39. No quiero ese futuro
Percibí de nuevo la mirada de la madre de Kyle sobre mí, pero la ignoré mientras acababa de revisar las fotos que había tomado cuando salimos a hacer turismo junto a doble A.
-¿Puedo preguntarte algo? -dijo entonces.
Volví a mirarla. La madre de Ashton nos había dejado solas y supe que no se trataba nada más y nada menos que de una emboscada.
-Sí, claro.
Su mirada verdosa permaneció en la mía durante unos varios segundos antes de animarse a soltar la pregunta:
-¿Imaginas compartir una vida con mi hijo?
Ok, una cosa era hablar sobre el futuro con Kyle y otra muy distinta hacerlo con su madre. Estaba segura de que le caía bien, a su padre también, sin embargo, no habíamos profundizado demasiado en nuestra relación. Y responder una pregunta como esa no era más que una prueba de si era la mujer indicada.
-No tengo dudas de que lo quiero en mis planes a futuro -respondí y ella asintió con semblante pensativo-. Hace mucho tiempo que no me encontraba con un hombre como Kyle, tan dedicado, pasional, perseverante... Me gustaría tener planes más concretos a futuro, pero estoy feliz con el presente que tenemos ahora y lo que estamos consiguiendo juntos.
-¿Qué opinas del hotel? ¿Cómo encajará eso en tus planes a futuro?
Fruncí el ceño, sintiéndome cercana a las inseguridades que me atacaron hace unos días.
-¿Exactamente a qué se refiere?
-El hotel es un patrimonio familiar que heredarán los chicos cuando estén listos -indicó-. El manejo del mismo necesita de un presidente que se encuentre aquí para asegurarse de que todo esté perfecto.
Mordí el interior de mi mejilla y negué con la cabeza.
-Kyle no tiene interés en el hotel -respondí-, pero la decisión la tomará él cuando sea el momento indicado y yo estaré allí para apoyar lo que decida.
-Mamá -llamó Kyle haciéndose notar y ambas lo observamos con sorpresa, ni siquiera noté que había entrado-. Sabes lo que opino sobre ese tema, ¿por qué la molestas con eso?
-Es tu novia, ¿no puedo preguntarle cosas?
-No cosas como esas -regañó con el ceño fruncido mientras posaba una mano en mi cintura-. Ven, Drew.
No dije nada y lo seguí fuera de la cocina. Kyle fruncía el ceño mientras nos llevaba hacia los establos. Imaginaba que quería hablar conmigo, tal vez regañarme por lo que había conversado con su madre. Habían dos empleados con los caballos, pero con un asentimiento de cabeza de Kyle, nos dejaron a solas.
No voy a mentir, eso fue sexy.
Sus ojos marrones se centraron en mí de forma penetrante y fui rápida en tomarle una foto. No lo perturbó, estaba acostumbrado a que le tomara fotos en cualquier momento.
-Tenemos que hablar muy seriamente -indicó y alcé una ceja-. Pero primero dime qué te preguntó mamá.
-Quería saber si imaginaba una vida junto a ti y cómo me adaptaría cuando tú dirijas el hotel -respondí colgando la cámara en mi cuello.
Apartó la mirada con molestia.
-Yo no voy a dirigir el hotel.
-No lo sé, esa decisión ya no me corresponde -señalé alzando las palmas de mis manos-. Eso fue de lo que hablamos.
-¿Preguntó sobre matrimonio y bebés? -inquirió volviendo a mirarme. Negué con la cabeza y suspiró-. Llegué a tiempo.
Reí sin poder evitarlo antes de empujar su hombro.
-No moriré si me pregunta sobre ello, simplemente la esquivaré como me dijiste -recordé abrazando su cuello y sentí sus manos en mi cadera-. ¿De qué querías hablarme?
Sonrió con cierta travesura.
-Esta noche pensaba que podríamos tener una cita por la ciudad -propuso besando mi cuello- y creo que podría conseguir un tatuaje.
-¿Vas a tatuarte? -pregunté con sorpresa. Sé que no es algo muy recomendable entre modelos, pero también sé que es algo que se está volviendo cada vez más aceptado en la industria-. ¿Y qué piensas hacerte?
-Aún no lo pensé, pero quería decidirlo contigo.
Pensé en cientos de diseños para él, palabras, objetos, animales, pero me costó visualizar alguno en particular. No obstante, Kyle no le dio importancia a mi indecisión y continuó hablando de otras cosas. Cuando llegó la noche, ambos nos preparamos para ir juntos. Los demás se quedarían en la casa. Yo estaba un poco cansada, pero me propuse ignorar el cansancio y el frío para disfrutarlo.
Primero fuimos a un bar. Bebimos un par de cervezas, jugamos a lanzar algunos dardos y comimos frituras. Reí tanto que me dolió el estómago cuando salimos. De allí fuimos a otro bar en donde servían unos cócteles especiales y estaban celebrando la despedida de soltera de una novia. No podía importarme menos.
Kyle comenzó a sentir el alcohol y se mantuvo abrazado a mí mientras yo besaba su mejilla y le decía muchas de las cosas que me gustaban de él. Luego de eso, claramente ya nos encontrábamos ebrios, hubo un recorrido por otros bares más hasta que llamamos un taxi para regresar a la mansión.
Afortunadamente, todos se encontraban en la cama y nadie pudo vernos tropezar hasta la habitación. No recuerdo mucho, pero sí que nos dormimos al instante.
A la mañana siguiente la resaca era terrible, pero no tanto como la intensa luz que entraba por la ventana. Quise esquivarla, pero con tanta mala suerte que al darle la espalda, acabé cayéndome al suelo y tirando a alguien conmigo que se quejó entre un gruñido.
Resoplé abriendo los ojos y encontré a Kyle con el ceño fruncido mirándome.
-¿Qué haces? -refunfuñó.
-No hice nada, hay demasiada luz y no puedo dormir.
Levantó la mirada y la apartó hacia mí de inmediato. No hizo un esfuerzo por levantarse, sino que buscó esconder su rostro en mi cuello.
-El suelo está frío -me quejé, pero no se apartó y pasé mi brazo por su costado para que se aparte, pero sentí un plástico que cuando lo presioné, lo hizo gritar y apartarse como si mi toque fuera el del hierro caliente-. ¡¿Qué?! -inquirí asustada mientras se sentaba y yo también.
-Ah... ¿Qué tan fuerte me tiraste de la cama? -se quejó sosteniendo su costado.
Fruncí el ceño.
-Yo no te tiré, me caí -refunfuñé antes de quitarle la mano y encontrar un plástico fino y transparente pegado en su piel-. Déjame ver.
Cuando retiré el plástico, pude ver una letra fina en cursiva con una leyenda que me resultó muy curiosa. Lo observé, pero él parecía tan desconcertado como yo con lo que veía.
-"Quémame en tu dulce infierno" -leí antes de volver a encontrarme con su mirada marrón-. ¿Qué... ?
-¡Oh, Dios! -exclamó levantándose del suelo y salió corriendo hacia el baño.
Rodé los ojos antes de colocarme una camiseta e ir tras él. Lo encontré frente al espejo inspeccionando el tatuaje con tanta sorpresa que no podía identificar si le gustaba o si había sido la peor decisión de su vida.
Intenté acomodar mi cabello mientras observaba lo rojiza que estaba la zona del tatuaje, pero lo delicado que se veía.
-Es lindo -señalé y regresó la mirada a mí bajando el brazo-. ¿Duele?
Sus ojos marrones me observaron con confusión mientras yo esperaba una respuesta.
-¿Lindo? -inquirió.
-¿Qué? ¿No querías eso?
Ladeó la cabeza con desconfianza.
-¿Sabes lo que significa? -Negué con la cabeza-. Es una canción.
-Oh... Es un clásico para los tatuajes -afirmé acercándome al espejo y tomando el peine para desenredar mi cabello-. ¿Qué canción es? ¿la conozco?
Eso lo hizo reír y negar con la cabeza.
-Drew -llamó quitando el cepillo de mi mano-. Es una canción que estoy acabando de componer.
Lo observé a través del espejo y suspiré. Dramático. Él me abrazó por detrás y apoyó su barbilla en mi hombro. Sonrió de lado y no entendía muy bien qué ocurría, pero era lindo ese acercamiento.
-La canción es sobre ti -reveló.
Lo observé con sorpresa al comprender finalmente. ¡Era como si se hubiera tatuado mi nombre! Me solté de su agarre y volteé para ver el tatuaje de nuevo. Allí estaba, permanente, seguro, marcando su piel, confiando en nuestro futuro.
Mordí mis labios sin poder creerlo. ¡Kyle se había tatuado por mí! ¡Oh, Dios!
-¡Estás demente! -acusé empujándolo mientras él se reía-. ¡Eso no se puede quitar!
-Es la idea -respondió divertido mientras volvía a tomarme de la cadera-. Además, ya dijiste que era lindo.
-¿Por qué lo hiciste ebrio? -reproché-. ¿Qué hubiera pasado si te hacías alguna cosa horrenda sin sentido?
-Me reiría de ello y sería una gran anécdota de viaje -replicó rodando los ojos. Estaba muy mal de la cabeza-. A mí me gusta.
-Es lo único que puedes decir porque ya no puedes hacerlo de nuevo -me quejé-. ¡¿Qué dirán los demás?! ¡Vas a hacer que le caiga mal a tus padres! -acusé enterrando mi dedo índice en su pecho y volvió a reír.
-No me has preguntado sobre la canción.
Observé sus ojos sintiéndome un poco abrumada, ya no podíamos deshacer ese tatuaje, pero, ¿y esa canción? ¿Por qué sonaba a que sería malditamente sexy? Sentí sus dedos jugar con el elástico de mi tanga, esperando por mi pregunta, incitándome a jugar.
-¿Cómo se llama?
Eso lo hizo sonreír.
-She's fire -susurró y respiré hondo. Ese nombre solo vaticinaba lo que había estado pensando-. Es sobre... -rio mientras se relamía los labios-. Es sobre nosotros haciéndolo.
Eso fue caliente.
-Deberíamos estar en el videoclip -señalé y volvió a reír-. Y cuando esté lista, quiero escucharla mientras lo hacemos.
-Tienes mi palabra -prometió dejando otro beso en mis labios.
Más tarde, estaba hablando con Dylan sobre algo que ya no tenía sentido porque podía notar que no me estaba prestando atención y que sus ojos estaban fijos en Kate que hablaba con otro chico en la otra punta del bar al que habíamos salido esa noche.
-¿Cómo vas con Kate?
Eso hizo que volviera a verme con curiosidad.
-Solo somos amigos -recordó y sonreí.
-¿Ya no sientes nada por ella?
Él rio negando con la cabeza.
-¿Cómo va la creación de mis sobrinos? -inquirió borrando mi sonrisa.
-No te pases de listo -advertí señalándolo con mi dedo índice y mirando de reojo a Kyle que había ido por nuestros tragos-. Amo a tu hermano y quiero hacerlo feliz, pero no estoy segura de que pueda llegar a pensar en tener hijos, no es lo mío.
-Tú eres suficiente -declaró y volví a verlo, sonreía con picardía-. No necesita una familia para ser feliz, contigo le alcanza. No deberías torturarte sobre eso.
-Por el momento -indiqué jugando con mis dedos-. ¿Crees que quiera vivir aquí?
La sorpresa cubrió su rostro un par de segundos. Volví a mirar que Kyle estuviera ocupado y lo estaba, tenía la mirada fija en Kate que seguía conversando con aquel hombre.
-Este ya no es nuestro hogar -respondió llamando mi atención-. Seguro intentaremos retomar algunas visitas, pero no creo que esté en los planes de ninguno venir a vivir aquí.
Asentí con la cabeza mirando a Kate de nuevo, se estaba riendo con aquel chico y me ponía feliz verla relajada finalmente, pero no demasiado que no fuera con Dylan.
-Si aún sientes algo por ella, deberías intentarlo -aconsejé-. Creo que no deberían estar separados en un momento así.
-Lo estamos llevando bien -aseguró mientras Kyle se acercaba a nosotros y nos tendía nuestras bebidas-. Me iré temprano, estoy algo cansado.
-Llévate a Maravilla y Gatita contigo -indicó Kyle sentándose a mi lado y posando su mano en mi pierna.
-Maravilla se ve a gusto, no voy a interrumpir -respondió recorriendo el bar con la mirada-. ¿Dónde está Sel?
-Llorando en el baño mientras habla con su ex.
-¿Qué? -pregunté preocupada.
-Ari y Amber están con ella, no te preocupes.
Estaba por discutir, pero entonces Dylan se levantó de la mesa con un largo suspiro.
-Las llevaré a casa -indicó caminando en dirección al baño.
-¿Crees que ya se olvidó de Kate? -pregunto sintiendo sus caricias en mi muslo-. Ni siquiera quiere acercarse a ella. Pensé que estaba mucho más enamorado. ¿Recuerdas que convivieron en las últimas semanas? ¿Cómo pueden olvidarse de algo como eso tan rápido?
Kyle sonrió de lado.
-¿Sabes que Kate está con insomnio? -inquirió y fruncí el ceño-. Dylan se despierta en mitad de la noche para ver su programa favorito porque sabe que ella va a despertarse. -Abro la boca totalmente sorprendida. No sabía eso-. Aún se aman, Drew, pero es complicado lo que les pasó.
El embarazo.
-¿Crees que volverán a estar juntos?
-Siento que están más unidos de lo que podemos ver -comentó bebiendo de su cerveza-, pero se mantienen en secreto porque no están listos para demostrarlo aún. Además, todo es muy reciente todavía.
-Lo enviaste para que hable con ella -acusé y sonrió.
-La ama demasiado como para intervenir, pero eso no quiere decir que yo deba aceptar perder a mi cuñada -señaló haciéndome sonreír-. Tal vez se animen a conversar sobre sentimientos... o tal vez solo sea un momento incómodo junto a Sel.
Suspiré apoyando mi cabeza en su hombro y de inmediato rodeó mi espalda para acariciarme con ternura.
-Los embarazos son aterradores -mencioné.
-Tal vez, pero tú no tienes que preocuparte por eso.
¿De verdad no debía hacerlo o solo era una respuesta para tranquilizarme los primeros años?
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HOLIIIII
¿Cómo andan? Espero que bien <3
Hace rato tenía este capi, pero no sabía cómo terminarlo. Me trababa muchísimo porque quería escribir a Kylan. Van a amar el siguiente, lo sé. Espero no demorarme mucho.
Gracias por votar, por comentar, por seguir acá.
Espero pasen un bonito año nuevo.
Nos leemos pronto <3
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