Capítulo 13. Almas en agonía


CONAN

De nuevo me encuentro en un limbo. Al borde de lo inexplicable y de puntitas a lo maravilloso. Mi cuerpo se siente muy cansado, sin energía y mi magia parece estar muy confundida, todo parece dar vueltas hasta que aparezco en nada más y nada menos que en el templo Ardor. 

—Odio esa cara que pones —La voz de Agroz retumba en mi mente

—¿Cuál cara? —Le pregunto acercándome a él

—La que dice o dios mío, qué miedo da —Agroz sonríe de mala gana y se acomoda su capa—. ¿Entonces que es lo que quieres?

Me le quedo viendo sin entender, su mirada parece igual de confundida. Realmente se ve joven, ahora que sus marcas oscuras no están visibles, pensé que era imposible ocultarlas, pero por lo visto no es así y supongo que los oscuros deciden si mostrarlas o no, parece que lo he interrumpido mientras dormía, su cabello oscuro está revuelto y sus cejas se curvan al ver mi expresión de idiota.

—¿Por qué no me lo dices tú? —Lo señalo—. Estoy en tu templo.

—Fuiste tú el que me llamo... o más bien dicho tu magia —Agroz empieza a jugar con sus marcas oscuras en sus manos, desapareciéndolas y apareciéndolas—. Creo que igual la mía te estaba llamando. Nuestras magias nos reunieron aquí y ahora.

—¿Qué pasa ahora? —Me rasco la nariz—. ¿Más problemas?

Agroz asiente y sus ojos del demonio buscan los míos, son tan rojos que me dan escalofríos.

—Sé que igual lo has sentido Conan, lo sé porque yo igual —Agroz señala mi corazón—. Tu magia y la mía nos advierten... nos advierten de la magia de un oscuro que se está haciendo cada vez más poderosa. Esto no puede seguir así, no cuan...

—¿Te da miedo no ser el más poderoso? —Le pregunto y él niega lentame—te-. ¿Entonces?

—¿Acaso no entiendes? Esa magia que sentimos, esa persona que la posee... su magia pone en riesgo no solo mi plan, ni a mí, sino también a ti, a tus amigos y a todo el maldito mundo.

Nos quedamos callados sintiendo esa magia oscura por nuestra piel, alrededor de nosotros y en nuestra mente, toda la habitación está llena de ella, los pasillos, el templo y todos los reinos... esa magia oscura no está consumiendo.

—¿Estás diciendo que ese otro oscuro puede acabar con todo un mundo?

Agroz se ríe, tan macabramente que doy un paso atrás y después vuelve a tomar su cara malévola como si después de su delirio supiera la más terrorífica verdad. Se acerca tan rápido que no puedo hacer nada, cuando me percato ya me tiene del cuello sujetándome con fuerza.

—La magia... —Agroz se acerca más, oliéndome—. Viene de ti, la oscuridad, ella, ella...

Agroz me suelta y yo me sostengo de mis rodillas tratando de respirar.

—No puedo creerlo. Es imposible. Es ilógico. Es una pesadilla.

—¡Dímelo! —Le grito empujándolo, él no se mueve, sigue impactado—. Por una vez en tu jodida vida, di la verdad... sabes quien es ese oscuro, ¿verdad?

Agroz me sonríe, esa clase de sonrisa de la cual es mejor correr y antes de que pueda hacerlo su voz interrumpe mi huida.

Compartes tu alma con él —Y una punzada fuerte me da en el pecho, mi cabeza me empieza a doler y siento ganas de vomitar—. Compartes alma con un bastardo oscuro. Con ese bastardo de Luca Andillac.

No.

Todo menos eso.

Doy la vuelta empezando a correr lejos de Agroz y entre más lo pienso, todo cobra sentido... cuando lo rescate de su mente, esa cosa oscura que vivía ahí, quería mantenerlo encerrado, lo perseguía para que se quedara y después de eso se ha comportado extraño y todas esas veces que se ha rascado, en los brazos, en la espalda, eso es por sus marcas oscuras, la verdad siempre estuvo ahí. Comí junto a él, me reí con él, confíe en él. ¿Aún lo hago?, una pregunta dolorosa de pensar. Sí. Aún confió en él. Del que no confió en este momento es en Agroz que me está persiguiendo por los pasillos del templo, me lanza uno de sus hechizos paralizantes y ahí me quedo como una estatua.

—No puedo dejarte ir Conan ¿lo entiendes verdad? Ya no me importa que vigiles a nadie, eres lo más importante ahora.

Mis ojos están bien abiertos y siento como una de sus marcas oscuras suben por mi pierna.

¡Conan!  la voz de Desmond suena por todos lados en eco. Agroz y yo nos espantamos, él trata de ver de donde proviene la voz.

¡Conan despierta! Vamos, despierta, maldita sea. La voz de Desmond retumba en mis oídos, mi magia vuelve en sí, activándose y serpenteando por todas partes. ¡Despierta ya!

 Cuando mis ojos se abren, me encuentro tirado en el frío pasto, el aire pasa helándome y los ojos verdes de Desmond están frente a mí, una preocupación enorme lo invade. Sin pensarlo dos veces lo atraigo a mí aferrándome a su cuello, envolviéndome en su aroma embriagante, su cabello rubio choca con mi mejilla, su pecho sube y baja, puedo escuchar su corazón latiendo con fuerza, sus manos suben por mi espalda, frías y fuertes me acercan más como si temiera que fuera a irme de nuevo.

—¿Qué paso? Dímelo Conan, por favor... —Su voz suena suplicante, nerviosa y un poco desesperada—. ¿Fueron las voces de nuevo?

Mucho peor que eso...

Cuando nos apartamos un poco, nuestras miradas se cruzan, la mía con una verdad desgarradora y la suya con una curiosidad penetrante. Nuestras manos se buscan entre el pasto y cuando se encuentran mi magia hace que los dos nos relajemos.

—¿Están bien? —La voz de Félix viene detrás de nosotros

Al voltear lo vemos junto a Medras y Binu.

—Tenemos que irnos ya —Todos voltean a verme, me levanto junto con Desmond sin soltar su mano—. No podemos esperar más tiempo, no ahora.

Desmond jala mi mano para que le haga caso, sus ojos se ven suplicantes y nerviosos.

—Algo grave está pasando y tenemos que ir a averiguar porque paso y como detenerlo —Ellos no entienden nada y yo no soy capaz de decirles la verdad, me suelto de la mano del príncipe sintiéndome algo culpable—. Agroz atacará otra vez y será devastador, así que es mejor prepararnos y reunir información que pueda debilitarlo.

Con la excepción de no debilitarme a mí ni a Luca en el proceso. Ahora no solo estoy anclado al alma de un oscuro, sino que ya son dos, no creo poder soportarlo, no otra vez. Tengo que contárselo a alguien, alguien que entienda la situación sin importar que.

—Vamos, tengo que hablar contigo —Me acerco a Félix y lo tomo del hombro, los demás se quedan quietos viendo como Félix asiente y empieza a caminar a mi lado—. Ustedes pueden ir preparando todo, los veremos aquí mismo en media hora.

No soy capaz de mirar a Desmond a la cara, así que solo me dirijo a Medras que me ve con preocupación sin quitar aquella cara suya tan seria.

Félix y yo vamos a toda prisa a mi habitación sin decir ni una sola palabra, nuestra magia habla por nosotros haciendo un ambiente tenso. En cuanto llegamos corro a buscar la libreta con los acertijos de las voces y busco la carta de la duquesa Ruby.

—Conan —Félix me llama y yo sigo recogiendo mis cosas lo más rápido que puedo—. Conan... —No le contesto, sigo metido en mis pensamientos, hasta que siento como me toma por los hombros, deteniendo mi cuerpo—. ¡Conan!

Nuestra magia se enlaza haciendo una corriente eléctrica entre nosotros.

—¿Qué está pasando? Tu cara parece de muerto, tu corazón está a mil por minuto y tu cabello se ve más opaco —Félix me suelta agarrándose el puente de su nariz

—Es sobre Luca... —Me dejo caer en la cama y Félix abre más los ojos—. Y sobre Agroz... y sobre mí.

—Dime ¿estás muriendo?

—¿Qué? No, no es eso —Me empiezo a rascar la nariz—. Sabes sobre mi conexión con Luca y sabes lo peligroso que es para hechiceros como nosotros estar anclados a una alma... y también sabes lo mucho más peligroso que es estar anclado a dos... a dos almas.

Félix tarda en procesar la información y cuando lo hace parece que el color de su piel se va, pues se pone pálido, y ahora es su corazón el que va a mil por minuto, su rostro refleja una seriedad combinada con unas ganas de querer vomitar.

—¿De qué estás hablando? —Él empieza a caminar en círculos—. Es obvio que sé tu relación con Luca, sin ella él jamás habría despertado y al parecer eso es lo que ignoran todos los demás, no los culpo, no saben todo sobre nuestra magia y aun así... ¿Con quién más compartes alma Conan?

No puedo ni contestar, mis manos tiemblan y solo miro al suelo, trato de aferrarme a algo, pero es inútil.

Agroz —Mi voz suena débil—. Agroz Baraz, él y yo... estamos unidos.

Parece como si decir aquello fuera un gran golpe para Félix. Su expresión es la que siempre me imagine, de terror, de pánico, de muerte. Por ello no podía decírselo a nadie, temía que me vieran como algo delicado como si mi vida fuera a desmoronarse en un chasquido.

—Debes decírselo a los demás —Félix se cruza de brazos—. ¿Quién más lo sabe?

—Hasta ahora, por obvias razones, Agroz, el padre de Desmond, el comandante y... pues tú —Félix se deja caer en una silla suspirando pesadamente—. Aunque igual creo que la duquesa Ruby sabe algunas cosas y...

—Debemos decirles a los demás —Félix se levanta de la silla caminando a la salida

Cuando me doy cuenta ya lo estoy deteniendo del brazo, sujetándolo con fuerza, si él quisiera podría empujarme con la fuerza brutal que tiene, es más alto que yo, sus músculos se notan por debajo de su camisa y en estos momentos maldigo el hecho de no ser así de fuerte.

—No. No puedes, ni yo puedo decírselos...

—¿Por qué? Tu vida y la de Luca están en peligro, si Agroz quiere podría asesinarte y con ello asesinar a Luca —Félix se aleja de mí—. La gente merece saberlo y...

—Luca es un oscuro.

Mi voz suena en eco, rebotando en cada esquina y de regreso golpeándonos por todas partes. Félix tiembla un poco y se detiene de la puerta.

—¿Qué... que es lo que dijiste? —Félix habla lentamente—. No, no, no. ¿Estás bromeando? Si es así deja de hacerlo, no es gracioso.

Me quedo en silencio volteando a ver todo mi equipaje sobre la cama. El silencio es un arma poderosa, afilada y llena de colmillos que puede destrozarte el alma, decirte verdades oscuras y derrumbar toda una vida. Mi silencio es mi confesión, aquella de la cual no miento. 

—Quisiera que fuera una broma, te lo prometo, estoy igual de...

—¿Chicos? —La voz de Desmond viene del otro lado—. Si no nos vamos ya, los reyes nos cortarán la cabeza... —La puerta se habre y Desmond pasa corriendo a guardar sus cosas—. Luca y Tetis ya saben que nos vamos, los demás nos están esperando.

Félix me ve con preocupación y una mezcla de coraje y miedo, ninguno de los dos dice nada. Desmond nos voltea haber sorprendido, y mi magia tiembla al ver sus delicados ojos verdes, tan verdes como las hojas de los árboles, el cómo me mira me está rompiendo en dos, pues me transmite esperanza, confianza y seguridad. Algo que yo le debo bastante. Acaricio en anillo de su madre en mi dedo y le doy una media sonrisa.

—Ya está todo listo —Mi sonrisa se borra al instante que escucho la voz de Luca, pues mi magia siente la suya, intensa y brutal—. Tetis está distrayendo a nuestros padres, así que pueden irse.

—Promete que nos encontraras en algunos días —Desmond me pasa mi maleta mientras sostiene la suya—. No quiero que nada malo te pase estando aquí, así que por favor no tardes en venir.

Félix y yo vemos como los hermanos se dan un abrazo de despedida y un escalofrío me recorre la espalda de solo verlos. No creo en la posibilidad de ser yo quien rompa su lazo de confianza, no cuando yo también he intentado protegerlos, pero aun así siento que todo está al borde de un precipicio.


...


—¿Entonces como nos acomodamos? —Félix pregunta rascándose la nuca—. Porque es obvio que Medras ira gritando como niñita en todo el camin...

Félix guarda silencio al ver la mirada asesina de Medras. Binu se ríe negando con la cabeza y recordándose en el brazo de Medras.

—Medras ya no grita como niñita —Binu le da un golpecito en las costillas a Medras, él tiene que bajar la vista para poder verla, sus mejillas se ponen algo rosas—. Ya no me tiene miedo, así que si él quiere puedo darle un viaje por todo el mundo ¿Verdad?

Medras le contesta algo, pero ya no presto atención por estar viendo como Desmond mira la luna que está reluciente pareciendo un gran plato redondo.

—Cuando lleguemos solo quiero tener un día sin preocupaciones —Él me voltea a ver y yo le sonrío—. Y después que todo pase, que Agroz ataque si eso quiere, que mi padre llegue y me castigue, que encontremos las respuestas a las voces, pero solo pido un día, solo un día para olvidarme un poco de todo.

No puedo contestarte porque detrás de nosotros una luz dorada aparece y al voltear Binu está rodeada de ella. Su transformación está comenzando y es toda una maravilla de presenciar, de poco su forma humana va desapareciendo, como neblina, como sombra, hasta tomar forma de escamas y garras gigantes. El dragón frente a nosotros ruge con una intensidad ensordecedora y todos nos tapamos los oídos.

—Maldita sea Binu —Félix sube a su lomo, acomodando todas las maletas solo con un lazo—. Despertarás a todo el reino si ruges una vez más.

Binu nos voltea a ver, sus ojos naranjas brillan con intensidad y una vez más vuelve a rugir fuertemente.

—¡Dios mio, le decía de broma! —Félix le da un golpecito en su cabeza—. ¿Qué demonios hacen allí abajo? —Félix nos señala—. Suban ya.

Medras está completamente petrificado, no de la misma forma que antes, no con una expresión de miedo, no se ve que quiera salir huyendo o gritar por ayuda, es algo más profundo e íntimo, refleja una admiración pura. Medras admira a Binu desde sus garras hasta sus ojos de dragón mientras se acerca lentamente a ella y con cuidado la acaricia.

—Eres hermosa.

Binu da un paso hacia atrás, algo tímida y sin saber qué hacer, sus ojos miran a Medras con la misma admiración que él.

—Jamás en mi vida he visto a otro dragón o drokar, pero si todos se ven igual que tú, jamás en mi vida volverán a darme miedo.

Todos los demás estamos impactados por las palabras de Medras. Desmond está con la boca abierta sin poder creerlo, quizás él nunca había dicho palabras como esas o jamás había demostrado interés en alguien, Desmond se toca el pecho diciendo un ouuu y después sube a Binu con una facilidad que solo alguien experto en dragones sabría. Me tiende la mano y me ayuda a subir, Medras sube al último aferrándose a mis hombros.

—Binu es mejor que te des prisa —Le digo al ver que a lo lejos cientos de guardias vienen a nuestra dirección, todos los demás se aferran con fuerza—. Si no lo haces todo esto...

Mis gritos llenan el aire, Binu se eleva del suelo subiendo cada vez más alto, los guardias gritan cosas que ya no escuchamos. Las nubes nos atrapan como almohadas y la luna nos guía por el reino Marisma, siendo nuestra única luz a lo desconocido.

Todos mis pensamientos mientras estamos sobrevolando el cielo solo giran sobre una persona. Luca. Y eso me lleva a solo una opción.

Debe de haber una cura.

Una cura para Luca.

Una que lo devuelva a ser un humano normal sin una sola gota de magia oscura.

Listooo un nuevo capítulo más, disculpen muchísimo las tardanzas para subir este cap, la universidad me tiene ocupada, pero saben que estoy aquí, leyendo sus comentarios y subiendo contenido exclusivo a mi Instagram. El siguiente capituló estará muuuy bueno, pues se viene una fiesta de esas en la que despiertas sin saber qué hiciste y no le vendrá nada bien a Desmond. Se viene más protagonismo de nuestras chicas, Amber y Amelia tendrán sus partes importantes así que espérenlo.

Ala. 👑

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