♛ Capítulo #15. "Fuerza interior"
Gloriana:
No podía creer que aquella niñita de cabellos oscuros como la noche, piel morena y labios grandes color rojo confiara en mi poder interior como libertadora de su pueblo, pues ahora me sentía el peor ser humano del mundo debido a todas las personas que murieron o fueron torturadas por mi culpa, sin embargo, la fuerza y la valentía regresaron a mi gracias a la niña misteriosa, la cual tenía aproximadamente 9 años de edad cuando la conocí y quien por cierto juró serme fiel hasta el final de sus días, ya que literalmente dio su vida sin importarle lo que sucediera junto a sus conocidos, amigos y familiares por defender a nuestro país, a la corona real Romanov y a sus almas tal cual y lo hace un auténtico ángel de la guarda, en este caso el mío con el bellísimo nombre de Emmaline, pues aquella pequeña risueña apareció en mi vida justo en el momento en que más necesitaba compañía, lealtad y amistad.
Cuando seguí a la niña como me dijo sutilmente me sentí algo nerviosa y temerosa, pues descubrí como todos increíblemente en ese lugar me llamaban como "su Reina" sin conocerme bien, ya que según sus profecías yo sería la tan aclamada libertadora de su pueblo y de toda Rusia debido a mi mágica resurrección en la ahorca, y cuando la niña trataba de guiarme pude ver como casi la mayoría de los pobladores de esa aldea estaban escondidos tras varios arbustos, entre los más frondosos árboles del bosque, en las chozas destruidas y hasta sepultados bajo tierra, pues habían otras cien personas, las cuales, al verme llegar se inclinaron, hicieron reverencias y algunos hasta lloraron al verme junto a ellos con la niña que los había salvado a todos.
-... ¡El bondadoso y poderoso Dios de toda la creación ha escuchado nuestras muchas plegarias, pueblo mío!, quiero informarles que la REINA Gloriana está aquí en la aldea junto a nuestra querida "Princesa" tal y como fue predicho por su tío abuelo años atrás. -dijo de pronto un hombre con aspecto fornido, de contextura gruesa, alta estatura, musculoso, ojos negros y piel morena, el cual me anunció con muchísima esperanza y un tono de voz fuerte, pues salió de su escondite con valentía al creer que conmigo todos ellos estarían a salvo de la malvada mujer que los asechaba.
-¡Ohhhh!, ¡Bienvenida a nuestra humilde aldea, su Majestad!, si, ¡Usted es la Reina de la paz!, ¡Ah!, por favor permítame guiarla por aquí porque este es su hogar desde ahora, solo confie en nosotros, no le haremos daño alguno, pues usted será quien nos salvará finalmente de la oscuridad. -exclamaba literalmente toda la gente en coro al verme llegar al lugar donde estaban ocultos, pues la selva profunda cercana a la linda aldea les ayudaba a todos para poder esconderse fácilmente de aquella horrible mujer de las 6 cabezas.
-¿QUÉ?, ¿Cómo que "yo soy su Reina"?, ¿Qué sucede?, ¿Por qué dicen todo eso de mi?, ¿Ustedes me conocen a caso? -Pregunté estando realmente asustada y a la expectativa de todo a mi alrededor, pues esas personas solo decían incoherencias sobre mi.
-¡Tranquila mi Reina!, nada malo le sucederá estando con nosotros, solo relájese, pues más adelante sabrá todo con mucha más calma pero por ahora lo que importa es que logre expulsar a esa bruja de aquí para que no continue lastimando a nuestros seres queridos. -aseguró la dulce niña que me encontró al hallarse realmente convencida de que yo era la chica correcta, ya que me permitió entrar a sus vidas de la nada como si me estuvieran esperando.
-¿Sabes qué, niña hermosa?, ahora que lo veo mejor este es mi verdadero ejército de paz así que les prometo que lucharemos todos juntos y esa maldita mujer dejará esta pacífica aldea porque yo si confiaré en ustedes... Solo espero no volver a equivocarme en quienes entrego mi corazón. -aseguré encontrándome firmemente segura de lo que decía tras ver como casi ciento cincuenta personas me eran fieles y seguían mi ejemplo de lucha por la paz apesar de mis muchos pecados y problemas personales del pasado, así que me juré a mi misma lograr mis objetivos desde ahora, pues ya nunca más estaría sola en el cruel mundo.
-No se preocupe, está segura con nosotros, es más, ¡Gracias por estar aquí, su Majestad!, ¡Uff!, todos sabíamos que usted vendría pero no le dijimos nada a la espantosa tirana porque todos aquí somos de confianza y estamos de su lado para siempre. -aseguró una mujer de cabello negro trenzado, ojos azules como el mar, baja estatura, ropaje hecho de sacos sucios de papas y piel morena, la cual, valientemente se sinceró ante mi, lo cual me pareció muy familiar, ya que creía haberla visto en algún sitio mucho antes.
-¡Ohhhh!, ¿Perdón?, ¿Ustedes sabían que yo vendría a esta aldea?, ¡Ay Dios mío!, no, ¡Esto no puede ser posible!, ¡Tú eres la anciana que dijo en voz alta acerca de que el cielo me recompensaría minutos después de ser ahorcada! -Pregunté estando llena de pánico y en verdad asombrada por las predicciones dichas tras recordar que a esa mujer la había visto junto a mi cuando Christelle nos quiso asesinar en la ahorca y yo me salvé mágicamente.
-¡Nuestro gran líder nos lo dijo!, si, por eso la vimos a través de las esferas de cristal cuando sufría de hambre, dolor y frío, pues todo eso ocurrió en las calles de San Petersburgo y por esa razón quisimos ayudarla para que ahora sea usted quien nos libere del mal. -aseguró otra mujer dolorosamente muy parecida a mi madre físicamente cerca de mi mientras que me acariciaba el cabello tal como ella lo hacía cuando yo lloraba o estaba en problemas, de modo que causó una terrible inundación en mis ojos al recordar esa hermosa e inigualable sensasión que jamás olvidaría.
-¡Dios mío!, ¡Lo siento tanto!, yo no quería llorar pero esta mujer a lado me recuerda muchísimo a mi madre fallecida, y espera, ¿Dijiste esferas de cristal?, hey, ¿Saben una cosa?, he pasado por tantas locuras que esto no me extraña en lo absoluto, pero la verdad duele más que la ficción, así que si me quedo aquí como su Reina no habrán más mentiras o secretos, pues gracias a Dios todos ustedes ya conocen de mi identidad real así que no habrán disputas o malentendidos entre nosotros. -dije levantando la cabeza en señal de liderazgo y compromiso con esas nuevas personas tras iniciar así con nuevas, novedosas y mejores metas personales junto a todos ellos.
Justo después de presentarme frente a los demás sobrevivientes de la malvada "mujer bestia" las cosas cambiaron para bien, pues extrañamente en aquella aldea oculta había una hermosísima corona fabricada con zafiros color negro azulado y perlas preciosas la cual fue puesta sobre mi cabeza en señal de liderazgo, respeto y lealtad absoluta, ya que justo ahora había un gran torbellino de emociones en mi frágil corazón tras ser escogida como la Reina de aquella bella aldea solo por defenderlos, así que todo eso permitió que mi alma regresara a mi cuerpo después de tantos meses andando en el vacío, pues juré ser la mejor monarca del mundo para todos ellos desde entonces porque al principio creía que la supuesta bestia era una señora chismosa que se creía bruja y no le di la suficiente importancia hasta que fue demasiado tarde como para retroceder.
Se podía decir que ya estaba lista para luchar luego de que mi verdadero puesto político me fuera restaurado con gran regocijo en aquella aldea tras estar dispuesta a defender lo que me pertenecía gracias a mi sangre Romanov aunque tuviera que enfrentar a la bestia y sus 6 cabezas legendarias, lo cual, por cierto me recordaba a mi padre fallecido cuando me mostró cómo valerme por mi misma en situaciones de peligro y ahora iba a cumplir con cada una de sus valiosas enseñanzas aunque aún no supiera de quién se tratataba mi peculiar enfrentamiento.
-¿Y entonces?, ¿Estoy lista?, ¿Lo lograré de verdad como todos aquí lo aseguran?, ¿Y qué sucede si no lo consigo?, ¡Uff!, ¡Tengo mucho miedo de fallarles a ustedes también!, ¡AHHH!, lo siento mucho pero no puedo hacerlo. -Pregunté estando llena de pánico y absoluto terror de que algo fuera a fallar con el plan, pues pelear contra algo desconocido para mi era impredecible y cualquier catástrofre podría suceder.
-¡Hey!, no, ¡Tú ahora eres la Reina, NUESTRA Reina!, si, ¡Confiamos en ti hoy y siempre!, ¡Ah!, tranquila, no fallarás, ya lo verás. -aseguró la dulce niña que me había encontrado con una gran sonrisa de oreja a oreja mientras que me secaba las lágrimas, pues me tomó de la mano con ternura tras colocarme la corona de zafiros.
-... ¡Esto aún no ha terminado!, la lucha por recuperar Rusia continua pero todo será poco a poco, pues por ahora solo ordénele que salga de nuestra aldea y jamás regrese, ¡Por los dioses!, de verdad se lo agradeceremos de por vida, su Majestad. -afirmó uno de los hombres guerreros de la aldea justo de mi lado al estar dispuesto a apoyarme, pues juró cuidar de mi.
-De acuerdo, de acuerdo, ¡Lo haré!, yo pelearé por conseguir la primera victoria de muchas con esa sucia mujer, ¡No sabe con quien se metió en realidad! -dije estando lista para salir a luchar tras encontrarme fuerte, valiente, motivada y llena de esperanza, pues ahora tenía absoluta fe en Dios & en mi misma.
-¡Piense en su encantadora hija, Majestad! -dijo de pronto una de las tantas mujeres a mi alrededor con un tono de voz fuerte y claro, lo cual me dio aún más fuerza para luchar, pues me sacó unas cuantas lágrimas al imaginar que estar junto a ella era lo que más deseaba en el mundo.
-... Gracias por confiar en mi, de verdad, ¡Dios!, trataré que ese demonio asqueroso se vaya y no los atormente por más tiempo, sea como sea. -aseguré estando firmemente dispuesta a luchar aunque tuviera millones de nudos atados en la garganta luego de vivir tantas emociones juntas.
-Christelle Thomas, si, así se llama la maldita mujer que nos ha estado amenazando y asesinando con su tiranía, ¡Ashh!, al fin pude recordar su espantoso nombre y como sabemos que ya se ha enfrentado antes a ella creemos aún más en usted, su Majestad -afirmó de pronto un hombre de baja estatura, cabello negro, piel morena, ojos verdes y con ropa hecha de sacos viejos mientras que me entregaba una hermosa rosa roja y se hincaba ante mi.
-¿Perdón?, esperen un momento, ¿QUÉ?, ¿La mujer que trae a sus 6 cabezas consigo para acabar con ustedes es la bruja tirana de Christelle Thomas?, ¡Ohhhh! -exclamé con mis ojos más abiertos de normal, el pulso a todo vapor, la respiración entre cortada y un serio dolor de estómago, pues ahora si estaba verdaderamente asustada y en shock tras temblar como una gelatina, ya que ella era mi peor enemiga en la vida.
-¡Ay no!, ¿Qué le sucede mi Reina?, ¿Está bien? -Preguntó una de las tantas mujeres a mi lado, la cual también vestía con sacos de papas rotos al hallarse en situación de pobreza, sin embargo, ella se preocupó por mi reacción, la cual causó temor, preocupación y algo de dudas acerca de mi liderazgo.
-¡NO!, ¡No estoy nada bien!, ¡Uff!, miren, mi rostro de miedo absoluto es porque a quien debo enfrentar por ustedes es la mujer que aseguró ser como mi segunda madre y quien traicionó mi confianza hace algunos meses, ¡Apenas logré escapar de ella y ahora me tiene a su alcance para volver a encerrarme! -afirmé encontrándome completamente pálida y casi a punto de desmayarme, pues no podía creer que debiera hacer semejante cosa.
-¡Pues excelente!, ¡Usted conoce sus debilidades! -dijo un hombre cerca de mi mientras que también sonreía de oreja a oreja al estar seguro que yo era la correcta para esa dura tarea.
-¡Ay por Dios! -exclamé hallándome en verdad sin fuerzas suficientes como para continuar con aquella locura, ya que me apoyé contra una pared mientras mi corazón latía a mil por hora, ya que esa mujer pertenecía a mis más terribles pesadillas.
Desde luego, mi vida estaría en riesgo al luchar contra Christelle y sus malditos hombres, pues yo era tan solo una débil chica a la cual creían con "poderes especiales" tras sobrevivir públicamente en varias ocasiones a la despiadada muerte, así que eso me asustaba mucho más de lo normal por su inevitable y rápida aparición hacia mi en esa aldea desconocida por el mundo, a la cual acudió de manera misteriosa, sin embargo logré salir de ahí preparada para luchar a pesar de todos los riesgos que esto involucraba, pues ahora era la Reina de ese pueblo y debía demostrar mi autoridad así como hacerle justicia a mis padres, a los de la pobre niña y todos aquellos aldeanos y ciudadanos rusos que murieron solo para protegerme sin conocerme, ya que era justo ahora cuando los grandes valores inculcados por mi familia debían resplandecer en mi al ellos enseñarme a ser una chica luchadora y decisiva, por lo tanto, tuve que encarar a Christelle aunque mi frágil vida dependiera de ello frente a todos los aldeanos.
Aquellas bondadosas personas sin excepción alguna confiaban en mi al ver algo muy especial dentro de mi alma lo cual me dio el suficiente poder para pelear contra mis miedos más grandes luego de al fin encontrarme con nuestro verdugo en común, o sea una mujer carente de principios o amor real, quien por cierto, al verme con un brillante vestido largo color azul marino puesto como una auténtica Reina mientras portaba una bellísima corona fabricada y decorada con zafiros se volvió aún más demente de lo normal, ya que así de empoderada era una amenaza para su supuesta nueva autoridad en el país.
Emmaline
Dios era muy bondadoso con cada uno de nosotros, pues ahora mismo teníamos a una gran mujer de nuestro lado para defendernos de la maldita bruja que nos asechaba, ya que la Reina falsa, la Señora Christelle era la culpable directa de la muerte de mis pobres padres, vecinos y seres queridos en la propia aldea que forjaron con sudor y sangre años atrás, pues ahora, al menos mis progenitores se sacrificaron por mi tras dar sus vidas con tal de mantener nuestra lealtad en la familia Romanov que el Rey tirano, Christelle y sus cabezas malignas lograron asesinar por un malentendido que conllevó a la maldita guerra en el país, más por ende ahora teníamos a Gloriana, la chica más hermosa, valiente, capaz, fuerte y privilegiada celestialmente para defendernos de aquella villana que vino a perturbar nuestra armonía, por lo tanto, eso significaba que la oscuridad pasaría y volveríamos a ser la gran familia que éramos desde el principio.
Mi nombre era Emmaline Derwent aunque aún no le dijera nada de mi identidad a la Reina Gloriana por cobardía o pena y porque según mi sabio abuelo ella necesitaba de completa tranquilidad tras ser víctima de la maldad luego de que como a mi asesinaran a sus padres, no obstante, al verla luchar contra la bruja de las 6 cabezas me convenció aún más de que ella era la Elegida para recuperar la paz nacional porque su coraje sobrepasó los límites después de enfrentarse a su vil madre adoptiva, una sucia mujer que siempre fue un cruel demonio pero que hasta al final mostró su interior cuando nadie se lo esperaba.
-... Y entonces solo preguntaré una cosa y nada más, ¿Por qué les haces daño a ellos que son inocentes y no a mi, eh? -dijo valientemente la Reina Gloriana tras volver a ver a su enemiga, pues por fin se acercó a Christelle mientras arrastraba su largo vestido justo en los pies de aquella mujer, sin embargo, lo más genial fue ver como se tragaba su propio orgullo solo por nosotros.
-Vaya vaya pero miren quien está aquí y por fin ha decido morir de una sola v... -dijo la bruja de Christelle con un tono de voz sarcástico, pues volteó a ver hacia adelante tras creer que Gloriana iba a recaer, más por ende se llevó una enorme sorpresa luego de descubrir que Glory, nuestra libertadora era Reina de nuevo.
-¿Se te perdió algo, "madre" Christelle? -Preguntó la Reina Gloriana en tono sarcástico mientras que se burlaba de ella tal cual y lo hizo con ella en el pasado, lo cual, la hizo temblar de pies a cabeza.
-¿Pero qué atrevimiento es este?, ¡Quítenle esa corona!, ¡AHORA!, ¡Yo soy su única Reina! -afirmó Christelle encontrándose llena de pánico, celos y furia al ver a Gloriana así de vestida, pues temía que el poder regresara a ella y le pudiera quitar todo nuevamente.
-¿Estás asustada, madre?, ¡Ah!, ¡Claro!, por favor no te esfuerces en vano querida, ¡Nadie aquí te obedecerá en lo absoluto porque ahora mismo yo soy su Reina como debería serlo de este país, así que mejor vete de aquí si no quieres que el verdugo secuestre a tus guardias para enviarlos a degollar sin que se den cuenta! -dijo la Reina Gloriana estando muy segura de sí misma mientras que se cruzaba de brazos en señal de autoridad, pues aunque se encontrara llena de miedo al esperar la evidente reacción de la bruja villana ella se mantuvo igual de luchadora ante aquel demonio.
-¡Ashh!, ¡Maldita chiquilla!, ¡Tú ganas!, me iré de aquí solo porque me da asco toda esta gentucha pero de verdad te lo advierto, ¡Esto aún NO se ha terminado, eh!, volveré por ti un día de estos y cuando lo haga sabrás lo que es el infierno, se lo juro, "su Majestad". -dijo Christelle con una mirada fría y penetrante, la cual quedó grabada en la pobre de Gloriana porque a todos nos causó absoluto pánico aunque estuviéramos ocultos entre los arbustos, no obstante, pude notar como nuestra pobre Reina quedó muy preocupada luego de que la malvada mujer la amenazara y abandonara la aldea tal como le ordenó, pues eso no era para normal aunque mi pueblo y yo estuviéramos felices luego de ser salvados por su parte tal como estaba escrito en las divinas profecías.
-¡Salve sea la Reina Gloriana!, ¡Nuestra Reina nos trajo la paz nuevamente como tando pedimos!, y ahora seguirá con Rusia y el mundo entero. -aseguré mientras lloraba y gritaba como loca debido a la emoción del momento, pues decidí bailar con la nueva Reina en señal de libertad y auténtica paz.
-... ¡Un GRAN milagro surgirá como recompensa final a todos sus difíciles sacrificios! -aseguró una mujer de apariencia mayor, cabello gris enmarañado, ojos celeste claro, manos temblorosas & llenas de verrugas, ropa fabricada con sacos de harina y olor a sudor, la cual, extrañamente le señaló el cielo a la Reina Gloriana, pues la señora le mostró una rara nube con forma de corona la cual no comprendimos hasta muchos años después.
Gloriana
Realmente todas las personas ahí dentro estaban celebrando alegremente mi enorme triunfo mientras cantaban melodías tribales en rondas grupales, cocinaban cerdo y verduras al vapor, pintaban mi rostro en cuevas y preparaban la mejor habitación para mi pronta estadía, la cual debía cumplir al ser su nueva monarca porque luego de despedir a aquella malvada mujer todos festejaron con una fiesta imparable conmigo como el centro de atención, ya que los había rescatado de ser asesinados pero aunque lograra sacar a esa mujer de la aldea tras humillarla frente a todos y mostrar una sonrisa a pesar de que me lo negara a mi misma algo en ella me dejó con duda y absoluto miedo que fuera a cumplir con su amenaza porque me impactó tanto que me provocaba pesadillas, delirios, paranoia y un poco de locura al confiar en alguien más tras tener que reinar esa aldea escondida del gobierno por mi propia seguridad y la de todos los aldeanos, pues oficialmente estaba retando la autoridad del "nuevo Rey".
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