9.CORAZONES ENTRELAZADOS

 La semana comenzó para Taemin como siempre, hasta el tope de trabajo. Su jefe de verdad que era un desgraciado; si continuaba con esa actitud de mierda hacia él, tendría que empezar a buscar otro empleo. La verdad ya se estaba cansando de tener que quedarse hasta las diez o más de la noche en la oficina. Sí, la paga era buena; pero no tanto como para echarle a perder sus planes. Y en este momento sus planes eran su prioridad y tenían nombre. Choi Minho.

– Necesito hacerme presente con Min; pasar a su trabajo para comprar algo, tener encuentros casuales, invitarlo a salir. Y si el idiota de Yunho me sigue jodiendo, mis propósitos se iran derechito a la basura. Ya no puedo arriesgarme a que él encuentre o conozca a alguien más; mi corazón esta vez ya no lo soportaría.

– ¿Yuri, está el jefe en su oficina? – Le interrogó Taemin.

– Sí, hace unos momentos terminó una reunión con los chicos de pasantía. Te prevengo que está molesto, lo hicieron enojar con sus bajos resultados.

– Te agradezco la advertencia, pero de todos modos lo veré; es urgente que hable con él. Ya me cansé de que me cargue la mano con sus pedimentos de último momento.

Taemin tocó suavemente la puerta de la oficina de Yunho. Toc...toc...toc... – Una voz molesta contestó ¿QUIÉN ES? ESTOY MUY OCUPADO.

– Soy Lee Taemin, necesito conversar con usted un momento.

Entonces la voz molesta se fue, como por arte de magia. – Adelante Taemin, para usted siempre tengo tiempo.

– Gracias.

– ¿En qué puedo servirle?  [[Para irse derechito a la mierda.]]

– Vengo a decirle que...que por indicaciones médicas, ya no voy a poder quedarme después de mi horario oficial de trabajo. – ¿Está usted enfermo?

– No exactamente, pero el cardiólogo me ha advertido que si continúo con el pesado ritmo de trabajo que llevo, podría tener graves consecuencias a mi salud.

– ¡Ah!. Que tal si nos vamos por ahí, y nos tomamos unas copas para desestresarnos un poco. Yo estoy igual que usted. ¿Qué dice Taemin?, ¿Acepta?

– Me encantaría ir con usted, señor Jung. Pero no creo que a su prometida le gustaría saber que salió a divertirse sin ella. ¡Oh ya sé!. – Taemin chasqueó los dedos. – ¿Qué tal si mejor llevamos a nuestras respectivas parejas, y así no podrán reprocharnos nada? ¿Qué le parece mi idea?

– Mjm. Bueno eso no era lo que tenía en mente, yo pensaba en algo de dos. Usted me entiende Lee. – La verdad no, no le entiendo jefe. ¿Acaso usted me está pidiendo algo más a cambio de quitarme carga laboral? Porque si es así, le advierto que...

– ¡NO, NO, no me malinterprete Lee!. Yo me refería a que me gustaría que fuésemos amigos solamente, platicar quizás de nuestras vida; pero creo que será mejor que olvidemos eso. Tiene usted razón, esto se puede prestar a cuchicheos de la bola de empleaduchos asalariados. Señor Lee, yo no he dicho nada. Y con respecto al trabajo, si quiere salir temprano...

– No, yo no quiero salir temprano. Quiero salir en el horario que marca mi contrato laboral; las seis de la tarde. – Está bien, como diga. Entonces tendrá que traerme la prescripción del cardiólogo.

– Lo haré señor Jung, tenga por seguro que la tendrá a más tardar en dos días.

Taemin salió de esa oficina con una gran sonrisa de triunfo; en el primer instante no supo qué decir, pero un segundo después las palabras salieron como por arte de magia. Había puesto en su lugar al idiota de Jung Yunho. – [[Merecido se lo tiene, por tratar de meterme en su cama de la manera más baja que existe. Chantajeándome.]]

Ese día llegó temprano a su departamento, le hubiese gustado pasar por el Mini Super y ver a Minho, pero necesitaba hacer un par de llamadas urgentes, ya luego tendría toda la semana para hacerse el aparecido ante su amado.

– ¿Hyukjae? – ¡Taemin! En este momento me iba a comunicar contigo, ya tengo noticias.

– ¿Buenas o malas? – Las dos.

– Dime la mala primero. – Su hija escapó de la casa de los Kwan, su familia de acogida.

– ¿QUÉÉÉ? ¿Pero, cómo sucedió?

– Tiene seis meses que se fue, ellos no dieron aviso a Servicios Infantiles, para seguir recibiendo la ayuda monetaria que les otorga el Estado, por tener a la pequeña con ellos. Ahora tendrán serios problemas. Cuando fui hace tres meses a preguntar por ella, los Kwan me dijeron que estaba de vacaciones con un familiar de ellos, luego regresé en dos ocasiones y me pusieron pretextos nuevamente. Entonces mandé a alguien a vigilar la casa y esta persona jamás la vio. 

Hace una semana denuncié el hecho a las autoridades, y ayer me informaron lo que te estoy diciendo. La niña está en peligro Tae, puede que esté viviendo con alguien, o lo que es peor, en la calle.

– Dios Hyukkie. Minho ni siquiera sabe que su madre murió, y ahora esto, ¿Cómo se lo voy a decir? Le prometí que le ayudaría a buscarla. – ¿Ya le dijiste todo lo que has hecho por él?

– No, no sabe nada, pero Minho me comentó llorando sobre su hija, y fue ahí cuando di mi palabra para ayudarle a encontrarla.

– Pues vas a tener que preparar el terreno, necesitas decirle absolutamente todo.

– No es tan fácil llegar y decirle: "Minho, he sido un maldito acosador toda mi vida. Sé hasta la talla de calzones que usas". Por favor Hyukkie, eso sólo significaría que me mirara con miedo y asco. – ¿ASCO?

– Sí, asco. ¿O ya se te olvidó que él es heterosexual? Yo apenas logré que me viese como a un amigo. ¿Sabes lo que me diría cuando se enteré que lo amo, que siempre lo he amado con locura; que él es lo que más amo en esta jodida vida? Sí, jodida porque nunca he aspirado a que siquiera me vea, y cuando lo hizo fue algo sin importancia para él, que ni siquiera se acuerda de mí. Minho no tiene un solo recuerdo mío. – Lo siento Tae, no quise...

– No; discúlpame Hyukkie, es sólo que estoy preocupado y ansioso.

– Te voy a decir la buena, para que te animes un poco. El juez va a firmar para devolverle su garantía profesional a Choi, va a poder ejercer nuevamente su carrera, pero hay una condición. – Siempre hay truco. ¿Cuál? – Expresó molesto, Taemin.

– Necesita que alguien sea una especie de supervisor durante seis meses, y lo mejor es que tú puedes ser ese controlador. Se requiere que en la empresa donde trabajas lo admitan como tu ayudante, por el tiempo que pide el juez. – Taemin escuchaba con gran emoción, sus manos y piernas estaban temblando. Su voz apenas se oyó.

– ¿No me estás engañando? – No. Te prometo que es real.

– Te amo Hyukkie, eres el mejor abogado del mundo. – Eres correspondido Tae, yo te aviso cuando el juez firme los documentos.

La segunda llamada tuvo que ser hecha media hora más tarde. Tenía sentimientos encontrados por las dos noticias recibidas. Se preguntaba ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado?

– Vaya, pensé que tendría que esperar más tiempo por tu llamada, cariño. – Changmin, no me hagas sentir más infame.

– No Tae, lo que menos quiero es que te sientas incómodo. Sólo que te confieso que me he sentido muy mal; nunca imaginé que la separación me fuese a pegar tanto. He estado a punto de llamarte y buscarte en diferentes ocasiones. Pero me recuerdo que lo nuestro tenía fecha de caducidad, y simplemente trato de hacerme el fuerte y pensar en otras cosas. Incluso salí un par de veces con un chico internista. Pero nadie es como tú.

– Ming, no me hagas esto. Me siento tan miserable contigo, jamás debimos llegar a tanto. Perdóname por dañar tu corazón. – ¿De qué hablas cariño? Tú no lastimaste mi corazón, al contrario me hiciste feliz durante todo el tiempo que duró. Fui un hombre pleno a tu lado. Nunca me engañaste, siempre fuiste claro con respecto al tipo de relación que sostuvimos. Pero eso no deja que me sienta triste. – Changmin exhaló un suspiro. – Te extraño tanto Tae.

Taemin decidió hacer como si esas palabras no hubiesen sido oídas. Cambió de inmediato la conversación, y le mencionó a Changmin el motivo de su llamada.

– ¿Ming, podrías ayudarme? Necesito un certificado médico, para que en mi trabajo me dejen salir al horario que marca mi contrato. – ¿Te has sentido mal?

– No, sólo un poco cansado. Me siento agobiado.

– Cariño, te lo voy a dar, pero tendrás que venir al hospital a hacerte un chequeo. Quiero corroborar que te encuentras bien. – Perfecto, mañana mismo iré.

– Bien te espero, ahora descansa. – Gracias Ming.

Esa noche no sería tan fácil para Taemin. Su corazón estaba siendo puesto a prueba, en ese momento infinidad de sentimientos brotaban de él. Arrepentimiento... por haber utilizado a una buena persona en aras de sus necesidades sexuales. Desesperación... por no lograr avanzar más rápido y hacer que Minho lo mirase como a una posible pareja amorosa. Frustración... por tener 40 años y no 20, para poder tener un loco arrebato romántico, y después echarle la culpa a la edad. Deseos. De esos tenía por docena, desde siempre, desde que lo vio por primera vez, quería sentir esos brazos fuertes alrededor de su cuerpo, que esas manos grandes lo acariciaran, y que no quedara ningún rincón de su cuerpo sin ser besado con esos labios carnosos y rosados.

Minho seguía siendo el culpable de sus desvelos, de sus orgasmos a medias, y hasta a veces fallidos. De su lujuria vetada, de sus cosquillas por tenerlo entre sus sábanas, enredado entre sus piernas. Queriendo que esa grandiosa boca atendiera su masculinidad, hasta dejarlo seco de su leche. ¡Por todos los cielos! Taemin juraba que aunque se condenara por esa pasión enfermiza, pagaría con gusto cualquier condena dictada desde arriba. Minho no podría seguir siendo ciego, ante su mirada suplicante por querer ser amado, y de igual forma permitirle amarlo.

Taemin sólo pedía una oportunidad, para por fin atreverse a confesar sus más recónditos y callados sentimientos. Sólo rezaba que Minho no lo mandara a la mierda por sus ensoñaciones de colegial reprimido. Por que sí, porque a veces era como él se percibía, como su tuviese 18 años y quisiera que el chico popular del colegio lo voltease a ver; aunque fuera por unos momentos. Pensando: "Mi reino por que Minho sepa que existo".

Esa noche apenas alcanzó a escuchar el pensamiento que 💖Corazón Abandonado estaba por decir. Y por supuesto que su loco palpitar no se hizo esperar, al oír esa voz tan conocida y amada por él.

💖💖 Amigo, me topé con un tesoro, al descubrir tu amistad incondicional. En poco tiempo te has convertido en alguien especial. Te confieso que desde ayer he estado sintiendo tu presencia todo el tiempo. Y eso sólo significa que me cuidas, porque sientes lo mismo que yo. Que nuestros corazones ahora están entrelazados.💖💖

Ni siquiera se percató de cuando fue que su programa favorito terminó, él sólo seguía escuchando dentro de su cabeza esas bellas palabras, que sin duda alguna, sí eran pensadas para él. Sus lágrimas eran inevitables. ¿Cómo no llorar ante los hechos? Ahora lo sabía, ahora estaba seguro. Minho...su amor, comenzaba a sentir algo más que simple amistad por él. El mundo podía colapsar y eso no sería suficiente para matar esa felicidad que exigía ser sacada a flote, de entre lo más profundo de sus entrañas. Y eso haría a partir de mañana le confesaría a Minho, su amor. Su grande y profundo amor.

💖💖💖💖💖💖💖

Gracias por leer, comentar y votar.










Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top