—Mi nombre es Matt —Se presento— ¿Cómo te llamas? —Pregunto 

Ya estoy harta de sonreír. Me quiero ir de su lado...

— Sonrisitas —Respondí de mala gana

Y sin más que decir me puse de pie, di la vuelta y camine al salón principal. No tengo ganas de seguir hablando con ellos, querían saber sobre mi y claro que no les diría, son extraños a mi. Puede que se hayan presentado y hayan sido amables pero sé sus intensiones y no lo iba a permitir, no soy un objeto, se bien que era lo que querían y no lo voy a permitir. 

No veo a Melanie ni a Vanessa, no creo que se hayan ido dejándome aquí.

— No escaparás de mi tan fácil —Susurro un hombre 

Al voltear me di cuenta de que se trata de Jack... 

— ¿Qué quieres? —Pregunte

Me cruce de brazos y moví los ojos.

— Hablar un rato...

Que fastidioso es esto, espero acabe rápido.

— Bien, hablemos —Dije

— Tomemos asiento —Propuso

— Por si no te has dado cuenta... no hay donde, a menos de que sea en el jardín, lugar al que no iré debido a que tus amigos se encuentran en dicho lugar. 

— Hey, tranquila, arriba hay otro salón —Dijo riendo 

¡Genial! , Melanie y Vanessa deben estar ahí.

Este salón es mucho mejor que el principal, hay mesas distribuidas en el lugar, se ven bastante cómodas. Divisé a Melanie y a Vanessa bastante coquetas con unos tipos.

No quise interrumpirlas así que tomé asiento seguida por Jack.

— ¿Me dirás tu nombre? —Pregunto 

Luego de pensarlo unos segundos decidí que si, que lo haría, no pierdo ni gano nada al hacerlo, no me costará tanto...

— Tatianna. 

— Que nombre tan sexy —Opino 

Wow, este tipo es todo un necesitado. 

— No lo creo —Bufe 

—Combina muy bien —Opino

Conmigo por supuesto. 

— ¿Con qué? —pregunte

Quiero oírlo de él para saber si piensa lo mismo que yo. 

Vaya lío en el que me metí, no se quien es este tipo, tal vez ya sabe algo de mi. Pero sería imposible, si sabe algo debería saber mi nombre, a menos de que...

— Con mi apellido —Sonrió 

No entiendo a que se refiere... para que mi nombre y su apellido se junte debíamos casarnos, cosa que no haré, esta muy viejo, podría ser mi padre. 

— ¿Disculpa? —pregunte y comencé a reír 

— Si te casas conmigo lo tendrás todo —Propuso

Lo vi sacar algo de su chaqueta... es un anillo.

Esto va en serio...

— No quiero nada de ti —Bufe 

— ¡Oh vamos! —Exclamo— Solo debes decir que si; te vas a vivir conmigo, luego nos casamos, y de ahí en adelante me acompañas a este tipo de eventos, no te pediré algo más si es lo que crees.

— Primero, no te conozco. Segundo, no me estás proponiendo ser tu esposa, me estas proponiendo ser tu objeto, y tercero, no soy una de esas. Además, soy menor de edad.

— Quien dijo que lo nuestro sería legal — Dijo sonriente

Este tipo esta metido en cosas ilegales, debo alejarme de él.

Me puse de pie dispuesta a irme pero él me detuvo. 

— Tú te quedas aquí —Amenazo tomándome del brazo

— ¿Tatianna qué haces? —Pregunto Melanie

— Oh Dios — Chilló Vanessa— Te ha propuesto matrimonio, vamos Tatianna, dile que sí. 

Voltee hacía ellas y me dí cuenta de que todos en el lugar nos observan. Pero de inmediato desvían su mirada y se centran en sus asuntos.

— Me quiero ir, no quiero estar aquí, mucho menos con este hombre —Respondí 

Se formo un nudo en mi garganta, y mis ojos se cristalizaron... no puedo llorar ahora, me veré tan débil. 

— ¿Por qué? ¿Qué hay de malo en él? —Pregunto Melanie— Es lo que necesitas. 

— Esta en cosas ilegales —Susurre— Y no lo conozco. 

Ella bajo la mirada de un segundo a otro y comenzó a hacer muecas...

— Todos aquí están en cosas ilegales— Aseguró subiendo la mirada

Ellas lo supieron, todo este tiempo... Me trajeron a propósito. 

— ¿Lo sabían? —Solloce

Esta fue la gota que rebaso el vaso.

— Si, no te lo queríamos decir, pero por eso estamos aquí, por ellos —Admitió

—¿Cómo qué por ellos? —Pregunte

— Fácil. Todos aquí son narcos, incluso mafiosos... ellos vienen aquí para elegir a la mujer que quieren como esposa —Admitió 

Ellas me trajeron para que... ¿Un mafioso me eligiera por esposa? Por eso todos en el jardín se acercaban como perros a un hueso.

—Pero que cínicas son —Masculle 

Fueron capaces de traerme a este lugar, me engañaron. Si esto era lo que querían para ellas hubiesen venido solas, sin mi.

Corrí escaleras abajo y salí del lugar. En cualquier momento pueden hacerme daño, podrían retenerme en este lugar ¿Y entonces qué sucedería conmigo?

—Hey, Tatianna espera —Grito Vanessa

Camino por la calle lo más rápido que puedo pero los tacones no me ayudan y no quiero hablar con ella, me traicionó. 

— Espérame, me iré contigo —Grito

— ¿Para qué? ¿Para luego darle mi ubicación a ese tipo? —Pregunte

—No, porque yo tampoco quiero esto —Admitió 

— ¿Y por qué viniste? ¿Por qué querías que aceptara ser su esposa? —Pregunte dándome la vuelta

— Púes, pensé que sería la mejor opción. Lo tendría todo con solo decir una palabra, podría llevarme a mi madre conmigo... no lo se, y casarte con ese tipo, por Dios Tatianna es uno de los mafiosos más poderosos —Sollozo cabizbaja

Los padres de Vanessa están separados desde hace mucho,pero siguen viviendo juntos... y su madre es quien paga siempre, por todo, se deja pegar por su padre solo para que no dañe a Vanessa y ella aveces se siente culpable solo que no lo demuestra y tampoco acepta ayuda. 

— Bien —Masculle comenzando a caminar

A los pocos segundos escuche pasos detrás de mi.

— ¿A donde iremos? —Pregunto— Podemos ir a la fiesta 

— ¿Estamos en esta situación y tú sigues queriendo ir a esa fiesta? —Pregunte 

Y ahí fue cuando lo entendí todo... el almuerzo de hoy también pertenecía a esos tipos.

— El almuerzo, la fiesta, y la otra... todas son lo mismo —Grite

— No, solo el almuerzo y la fiesta, pero la otra no, esa es una para... chicos, adolescentes ¿entiendes? 

— Bien ¿Qué haremos ahí? —Pregunte

— Pedir ayuda... un teléfono o algo... aquí no hay nadie —Opino

Estamos nosotras pero por mi que ella se quede aquí o que se vaya a la dichosa fiesta, yo iré a casa, a salvo. 

— Mejor ir a casa —Opine 

— Queda más lejos —Opino 

No me queda de otra.

— Busquemos a alguien que conozcamos —Ordene y nos dirigimos a la fiesta. 

Al llegar comenzamos a caminar entre la gente, no reconocí a nadie. No iba a pedirle ayuda a un extraño. 

— Yo no conozco a nadie — Pensé 

Todos aquí están drogados, nadie podría ayudarme. No veo a Vanessa por ningún lado, y comienzo a asustarme, ¿Y ahora cómo salgo de aquí?

Un momento, me pareció ver a alguien conocido... Matt ¡Matt! es el otro tipo de la fiesta.

No, pero él no me ayudaría, ¿Qué hace aquí? Nos siguió...

Comencé a correr en busca de una salida, divise a Vanessa con un hombre. El mismo hombre con el que estaba en la otra fiesta. Todo fue una trampa...

Sigo viendo a estos tipos por todos lados, a Julio y a los demás... la mayoría están aquí pero no he visto a Jack. 

Pero que estúpida. 

— Ayuda, ayuda — Comienzo a gritar 

No encuentro la salida, hay demasiadas personas, no veo nada. 

La música se detiene y todos paran de bailar automáticamente. 

— ¿Sonrisitas? ¿dónde estás cariño? 

No. Es él...

— Quien permanezca aquí por más de cinco segundos no vive para contarlo. Cinco... Cuatro...

Todos comienzan a correr en manada hacía lo que obviamente debe ser la salida, así que trato de colarme entre la multitud para salir sin que él me vea. Siento un fuerte jalón de cabello, estoy siendo arrastrada hacía atrás mientras todos me pisotean. 

El lugar ha quedado vacío. 

— Lo que acabo de decir no aplicaba contigo. Tú te quedas...

— No. 

Jack se encuentra en cuclillas a mi lado, la manera tan cínica que tiene de mirarme... da asco. 

— Sabes que ahora me perteneces...

— No, antes muerta que contigo. 

Me toma ligeramente del cabello y me acerca a él. 

— Escucha bien sonrisitas, ve a casa y descansa, ha sido un días bastante pesado para ti, paso por ti en la noche entendido. 

Me suelta el cabello, y me sujeta de los hombros para levantarme, una vez frente a frente me sonríe y se da vuelta para salir del lugar. 

Salgo corriendo del lugar y un chico se interpone en mi camino.

— Ayuda, ayuda —Jadeo 

¿Qué haces Tatianna? ¿Y sí es uno de ellos?

— Hey, tranquila —Susurra

Hago como sí nada hubiera pasado y sigo mi camino. 

—¿Quieres un consejo? —Pregunta 

   Me paro en seco y espero a que hable 

— ¡Corre! —Exclama— Ten en cuenta que en lugares como este... nadie esta a salvo.