O4

Más allá, arriba en la tierra de los vivos, Taehyung se encontraba dando vueltas alrededor, paranoico que sus perfectos cabellos ahora estaban desordenados — Te digo que es cierto lo que vi, madre. Yoongi está casado con un hombre muerto. ¡Yo lo vi! Es un cadáver, ¡estuvo justo aquí con Yoongi!

La mujer jadeó — ¡¿Él estuvo en tu habitación?!

— Tenía que ayudarlo, madre. — dijo mientras se acercaba lentamente a ella.

— ¡Que escándalo!

— Cariño, ven a sentarse un rato. Estás temblando. — la vieja sirvienta tomó sus manos, llevándolo consigo para que se sentase en el sofá junto a la chimenea — Iré a traerte una frazada.

— Tráele una camisa de fuerza, ¡se ha vuelto loca! — exclamó su madre con repudio. Caminó junto a la anciana fuera de la habitación, mostrándola la llave de su habitación, jadeando cuando cerró la puerta con fuerza y el sonido de la llave moviendo la perilla se escuchó.

Retrocedió lentamente, chocando contra la ventana de su azotea, tratando de abrirla hasta que después de varios intentos pudo conseguirlo, sintiendo las gotas de lluvia caer sobre él y mirando lo alto que estaba, tomó sus cortinas para hacer una escalera y bajar a través de ella, usando una capa para cubrirlo de la lluvia.

Atravesó todo el pueblo para llegar a la iglesia, tomando la perilla y tocando fuertemente, esperando a que alguien le respondiera.

— Señorito Kim, ¿qué está haciendo aquí? Debería estar postrado en la cama por la pena. — el pastor que se encargó de organizar su boda apareció frente a él.

— Lo siento, pero debo de preguntarle algo. — lo dijo a modo de súplica, escuchando la desesperación en su voz.

— No es buen momento... — estuvo a punto de cerrar pero Taehyung entró a la fuerza, provocando que retrocediera mientras escuchaba al agitado muchacho.

— Es algo urgente, usted es el único en la ciudad que sabe lo que hay después de la muerte.

— Un terrible tema para un novio.

— Es un novio a quien le temo, por eso debo saberlo...¿los vivos se casan con muertos?

El pastor escuchó el relámpago y trueno apenas realizó aquella pregunta, quedándose atónito ante la incredibilidad de esta — ¿De qué tonterías está usted hablando?

— Hablo de Yoongi, se casó con un cadáver. ¡Su novio es un cadáver! Debe de haber alguna forma de deshacer lo que ha hecho...

— Creo que hay una forma de saber, venga conmigo. — y apagó la vela que en sus manos sostenía.

La señora Kim abrió la puerta ante el sonido del timbre, jadeando al ver a su hijo intentado safarse del agarre del pastor — ¡Taehyung! ¿Qué haces afuera?

— ¡Está hablando incongruencias sobre uniones profanas! Temo que ha perdido la razón.

— ¡No es verdad! ¡Suélteme! ¡Aléjese! — chilló y se safó del agarre del anciano, entrando a su hogar, colocándose al lado de su madre.

— Gracias pastor, en verdad, se lo agradezco mucho. — su progenitora cerró la puerta, mirándolo con total enojo — ¡Llévenla a su habitación!

— No, no. Les digo la verdad, Yoongi necesita mi ayuda. Padre... — miró al hombre, sin embargo este sólo lo miró con desprecio.

— Aseguren las puertas y cierren las ventanas. ¡Cerciórense de que no intente escapar otra vez! — suspiró harta, yendo con su esposo — ¡¿Pero qué haremos?! ¿Cuándo estaremos de nuevo en la alta sociedad?

— Seguiremos el plan, con o sin Soongi. — exclamó el hombre.

— Yoongi.

— Como se llame.

Jungkook sonrió al escuchar a la mujer, saliendo de su escondite — Que ese muchacho haya rechazado a un joven como Taehyung, es algo inconcebible. Porque, si yo tuviera a un hombre como su hijo, lo colmaría con las riquezas que se merece un rey.

— Su esposo debe de ser un hombre muy afortunado. — dijo la señora, mirando al joven acercarse más a ellos.

— No señora, no estoy casado. Estuve comprometido hace años, pero la tragedia me quitó a mi prometido. — exclamó con fingida tristeza — Y cuando se está solo, la riqueza no interesa.

Ambos esposos se miraron entre sí, enarcando una ceja.

Taehyung jadeo y golpeó una vez más la puerta con el palo de madera entre sus manos, escondiéndolo detrás suyo cuando sus padres ingresaron — Tenemos fantásticas noticias. Habrá boda mañana.

Jadeó — ¿Lo encontraron?

— Date prisa querido, los invitados llegarán en cualquier momentos y debes de estar listo para Lord Jeon.

Se quedó atónito que el palo cayó de sus brazos — ¿Lord, Jeon?

— Él será tu marido. Vimos una propuesta más atractiva y de un mejor prospecto.

— Pero yo no lo amo, ¡no pueden obligarme a hacerlo! — alzó la voz conforme se acercaba a ellos — Por favor, se los suplico.

— Si no te casas con Lord Jeon, nos quedaremos en la calle y sin un centavo. No hay otra opción.

— Pero, ¿y Yoongi?...

— Min Yoongi se fue, ¡te casarás con Lord Jeon mañana! — se quedó de pie mientras observaba a sus progenitores caminar hasta la salida — ¡De acuerdo al plan! — y cerrarle la puerta en su cara.

Jungkook miró a los señores irse en dirección contraria a la suya, caminando a través de los pasillos de la mansión repletos de pinturas de los antepasados, riéndose bajo pero de manera siniestra y macabra, hasta que llegó al retrato de Taehyung, acariciando su rostro — Oh querido, no me mires así. Sólo sufrirás un poco hasta que la muerte nos separe. Y eso será más pronto de lo que crees...

Yoongi subió las escaleras del bar, mirando a Holly sosteniendo el ramo de Jimin en su hocico, suspirando y agachándose para tomarlo, entrando al lugar donde escuchó la dulce melodía de un piano, encontrándose con la figura del peliazul de espaldas, tocando lento y con cierto dije de tristeza.

Se acercó, tragando pesado antes de hablar — Creo que perdiste esto. — mencionó en un susurro, pero Jimin lo ignoró y siguió tocando. Dejó el ramo sobre la tapa, apunto de irse pero algo le hizo volver a girar — Lo siento. Lamento haberte mentido para salir de aquí. Pero este día no fue muy...bueno. — se sentó a un lado suyo, comenzando a tocar, pero al recibir la mirada molesta del muerto, paró, escuchando como volvía con su melodía.

Entonces Yoongi tocó de nuevo, sin importarle la mirada molesta, pero esta vez ya no siguió Jimin tocando, dándole la espalda. Así que el azabache suspiró, comenzando a tocar una melodía diferente, tratando de animarlo. Hasta que Jimin se dio la vuelta y empezó a tocarla siguiendo la corriente y ambos se sonrieron, disfrutando de la hermosa música placentera y melancólica.

El de hebras azules jadeó cuando su mano de separó de su brazo, tocando hasta subir por el brazo de Yoongi y llegar a su hombro, tomándola entre sus manos y colocándosela de nuevo a Jimin.

— Creo que me emocioné un poco. — soltó apenado.

— Me agrada tu entusiasmo.

El ruido de la campana los alarmó — ¡Llegó uno nuevo! — todos empezaron a salir de sus escondites, armando un alboroto y comenzando a preparar bebidas para el nuevo que había llegado.

Yoongi frunció el ceño al reconocer que era el chófer de su padre, acercándose a él — ¡Hyunkwoo! ¿Cómo te encuentras?

— Nunca me había sentido mejor. — soltó mientras se tomaba una gran lata de cerveza.

— ¿Cómo están todos? Deben de estar preocupados.

— Bueno, todos se preguntan el por qué te fuiste. Taehyung se casará esta tarde.

Abrió sus ojos atónito — ¿Q-Qué? ¿Con quién?

— Con un tal Lord Jeon o no sé qué cosa. Como usted se fue, pues no quisieron desperdiciar el pastel. — al notar el semblante triste del chico, trató de animarlo — Es hora de reacomodar las piezas de su roto corazón y seguir adelante.

Yoongi simplemente se alejó cabizbajo, escuchando los llamados de Jimin pero los ignoró por completo.

Taehyung se miró en el espejo. Cualquiera que lo viera pensaría que se veía hermoso con el traje blanco abrazando su cuerpo y el velo cayendo con gracia desde su cabello castaño bien arreglado y maquillaje en su rostro para darle más color. Se suponía que tu boda era el día más feliz de tu vida, pero para él sería el más triste.

— Señorito Taehyung, ya debemos partir a la iglesia. — le dijo la amable anciana que se había encargado de vestirlo.

— Ayer no me cabía la felicidad por mi boda. Y ahora me siento atrapado en una intensa marea.

— El mar conduce muchos lugares, mi niño. Tal vez te lleve a un mejor destino. — alzó su mentón para ver su rostro, pero su labio inferior temblaba y sus ojos estaban cristalizados, así que lo soltó, dejándolo solo.

— Con esta vela, alumbraré tu camino en la oscuridad. Con este anillo, te pido que seas mío. — Jungkook colocó el anillo en su dedo pero Taehyung ni siquiera reaccionó, estaba en shock, con su rostro neutro porque sabía que no valía la pena llorar.

— Ahora los declaro marido y hombre. — la pobre anciana lloraba desconsolada al escuchar al pastor, triste por su pequeño Taehyung.

Yoongi suspiró mientras miraba la rama que contenía pocas flores, suspirando — Ya es muy tarde. — la dejó caer, pero la voz de Jimin detrás de la puerta llamó su atención, girándose para ver a través de la rejilla de la puerta.

— Señora Choi, ¿qué voy a hacer?

— Todos los hombres son así, bueno, todos son iguales. Cuando se les mete algo a la cabeza no pueden razonar. — la mujer tomó un cuchillo y abandonó la habitación al mismo tiempo que el anciano Kim entraba con el libro en sus manos.

— Pequeño, debemos de hablar.

— ¿Qué cosa? — preguntó asustado, colocando una mano en su pecho.

— Hay ciertas complicaciones con tu matrimonio.

— ¿De qué está hablando?

— Los votos sólo los unen cuando la muerte los separe. La muerte ya los separó.

Jimin jadeó asustado — ¿Usted puede hacer algo?

— Bueno, sólo hay una forma. Esto requiere del más grande de los sacrificios. — pausó un momento, ajustando sus lentes, sintiendo la mirada ansiosa del peliazul — Yoongi tendría que renunciar a ser un mortal para siempre. Repetir los votos en la tierra de los vivos y beber el vino del tiempo.

Jimin retrocedió asustado — Es veneno...

— Entonces, su corazón se detendrá y podrá entregártelo eternamente a ti.

— Jamás podría pedírselo. — se dejó caer al suelo, devastado.

— No tienes que hacerlo. — levantó su mirada al escuchar la voz de Yoongi — Lo haré.

— Muchacho, si eliges este camino, no podrás volver al mundo de los vivos. ¿Está claro eso?

Extendió su mano a Jimin, quien la aceptó y se colocó de pie, ambos viéndose fijamente con una sonrisa — Muy claro.

— ¡Acérquense! ¡Acérquense todos! — gritaba Yoongi con Jimin a su lado en aquella plaza, todos los muertos fueron pronto al encuentro — Decidimos casarnos de la forma correcta, haremos una celebración de la boda allá arriba.

— ¿Arriba? ¡No sabía que había segundo piso! — exclamó una mujer, y pronto se escuchó un alboroto en todo el lugar. Todos se dispersaron para poder organizar todos los preparativos lo más antes posibles para la tan esperada boda.

Estaba a punto de irse cuando una araña llamó su atención — ¡Aguarda Yoongi! No puedes irte así. — chifló y miles de arañas vinieron, cosiendo y arreglando su traje roto, provocándole cosquillas pero al final dejándolo como si nunca hubiera sufrido un rasguño.

— ¡El novio ya está aquí! — inmediatamente giró su vista al escuchar el grito, quedándose atónito y boquiabierto.

Jimin bajaba las escaleras con elegancia, con una luz que parecía suya iluminándolo, haciéndole ver extremadamente bello y etéreo, con una pequeña sonrisa decorado su rostro y las arañas dejando su velo caer sobre él, dándole el toque que necesitaba para verse aún más angelical.

Estuvo a punto de acercarse, pero lo jalaron de sus hombros para arreglar su cabello, perdiéndolo de vista.

Todos los muertos y esqueletos estaban en una fila en dirección a la tierra de los vivos, cargando el gran pastel cinco pisos y cantando mientras rebosaban de alegría.

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