Capítulo 27. Cuervo en la tormenta
LUCA
—¡Repliéguense! —el rugido del rey se extiende por toda la costa y más allá.
Yo no puedo quitar la vista de encima de mis amigos y menos cuando entre tanta agua y cuerpos se pierden como si fueran simples monedas. Por encima de nosotros el cielo ruge con fuerza como si un gigante hubiese despertado de su larga siesta dispuesto a comerse lo que sea para saciar su hambre. Inhalo el aire arenoso de mi alrededor y me concentro lo suficiente para que mi magia se mueva hasta quedar anclada en mis dedos, mis piernas tiemblan y mi corazón debe soportar la carga que le estoy dando. Exhalo con lentitud caminando hacia el remolino que se acerca de forma voraz, extiendo mis brazos hacia el como si fuera a darle un gran abrazo. El remolino se acerca más, y más... cuando por fin lo tengo rozando las puntas de mis pies, mis manos chocan la una con la otra haciendo un cataclismo capaz de romper el mundo en dos.
El mar tiembla desbocado, las olas rugen en un silbido de terror y el remolino oscuro se desvanece hasta convertirse en neblina. Pasos fuertes se escuchan a mi alrededor, espadas chocando con armaduras, gritos de ayuda...
—Por aquí —Una mano cálida toma la mía—. No comprendo... por los dioses —Tetis señala al mar, donde hechiceros de luz y soldados se avientan para ayudar a los caídos—. Jamás había visto nada igual.
Juntos corremos a la orilla, Tetis se detiene a hablar con Sharman que lleva en brazos a un guardia real de Umbria, que va inconsciente. Me adentro al mar empezando a nadar en busca de mis amigos. Algunos hechiceros al pasar junto a mí me hacen una reverencia, sus ojos brillan con admiración y gratitud. Nado y nado entre olas y cuerpos, pero mis amigos no aparecen. Víctor y Claus han desaparecido.
—Luca... —una voz rasposa y fuerte como la madera me llama. La reconozco mucho antes de que me llame de nuevo—. Luc...
—¡Comandante Khan!
El comandante me lanza una sonrisa de dolor. Su cabello cae como lianas sobre su frente y cuando llego a su lado, él se aferra a mí y una ola nos mueve más a la orilla.
—Esto... —El comandante apneas si puede respirar—. Esto no debió ocurrir... nosotros debíamos estar en Umbria preparándonos para atacar el templo Ardor.
¿Iban a atacar esta noche? ¿Qué está pasando? Se supone, según me informo Binu y la carta de Desmond que iban a atacar el templo Ardor en un día... no hoy. Tomo al comandante de la cintura y de un solo movimiento cae sobre mi hombro y empiezo a nadar de regreso a la orilla. Alcanzo a ver a Eric protegiendo con su magia de luz a dos cuerpos, una vez fuera del agua corro hacia su dirección.
—Mi magia solo los está calentando un poco —me dice Eric antes de que pueda decir algo—. Es lo único que podemos hacer en estos casos... el agua del mar a estas horas es fría y cortante como cualquier arma. Sus cuerpos deben entrar en calor antes de que... ellos estarán bien.
Víctor y Claus están con sus ojos abiertos, sin poder ver nada en realidad. Parece que están aquí y a la vez que se han ido a un lugar lejano.
—Agroz viene por ti —El comandante toma mi mano con demasiada fuerza—. No sé la razón del porqué nos trajo aquí... pero logré verlo antes de que todo en el castillo se volviera un caos. No sé qué más abra pasado, ni si tu padre está bien... —El comandante se sienta con dificultad dando un vistazo a sus mejores soldados—. Nosotros ayudaremos, los que podamos, haremos lo necesario.
—Agradezco su ayuda comandante —el rey aparece de entre las sombras, la magia de Eric lo ilumina como un dios antiguo y olvidado—. Pero, están débiles y no dejaré que su batallón se arriesgue. No más de lo que ya lo han hecho. Y, sé que se negara a esto, así que —el rey voltea a ver su castillo—. Solo nos llevaremos a los más heridos a un lugar seguro y los que deseen quedarse, podrán hacerlo.
El comandante asiente en silencio, empezando a levantarse con ayuda de su espada. Claus y Víctor empiezan a regresar en sí, con ayuda de Eric los dos se sientan sin saber a quién mirar primero. Sus labios están azules y sus ojos se ven vacíos, como si haber viajado por ese espiral de muerte les hubiese arrancado el alma... y mi magia no lo soporta. Dentro de mí algo explota en llamas azules deseando hervir vivo a Agroz.
—Nosotros... nos quedamos —Víctor es el que habla primero viéndome a los ojos.
—No, ustedes...
—Nos quedaremos —confirma Claus enterrando sus dedos en la arena.
Volteo con rapidez hacia el mar, donde mi magia ha detectado la causa de todo esto. Mis marcas oscuras crucen a nuestro alrededor como espinas, empezando a crear un muro de protección.
—Están aquí.
El rey lanza órdenes a sus soldados, Tetis y Sharman a los hechiceros y yo hago que mis marcas se fundan hasta el reino de las tinieblas llamando a por las sombras que solo por ser yo quien las llame, vendrán a ayudar sin objeción alguna. En el centro del océano, un agujero se abre como si un nuevo universo se abriera para dar paso a la devastación del universo mismo. Hechiceros oscuros empiezan a salir de el, con sus ojos rojos llenos de sed de sangre y sus marcas listas para matar. Hombres de ojos morados y pieles pálidas como la nieve salen en barcos hechos de maldad pura.
Agroz es el último en salir. En sus manos la oscuridad se ve reflejada como un gran nido de cuervos. Mi magia oscura se retrae en cuanto la ve, no por temor, sino porque hay algo en Agroz diferente, como si se sintiera débil. Ha venido por mí. Por fin lo ha hecho, pero no está preparado, lo sé porque como me ve, en cambio, hago que mis dos ojos se pongan en rojo sin vacilar, dejando que todo el poder de mi magia se impregne hasta llegar al núcleo de mi alma.
—Con que la historia de era real —Eric habla y su magia se dispersa—. Ella sí le arrancó un dedo.
Eso me hace sonreír descaradamente mientras a lo lejos un rugido de guerra hace dejar en claro de que Binu está más que dispuesta a arrebatarle a Agroz su brazo completo si puede.
—Déjenme a Agroz. Nadie se le acerqué.
No puedo escuchar sus quejas, gracias a qué rayos enormes vuelven a recorrer los cielos. Me envuelvo en mi propia y segura oscuridad junto a todas las sombras que ya están a la espera de mis órdenes viajando por el espiral de las tinieblas. Al reaparecer me encuentro a pocos metros de distancia de Agroz, por encima del mar.
—Eso debió doler —lanzo mis palabras señalando su dedo mutilado con una sonrisa
—Te dolerá más cuando abra en dos tu cuerpo para quitarte lo que me pertenece.
—¿Cuál fue tu intención de traer todo un batallón de Umbria hasta aquí?
—Necesito que haya público... necesito que vean como su querido príncipe pierde ante mí. —Agroz cierra el agujero del océano una vez que todos sus oscuros han salido—. Poder por poder querido Luca, eso es lo que significa nuestra magia... mi magia.
—Jamás regresará contigo si eso es lo que buscas... es mía. Y ahora yo soy su rey. —Las sombras a mis espaldas surcan el agua como peces silenciosos, empezando a atacar a todo hechicero oscuro y hombres de ojos morados.
—¿Crees que puedes hacer todo a la vez?, ¿crees que eres tan fuerte?
—Más que tú, sí.
Agroz sonríe dejando a la vista sus colmillos. Su vista baja de mí hacia la costa, donde Tetis está atacando junto con Víctor y Claus, su magia de luz resplandece casi como una estrella marina.
—Veamos que tan rápido eres para seguirme el ritmo.
Agroz desaparece en un clic. Su sombra se esfuma para aparecer cerca de mis amigos, yo me fundo hacia él, las sombras me siguen de cerca y en cuanto aparezco en la arena, mis marcas viajan hasta tomarlos de la cintura segundos antes de que Agroz los ataque con espinas de sangre oscura.
—Te faltó uno —Agroz me guiña un ojo antes de lanzarse a por Sharman
—¡No!
El grito de Tetis surca los cielos dónde Binu la escucha, pero Agroz es más rápido, toma a Sharman con sus marcas oscuras envolviéndolo en un abrazo y tragándoselo. La magia de Tetis alcanza a detener una de las marcas de Agroz, me voltea a ver como si me estuviese pidiendo perdón por lo que está a punto de hacer.
No soy capaz de detener el tiempo...
Tetis se deja ir en la oscuridad de Agroz, como una pluma, como el viento, como si su magia no valiera nada.
Parece que Agroz solo está jugando conmigo. Haciéndome danzar en su baile sin fin. Quitándome lo que más amo en este mundo.
—¡Han llegado al castillo!
La voz de Víctor suena áspera a mi lado. Al mirarlo, su cuerpo no es más que un alma pidiendo un poco de paz. El castillo se ilumina por todos lados, como una joya llorando. La magia de Tetis se ha desbordado.
—Vamos —Claus pasa jadeando junto a mí—. Debemos llegar...
—Deben irse...
No reconozco mi propia voz. Los dos, confundidos, niegan con la cabeza.
—Llegamos aquí por una razón —Víctor señala el mar—. No morimos en ese remolino... y no moriremos ahora. Estamos aquí para ayudarte a ti, como nuestro príncipe, a pesar de la magia que corre por tus venas.
—Nuestro deber es cuidar de la corona —Claus me dice sin vacilar—. Eres nuestro príncipe... nuestro amigo. Así que iremos a donde sea que vayas.
El fuego de Binu ilumina la noche como si una gran fiesta fuera a ser celebrada mientras salva al comandante Khan atrapándolo entre sus garras en el momento justo en que Eric lanza su magia para acabar con el oscuro que lo perseguía.
Extiendo mi mano hacia mis amigos, mis marcas suben por sus dedos en cuanto acercan las suyas.
—Por un mundo mejor —Víctor nos sonríe.
Mi magia nos toma como suyos llevándonos entre jardines de dolor, anhelo y compasión hasta llegar al castillo. Todo está iluminado como si fuera un faro viviente. Algunos sirvientes corren a esconderse, mientras que otros observan hacia las escaleras donde la magia es más intensa. Corremos para poder subir, yo, me transporto en segundos hasta la última planta, donde está la cúpula del castillo y donde la gran colección de arte del rey cuelga de las paredes.
—Es a mí a quien quieres —le gruño a Agroz
Tetis y Sharman están en una esquina, sanos y salvos, dispuestos a seguir luchando con uñas y dientes.
—Tengo una sola petición —prosigo sin dejar que Agroz hable. Él se acerca flotando con una sonrisa perversa—. Estoy dispuesto a darte mi magia... si tú me regresas la parte de mi alma que yace en ti. Solo así... te daré lo que quieras.
—Aceptaría con gusto querido Luca —Veo la decepción en sus ojos a pesar de que lo oculta con una risita—. Pero solo Conan puede ayudarte con eso... y por la hora —Mira por la cúpula donde la luna ha sido tapada por nubes y rayos de fuego—. Él y tu hermano ya deben de estar pereciendo. Traidor se encargará de ello.
Detrás de mí, Víctor y Claus llegan. Tetis y Sharman caminan hasta ellos en silencio.
—Entonces deberás ganarte el derecho —le digo tronando mis manos y haciendo que mis marcas me elevan hasta la misma altura—. Estás débil... lo siento con solo mirarte, ¿por eso viniste? ¿Por qué ya no eres el oscuro que solías ser?
Agroz se lanza contra mí. El tiempo parece detenerse cuando no esquivo su golpe, en cambio, dejo que su magia choque contra la mía para que así juntos nos sumerjamos en las tinieblas, en nuestras mentes y almas compartidas.
—Eres un parásito incluso para tu propio padre —Agroz me dice mientras su magia me avienta contra el suelo
—Debería decir lo mismo. Tu hijo está muy dispuesto a cortarte la cabeza...
Y como si nuestra magia oscura supiera que estamos luchando por su poder. El núcleo de todo poder sale de nuestros pechos haciendo que las tinieblas parezcan arenas movedizas. Dos núcleos se posan delante de nosotros. Uno es demasiado pequeño, de color gris en vez de negro. El otro grande y fuerte parece estar orgulloso de su color vivo y siniestro.
—Ya veo porque estás demasiado preocupado. Yo también lo estaría.
—Tú puedes sobrevivir sin mi magia... —Agroz ya no parece el intimidante hechicero que alguna vez conocí. Ahora solo parece un fantasma—. Puedes seguir con tu vida. Yo no tengo opción, sin la magia...
¿Acaso está tratando de parecer frágil o realmente lo es? ¿En qué momento paso de ser intimidante a... esto? Me está rogando, casi suplicando que le regrese su magia.
—Sabes que vas a perder y por eso viniste...
—Odio esto. —Agroz mira su núcleo con desdén—. Odio que al mirarlos lo único que vea es a ella. Tu madre es la culpable de todo esto.
Mis músculos se tensan de oír como pronuncia su nombre.
—Por eso debo destruirlos —Agroz empieza a envolverse en su oscuridad—. Porque todo lo que representan, todo lo que su sangre y linaje me han hecho...
El tiempo se detiene, algo grande y pesado choca contra mi espalda. Una mano gigante hecha de sombras me toma envolviéndome como una pelota. Mi núcleo vuela hasta mi pecho, y con el poder que me transfiere mis brazos se encienden y poco a poco me voy levantando a pesar de que la mano ejerce una fuerza brutal sobre mí. Mis brazos empujan y la mano se va abriendo.
Agroz lanza un grito que desgarra a las tinieblas. La mano vuelve a aplastarme, esta vez más fuerte y más rápido, resbalo en su palma cayendo entre sus dedos. Un resplandor de neblina me indica que hemos regresado al castillo. Magia de luz rebota contra la mano que aún me tiene encerrado. Logro ver a Tetis del otro lado, su cabello cae sobre su rostro, haciéndola ver desgarradoramente hermosa, valiente y letal. Un lazo de su magia de tonos azulados vuela hasta mí con delicadeza, la gran mano que me sostiene no parece darse cuenta de su presencia.
Juntos.
La voz de Tetis resuena en mi mente.
Juntos. Le digo de regreso.
Mi oscuridad toma su luz como amantes desesperados por escaparse de un baile sin fin. Cuando su magia se funde dentro de mí, un cosquilleo me rebota por todas partes, casi dejándome sin aliento. Al ver mis manos, casi puedo ver mi reflejo.
Mis manos son la creación de una revolución.
¿Cómo es que los hechiceros oscuros jamás pensaron en unir su magia con los de luz?, ¿cómo pudieron ser tan ciegos?
Y siempre lo supe.
De alguna u otra forma... o quizás solo se debe a que se trata de Tetis.
Siempre ha sido ella.
Siempre lo será.
La mano que me sostiene se evapora en estrellas fugaces en cuanto mi nueva magia la toca. Chispas de oscuridad y de amargura salen volando por doquier haciendo que la cúpula del castillo estalle.
Agroz se encuentra en medio del caos. Un pedazo de la cúpula viene cayendo directo hacia él, pero no se mueve. Solo me está viendo, observándome con celos y terror. Sus músculos se tensan cuando un pedazo de vidrio y mármol caen sobre él. No le sucede nada... sigue de pie. Toda su concentración está sobre mí.
Tetis y Sharman corren para proteger a Víctor y a Claus justo cuando yo doy un paso hacia atrás al sentir lo que Agroz planea.
Detengo el tiempo segundos antes de que pueda hacer su plan maestro, pero no es suficiente, parece que Agroz puso toda su energía, magia y fuerza en crear su propio reflejo en un monstruo salido de una pesadilla.
El monstruo se levanta con la cabeza entre una capa de humo como si fuera dueño del mundo. Tiene ojos rojos y colmillos. Y no se detendrá hasta aplastarnos con sus gigantes pies o comernos de un bocado.
Esta cosa... este ser nos quiere muertos.
Agroz me sonríe desde el otro extremo, muy complacido por su propia creación. El monstruo abre su gigantesca boca y una luz dorada brota de el junto con cientos de criaturas igual de horribles, sus alas y sus orejas dan la sensación de murciélagos, pero sus colas, largas y con picos y sus ojos... dios sus ojos... no hay nada con lo que se le compare. Son bestias con alma humana sufriendo su condena eterna.
—Ven a mí —el monstruo habla. El reino entero se sumerge en su voz áspera y ronca—. Acércate pequeño niño.
—Ve por él —Tetis choca contra mi espalda. Nuestras manos se rozan haciendo que nuestra conexión aumente y esa sensación de dejarme sin aliento regrese—. Nosotros iremos por esos diablillos.
—¿Estás bien? —le pregunto sin dejar de rozar su mano mientras el monstruo camina hacia nosotros rompiendo el piso
—Mi corazón está a punto de explotar... pero es agradable. —Tetis sonríe guiñándome el ojo—. Tu magia es increíble. Además, la mía es aún más increíble por hacer que la tuya se sienta tan...
—¿Poderosa?
Los dos sonreímos.
—Nos necesitamos —Ella se mueve en un salto que a muchos dejaría sin aliento con ayuda de su magia para esquivar el golpe de esa bestia—. Así que no mueras esta noche... jamás te lo perdonaré. Te odiaré el resto de mi vi...
Ella esquiva otro golpe moviéndose con más prisa. El monstruo se hace más y más grande y sus criaturas aladas sobrevuelan el cielo en busca de comida. Binu se acerca lanzando su fuego y aliento letal contra ellos. Los soldados y hechiceros vienen corriendo al castillo, aun siendo perseguidos por hechiceros oscuros y hombres de ojos morados. Nadie se detiene.
—Son grandiosos —Sharman aparece llevando en su mano a un diablillo, es pequeño, pero chilla de forma letal—. No sé si sentir admiración o terror al ver que hablan así de cómodos en medio de esto... son todo un dúo.
—Si debes sentir admiración por alguien —Sonrío con confianza sin apartar mi vista del monstruo que salta del castillo hacia el lago—. Tenlo por ella.
Le doy una mirada, velos a Tetis y sin perder tiempo corro hacia el borde de la cúpula rota y me dejo caer hacia el monstruo.
—¿Cuál es tu plan al hacer esto? —mi voz se alza entre el ruido
Agroz aparece entre sombras, su rostro se ve como el de un fantasma,
—Hacerte perder tiempo. Mi debilidad ya no la puedo ocultar, pero con el poco poder que me queda puedo seguir jugando hasta dejarte sin nada. Tu hermanito está ya en mi templo... Conan está aún atrapado y para cuando amanezca cientos de lápidas empezarán a tallarse...
—¿Por qué no llegamos de sorpresa?
Agroz arquea sus cejas, su expresión se quiebra. La magia de Tetis viaja por mis venas, la mía se enciende hasta convertirse en una espada de fuego azulado, mis marcas oscuras la envuelven como espinas. La espada es una extensión de mí mismo.
Me lanzo contra el fantasma de Agroz, olvidándome por completo de lo que está pasando a mi alrededor. No me pongo a pensar en absolutamente nada... no hasta que mi espada logra atravesarle un costado, no hasta que sus huesos crujen,
No puedo asesinarlo.
Aún no.
Porque si lo hago... Conan y yo pereceríamos con él.
Mi espada se esfuma y yo me alejo conteniendo la rabia que lucha con salir. Un río de sangre cae sobre mí, pero no viene de Agroz. Me muevo quitándome la sangre de los ojos volteando hacia arriba... La sangre viene del monstruo, directo del lugar en donde herí a Agroz.
—¿Crees que eres el único con trucos? —Agroz camina entre la sangre—. No te creas tan listo. Sin Conan... sin él no puedes matarme. Sus almas siguen siendo mías.
Mi espada sale volando de mis manos, mis marcas oscuras se la llevan pasando por las narices de la bestia que intenta tomarla entre sus gigantes manos. Unas manos delicadas y besadas por el sol toman la espada. Tetis corre entre el río de sangre subiendo por escaleras de luz como un rayo hacia la boca del monstruo, Sharman la sigue detrás, Víctor y Claus le siguen el paso. Los cuatro, una vez que llegan invadiendo cada centímetro de aquella boca voraz, se lanzan contra ella.
Yo detengo el tiempo incluso para Agroz. Mis amigos cortan y hacen trizas a la bestia desde dentro. Me limpio una que otra gota de sangre que vuela desde arriba, tueno mis dedos y cierro mis ojos concentrándome en cada una de las bestias y magia oscura de mi alrededor... para aniquilarlas.
Las aguas que rodean a todo el reino se alzan en una gran ola cuando mi magia pasa por ellas. La luna parece quedarse sin luz, las estrellas se apagan. Lo único que se ve en todo el mundo ahora mismo es mi magia. La oscuridad toma lo que le pertenece y una vez que acabo cediendo toda mi magia a ello, tomo lo poco que me queda de las tinieblas y con un chasquido el tiempo regresa a la normalidad. Me muevo rápido, tanto, que Agroz ni siquiera ve cuando llego a su lado, lo tomo del cuello y lo aviento al suelo hundiéndolo hasta que su cara está repleta de tierra.
—Creo que tú mismo empezaras a tallar lapidas —le digo apretando con más fuerza—. Al parecer, en menos de un minuto has perdido a cientos de los tuyos...
Detrás de mí las personas me van rodeando, siento la mirada de Tetis y la del rey, al verlos ellos me lanzan una sonrisa de agradecimiento.
—¿Crees que te dejaré ir a tu templo solo? ¿Crees que no ayudaré a mi hermano? —Suelto a Agroz y mis marcas oscuras lo sostienen por mí—. Vamos allá... y te demostraré como cientos de lápidas pueden caber en ese lugar al que tanto llamas hogar.
Les dejo estas imágenes preciosas de Luca y Tetis, ellos son mis personajes favoritos después de Conan y Desmond. Muchas gracias por esperar pacientemente este cap, juro que no quiero dejarlos tanto tiempo esperando, pero a veces no podemos controlar todo. Espero verlos con fuerzas y pañuelos para los próximos dos caps que vienen...
Ala. 👑
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