Capítulo 2. Un nuevo amanecer
CONAN
Es algo irreal sentirme tan mal y tan bien al mismo tiempo. La luz del sol pasa cálidamente por las cortinas iluminando la habitación de un amarillo pálido, me doy la vuelta sobre mí para encontrarme con el rostro dormido de Desmond, aun recuerdo como anoche fue a mi habitación en la madrugada a decirme que no podía dormir y que necesitaba que yo estuviera con él, se veía mal, no me dijo que pudo haberle quitado el sueño, una pesadilla, algo que escuchó o sus propios recuerdos, no lo sé, tal vez todo eso al mismo tiempo.
La luz hace que su cabello se vea aún más rubio, algunos mechones de cabello caen delicadamente sobre su rostro, jamás lo había visto así de calmado, tan sereno, y tampoco había podido apreciar su gran atractivo con tanto detenimiento, acerco mi mano a su rostro y acaricio su mejilla, no se mueve, sonrió para mí mientras trato de darme la vuelta...
—Quédate así — la voz de Desmond me llama, sus manos sujetan mi brazo —. No te des vuelta.
Me jala de nuevo para que estemos frente a frente, ahora sus ojos verdes me observan con detenimiento aun adormilados, tienen ese brillo que tanto me gusta.
—¿Pudiste dormir bien?
Desmond me sonríe y se revuelve su cabello bostezando.
—Si, las pesadillas ya no regresaron — se acerca más a mí —. Gracias a ti.
—Debería irme — me empiezo a levantar —. Alguien podría llegar y...
—¿Y?— Desmond se incorpora y me sostiene la mano donde el anillo de su madre posa en mi dedo —. Que nos vean entonces.
Nos quedamos un momento viéndonos a los ojos, una tensión se cierra entre los dos, mi magia empieza a saltar como loca y vuelvo a la realidad cuando Desmond se acerca para darme un beso rápido.
—Tu padre me colgaría si me viera aquí.
—No se lo permitiría, si así fuera y no habría opción, haría que me colgaran también.
—No digas esas cosas, no mereces ser colgado.
Desmond alza una ceja y se ríe sarcásticamente.
—Ni tú mereces ser castigado por algo así, nadie lo merece.
—Bueno, entonces levantémonos y salgamos de aquí antes de que entren y nos vean así.
Le señalo nuestros torsos desnudos, Desmond se ríe y se levanta de un salto.
Solamente han pasado tres semanas desde mi última charla con Agroz Baraz, aun nuestra conversación sigue en mi cabeza golpeándome fuerte, no he parado de pensar en como es que volverá a atacar, con que fuerza o con que aliados, es algo que me preocupa, lo peor es que el padre de Desmond se entere de mi conexión con su hijo heredero aunque prácticamente en la boda fallida le dije que tenía cierta conexión con Luca, no sé muy bien como es que Agroz se lo dirá, supongo que en un momento decisivo así que por lo menos yo no debo hablar de ello... por ahora.
—¿Estás listo para navegar hacia el reino Marisma?
Ve volteo hacia Desmond que ya se está poniendo una camisa azulada, me encojo de hombros buscando mi camisa.
—No lo sé, jamás he viajado en barco, así que no sé como reaccionaré.
Ayer por la noche, en una cena aburrida, Luca nos distrajo contándonos sobre el plan de los reyes y que el rey del Reino Marisma nos ha invitado para ir, incluso invito a Félix, ayer no paraba de alardear a todo el mundo que el mismísimo rey quería su presencia. Por mi parte no sé si estaré listo para volver a ver al Rey Millar, nuestra última conversación fue inusual, fría y calculadora, incluso mi primera charla con su hija, la princesa Tetis fue igual de confusa.
—Te prometo que el reino Marisma es más encantador que este, está rodeado de agua por todos lados, es muy colorido y se siente paz en cada rincón.
Desmond me lanza una de sus capas, pues no he traído la mía y hace demasiado frío e ir a mi habitación no es una opción, Medras me interrogaría hasta sacarme en donde pase la noche, aunque debe saberlo ya, no es demasiado tonto como para no saberlo. A estas alturas Desmond y yo ya no somos tan cuidadosos, aunque creo que jamás lo fuimos, presiento que ya todo el personal se ha dado cuenta alguna vez de como nos miramos, de nuestras sonrisas bobas o ya deben avernos pillado sin querer besándonos... el único ciego aquí es el mismísimo rey. Juraría que el mismo se cortaría la cabeza cuando sepa que jamás pudo darse cuenta de que yo, un rojo, se estuvo besando y que mantiene una relación con su querido hijo.
—Vamos o llegaremos tarde para reunirnos con Luca — Desmond no espera a que me abroche bien la capa, me jala del brazo —. Hoy dijo que nos acompañara con Vicky a ver como hago explotar cosas.
—Tienes suerte de que ella no nos encontró ayer — Le digo mientras salimos de su habitación —. Pero no dudes de Vicky, es posible que ella haga explotar algo sobre ti hoy.
Desmond se ríe y bajamos las escaleras hasta llegar a las cocinas, donde Vicky con más cocineras están preparando el desayuno, ella nos sonríe y nos hace señas de que la esperemos afuera.
Desmond le insistió tanto a Vicky de que le enseñara a hacer pociones que ella terminó aceptando, realmente las pociones son lo mejor, hay de todo, una extensa lista de donde puedes elegir desde que te crezca el cabello hasta una poción para hacerte igual de fuerte que mil hombres. Es muy difícil que a una persona sin dones mágicos las pociones le salgan correctas, pero para Desmond es muy fácil... a veces.
—Ya llegué.— La voz de Luca nos asusta y volteamos a verlo, lleva puesta su corona, es menos ostentosa que la de su padre, pero igual de lujosa, aún no sé si Desmond tenga una supongo que si, pero jamás me la ha enseñado —. Siento haber tardado, padre me dio una noticia.
—Solo te retardaste por dos minutos.— Le digo con una sonrisa despreocupada
Lo que he notado de Luca es que se disculpa por todo, aunque no haya hecho nada malo, es muy amable, atento y trata de ayudar a todos de alguna manera u otra.
—¿Qué noticia te dio? No me digas que ya te consiguió una esposa.
Luca y yo volteamos a ver incrédulos a Desmond.
—Dios, no.— Luca se acomoda el cuello de su camisa —. Espero que en los meses que vengan no me dé esa noticia... me dijo que hoy en la noche abra un banquete solo con las casas, vendrán todas para despedirse de nosotros, ya saben por el viaje que haremos, así que deben de estar lista a las ocho de la noche.
Desmond se acerca a su hermano y le da un golpecito en el hombro quitándole su corona y poniéndosela sobre su cabeza, desde que Luca volvió Desmond le juega alguna que otra broma, le hace chistes sarcásticos que su hermano tarda en entender, lo cual da risa, intenta también que se sienta más en casa, le cuenta sobre todas nuestras aventuras y casi muertes lo cual a Luca le emociono y preocupo demasiado. Ya no hemos hablado mucho acerca del día de la boda, ni como es que desperté a Luca, tampoco él y yo hemos vuelto a hablar del tema, presiento que si lo hacemos tendré que contarle absolutamente todo, un pesar horrible se extiende por todo mi cuerpo de solo pensarlo.
...
—¿Quieres volver a hacer que mi piel se pinte de azul?— la voz de Vicky suena haciendo eco —. No eches tantas lágrimas de dragón.
Estamos ya en el salón secreto de Vicky viendo como ella y Desmond se pelean a cada rato, aunque no han pasado más de solamente palabras, tampoco es que se digan cosas horribles, nada más parecen niños culpándose el uno al otro, no sé cómo han estado tantos años de amigos, pues Desmond parece sacarle una que otra cana verde a Vicky.
—Espera, espera — Me levanto de un sillón en forma de flor azulada, Desmond se detiene antes de echar las lágrimas al caldero que ya burbujea —. ¿De dónde has sacado lágrimas de dragón?
—¿No es obvio?— Responde Luca sin apartar la vista del libro que lleva leyendo, ya hace rato, se titula lo conoció más desconocido, no sé de que trata, pero a Luca parece entretenerlo —. Tenemos un dragón durmiendo bajo nuestros pies.
—Entonces eso quiere decir...— Desmond baja el frasco con las lágrimas, dándose cuenta por fin de lo mismo que yo —. ¿Binu ha estado llorando?
Vicky baja con cuidado el libro de pociones y no sabe qué decir.
—Bueno... yo lo he estado observando y cuidando estas semanas y llora casi todos los días, sorprendentemente deja de hacerlo cuando Desmond aparece.
Los príncipes y yo nos quedamos viendo algo confusos.
—¿Llora solamente porque no está Desmond?— Luca cierra el libro y se acerca a observar las lágrimas que brillan de una manera inusual —. ¿Antes ya había actuado asi?
—Bueno, no es que tengamos mucho tiempo con el.— Desmond se recarga en la pared con brazos cruzados —. Antes estuvo encantado con una especie de magia que lo retenía contra su voluntad y se pudo deshacer de el incluso con eso jamás había llorado.
—No es normal que un dragón llore. — les digo rascando mi nariz
—¿Y como lo sabes?—me preguntan todos al mismo tiempo
—No tengo idea, solo digo que si ya lleva semanas así algo le está ocurriendo, no tenemos aún mucha información de los dragones, solo viejos cuentos y pociones utilizando sus lágrimas. — tomo entre mis manos el frasco y los volteo a ver un poco serio —. De todas maneras, no creo que le esté sucediendo nada bueno.
Un silencio inunda el salón, todos nos quedamos pensativos, queriendo encontrar una respuesta para esto, una de las desventajas que tenemos con los reinos lejanos es que prácticamente no sabemos nada de las criaturas que habitan este mundo, ojalá algún día llegue alguien a contarnos toda la verdad.
...
Luca parece un poco abrumado de que todos estemos en su habitación, tal vez esto sea algo nuevo para él, ya que cayó dormido casi cuando iba a cumplir sus quince años, literalmente durmió toda su adolescencia y ahora tiene diecinueve así que no sabe como comportarse con sus amigos, a veces noto que se queda callado por segundos cerrando sus ojos también como es que se rasca sus brazos, nadie le ha preguntado si se siente enfermo, tampoco le falta nada, todo el reino está con la mira en él corriendo si se le ha acabado el jabón o si su ropa está sucia o si no encuentra su corona, el reino entero cuida de él.
Félix está acostado boca arriba en la cama de Luca, lleva puesto un traje azul marino con una pequeña lavanda en su bolsillo.
—¿Creen que le guste?— Félix toma la lavanda entre sus manos y la contempla embobado
Medras que está ayudando a Luca con su traje, se voltea a verlo riendo.
—¿Para quién de todas las chicas será?
Félix vuelve a guardar la lavanda y simula como si una daga le atravesara el estómago.
—Esa pregunta me ofende demasiado.
Desmond y yo que estamos jugando ajedrez nos volteamos a ver riendo a lo bajo.
Todos sabemos que Félix en cada baile o reunión que hay no duda en correr a donde las chicas, y sin dudarlo ellas igual corren a él, muchas dicen que realmente es atractivo, viéndolo bien, solo tiene cara de tonto, así que por lo mismo cuando habla con una chica no sabemos si va en serio con ella o solo está coqueteando un poco.
—¿Entonces a quien se la darás?— le pregunto mientras muevo a mi caballo analizando donde es mejor para que Desmond no tome ventaja —. ¿Será acaso para la duquesa Rubí?
Todos los demás se ríen pero Félix no.
—¿Qué no es obvio?— Félix se levanta y todos lo vemos sin saber de quién habla —. Es para Amber.
Nos quedamos pasmados al oír eso, incluso Desmond deja caer su torre en el tablero.
—¡Es la chica que te da golpes solo por existir!— Medras le dice bastante sorprendido
—Fue una mala idea decirles. — Félix se da la vuelta y se vuelve a acostar
—Creo que le encantara. — Luca se mira en el espejo acomodando su cabello —. Elegiste bien, con razón tardaste mucho en el jardín. — Me sigue sorprendiendo como es que Luca se fija en todo —. Es color lila igual que el color de su casa de seguro se pondrá contenta.
Félix suspira y Desmond me hace señas para que diga algo, claro, de rojo a rojo, todos deben pensar en que sé exactamente que decirle, pero no, ni siquiera sé cómo se dio lo mío con el Desmond, tal vez ya estábamos destinados.
—¿Ella te gusta?
Desmond me avienta mi torre y me da en la cabeza por haberle hecho esa pregunta.
—Es linda...— Félix se ríe nervioso —. Es inteligente y muy testaruda, aún no sé si me gusta, pero quiero poder saberlo, ¿saben como se siente no?
—No.— contesta Medras caminando a la puerta
—Para nada.— contesta Luca siguiendo a Medras
—Sí.— Mi voz y la de Desmond suenan al unísono
Los dos nos sonrojamos un poco y nos levantamos entre risas.
—Ya debemos irnos. — Medras abre la puerta —. Vamos, Félix Amber te espera.
Y con eso último Félix se levanta como si algo de veras importante estuviera pasando y tal vez sea así para él, se acomoda su saco y nos sonríe.
—Corran, quiero ser el primero en saludarla.
...
No pensé jamás que este día, en vez de estar en el gran salón conviviendo con todas las casas, terminara en estar en medio del gran bosque rodeado de solo unas cuantas antorchas. Todos nos damos una mirada de preocupación.
Medras, Vicky, Amber, Félix, los príncipes y yo estamos junto a Binu, sigue llorando a mares. Vicky tuvo que colarse en la fiesta y en cuanto nos avisó que Binu estaba llorando, Desmond no dudo en venir a verlo. Nuestros zapatos y los vestidos de las chicas están algo ya sucios de tierra, mentimos que íbamos a por un poco de aire a los jardines, de ahí corrimos como locos hasta acá en donde Binu tiene su hogar, por así decir, es un espacio amplio donde puede estar con libertad.
—Pobre, debe de estar sufriendo — Amber se acerca a Binu y lo acaricia, ella lleva la lavanda en su oreja de una forma que la hace ver linda, Félix se ve muy contento, Amber nos voltea a ver a ambos —. ¿Por qué siguen ahí parados? Hagan que sus lágrimas se detengan.
Félix y yo nos miramos, bueno ahora sé que el único con cara de tonto no es solo Félix.
—No sé si nuestra magia funcione en los dragones.— Félix se acerca a Binu acariciándolo con cuidado
—Claro que sí, funciona en Luu entonces debe funcionar en Binu.— a lo lejos Luu hace su reconocido muuu, no sé cómo es que siempre que menciono su nombre ella hace eso —. Vamos démonos prisa.
Félix y yo nos acercamos a Binu, nos mira algo cansado, sus ojos anaranjados nos observan con nerviosismo, incluso sus escamas verdosas parecen haber perdido ese brillo. Junto con Félix la tarea de aliviar a Binu es más sencilla, siento una carga negativa muy grande del dragón, más que negativa de dolor, Félix siente lo mismo por las caras que hace, pues estamos absorbiendo ese dolor inmenso, no sé de qué sera o porque se siente así, pero le duele, le duele hasta el alma.
Una fuerza invisible nos lanza a mí y a los demás fuera del alcance de Binu, allí en el suelo de tierra y pasto vemos como alrededor de Binu hay una gran luz verdosa que rodea al dragón, no podemos acercarnos, no sin saber como esa luz puede afectarnos.
Luca sostienen a Desmond de la espalda, pues quiere ir a por Binu, los demás solo entrecerramos un poco los ojos, la luz es muy intensa. En un momento lo único que se ve nada más es esa luz, Binu ya no está, los árboles se agitan con fuerza, las hojas caen en remolino, un viento feroz pasa ensuciándonos más y por fin esa luz va bajando su intensidad hasta convertirse en una mancha invisible.
Y ahí, en medio en donde se supone que debe de estar Binu aparece una chica.
Nadie dice nada, estamos demasiado impactados, lo único bueno es que las antorchas no iluminan lo suficiente porque aquella chica está completamente desnuda.
—Que demonios. — Félix dice en susurro que todos alcanzamos a oír
—Él es Binu. — Luca habla, pero por la oscuridad que envuelve a la chica no alcanza a distinguirla bien
—Querrás decir ella.— Vicky cierra y abre sus ojos para ver mejor
—¿Entonces siempre fue una ella?— Desmond pregunta y todos lo volteamos a ver —. Esto es de locos.
—No lo puedo creer — Medras es el primero en levantarse, se acerca hasta Vicky y le quita su capa —. ¿Qué están pensando? Tenemos a una chica desnuda aquí y lo primero que hacen es hablar como si no estuviese.
Es verdad, todos bajamos la vista de la vergüenza, incluso las chicas.
Aquella muchacha no se mueve, está demasiado atenta a nosotros... sus ojos anaranjados nos ven desde las sombras, dios, no, no, debo de estar suponiendo mal, ella no puede ser Binu.
Medras se acerca a ella mirando al cielo, las estrellas son las únicas observadoras de esto titilando mientras Medras deja caer la capa sobre la chica que ya estaba temblando del frío, Medras y ella se miran a los ojos, se quedan así por un momento.
—Gracias...— la chica habla, su voz es suave pero rasposa al mismo tiempo —. Medras.
En cuanto dice eso, Medras se aleja de un salto, sus mejillas se ponen rojas y trata de cubrirlas tapando sus mejillas.
—¿Sabes mi nombre?
—Claro que lo sabe — Desmond se levanta sacudiéndose y todos igual —. Ella es Binu.
Binu sonríe con una felicidad enorme al escuchar eso
—¡Desmond!
En cuanto grita su nombre, ella sale disparada a él, ahora con la luz dándole directo en la cara, todos tomamos la palabra del príncipe... ella es Binu, sus ojos anaranjados y su cabello verde agua la delatan. Binu se sostiene del cuello de Desmond abrazándolo fuertemente, igual él la abraza sin pegársele demasiado.
En cuanto Binu se aleja de Desmond busca a alguien, me busca a mí y a Félix con la mirada.
—Gracias, gracias por salvarme y regresarme a mi cuerpo — ella nos sonríe y hace una reverencia al ver a Luca, segundos después su cara pasa a una expresión de angustia —. Siento un dolor en...
Binu está a punto de caer, pero Desmond la sostiene, ella tiene cara de haber corrido kilómetros, su dolor aún se refleja en su delicado rostro, incluso parece un poco enferma.
—Lo siento, no sé que me pasa...
—No hables más, debes de estar cansada — Luca se acerca —. Llevémosla al castillo lo más rápido que podamos.
Y así, en medio de la noche, la última nevada sucedió, copos de nieve tan fríos como el hielo empiezan a caer sobre nosotros, cubriendo nuestros cabellos y el bosque entero. Regresamos al castillo en silencio, Medras va detrás de Binu cuidando de que no se resbale, en cuanto ella lo mira él desvía su mirada, Binu va sosteniéndose de Desmond muy sonriente al ver todo, pero con una mueca de dolor, no sé cómo vamos a explicar que nuestra pequeña salida por aire termino en un descubrimiento algo inusual, supongo que mañana tendremos más respuestas lo único que importa hoy es tratar de que todos entiendan que esta chica era aquel dragón que alguna vez los asusto a todos.
Segundo capituloooo aaaaa ¿Se imaginaban esto? Y bueno pobre Medras es el más traumado para que nos salga que es una chica JAJAJAJA veremos cómo intentara superar su miedo. ¿Lo de Félix igual estuvo de locos no? Les dije que este libro traería más parejas asi que esperenlo.
Muchas gracias por sus votos a este segundo libro aprecio mucho que sigan aquí.
Ala. 👑
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