De acuerdo, no fallaré, Doctor— asentí con una sonrisa y el doctor volvió a repetirme que debía llamarlo por su nombre. La verdad le había tomado mucha confianza y teníamos una muy buena relación amistosa. Era como tener mi primer amigo, después de casi toda una vida.
— Ya sabes que puedes llamarme Ethan. Y cualquier dudas que tengas, solo llámame. Apenas estén los últimos resultados, yo te los enviaré al correo. ¿Quieres que también se los envíe a Noah? — desde que comenzamos con el tratamiento, Noah ha estado al tanto de todo. Y siempre muy pendiente.
— Si, está bien. Muchísimas gracias por todo, nos vemos en la próxima cita
— No faltes.
Salí del consultorio de Ethan, buscando a Noah. No estaba afuera, aguardando en el pasillo como creía que lo haría. Al no verlo, agendé mi próxima cita con la secretaria y una vez que finalizó de anotar mis datos, me dirigí a la salida de la clínica. Pude visualizar a Noah en el estacionamiento, cerca del vehículo. Pero parecía estar un poco nervioso, seguía hablando por teléfono. Hasta que vió que estaba yendo en su dirección y al parecer se despidió de la persona con quién hablaba porque cortó la llamada ni bien estuve frente a él.
— ¿Está todo bien? Creí que regresarías pero no lo hiciste.
— Si, lo siento, mi amor. Son cosas del trabajo, no te preocupes. ¿Y qué dijo Ethan?— en cuánto hizo esa pregunta, olvidé por completo que Noah no había vuelto a ingresar y estaba actuando un poco raro. Sonreí y respondí ante su pregunta.
— Tal parece que todo está yendo muy bien. Sólo debo seguir como hasta ahora y los próximos resultados nos lo enviará por correo— en verdad deseaba tanto poder formar una familia con Noah que lo que Ethan me había dicho fue muy emotivo para mí. Porque mis esperanzas e ilusiones, ahora, han crecido mucho más y sé que podré convertirme en madre— ¿nos vamos?
— Si, vamos— Subimos al coche y me dejé llevar por mis pensamientos. Porque aunque muera de miedo, aunque me aterra volver a pasar por todo lo que pasé cuándo perdí a mi primer bebé, estoy segura que ahora será distinto. Será diferente porque Noah me ama y sé que él, cuidará de mi.
*** Tres semanas después ***
— No lo sé, Noah anda muy extraño. ¿ Y si ya no quiere casarse conmigo?
— ¡No! No digas eso, mi niña. Noah te ama, no dudes de eso. Claro que quiere casarse contigo. Yo creo que solo está así porque muy pronto tendrán que afrontar otro juicio. Y sabes a cuál me refiero.
— Si, lo sé Margot, pero últimamente ha estado un poco distante como si me ocultara algo. Sé que en pocos días será el juicio de Giovanni, sin embargo, el comandante Smith dijo que todas las pruebas reunidas en su contra, más los testimonios que se obtuvieron, son pruebas irrefutables y lo condenaran sin dudas alguna.
— Lo sé cariño, ¿Pero te haz puesto a pensar? En que esto tal vez le esté afectando de forma diferente. Porque si bien cuando pasó por lo del juicio de sus padres, tú estuviste allí, con él. Ahora es diferente, porque tal vez él siente que debe cuidarte el doble. Tal vez tenga miedo de fallarte. Ustedes, en pocos días comenzarán una nueva vida, una vida de casados. Y desean tener hijos, formar una familia... Puede que sea todo eso lo que esté tratando de cuidar y no sabe cómo.
Me encontraba en la sala de la casa, hablando con Margot. Ella tenía razón, tal vez yo esté equivocada y vea cosas que no son. Últimamente he estado así, sensible y pareciera que todo me afectara en mayor manera. Noah llegaría en cualquier momento, hoy nos tocaba ir de nuevo a consulta y lo estaba esperando en la casa, con Margot. Pues tanto Helena como la señora Aldana se encontraban fuera de la casa. De pronto el ruido del coche se escuchó y supimos que Noah había llegado. Me despedí de Margot, pidiéndole que por favor se cuidara. Que no hiciera ningún esfuerzo o algo peligroso, mientras estuviera sola, esperándonos. Llegué junto a Noah saludándolo con un beso y él respondió del mismo modo. En unos quince minutos aproximadamente ya nos encontrábamos frente a la clínica para consultar con Ethan.
— Noah, sabes que puedes confiar en mí ¿no es así? — estábamos aguardando en la sala de espera, sentados y tomados de la mano.
— Lo sé mi amor, ¿por qué lo dices? — acariciaba suavemente mi mano izquierda mientras me observaba con una pequeña sonrisa en el rostro.
— Porque siento que me ocultas algo, Noah. Hace semanas que actúas algo raro, te encuentras un poco distante y... Yo... ¿Ya no quieres casarte conmigo? ¿Es por eso? ¿Tienes dudas ver- — Noah me calló con un beso llevando su otra mano a mi mejilla derecha. Al terminar el beso se alejó solo un poquito de mí, negando con la cabeza.
— Jamás pienses eso, mi amor. Por supuesto que quiero casarme contigo. Te amo Dimitria, y eso nada ni nadie podrá cambiarlo. Me haces el hombre más feliz de este mundo, no dudaría nunca en querer casarme contigo. Lo qué pasa es que... las cosas en el trabajo no han estado del todo bien. Sucedió algo que ... — Noah iba a seguir hablando pero en ese instante nos llamaron para pasar a la consulta. Pasamos junto a Ethan, como solía hacerlo, me pidió que me recostara sobre la camilla mientras él, le pedía a su secretaria que trajera mis últimos análisis. Y Noah quedaba muy atento a todo.
— Chicos, he revisado los últimos análisis de Dimitria. Y les tengo muy buenas noticias. En breve lo sabrán— la enfermera que ayudaba a Ethan ingresó entregándole mis análisis y luego se retiró. Ethan colocó un poco de gel sobre mi vientre para luego pasar el ultrasonido encima, y Noah se encontraba muy expectante a lo que nos quería decir— Bueno, los análisis arrojaron resultado positivo. ¡Aquí está! ¿Lo ven? — Ethan señalaba el monitor que teníamos en frente y nosotros estábamos más confundidos que al ingresar— Saluden a su bebé, chicos. Les presento al nuevo integrante de la familia— No podía creerlo, ¡era un bebé! ¡Mi bebé! ¡Nuestro bebé! Me resultó imposible contener mis lágrimas, sobre todo porque era como revivir cada detalle de cuándo había quedado embarazada por primera vez. Pero ahora era diferente, ahora no había peligro porque Noah nos cuidaría a ambos.
— ¿Eso es... — Noah no podía ni hablar, tomó mis manos presionándolas un poco mientras su vista seguía sobre el monitor y Ethan confirmaba todo.
— Así es, estos análisis dieron positivo y ahora con esta última prueba que necesita hacerle a Dimi. Confirmamos plenamente que ustedes serán padres. ¡Los felicito, chicos! ¡En hora buena! Todo este tratamiento por el cuál pásate, Dimi, ha valido la pena. Imprimiré las primeras fotos de su bebé, porque querrán tener esta ecografía ¿no? — ambos asentimos inmediatamente, con la diferencia de que yo traía lágrimas de felicidad empapando el rostro y Noah una sonrisa que intercambiaba entre el monitor y yo. Ethan procesó la impresión de la ecografía, limpió el gel que me había puesto. Y en lo que yo me incorporaba, Noah me acercó a él besándome una y otra vez.
— ¡Seremos padres, mi amor! Gracias, gracias por esto, Dimi. ¡Me haces intensamente feliz! — a pesar de encontrarnos frente Ethan, no pudimos evitar sentirnos de este modo y demostrarnos entre besos y abrazos , lo feliz estábamos.
— Me alegro mucho por ustedes chicos. Los felicito, una vez más. Pero ahora, Dimi, deberás de seguir aún mucho más rigurosamente estas indicaciones nuevas que te daré. Es muy importante que en verdad, los primeros tres meses, no pases por momentos de tensión, nada de esfuerzos físicos, estrés y sobre todo una alimentación basada en estos nutrientes y vitaminas que te anotaré, aquí. ¿Estamos?— Ethan terminó de decirme todo eso para luego dirigirse a Noah— Y tú Noah, te encargarás de que efectivamente lo cumpla. Es más, creo que mientras más repaso realice estos primeros meses, estaré tranquilo como su médico y amigo. Porque todo esto les digo como amigo, chicos. Pero teniendo en cuenta mi experiencia profesional. Estos primeros tres meses, deben estar muy bien cuidados, tanto la madre cómo el bebé.
— Más que claro, yo me encargaré de que así sea. Dimi y nuestro bebé estarán muy bien cuidados— Noah orgullosamente respondió a Ethan. Unos minutos después, ya con todas y cada una de las introducciones nuevas que teníamos, nos despedimos de Ethan, agradeciéndole por todo.
En verdad nos encontrábamos muy felices por la notica. Por el camino paramos en una tienda porque Noah quería comprarle algo al bebé. Quería hacerlo porque según él, tenía que ser el primer regalo de nuestro bebé. Salimos de esa tienda con más de un regalo, yo me me había emocionado con un par de conjuntitos color celeste y también había en rosa. No quería quedarme con un solo color, así que decidí traer en ambos colores.
— Noah ... ¿Tú... crees que todo estará bien?— de pronto, ya camino a casa un sentimiento de angustia se instaló en mi pecho. Todo esto era algo que siempre había querido, que siempre soñé y cuándo... Cuándo me ilusioné con ese pobre angelito que perdí... Solo no quiero que me vuelva a pasar lo mismo, sólo ruego a Dios porque este bebé si llegue a nacer, a estar con nosotros, sus padres. Noah se detuvo en el semáforo y tomó mi mano mirándome a los ojos.
— Todo estará bien, mi amor. Tú no te preocupes por nada, ni por nadie. Yo cuidaré de ustedes, dos. Es más, pondré a un par de oficiales al cuidado de la casa. Así estaré tranquilo cuando tenga que ir a trabajar— retomamos la marcha al dar verde el semáforo y lo que Noah había soltado me pareció muy extremista.
— Pero Noah, eso es demasiado. Ethan solo recomendó que no hiciera muchas actividades físicas. No veo sentido a que asignes, a oficiales para cuidarnos. Helena, su abuela y Margot podrán ayudarme— Noah fue tajante con su decisión y ni siquiera me lo había consultado.
— No, esos oficiales estarán esta misma noche frente a la casa.
— ¿Al menos podrías preguntarme si yo también lo quiero?— me crucé de brazos mirándolo con el ceño fruncido. Al parece esta sería nuestra primera diferencia como parejas.
— Lo siento, mi amor. Pero esto no lo negociaré. Es la única forma, en poder ir a trabajar sin preocuparme en que si ese ... — Noah calló de pronto sin terminar lo que decía.
— Sin preocuparte ¿en qué? No lo entiendo Noah, en verdad, eso es demasiado. Dios, no estoy imposibilitada. Estoy embarazada. Y con las chicas estaremos muy bien.
— He dicho que no, Dimi. Por favor entiéndeme. Si necesitas algo, si de pronto ocurre algo de suma urgencia... al menos los oficiales podrán ayudarte. Y yo podré estar más tranquilo, si sé que estás a salvo.
— ¿A salvo? ¡Noah por Dios! ¿Por qué dices eso? Ethan solo pidió que me cuidara por una gestación tranquila. No porque tenga algo malo o grave— llegamos a la casa para luego bajarnos e ingresar aun discutiendo por lo mismo.
— Lo siento Dimi— Noah me atrajo hacia él, colocando sus manos sobre mi rostro— por favor mi amor, sólo entiende. Necesito que puedas entender que esto lo hago por nosotros. Es la única forma que tengo de poder ir al trabajo, tranquilo. Muero de miedo, de tal solo pensar que pudieras necesitar algo y yo no esté cerca tuyo. Por favor, mi amor. No me niegues esto— tal vez Margot tenga razón y Noah se siente solo con todo esto. Sobre todo ahora que tendremos un bebé.
— Está bien— acepté suspirando y luego Noah me dio un pequeño beso en los labios— Si de ese modo, tu estás bien, yo también lo estaré. Te amo Noah.
— Y yo ti, te amo mucho, Dimi.
Haré todo lo posible para que Noah sepa que puede contar conmigo. No está solo y juntos, los dos. Tanto nuestro bebé como yo, lo apoyaremos en todo. Aunque ahora aún sea una pequeña semillita, estoy segura de que este bebé, crecerá sano y fuerte para traernos mucha felicidad.
Hola soñadores ! Omg! Ya sólo falta un par de capítulos y llegamos al final 😭😭😭
Deseo disfruten la historia!
Hasta el próximo capítulo!💜😘
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