5.UN ÁNGEL

 Ya era domingo y Taemin se encontraba poniendo su mejor cara ante la perorata de su hermano y cuñada. Siempre era lo mismo, parecía que ambos se ponían de acuerdo para fastidiarle el almuerzo, y joderle el día completo. No es que no los quisiera, los amaba, sí. ¿Pero qué acaso no tenían algo mejor que hacer que recordarle su miseria amorosa?.

– ¿Taemin, por qué dejaste plantada a la prima de Soo-Hee?

– Tú tuviste la culpa Jinki, claramente te advertí que no podía ir ese día. Hubo una junta muy importante en la empresa donde trabajo, no es como si les dijese "No puedo asistir al cierre del balance, porque mi cuñada y hermano quieren buscarme una esposa a como dé lugar". Te he dicho hasta el cansancio que mi trabajo es prioridad en mi vida.

– Entiéndelo, tengo 40 años, no 20. No busques más con quien emparejarme; menos si son mujeres. Sabes perfectamente lo que me gusta, deja de cerrar los ojos a la realidad, y acéptame tal cual soy, sólo por una vez en tu vida.

– Taemin eres mi único hermano. Te amo y sólo quiero que seas feliz con alguien que te acompañe hasta la vejez. ¿No crees qué es lógico que me preocupe? Nunca te das la oportunidad de conocer a alguien, si no es ese idiota, todos los demás son nada para ti. Ni siquiera sabes si una mujer puede ser de tu agrado, ¿Cómo lo harías, si no les das el beneficio de una primera cita?

– Sé que las mujeres no son lo mío, siempre lo he sabido y por última vez te pido, ya no me consigas citas, porque jamás voy a asistir a una. Nunca.

– Jinki, hermano yo también te amo. Con ustedes como mi única familia estoy completo.

– Tienes razón Tae, no debo meterme en eso de tratar de buscarte a alguien. Discúlpame, es sólo que me dan ansias verte solo. Sí, ya sé, a ti te gusta vivir así, ¿Qué le vamos a hacer? Voy a respetar tu intimidad.

– Y hablando de citas, me tengo que ir. Quedé de salir al cine con un chico del trabajo y ya se me hizo tarde. – Está bien, por favor cuídate mucho. Vendrás al cumpleaños de Kibum.

-Por supuesto que vendré, no me perdería por nada del mundo los 16 años de mi sobrino.

– Taemin, sólo no le compres uno de esos bolsos caros de diseñador. No le fomentes sus confusiones. – Jajajajajja, ¡Ay, hermanito! No cambias. Eso que tú llamas "confusiones", son preferencias sexuales en toda la extensión de la palabra. Y sí le voy a regalar un bolso, ¿Sabes por qué?. Porque me lo ha pedido, hasta me mandó una foto en donde su Idol favorito trae uno igual. Lo siento por ti y por Soo-Hee, tendrán que lidiar con su estúpida homofobia.

– Nos vemos hasta ese día Jinki, despídeme de todos, ya se me ha hecho tarde. Adiós. – Y diciendo todo esto, Taemin salió por la puerta llevando su orgullo por delante, nunca permitía que nadie lo humillara por no ser heterosexual. Todos podían irse a tomar por culo. Él vivía su vida siendo sincero consigo mismo, y al que no le gustase, se podía ir derechito a la mierda. Aunque por lo regular evitaba confrontar a la gente, no platicando sobre su vida privada. La misma palabra lo decía así: PRIVADA.

Se iba a ir directo a su casa, pero al atravesar el parque, decidió comprar un helado y quedarse un rato ahí, sentado en una banca, la cual daba hacia el lago. Le gustaba ver a las parejas remando, y como a la mitad del trayecto se cansaban, y todo lo romántico se acababa, teniendo que hacer mil peripecias para poder llegar finalmente a la orilla.

Acabó su helado y se dispuso a marcharse, cuando una voz conocida le habló... – ¡Hola Taemin! ¿Ya se va?

Volteó para verle, sí, era él. Minho en persona, y se encontraba ahí parado sonriéndole con esa provocativa boca, como si supiera el condenado que con eso lo tendría comiendo de su mano. Y sí, sí lo tenía.

– Bueno ya me iba, pero siempre puedo quedarme un rato más, supongo que no le incomoda mi presencia. – ¿Qué? No. Claro que no. Ni siquiera lo piense, si pregunté es porque me gustaría charlar un rato con usted. El viernes me la pasé muy bien, su plática es muy interesante. Hoy en día es raro encontrar a alguien que sepa conversar de todo un poco. Además de que sus palabras de aliento me hicieron entender, que al final no importa lo que los demás piensen por haber estado en prisión. Lo que verdaderamente es relevante es que soy inocente, y que no cometí ningún delito. Tengo mi conciencia tranquila.

– ¿Taemin me aceptaría un café? Me agradaría platicarle mi pena. Usted me da confianza. Yo desde hace mucho tiempo, tengo la necesidad de sacar algo de lo mucho que tengo aquí, guardado dentro de mi pecho, es algo que me asfixia y no me deja en paz. ¿Quisiera?

Taemin abrió sus ojos con gran sorpresa, no imaginó esa situación ni en mil años. Pero estaba más que dispuesto a escuchar lo que Minho tuviera y quisiera contarle sobre su vida, y su estancia en prisión. Después de todo su falsa cita con el chico de la oficina, le estaba dando la oportunidad de algo mucho mejor. Tener la grata compañía de "UN CORAZÓN MARAVILLOSO".

Se dirigieron hasta una cafetería, era pequeña, pero se sentía agradable e íntima. Ideal para conversar sin ser molestados. – Tomaré un té. Mencionó Taemin.

– Puede pedir una rebanada de pastel, ayer hice varias entregas y gané buenas propinas. Y me gustaría corresponder a su amabilidad después de haber quedado hecho una sopa.

– ¡Ohhh! Me alegra que le haya ido bien, entonces mejor pediré un café con unas galletas. No todos los días un amigo me invita.

– ¿Un amigo? – Preguntó Minho.

– Sí, ¿o a menos que usted no quiera mi amistad?

– ¡NO! ¡DIGO, SÍ! Bueno usted me entiende. Estoy algo nervioso, me da miedo que después de lo que le cuente, cambie de parecer y decida que fue un error ofrecerme su amistad.

– De eso jamás, cuando ofrezco algo como mi afecto, es porque de verdad lo siento así, Minho. Yo no soy de andar de amigos, ni fiestas, ni nada por el estilo, se podría decir que soy una persona más bien solitaria. Soy hombre de rutinas muy conservadoras.

– Pero no estamos aquí para hablar de mí, sino de usted.

Antes de comenzar a platicar, pidieron su orden la cual fue llevada de inmediato. Era un servicio de tipo casi express para no estar incomodando a los clientes, y que pudieran estar tranquilos disfrutando de sus bebidas. También acordaron dejar los formalismos a un lado.

Minho dio un sorbo a su café, luego aspiró profundo, era un reflejo para decir que estaba siendo difícil comenzar su relato.

– Voy a ser lo más breve posible, no quiero aburrirte con mis frustraciones de vida. Porque el hecho de que ahora seamos amigos no me da derecho a involucrarte en mis obsesiones y problemas.

Taemin colocó su mano encima de la de Minho, en señal de apoyo. – Puedes alargarte o ser breve, tú decides, es como te sientas más cómodo. Estoy aquí para escucharte. Tengo todo el tiempo del mundo, amigo.

Con este detalle, fue como si a Minho se le hubiese destapado una válvula de presión que lo tenía a punto de reventar de los nervios. Se relajó como por arte de magia. ¿Qué es lo que tenía Taemin para hacerlo sentir así, tan suelto, tan libre de platicar todo?

– Caí en prisión por estúpido y confiado. Siempre creí en la fidelidad tanto de mi ex-esposa, como en la de mi ex-socio. Sentía que mi vida era maravillosa teniéndolos a mi lado. Dura fue la caída al darme cuenta que nunca signifiqué nada para ellos, sólo fui el vehículo para que me robaran todo el dinero, y bienes que había adquirido con tanto sacrificio de trabajo agotador. Nunca tenía descanso. Mientras yo me mataba en la empresa jodiéndome, ellos dos hacían lo mismo, pero en mi propia casa, y lo que es peor en la misma cama donde tantas veces Hyo-ri me juró amor eterno; la misma en donde concebimos una hermosa hija. Mi pequeña Elsi.

– De todo eso, ahora solo me duele haber perdido a mi niña. El juez me despojó de todas mis garantías, incluyendo la de seguir siendo su padre. No pude volver a verla, ni siquiera se me permitió hablar con ella para despedirme. Mi madre nunca creyó en mi inocencia, al final fue quien se quedó con la custodia de Elsi; porque la mujer que le dio el ser y que tanto luchó para quitármela, al final se largó del país con su amante y la dejó como si hubiese sido un mueble que estorba, ya que en su nueva vida no había espacio para tenerla.

–Mi papá, mi pobre viejo murió anhelando verme en libertad. No logró hacerlo, él siempre supo la verdad. Era sabio y nunca lo escuché cuando me advertía sobre lo turbio que estaban las cosas a mi alrededor. ¿Sabes? No hay peor ciego que el que no quiere ver, y yo desafortunadamente jamás quise mirar lo que estaba pasando.

– Me ganó la soberbia, de que según yo tenía todo bajo control. A mí nunca me pasaría nada malo, porque yo era el amo del mundo de los negocios. Todo lo que tocaba lo convertía en oro. Hice a muchas personas multimillonarias, las mismas a las que al final dejé en bancarrota, en la calle, sin nada más que lo que traían puesto; un error en mis cálculos de la confianza y todo se fue al carajo. Todo. Hasta mi vida.

Taemin escuchaba con gran paciencia el relato, continuaba con su mano apoyada en la de Minho. Sólo de vez en cuando tomaba un sorbo de café, para refrescar la garganta, la cual tenía seca del coraje. ¿Cómo es que era posible tanta maldad en las personas que supuestamente decían amarte y estimarte, respectivamente?

Minho ya no pudo más, y comenzó a llorar. Tenía que desahogarse o le daría algo. Claramente sentía como un líquido caliente le subía por la garganta y le quemaba. Obviamente era la bilis que su cuerpo secretaba ante el recuerdo de la perversidad de la que fue objeto.

Taemin se levantó de su asiento y lo abrazó fuertemente, sobaba su espalda para tratar de calmarlo un poco. --Tranquilo Minho, ya todo eso acabó, ahora empiezas una nueva oportunidad de vida. Ya verás como poco a poco cambiará la balanza, y se irá inclinando a tu favor. Prometo ayudarte a buscar a tu hija, quizá ella ni siquiera sabe que has salido de prisión. ¿Cuántos años tiene?

– Va a cumplir 15 años en un mes. Pero mi madre le dijo que yo había muerto, no puedo llegar así, y decirle. "¡Hola soy tu papá! Estuve preso por fraude. Vamos a ser felices ahora".

– Por supuesto que no. Pero podemos comenzar por buscar en dónde vive; ¿Sí continúa con tu madre?, ¿O con la suya? Eso es lo que vamos a averiguar. Te doy mi palabra de que vamos a dar con su paradero, y ya luego veremos cómo hacerle para que sepa que estás vivo, y que siempre estuviste pensando en ella. Y que la amas como a nadie en el mundo.

– Muchas gracias Taemin. Seguro que mi padre te envió a ayudarme. eres un verdadero ángel. 

 El rubio al oír esas palabras se tensó, sintió que el corazón se le iba hasta la punta de los dedos de sus pies y después se subía hasta la coronilla de su cabeza. Para finalmente posicionarse en su lugar original, acomodándose completamente feliz.

De ahora en adelante sería un CORAZÓN ENAMORADO Y FELIZ.💖

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