Cuando Jungkook ve el rostro de su mejor amigo esperándole en la entrada, impulsivamente echa a correr hacia él, aunque a medida que avanza intenta controlarse y una vez llega a estar en frente tan solo alza la mano y se limita a saludar con una sonrisa, a pesar de toda la emoción que guarda dentro. Jimin guarda el móvil y le abraza contento, detalle que el menor agradece tras no haberse atrevido en un primer momento.

- ¿Qué haces aquí? —pregunta agradablemente sorprendido— ¿No deberías estar de viaje con tu clase? — Jungkook echa un vistazo a la hora de su móvil y frunce levemente el ceño. — Taehyung me dijo hace seis horas que ya estaba en el autobús con todos los demás.

- Al final me quedo.

- ¿Cómo que te quedas? —Jimin sonríe de oreja a oreja. Está tan feliz que le faltan palabras para expresarlo.

- Que no voy al viaje de clase —se encoge de hombros — al menos al que organiza el colegio. Y como tenías tu último examen hoy, pensé en pasarme a ver que tal te había ido... —revuelve el pelo a su amigo y de nuevo esa destellante sonrisa aparece en su rostro, contagiando a cada persona que la ve. — ¿Y bien?

- Me da igual como haya ido, lo que importa es que era el último —el rubio alza una ceja y Jungkook agacha la cabeza avergonzado. — Era inglés...

- Jungkook...

- ¡Pero eso no importa porque estás aquí! —estrecha a su amigo, rodeándole con un brazo y avanza un paso, arrastrándole, dirigiéndose a la parada de autobuses. — Mi casa está libre hasta las ocho, así que podemos ver una peli y hacer palomitas, o pizza, o lo que más te apetez-

- Ey ey ey ey —Jimin detiene a su amigo, el cual ya iba directo sin pararse ni un segundo a escuchar. Le agarra del brazo y da un par de palmadas cariñosas antes de juntar sus propias manos y hacer una pequeña reverencia como disculpa. — Lo siento, no puedo.

- ¿No puedes? —Jimin niega y la decepción en el rostro del menor empieza a notarse. — ¿Ni un ratito? —vuelve a negar.

- Me voy de viaje en... —el mayor agarra de nuevo la mano del pelinegro, echando un vistazo a la hora del móvil que aún sostiene, y tras hacer cuentas durante un par de segundos, termina la frase. — en dos horas y media. Y aún tengo que hacer la maleta.

- ¿Cómo que la maleta? ¿Pero no decías que no te ibas de viaje?

- Con el colegio.

- ...

- También me pasé porque quería que supieras algo antes que nadie —Jungkook ya puede entreveer lo que viene a continuación, y aunque no quiere escucharlo, sigue prestando atención. Después de que rechazara sus planes, vuelve a ser un día normal y aburrido.

- Dime que no has vuelto co-

- He vuelto con Yoongi —la sonrisa de Jimin es enorme, pero en esta ocasión, en vez de contagiar al menor, le deslumbra. — De hecho, me voy con él de viaje. Y debe estar a punto de salir de clase, por lo que me llevará a casa a que haga la maleta y luego iremos a la estación.

- Lo has dicho —resopla y rueda los ojos, no sintiendo ninguna sorpresa por la noticia. Se lo esperaba más que nadie, puede que incluso más que el propio Jimin. Y aunque la noticia no sea de su especial agrado, el rubio está sonriendo como hacía meses que no lo hacía, por lo que sus comisuras también terminan elevándose, más brevemente, y revuelve con cariño el pelo de su mejor amigo. — Me alegro de que las cosas se hayan arreglado, supongo.

- Y hay algo más que teng-

- ¡Jimin! —ambos jóvenes se giran hacia el coche que ha frenado frente a la entrada del centro. Solo ellos saben quien está en su interior antes de que las ventanas oscuras bajen y muestren el rostro del profesor Min Yoongi con unas gafas de sol negras cubriendo sus ojos.

- ¡Ahí está! —el rubio agarra la mano de su amigo y tira corriendo hasta el coche. Jungkook intenta poner las menos caras de asco posible y se resigna a aguantar la situación, ya sea por su mejor amigo.

- ¿Le tengo que llevar a su casa? —pregunta Yoongi refiriéndose al menor del los tres, quien de reojo está fulminándole con la mirada.

- No hace falta, me gusta coger el autobús —Jimin mira a su amigo pero no insiste. Está tan contento que prefiere no liar las cosas y respetar la decisión del pelinegro. — Por cierto, irte con este, cuenta como viaje escolar.

- ¡Jungkook! —Jimin le da un suave golpe en el hombro y Yoongi resopla de fondo, justo antes de agarrar del jersey al rubio, quien estaba extremadamente cerca de la ventana, y plantarle un beso en los labios frente al menor y todo el mundo, que aunque no repara en el beso, caminan cerca del coche. Cuando suelta a Jimin, esté le da un empujó en la frente y frunce el ceño, reprochándole de la misma forma que había hecho segundos antes con el menor. — ¡Yoongi!

- ¿Hoy era tu último examen? —Jungkook asiente, aún impactado por lo que acaba de presenciar. — Pues bien, mocoso, hoy es mi último día.

- Esto es lo que pretendía decirte antes... —comienza a explicar Jimin, dirigiendo la vista de Jungkook de nuevo a él, principalmente para evitar que ambos sigan hablando al notar la creciente tensión en el ambiente. Aún sigue contento y no quiere estropearlo. — Yoongi ha dimitido.

- ¿Cómo que ha dimitido?

- ¿Acaso no sabes lo que es dim-

- Eso —interrumpe al mayor y para disimular, se va quitando la mochila y la tira a dentro del coche por la ventana, arrastrando a Yoongi con ella e ignorándole. — El año que viene ya no dará clases en este centro.

- Y en ningún otro —interviene de nuevo el mayor de fondo, aunque nadie le hace caso.

- ¿Ha dejado su trabajo por ti? —Jimin se encoge de hombros — Estáis locos.

- Al menos es mejor que salir con un profesor —da un suave toque en la nariz del contrario, intentando animar el impactado rostro que aún tiene. — ¿No crees?

- Supongo.

- ¿Sigues sin querer que te acerquemos a casa?

- ¿Ah? —Jungkook zarandea la cabeza, intentando procesar toda la información que ha recibido, y cuando vuelve a estar medianamente estable, niega y alza el pulgar, forzando una sonrisa. — No, no, estoy bien.

- ¿Seguro?

- Seguro. Será mejor que vayas rápido a casa que aún tienes que hacer la maleta...

- ¿Cómo que hacer la maleta? —Yoongi vuelve a intervenir por el fondo — me dijiste que ya la tenías hecha y solo subirías a coger un par de cosas —Jimin no le mira, pero sonríe a su amigo como si le hubieran pillado. — Sube al coche, anda. Ahora el tiempo que tenemos se ha reducido casi una hora, ah. — Jimin deja un beso en la mejilla de su amigo y le da un fuerte abrazo, desbordando felicidad por cada uno de sus poros.

- ¡Te mandaré fotos! —exclama una vez está dentro del coche, apoyándose en Yoongi para poder acercarse más a la ventana del conductor, donde Jungkook les observa en silencio, aún con esa incómoda sonrisa en el rostro. Pero cuando ve el rostro de su amigo, se vuelve más y más sincera.

- Aquí estaré cuando vuelvas —se despide agitando la mano hacia Jimin y terminando agitándola hacia un coche que se hace pequeñito a lo lejos. Suspira, aún sonriendo, y retoma su camino a la parada del autobús.

Mientras tanto Jimin está peleándose con el cinturón en el coche, más termina por recibir ayuda del mayor en un semáforo en rojo. Una vez ya está asentado, aprieta los puños emocionado hasta las orejas y se lanza a abrazar al de su asiento contigo, dejando una docena de besos a lo largo de la parte de rostro ajeno que llega a alcanzar.

- ¿Y esto? —pregunta Yoongi, conmovido por la muestra de afecto tan gratuita.

- Tengo las mejores personas del mundo y estoy muy contento —sigue dejando besos y Yoongi ríe. — Pero sigues estando en segundo lugar.

- Me da igual —justo en ese instante, se gira y roba uno de los besos que iban dirigidos a su mejilla, colocando sus labios en medio. Sonríe de medio lado y añade, quitándose las gafas para poder apreciar mejor al rubio. — Tú sigues siendo el premio, así que no importa.