Capitulo 7. Retratos

LUCA

Me despierto en la oscuridad.

Doy un respiro largo solo para sentir que sigo aquí, que sigo vivo.

Salgo de la cama y me percato de que aún sigo con la camisa de la fiesta, la mancha verde sigue ahí mismo. Después de mi caída en el pasto yo solo me pare como pude una vez que los pensamientos de las personas dejaron de sonar en mi mente, fue como si yo mismo fui capaz de apagarlas, lo malo es que no sé cómo lo hice.

Me quito la camisa y la dejo colgada en la bañera donde voy directo a lavarme el rostro, necesito sentir un poco de agua fresca. Una vez que me vuelvo a poner otra camisa limpia ignorando mi reflejo en el espejo, me voy directo a la gran puerta de vidrio del otro lado del baño, la cual da hacia un jardín lleno de tréboles.

Camino descalzo tratando de poder conectar con la naturaleza, como sea que eso se haga, a lo lejos diviso una pequeña cabaña hecha de cristal, sus vitrales son de todos los colores haciendo que luzca más, velas mágicas la iluminan de verde y azul, no puedo ver que hay en su interior, pero es lindísima.

Oigo un chapoteo, me pongo en guardia pensando que puede ser algún animal, pez monstruoso o un oscuro, me rio de mi mismo con eso, ya que el único oscuro aquí soy yo.

La veo nadar a mi dirección, al principio me espanto creyendo que estoy alucinando e imaginando que Tetis es una sirena, aunque con facilidad ella podría fingir ser una. Lleva puesto un vestido corto color blanco que se le pega a la piel haciéndola ver más resplandeciente, desvío mi vista cuando ella sale a la superficie, no quiero ni siquiera verla.

¿Qué tal si te hechizo con mi canto? —me dice de la nada y yo volteo a verla aun cuando dije que no lo haría, ella se ríe y ladea su cabeza—. Sería demasiado fácil, si fuera una sirena y tu un marinero ya te estaría llevando conmigo a las profundidades...

—¿Y qué me harías?- la cuestiono y ella alza una ceja pensativa

¿Por qué no lo compruebas por ti mismo? —me hace una seña para que entre al agua

Ni loco. Me entra la vergüenza y el pánico de solo pensarlo. Me cruzo de brazos en sentido de abrazo, protegiéndome de ella y de sus ojos curiosos. Intento llamar a esa cosa que hizo que le leyera la mente, pero me retracto, jamás volvería a hacerlo, ni con ella, ni con nadie.

¿No sería más fácil apuñalarme mientras duermo?

Ella se sorprende tanto que se ríe nerviosamente, bingo, la tengo, estará pensando como es que atine a su pensamiento de hace rato, Tetis sale un poco más a la superficie, su cabello deja caer gotitas de agua, no tengo idea porque lo hago, me agacho para estar a su altura, me ve con odio, un odio del que no se nada y del que espero no saber.

Tetis me acaricia la mejilla, su mano está fría y me alejo un poco al sentirlo.

Déjame mostrarte cuanto he cambiado en todos estos años... —se vuelve a meter al agua, puedo sentir aun su tacto en mi mejilla—. Y tú, en cambio, me mostrarás aquello que ocultas.

No me deja contestarle, se sumerge en el agua cristalina y veo como nada hasta el otro extremo, me quedo reflexionando en lo que significara eso, claro que ella ha cambiado, parecer ser una mujer distinta, la antigua Tetis ha muerto y renació en algo mucho más poderoso. Me quedo en el jardín sentando con los brazos en el pasto viendo como Tetis entra a esa especie de cabaña, una vez dentro las luces se apagan dejándome completamente a la deriva.

...

Cuando despierto me siento muy muy cansado. Cuando salgo de la habitación choco con Medras y Binu que van rumbo a desayunar con el rey, ya que mi padre ha llegado hoy en la mañana y espera que todos estemos para recibirlo. Me detengo a verlos algo asombrado, porque ellos dos van casi vestidos a juego como si se hubieran puesto de acuerdo, con ropas anaranjadas, con un azul turquesa y amarillo.

—¿Qué pasa? —me pregunta Binu 

—¿No se han dado cuenta? —les señalo y ellos no lo notan—. Van vestidos iguales.

Se voltean a ver rápidamente y se examinan con detenimiento, sonrojándose a la vez y retirando su vista a otro lado.

—Pura coincidencia —Me dice Medras tomándome de los hombros y haciendo que camine—. Ayer te escabulliste en el baile igual que la princesa Tetis, pensé que te alegraría un baile a tu honor.

—Me alegro demasiado, solo que mi cabeza empezó a doler y tuve que irme.

Miento.

La primera mentira que he dicho desde mi regreso.

No es del todo mentira, mi cabeza realmente dolía demasiado.

No quiero recordar esa sensación que me provoco escuchar los pensamientos de todos, casi estallo en mil pedazos y eso me asusta, sé que aquello es únicamente el diez por ciento de lo que alguien como yo puede lograr hacer, no me imagino lo demás...

Mi hermano y Conan salen muy contentos de su habitación, me quedo pensativo observando a Conan el cómo actúa con toda la normalidad del mundo, con esa magia tan poderosa dentro de él ¿cómo lo hace?, ¿cómo la controla? Desde que tengo memoria, aquí la magia fue bien recibida, tardamos un poco en adaptarnos, pero logramos que las personas mágicas convivieran con la gente normal pacíficamente hasta que Agroz ataco, y se llevó a miles de inocentes, donde todos los rojos desaparecieron sin dejar rastro y donde los demás hechiceros huyeron y se escondieron. El hermano de Tetis murió en la batalla de la traición, donde los rojos nos dieron la espalda, era un buen príncipe, un guerrero innato, sin embargo, un mortal como él no pudo vencer a Triddor.

Eso me hace pensar en mí y en mi hermano, ahora soy más que un simple mortal, llevo conmigo el sello de la oscuridad y él sigue sumido en una vulnerabilidad que me preocupa, somos asombrosos con la espada, ¿será suficiente para que podamos vencer a nuestros enemigos? Recuerdo lo que alguna vez me dijo el hermano de Tetis:

La magia no importa, no es divina ni tendrá valor si la persona que la porta es un incompetente, un monstruo sin sentimientos no merece ser portador de un valioso don como la magia.

¿Soy digno de esto? ¿Por qué la oscuridad me eligió a mí?

...

Estamos todos sentados en una gran mesa que parece un gran diente de un animal marino, no sé dé que sea, pero es lo suficientemente largo como una torre. Frente a nosotros hay cientos de comidas para todos los gustos, algunas cosas jamás las he visto y mejor opto por comer algo liviano. Desmond llena su plato de puros postres y Conan lo regaña para que deje algunos, mi hermano lo ignora mientras su mete a la boca algo que parece ser pay de limón.

La mano de mi padre se posa en la mía haciendo que le preste atención.

—Oí de su pequeña travesía, tuvieron bastante suerte —voltea barriendo con la mirada a Binu que niega a comer mientras Medras le pasa platillo por platillo para ver si se le antoja—. El viaje fue lo más tranquilo para mí.

—¿Te preocupaste por nosotros? —le cuestiono tomando un poco de agua—. ¿Qué pensaste cuando ya no viste el barco de tus queridos hijos tras el tuyo?

Mi padre tarda en contestar, lleva puesta su corona, puedo atisbar una que otra cana en su cabello café y unas arrugas en su frente, de reojo veo al rey Millar que prácticamente irradia juventud, aunque sé que tiene la misma edad de mi padre, su esposa y Tetis están junto a él, se ven perfectos, sin un pelo de fuera, con sus ropas muy limpias y de la mejor tela, literalmente Tetis es una copia de su madre, siendo las más hermosas de todos aquí.

—Creí que... —Vuelvo a prestar atención a mi padre—. El mar cobraría sus desdichas y se las llevaría para no verlas jamás. No pensé que quisiera comérselos enteros, pero ve el lado bueno Luca, sobreviviste a ello y te ha dado un aprendizaje del cual espero nunca vuelvas a repetir.

Me rio ocultando mi desagrado de lo que dijo. Prácticamente, me lanzo a la cara de que no le preocupamos, ¿por qué supuse que si? Ni siquiera fue a verme en todos los años que estuve dormido, el único que le importa es él.

—Me complace decir —El rey del reino Marisma se levanta y alza su copa señalando a mi padre—. Doy la bienvenida al reino Umbria después de tanto tiempo en mi querido reino, como aliados y guerreros que somos, quiero aclarar que nos unimos una vez más para trazar un plan para derrocar a Agroz Baraz de todo su poder. —todos alzamos nuestras copas—. ¡Por todos aquellos a los que nos arrebataron, padres, hijos, hermanos, amantes, por todos los que ya no están, brindemos!

Chocamos nuestras copas y después cada quien bebe hasta la última gota. Un remordimiento enorme llega a mí al saber que sin querer ahora formo parte de aquellos hechiceros que quieren ver muertos. 

Tengo que hacer un plan.

No puedo quedarme así, tengo que contárselo a alguien, ver como rayos termine como un oscuro y tratar de encontrar un antídoto, si es que eso es posible, por lo mientras trataré de seguir ocultándolo solo un poco más hasta que yo mismo comprenda este nuevo poder y donde sepa que si se lo muestro a alguien yo no sea una amenaza.

Rezo para que nada malo pase mientras todos nos reímos de Félix, su plato ha terminado en su cabeza cubierto de algo que parece ser algas marinas que posan haciéndolo ver como algún tipo de señora del mar.

...

Recorro la gran biblioteca del palacio, es inmensa, hay tantos libros que no sé que pasillo tomar, parece ser una especie de laberinto. Me alejé de los demás mientras subían a conocer la parte más alta del reino, yo me lo sé de memoria, así que vine aquí, quiero encontrar algún tipo de libro sobre la magia, más específicamente la magia oscura... no hay nada. Era lo que imaginaba, con la batalla de la traición hicieron quemar y ocultar todo tipo de libro mágico, lo único que encuentro son libros de magia de luz, lo cual no ayuda, ya que es completamente distinto, me doy por vencido recargándome en una pared observando frente a mí un cuadro inmenso, en el con finas pinceladas está el mar con sus olas que si las miras mucho parece que se mueven, es bellísimo.

Oigo un clic apenas audible y sin poder siquiera saber de donde viene, me voy de espaldas, ya no hay ninguna pared detrás de mí, no hay nada y yo caigo al vacío. Choco con un frío suelo a lo lejos veo aún la biblioteca me levanto corriendo sin poder alcanzar la salida, la pared me tapa el paso, la golpeo con todas mis fuerzas sin poder abrirla, volteo lentamente para darme cuenta de que estoy en un pequeño santuario, todo lo demás es oscuridad pura y en el centro hay unas especies de pilares de mármol formando un círculo debajo de mí hay agua, lo suficiente para poder cubrir mis pies, el agua entra a mis zapatos y una luz que parece salir de algo mágico me ilumina desde arriba, me siento en paz, muy muy en paz...

Otra puerta se abre a mi derecha y con sigilo camino hasta allá, es otra habitación completamente distinta, ni siquiera sé si se trata del palacio, me adentro a ella y la pared vuelve a cerrarse alejándome de ese santuario, ¿qué era realmente y adonde me ha traído?

Reconozco estos cristales de coloridas formas, quiero darme la vuelta y huir por donde vine, es demasiado tarde, estoy en la pequeña cabaña de Tetis donde la vista al mar es celestial, a lo lejos fuera de la cabaña está la princesa sentada en un banco alto y pintando sobre un lienzo a medio terminar, no se ha percatado de mi presencia, me acerco sin hacer ruido cubriéndome por un jarrón enorme. ¿Cómo salgo sin ser visto y como le explico que por accidente termine aquí a causa de un santuario mágico?

Con esas preguntas corriendo por mi mente es suficiente para que mi vista se quede al aire, vuelvo a mirar hacia la princesa, pero ella ya no está, ha dejado sus pinturas y pincelas en una mesita, un aire pasa secando su pintura.

—¿Crees que no sentí tu presencia? —su voz inunda todos mis sentidos de un momento a otro, la tengo junto a mí, la tengo tan cerca que trago un poco de saliva, doy un paso algo torpe y el jarrón se estrella, Tetis no le da importancia—. Pude sentir tu mirada observándome como si fuera una presa...

—Eso no es verdad yo...

No me deja acabar, posa sus manos en mi pecho y me empuja un poco.

—¿Te consideras listo, no Luca? —me quedo inmóvil mientras me fulmina con la mirada—. Puedes engañar a tu padre, a tu mismísimo hermano, a tu reino entero y a todo el mundo, pero no me puedes engañar a mí.

—No sé dé lo que hablas.

Y es verdad, se ha comportado extraña desde que la volví a ver, incluso pensó en asesinarme en el baile, nada de esto tiene sentido. Pero estando en un mundo lleno de magia y odio, ¿que si lo tiene?

—Todos estos años, después de la muerte de mi hermano Hansel, estuve practicando y entrenando hasta que mis nudillos sangraban y hasta que mi mente ya no soportaba más, el fruto de todo eso por fin ha llegado.

Sus manos siguen en mi pecho, me da vergüenza que sienta mi corazón latiendo como loco, por ella, porque le temo, temo a que saque una espada y me atraviese hasta que me desvanezca.

Yo, en cambio, jamás le haría daño, a nadie que no se lo merezca, puedo llegar a ser cruel con la gente que me traiciona. Claro que Tetis es mucho más experta que yo, me la pase cuatro años sumido en mi propia mente mientras me convertía en...

Un oscuro.

—Le rogué a mi padre que sus hechiceros me enseñaran el arte de la magia de luz, como simple mortal, sabrás que eso es difícil, pero no imposible, logre aprender mucho más de lo que imagine.- me sonríe algo arrogante—. Ahora me consideran uno de los suyos, una hechicera de luz.

Cuando se aleja de mi suspiro tratando de encontrar la salida.

-Sé lo que eres —me dice susurrando temiendo a que alguien más nos escuche

Los dos nos miramos con ansias, queriendo sacarle la verdad al otro, ella camina rodeándome, su vestido esmeralda pálido se arrastra por el suelo, sus mangas están un poco manchadas por pintura, pero se sigue viendo espectacular.

—No sabes nada —le digo y empiezo a seguirla, caminando en círculos, esperando el mejor momento para atacar—. Como tu misma dijiste, han pasado años, ya no soy el mismo niño que se atrevía a desafiarte por cosas absurdas.

Doy en su punto débil de nuevo, los recuerdos de su niñez parecen no gustarle, pues hace una mueca de asco. No puedo dejar que ella me intimide, no cuando yo no he hecho nada, así que lo único que me queda es darle algo con que pensar.

Me he convertido en algo peor —le sonrio con la misma arrogancia que ella, dando por hecho de que sepa algo, de mi magia oscura o algo que ella ha inventado, me le acerco con pasos firmes, no hay a donde ir, choca con el vitral y con cuidado alzo su mentón para que me mire fijamente—. Y si sabes de lo que hablo, es mejor que corras.

—¿Me estás amenazando Luca, querido?

—Tú fuiste la primera en tirarme amenazas.

—Jamás dije que lo fueran.

¿Y ese pensamiento de apuñalarme?

No páramos de hablar, estamos tan cerca que podemos sentir nuestras respiraciones, tengo nervios y quiero alejarme, pero eso sería como dejarla ganar y bien sabe que soy demasiado competitivo.

¿Admites que leíste mi mente?

—Y si así fue, ¿qué pasaría?

Ahora ella me toma del cuello de mi camisa, con fuerza y me acerca más, bien podría estarme ahorcando si pusiera más fuerza.

—La oscuridad te consumirá si no haces algo al respecto —no pensé que dijera eso, no cuando me está apretando más fuerte—. Y cuando sea así, no quiero que vengas a rogarme para que termine tu sufrimiento con un buen golpe al corazón.

Alguien toca la puerta de la cabaña, mis nervios vuelan haciéndome sentir mareado, Tetis me deja de apretar y acomoda con delicadeza el cuello de mi camisa alejándose de mí lo más rápido posible, toma una libretita de una silla y la puerta se abre, aquel chico de cabello azul pasa y se nos queda viendo con curiosidad.

—¿Está todo bien su alteza? —el chico entra a la cabaña y mira de mala forma al jarrón roto—. ¿Se ha hecho daño?

—No pasa nada Sharman —le da unas palmaditas en su hombro y le sonríe genuinamente sin un ápice de odio—. El príncipe Luca chocó sin querer con el jarrón, solo vino a invitarme a un duelo.

Me atraganto con mi propia saliva al escuchar eso, mi aspecto debe de verse horrible con una pizca de incertidumbre, dolor y frustración, Sharman me mira sin comprender por lo mismo de mi aspecto, siento que duda de las palabras de la princesa, pero no la contradice.

—Muy bien —me voltea a ver—. ¿Quiere que prepare todo su alteza?

—Si, por favor —Tetis contesta por mí—. Será hoy por la noche, diles a los demás, necesitamos espectadores para esto.

Le guiña un ojo a Sharman y le sonríe, después se sujeta a su brazo, me da una última mirada y sale con él por la puerta. Unos papeles salen volando de la libreta que lleva en la mano, no le digo nada, no puedo, pues han desaparecido en una especie de luz mágica. Como puedo camino hasta las hojas y las sacudo un poco para después contemplar lo que hay en ellas con la boca abierta, recorro cada línea, cada trazo, cada marca de tinta que hay sobre el papel, aun sin creerlo.

Mi rostro está dibujado a la perfección, muy muy a detalle, mis rasgos parecen ser más atractivos de lo que ya son, estoy de perfil dibujado con la misma ropa de aquella fiesta de anoche, incluso hay una marca simulando mi mancha verde de mi camiseta, doblo la hoja con cuidado y la guardo en mi bolsillo. En cuanto veo las demás hojas siento una especie de calor en mis mejillas, en todas ellas hay un boceto de mí, de distintas maneras, de lado, de frente o de perfil.

Tetis pasó toda la noche dibujándome.

A mí.

A la persona que más odia en todos estos reinos.


Holaaa ayyy no jajajja vuelvo a decir que este es mi cap favorito es que amo todos aaaa, la intensidad de Luca y Tetis me deja muerta. Muchas gracias por seguir aqui leyendo esta historia se los agradezco infinitamente.

Ala. 👑

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