Capítulo 9. Una noche de alas oscuras

LUCA

Tetis y yo entramos al bosque al anochecer, las estrellas están sobre nosotros observando cada paso que damos, la luna nos ilumina tenuemente. Llevo conmigo mi espada, que mi madre me regalo, Desmond tiene una muy parecida, Sharman nos ha dado a mí a la princesa una armadura llamada cota, que parece una camisa delgada, pero realmente puede salvarte de un buen espadazo. No tengo idea de que pretende Tetis con esto, lo único que yo quiero hacer es estar tranquilo y lo digo porque no sé que más cosas pueda hacer, no conozco mucho sobre la magia ni mucho menos sobre la magia oscura, hace meses cuando desperté me encontraba rodeado de magia y hechiceros, me quede dormido cuando aun todas la aborrecían, no fue fácil para mí. Trate de acoplarme y entender que el mundo siguió girando sin mí.

Me arrepiento tanto de no ser como Desmond, de niños él rompía todas las reglas, se escabullía y leía libros y libros de magia, él no sabrá todo, pero es obvio que sabe más que yo y eso me pone algo irritado porque lo único que yo hacía era regañarlo y decirle que no leyera eso, nunca imagine convertirme en aquello que ignoraba.

En cuanto llegamos todos ya nos esperan, Sharman y Eric aparecen detrás de nosotros llevando en sus manos una bola de luz blanca, iluminando todo nuestro entorno.

No puedo hablar siquiera con mi hermano, pues Sharman lanza aquella luz de su mano y la hace explotar.

¡Que comience el duelo!

Me quedo atónito al oír eso, ni siquiera me dejaron poder asimilar la situación, me han aventado a la boca del lobo sin importar que quiera huir lejos. Volteo a ver de reojo a mi hermano, él me mira con preocupación y dice algo que no logro entender, un fuerte golpe me llega a mi espalda haciéndome doblar del dolor. Me he distraído, algo de lo que mi madre estaría decepcionada.

Mi madre nos enseñó a mí y a Desmond todo lo que sabemos en combate, no muchos lo saben, pues mi madre prefería mantenerlo en secreto. Ella era una guerrera, fuerte y valiente, con una inteligencia elegante, atacaba a sus contrincantes con sutileza y armonía.

Primera regla, no te distraigas, jamás, o tu enemigo te cortará en pedacitos.

Su voz vienen a mi mente y yo me muevo a un lado esquivando otro golpe de Tetis. Todos están muy atentos, nadie se interpone ni mucho menos hablan, tal vez tengan miedo de que si lo hacen Tetis les dé un buen golpe.

Segunda regla, sé más rápido que tu oponente, tanto que no sepa cuáles serán tus próximos movimientos.

—Estás jugando sucio —le digo a Tetis mientras nos vemos al unísono esperando a atacar 

—Te dije que soy una guerrera, he aprendido lo suficiente como para ganarle a alguien como tú.

—¿A si? —me rio y me acerco más—. Deberías preguntártelo dos veces, porque creo que estás equivocada.

No quiero verme arrogante, ni decirle indirectamente que soy un oscuro, pero casi es lo que dije.

¿No tienes piedad por mí? No sé que viene este odio sin razón...

¿Piedad? —ella se ríe y me da otra estocada con su espada, giro sobre mi mismo esquivándola—. Los que son como tú no tuvieron piedad con mi hermano.

Con que eso es. Quiere vengarse de su hermano conmigo, yo que en el día de su funeral le preste mi hombro para que llorara todo lo que quisiese, yo que jamás fui un príncipe cruel con ella, yo quien pensé que era su amigo. A Tetis no le importa eso, solo quiere venganza, quiere derramar sangre de un oscuro y no le importa de quien sea.

Por suerte estamos alejados un poco de los demás, nadie puede escucharnos, nada más ven como yo sigo tratando de esquivar los ataques de la princesa, yo por mi parte no hago nada, no le lanzo una estocada ni un golpe.

—Te ganaría de un solo golpe —le digo y ella alza una ceja—. No lo haré, jamás lo haría, sin embargo, tú no dudarías en asesinarme esta noche. Yo no soy como tú crees.

—Soy la única aquí que se ha dado cuenta de ti Luca —ella se acerca de prisa, no me muevo, no quiero hacerlo, me da justo en la nariz con la empuñadura de su espada, puedo sentir como me arde—. La única suerte que tienes es que los oscuros que estuvieron aquí destruyendo mi reino dejaron esparcida tanta magia oscura que ningún hechicero de luz notaria la diferencia tampoco sospecharían de un principito, ¿te imaginas las caras de todos cuando se enteren?

Me muevo sosteniendo el puente de mi nariz, realmente en este instante quiero detenerla, arrogar su espada y hacer que entre en razón, quitarle de su mente la venganza sin sentido que desea.

—¿Sabes por qué yo si pude notarte a ti? —su voz suena dulce y cálida—. Porque soy mejor que ellos, mejor que Eric y mejor que Sharman... incluso mejor que tú.

Esa fue la gota que derramo el vaso.

Tercera regla, si vez la oportunidad de atacar, hazlo, sin importar las consecuencias, jamás dejes que alguien gane tu pelea, ni que te haga querer darte por vencido.

No es mejor que yo.

Todos por mejores guerreros nos distraemos, quizás por un segundo o dos y eso es más que suficiente, ella se distrae solo un poco y la tomo de la muñeca, la atraigo a mí y se la retuerzo, sé que debemos usar las espadas, pero ella jamás parara si no hago esto, suelto mi espada aventándola lejos de mí y ella forcejea su cabello me da en la cara cuando intenta voltearse, pero eso hace que pueda sujetarla mejor, con más fuerza, paso sus manos detrás de su espalda y ella suelta su espada.

—Somos suficientemente inteligentes para parar esto aquí...

No le importan mis palabras, ella enreda su tobillo en el mío y lo jala haciendo que los dos caigamos al suelo uno sobre el otro, en este momento los dos tenemos aquella sed de venganza y por primera vez estoy tomándole un odio verdadero. Forcejeamos para levantarnos, nos volvemos a enredar, nos arañamos como si fuéramos gatos, golpeándonos como viles bandidos.

Diles a los demás que se vayan.

La voz de Tetis suena en mi cabeza, nos detenemos y nos quedamos viendo un poco asombrados, ella porque se dio cuenta de que la escuche y yo porque me tiembla todo el cuerpo.

¿Quieres que los demás vean lo que eres? 

No. 

Ella abre más sus ojos, mi voz ha sonado a la perfección en su mente, ¿cómo lo hice?, quisiera tener la respuesta.

—¡Fuera todos! —volteo a ver a mis amigos y a Desmond—. Esto es entre la princesa y yo.

—Luca... —veo como Desmond trata de levantarse

—Su alteza... —Sharman ya viene caminando a Tetis

—Ya han oído al príncipe —Tetis sonríe como puede su cabello ahora cae enredado en sus hombros—. Pueden retirarse.

No miro a los demás, solo tengo ojos para ella, nadie dice nada, parece que se han quedado mudos o muy impactados de como actuamos, no me arrepiento, ya no.

—Me has escuchado principito —La voz de Tetis suena en un susurro a pesar de que ya todos se fueron

—No me digas así.

—¿Cómo te digo desde ahora? —se acomoda su cabello enredado, detrás de su espalda, algunos mechones aún caen sobre su rostro y aun así se ve divina—. ¿Príncipe de hielo? ¿Su alteza? ¿Luca? No... ya se te diré mi querido hechicero oscuro.

No puedo negar nada, ¿qué importa si lo hago? Ella ya lo sabe y parece disfrutar verme sufrir en silencio.

Tu misma lo has dicho, soy todo lo que una persona teme.

—Yo no te temo —se limpia un poco de sangre de su labio—. Además, parece ser que aún eres una oruguita sin sus alas, no sabes usar tu poder y eso me da ventaja.

No me odies solo porque me veo así —Me quito la cota y a su vez la camisa que cubre mis marcas, soy un completo idiota, ya no hay vuelta atrás, nadie nos está viendo, nos aseguramos de eso, venimos a una parte muy lejana del bosque—. No soy un monstruo, como tú dices, apenas si sé volar.

Ella se queda sin parpadear, me ve muy atenta, camina hasta mí con cuidado y cuando sus dedos rozan mi piel me estremezco, aparto la vista, pero no me alejo, no quiero.

—¿Te duelen? —por primera vez ella me ve como soy, un chico que no comprende su nuevo poder, su voz suena sincera y preocupada—. Es hermoso...

Sus dedos trazan mis marcas, desde mis brazos a mi espalda, no me queda de otra que quedarme quieto.

Pero al mismo tiempo son horribles —de nuevo tengo a esa misma Tetis que quiere asesinarme—. Tienes que aprender a usar este poder, si no lo haces te llevará consigo y te perderás en el proceso.

Se aleja sin apartar su vista de la mía.

Vamos atácame.

¿Estás loca? —me tapo la boca después de decirle eso—. No lo haré, ni siquiera sé que puedo hacer.

—Estoy demasiado loca, desquiciada tal vez — Tetis sonríe y cierra sus ojos con una concentración hipnotizante—. Pero por lo menos, yo si sé que puedo hacer.

Abre las palmas de sus manos, de ahí una luz amarilla resplandece, pequeña al principio y después se va haciendo enorme, la luz se convierte en una mariposa, muy muy linda, revolotea hacia arriba queriendo tocar las estrellas, no quito mi vista de ella, sus alas se ven delicadas y poco a poco se va acercando a mí, es tan pequeña y linda que trato de rozarla con mis dedos, en cuanto lo hago la mariposa explota frente a mí llevándome con ella, la luz me enreda y me avienta hasta que de con un árbol de hojas azules.

Oigo los pasos de Tetis mientras me sobo mi cabeza, me ha dolido bastante y toda mi espalda se sienta adolorida, ella viene iluminando el camino con una esfera blanca en su mano.

—¿Ves? No puedes confiarte de nada Luca, incluso las cosas más lindas pueden ser tu perdición —No sé si está hablando de ella misma o de la mariposa, me da la mano para levantarme, la ignoro y me paro solo—. Si no puedes controlar el poder dentro de ti, no únicamente perderás tú, perderemos todos.

Tetis me señala mis marcas y yo las volteo a ver, están muy oscuras, parecen que ellas han acumulado por mí toda esa rabia y enojo, se ven vivas, como si quisieran salir de mí y atacar a todo el mundo.

—Hemos terminado por hoy —Tetis se quita su cota y me da unas palmadas en el brazo—. Sugiero que sigas muy atento, sigo pensando en apuñalarte aquí —me toca mi pecho justo en mi corazón, nos quedamos viendo por unos segundos que parecen eternos—. Descuida, soy la mejor en guardar secretos.

Me guiña un ojo dándose la vuelta, la veo alejarse tomando del pasto su espada, su silueta se pierde en la oscuridad del bosque y ahí lanza otra de esas mariposas de luz, por mi parte me pongo mi camisa, tomo mi espada y salgo a toda velocidad lejos de esa mariposa mortal.

...

Camino por los pasillos del castillo Marisma con la cabeza baja. Sigo adolorido por haber chocado con ese árbol, no creí que la magia de luz pudiera ser así de fuerte y si eso solo fue por una mariposa no me imaginó cien de ellas. Tetis quiere ver hasta donde puedo llegar, no es tonta, se dio cuenta de mí en cuanto llegue, nadie más sospecharía de mí, ni siquiera Desmond, no puedo contarle, se preocuparía bastante, ¿cómo me vería si le digo? ¿Me vería raro o me odiaría?, y si mi reino entero lo sabe, ¿seguirían a mi lado apoyándome? ¿Permitirian que alguien como yo tomara el papel de Rey?

Los recuerdos de la vez que Conan y yo salimos de mi mente vuelven a mí con intensidad, recuerdo que mi propia mente no quería dejarme salir, me quería retener ahí, me mintió poniéndome a Desmond de niño, incluso Conan me dijo que ahí había algo más... me pregunto si se refería a algo peligroso, a una oscuridad que rebasaba por mucho sus poderes.

No tengo ganas de explicarle a nadie lo que ha pasado con la princesa, así que me encierro en mi habitación cuando estoy a punto de acostarme, me doy cuenta de que la puerta del baño que da al jardín está abierta y justo en el suelo de la entrada está un libro, muy viejo y gastado, su pasta es dura y de un cuero gris, cierro la puerta mientras abro el libro, me sorprende leer lo que dice.

EL GRAN LIBRO DE LA MAGIA OSCURA

Una hoja sale volando del libro, es pequeña y parece que le han recortado las esquinas, veo que hay escrito algo con letras finas. Me rio mientras dejo el libro sobre mi cama aun con la hoja en mis manos, Tetis me ha traído el libro y un pequeño recordatorio, en la hoja está un dibujo mío sin camisa y con mis marcas oscuras y del otro lado el mensaje de Tetis es muy claro.

Mis mejillas se sienten un poco calientes, no quiero voltear al espejo y verme sonrojado, aunque sé que lo estoy. Nunca había escuchado o leído a una princesa hablar como lo hace Tetis, ni insinuar que quiere seguir viéndome sin camisa, tengo unas ganas tremendas de hacer pedazos esta nota, quemarla o tirarla lejos de mí, sin embargo, la vuelvo a guardar con cuidado en el libro, me acuesto para por fin dormir y mientras intento conciliar el sueño no paro de sonreír dando vueltas y vueltas ¿cómo es posible que este así? Tetis me odia o por lo menos odia que sea un oscuro, no puedo sonrojarme solamente por una estúpida nota, ni por sus dibujos, ni por nada que ella haga.

Así que me limito solamente a recordar sus malas palabras, sus casi insultos, sus sonrisas arrogantes y sus miradas de odio y así poco a poco me quedo dormido.

¿Yo me volvi a emocionar por algo que escribi? EXACTOOOOO jajajaj aaaaa, me gusta este duo, sera importante al final ya quiero que vean como su relación va evolucionando. Tetis es mi personaje femenino favorito. Muchas gracias por seguir leyendo, lo aprecio de todo corazón.

Ala. 👑

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top