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La escala de ebriedad está encabezada por los más adultos y terminada con el menor de la sala, quien a pesar de también llevar un par de vasos encima, aún sigue lo suficientemente consciente para echar un ojo a sus amigos cada pocos minutos.

Jimin está sentado sobre el regazo de Yoongi mientras todos juegan a los dados, rodeando la elegante mesa de cristal que ahora está llena de manchas de alcohol, servilletas y frutos secos, pero a nadie le importa lo más mínimo. Están pasándoselo bien, el tiempo pasa volando y a penas se dan cuenta.

- ¡Y nuestro señor profesor pierde de nuevo! —ríen todos menos el mayor de todos, quien pasa su vista del dado a todos los pequeños vasos que tiene que beberse. Taehyung ya está acercándole uno cuando instintivamente se echa hacia atrás y coloca la mano en medio, demasiado borracho como para incluso poder negarse de manera apropiada.

- Alto ahí —Jimin, sobre sus muslos, niega y se bebe él mismo el licor que su amigo está ofreciendo, poniendo una mueca de desagrado con el trago. — Fin del juego para nuestro señor profesor —declara agarrándole con cuidado cuando este hace el amago de vomitar.

- Oh vamos —Jungkook, quien está disfrutando con la situación, se queja — no es nuestra culpa que juegue tan mal.

- Es un juego de azar —responde su mejor amigo, intentando alzar a su pareja y arrastrándola con cuidado al baño que hay en la sala. Taehyung y Hoseok ya están terminándose ellos mismos la ronda que le correspondía beberse al más mayor de todos, por lo que cuando el rubio tiene que pedir ayuda para que le abran la puerta, solo queda el joven pelinegro como opción. — Ayúdame, anda.

- Déjame a mí —murmura con ligera molestia, acercándose y cogiendo fácilmente al mayor al tiempo que abre la puerta con un pie. Jimin sonríe y el menor rueda los ojos mientras levanta la tapa del váter y recuesta al adulto en el suelo.

- Creo que no me encuentro muy bien... —murmura Yoongi desde abajo, consiguiendo que su pareja se acerque inmediatamente a él y empiece a acariciarle la frente con preocupación.

- No deberías haber bebido tanto... —murmura con molestia, pero no es ni la mitad que tiene el más joven del cuarto, observando la escena con tanto desagrado que una mueca de asco cubre su rostro por completo. — Sujétale, por favor —le pide su amigo, y él no tarda ni medio segundo en acercarse y ocupar el lugar, sujetando a su antiguo profesor.

- Eh eh eh —Jimin se levanta y Jungkook le detiene, mirándole desde abajo incrédulo, aún con el cuerpo del adulto recostado casi al noventa por ciento sobre él. Se siente extraño viéndolo tan borracho e inútil, diferente a lo usual, aunque igual de molesto a sus adolescentes ojos. — ¿Me lo vas a cargar a mí?

- Solo un momento —el rubio hace un puchero y junta las manos, rogándole — voy a pedir una botella de agua y un taxi —la expresión incómoda de Jungkook no cambia y a Jimin solo se le ocurre aletear más sus delineadas pestañas.

- ... —El menor suspira pero termina asintiendo y hace un movimiento con la mano para que se marche. — ¡Ah, espera! —su amigo se asoma antes por la puerta y Jungkook saca el móvil. — ¿Puedo tomarle fotos?

- ¡Claro que no! —responde de inmediato. Jungkook intenta el mismo truco de las pestañas, pero solo consigue que Jimin se reafirme en su respuesta tras pensarlo un par expectantes segundos en silencio. — Nada de fotos —Jungkook rueda los ojos y Jimin suspira, observando la demacrada imagen de su novio que se apoya sobre los hombros de su mejor amigo. — Buscaré chocolate o algo, pero cuídale bien.

- ¿Chocolate?

- O algo.

- Cuenta conmigo —el pelinegro sonríe confiable y finalmente la puerta del baño se cierra. No pasa ni un segundo de eso para que mire con desprecio a la pálida persona que recae en su brazo y lo zarandee, haciendo que por equivocación caiga por completo sobre su regazo. — Joder... — rueda los ojos e intenta apartarle, pero el adulto está en tan malas condiciones, que tras el tercer intento, decide dejarle ahí.

- ¿Jimin? —pregunta el mayor en un hilo de voz.

- Jimin no está —responde ofuscado el único que se encuentra en el cuarto de baño— ha ido a comprarme chocolate.

- Jimin... —Jungkook rueda más los ojos si es posible y ni se molesta en responder, llamando mentalmente a su amigo para que vuelva pronto. Casi le cuesta odiar a alguien que está en tan malas condiciones. — Creo que voy a potar.

- Te esperas —eso es lo que dice, pero el adulto ya está intentando reincorporarse y levantar la taza del váter. — Nonono, espérate a que ven- ¡ESPERA, ESPERA, YA VOY YO, UN MOMENTO! —Antes de que el contrario abra la boca, se pone rápidamente el pie, apartándole con brusquedad y levanta el mismo la tapa, justo un segundo antes de que el mayor empiece a soltarlo todo en interior. — Dios... —se cubre la nariz con la manga de su sudadera y aparta la vista con asco. — Esto es lo peor del mundo...

Y lo peor del mundo dura casi tres interminables minutos en los que Yoongi siente que va a vomitar hasta el intestino. Cuando termina, puede pensar con un poco más de claridad, pero sigue encontrándose deplorable. Con el sonido de fondo de su ex alumno tirando de la cadena y bajando la tapa, consigue apoyarse de nuevo en la pared.

- Me siento en la jodida mierda —murmura masajeándose el puente de la nariz con fuerza, cerrando los ojos mientras intenta adecuarse a la situación. Al menos ahora puede levantar su propio cuerpo sin ayuda de nadie. Jungkook le mira alzando una ceja, casi gritándole con la mirada que esta situación tampoco es una maravilla para él, y cuando Yoongi le ve, aunque solo es un segundo, se siente avergonzado. — Gr-gracias, por cierto.

- Eres viejo, deberías tener más aguante con el alcohol.

- Ahora mismo me dan exactamente igual tus insultos, si lo que pretendes es enfadarme —responde cansado, sintiendo un punzante dolor en su sien al pronunciar cada mínima palabra. — siento que todo da vueltas...

- Es lo que suele pasar cuando pillas un pedo de campeonato.

- Vosotros me habéis dado de beber...

- Tú perdías casi todas las rondas jugando —Jungkook se encoge de hombros y sonríe con malicia, empezando a disfrutar levemente la situación. Quizás es verdad que, de los dos, en ese momento él no es el peor parado. — el juego es el juego, profesor.

- N-no soy profesor...

- Ya no.

- Ya no —lo repite por inercia, arrastrando las palabras. Se pasa la mano por el pelo y echa un breve vistazo a su alrededor, buscando a alguien. Antes de que pueda preguntar dónde está Jimin, el menor, quien le observa en silencio de reojo, se le adelanta con la respuesta.

- Ahora viene tu novio —vuelve a explicar— está pidiendo un taxi y comida para mí —mira como el mayor empieza a desabrocharse la camisa acalorado, y de mala gana, se pone en pie y acerca al lavabo para mojar una de las pequeñas toallas negras que hay junto a este. — tú deberías ser el que le cuida, no al contrario... —murmura molesto, tendiéndole la toalla húmeda descuidadamente.

- ¿Jimin está bien? —pregunta confuso el adulto, agarrando de inmediato la toalla y colocándosela en el cuello para refrescarse.

- Está saliendo contigo —responde sarcástico, pero el comentario no afecta en absoluto a cierta personas demasiado ebria como para entenderlo, por lo que se resigna e intenta hacérselo más sencillo a su profesor. — Está bien, sí. Te he dicho que ahora viene.

- ¿Ahora viene? —asiente con molestia y luego ambos quedan en silencio. Jungkook piensa que la conversación va a terminar ahí, pero una voz grave vuelve a abrirse paso inesperadamente. — Tú cuidas muy bien a Jimin.

- ¿Ah?

- Siempre te preocupas por él —sigue hablando, en un tono tan bajo que casi parece que lo hace para él mismo. Ni siquiera le mira, tiene la cabeza apoyada en el frío mármol de la pared y los ojos cerrados, intentando que la luz del baño le afecte lo menos posible. — Cuidas muy bien a Jimin.

- Ya lo sé —murmura molesto, porque ya lo sabe. No necesita que el novio de su mejor amigo lo diga en alto, pero ahí lo tiene, sentado en el suelo del baño de un karaoke, declarando lo obvio. — Soy su mejor amigo.

- Taehyung podría ser tu mejor amigo.

-Taehyung es diferente.

- Taehyung es diferente —repite el mayor, sonriendo levemente. — De Jimin estás enamorado y de Taehyung no, por eso es diferente —Jungkook frunce el ceño, bloqueándose brevemente al no esperarse esas palabras. — puedo estar bebido, pero lo entiendo mejor que nadie.

- Jimin es mi amigo, tú no lo entiendes —responde, intentando no sentirse agobiado por las palabras de un exprofesor borracho tirado en el suelo.

- Jimin te quiere más que a mí —entreabre un ojo y sonríe amargamente, observando como Jungkook, comenzando a enfadarse, le fulmina con la mirada. —Pero te rechazaría.

- ...

- Deberías declararte igualmente, aunque te fuera a rechazar —se cambia la toalla de lado, pasándola por la nuca mientras mira, ahora fijamente al menor, quien cruzado de brazos permanece de pie. — Deberías decírselo.

- No estoy enamorado de nadie, viejo pedófilo —cada vez hay más rabia en sus palabras, una rabia que no puede descargar al ser un borracho con el que está manteniendo la conversación. Aprieta los puños, pero no pasa de eso. — y no me rechazaría.

- Quizás no.

- ...

- ¿Tanto miedo te da comprobarlo? —Yoongi suelta una carcajada y las uñas del menor se clavan mas en sus palmas. No sabe que decir, pero siente que necesita pararlo, y rápido. — Intenta besarle y verás como no te corresponde.

- Claro que no me corresponderá, idiota —Yoongi alza una ceja y Jungkook aparta la mirada. Ya ni recuerda que está ahí haciéndole un favor a su mejor amigo, a la persona de la que está hablando. — Somos amigos.

- Pero si te gusta es algo que deberías decirle, ya que sois amigos.

- Te veo muy seguro de tus palabras —declara serio, agachándose hasta colocarse a la altura del adulto. Este se sorprende por la cercanía del menor, demasiado ebrio como para ser completamente consciente de la conversación que está manteniendo. — Te veo muy seguro de que me gusta, pero sobre todo te veo demasiado seguro de que me rechazaría.

- ¿Jimin? —pregunta desconcertado. Jungkook asiente. — ¿A ti? —le señala, casi rozando su pecho, y Jungkook vuelve a asentir. Esta vez una tranquila pero inocente sonrisa aparece en el rostro del adulto antes de hablar. — te rechazaría por completo.

Jungkook frunce los labios en una sola línea. Solo respira y le mira fijamente, cogiendo intensidad por segundos. No sabe como reaccionar, no sabe que debería hacer o decir en ese momento. Yoongi sigue igual de borracho que al principio de la conversación y eso solo le saca más de quicio. Ni siquiera puede desquitarse apropiadamente.

Ni siquiera sabe porque le molestan las palabras de ese señor cuando no es la primera vez que las escucha. Él mismo las conoce mejor que nadie. Él mismo, quien acaba de recibir permiso del novio de su mejor amigo para probar suerte.

- ¿Jungkook? ¿Seguís ahí? —justo en ese instante la cabeza de Jimin se asoma por la puerta. Lleva una tableta de chocolate y una botella en la mano, agarrando ambas cosas con dificultad entre sus pequeños dedos.

El menor le mira sorprendido. Luego baja la vista a Yoongi, quien también le observa, alzando una ceja, o al menos así se siente a ojos del adolescente, quien siente como se para el tiempo. Vuelve a mirar a su mejor amigo y baja la vista a los labios de este. Casi lo siente como un reto. De nuevo baja la vista al adulto del suelo, la sube y tiene a Jimin , ofreciéndole la tableta de chocolate a medio comer y una mirada de desconcierto.

- Yo... —mira fijamente a su amigo y se pasa la mano por el pelo. Está acercándose, está dando un paso y piensa hacerlo. Piensa hacerlo en ese mismo instante, delante de Yoongi, delante del váter manchado de vómito y el espejo empañado. Delante de esas ostentosas paredes doradas que les rodean. Y sobretodo delante de Jimin.

- ¿Jungkook? —observa a su amigo con desconcierto, aún tendiéndole la tableta de chocolate.

El menor traga saliva y se inclina, un segundo antes de agarrar el dulce con brusquedad y salir rápidamente del baño, dejando que la puerta se cierre con fuerza. Todo se queda en silencio tras su salida, y Jimin no tarda en mirar a su novio, quien sigue tirado en el suelo, en busca de explicaciones.

- ¿Qué ha pasado? —pregunta enfadado.

- Que tengo razón —responde encogiéndose de hombros y desconcertando al rubio aún más — ¿eso de ahí es agua? —señala la botella que trae en la mano el rubio, quien con esa frase recuerda la situación principal al segundo.

Se sienta junto al pelinegro y le da de beber concuidado, limpiándole al mismo tiempo la frente con la toalla húmeda y pensandoen que luego le comprará una tableta entera de chocolate a su mejor amigo.    

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¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS! (relee de nuevo este mensaje a las 00:00 y tendrá más sentido) 

Muchas gracias por seguir aquí apoyándome. Que llevo diciendo lo mismo más de tres años y aún no siento que os lo haya agradecido bastante. Jo. Gracias. GraciasGraciasGracias~

Por cierto, mi propósito de año nuevo es actualizar más rápido. Y tranquis que este lo cumplo, que ya tengo más reservados que pienso incumplir nada más empiece el año xd 

Muchos besos y que disfrutéis mucho en familia <3 

sea cual sea.

-homenaje a Burbuja que este año fue mi supernena favorita-

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