– IU, que bue... – Las palabras del dueño del departamento se quedaron ahogadas en su garganta al ver que no se trataba de una chica, sino de un hombre maduro, el que estaba parado justo a la entrada. Su corazón dio un vuelco al verlo.

– ¿Q...Qué hace ahí parado? Está empapado.

– Perdón...Yo...yo no quise. Ahorita me salgo. – Minho estaba sumamente apenado con el cliente, había mojado el piso de la entrada, bueno realmente no lo hizo pues era un tapete de recibimiento en donde se encontraba parado. Ofreció una reverencia como disculpa y luego se dio la vuelta para esperar afuera.

– ¡Espere! ¿A dónde cree que va? Está todo mojado. – Nuevamente Minho sintió vergüenza, al escuchar molestia en las palabras.

– Soy tan torpe. Creí...Discúlpeme, si me da usted una jerga para secar su piso, de verdad lo lamento señor...

– Taemin. Lee Taemin, y no me refería al piso, mi preocupación es por usted. Le va a hacer daño, por favor entre. Sígame al baño para que pueda secarse con una toalla. – Pero Minho no se movió, no estaba entendiendo la situación.

– ¿Qué espera? Sólo quítese los zapatos y asunto arreglado.

Ahora sí obedeció, se agachó para sacarse los zapatos y los puso en una cómoda dispuesta para ese fin. Él continuaba goteando, pero aún así fue detrás del rubio.

Taemin abrió la puerta. – Deme su ropa mojada, la pondré a secar, tome una ducha caliente, ahí hay toallas y una bata, puede usarla.

Minho seguía sin entender. ¿Cómo es que un señor de su tipo, podía ser tan amable y confiado con el repartidor? Y sobre todo que ni siquiera conocía.

– [[Bien me lo dijo el abogado Hyukjae, existen personas con un buen corazón.]]

Cuando salió del baño se dirigió a lo que supuso era la cocina, pues olía muy rico y se escuchaba el ruido de trastes. Con timidez expresó su agradecimiento.

– Muchas gracias Señor Lee.

– Taemin, solamente Taemin. ¿Y usted?

– Choi Minho. Minho, también, sólo así.

– Pues bien Minho, espero tenga hambre, preparé unos fideos mientras se duchaba. – Taemin comenzó a llenar unos pocillos del ramen.

– Señ...Taemin no se moleste, ya suficiente hizo usted con prestarme su baño y poner a secar mi ropa. Ya no quiero causarle más molestias.

– Siéntese y no discuta. Tiene mucho que no ceno acompañado, siempre es bueno tener con quien charlar. ¿No lo cree?

Minho sentía un nudo en la garganta, todo estaba siendo tan irreal. Pero entendía que no podía ser grosero, por lo que se sentó en uno de los bancos y se dispuso a probar la sopa. Dio un primer bocado y sus papilas gustativas fueron gratamente sorprendidas.

– ¡UHM! Esto está delicioso, en la prisión nunca com...[[¡Estúpido, acabas de joderla!.]]

Minho se paró dio un salto del banco. – Será mejor que me vaya...¿Ya estará seca mi ropa?

– Alto ahí Minho, no sienta pena de haber estado en prisión. Esas cosas pasan a veces. Siga cenando, y si algún día necesita platicar con alguien sobre eso, aquí tiene un amigo que jamás lo juzgará.

Minho se puso rojo, y solo logró asentir con la cabeza. Estaba seguro que si hablaba el llanto lo traicionaría. Todo era tan bueno, que tenía miedo de que se tratase de un sueño y que al despertar se encontrase con la cruel realidad de que seguía en la cárcel.

Taemin rompió la tensión que se formó, y comenzó a charlar. – ¿Supongo que finalmente IU dejó el empleo, verdad?

– Sí, eso me dijo la Señora Betty. Por eso me mandó a mí; y ya ve, después de esto seguro que nunca más me mandará a hacer una entrega.

– ¿Por qué no? Al contrario, usted cumplió con su trabajo a pesar de la lluvia. Además Betty es una buena persona, seguro es que está preocupada por usted. Ella es una gran jefa. IU se marchó por problemas personales, no porque el trabajo fuese malo.

Minho expresó. – En estos días en los que he vuelto a vivir la libertad, he conocido personas buenas y desinteresadas que me han ayudado y ahora usted está incluido entre ellas. Cuando se está en prisión, queda uno marcado de por vida y es difícil que la gente lo vuelva a tratar como antes; pero en mi caso ha sido todo lo contrario. Sólo he recibido bondades y es ahí cuando me surgen dudas, y me digo. ¿Qué tal qué esto no es verdad? ¿Y si es sólo un sueño? Honestamente tengo miedo de encontrarme nuevamente entre las frías rejas de la cárcel. – Las lágrimas amenazaban con salir, pero se sobrepuso ante la mirada dulce y apacible que Taemin le estaba otorgando.

– No se preocupe Minho, no es un sueño. Todo esto es real y le aseguro que así va a seguir siendo de ahora en adelante. Ya verá cómo encontrará más personas que sabrán entender su situación y saldrán algunas otras oportunidades para usted. Y como le dije antes, aquí tiene una mano amiga.

– No sé qué decir.

– No tiene que decir nada, sólo coma su ramen y listo.

Minho se despidió de Taemin, prometiendo ir algún día a visitarlo, o a hacer alguna entrega.

Taemin fue poner su programa favorito en su celular, estaba por empezar. Se sentó en su cama. Había sido un buen día, así que con mayor razón quería escucharlo.

Minho llegó a su departamento a las nueve y media. 💖Corazones Solitarios💖 iba a la mitad. Se colocó en uno de los sillones y encendió la radio. Estaban tocando una canción de amor. En el momento en que esta terminó, entró de inmediato la voz de Jonghyun, el locutor.

–Mis Corazones, esta canción fue dedicada especialmente para Corazón Acaramelado, quien está muy contento porque su cita con Corazón Embelesado fue un rotundo éxito. Según me dijeron ambos van a volver a salir juntos. Yo creo que aquí tenemos un posible noviazgo. Estoy muy contento por ustedes chicos, a pesar de las dificultades a las que se han enfrentado, ustedes siguen en pie y luchando por lo que quieren. Felicidades a los dos. Ahora tenemos a alguien en la línea nos va a decir un pensamiento. 

– ¡ALO! ¿Cuál es tu nombre?

– C...Corazón Enamorado. – Perfecto, seguro que será hermoso. Adelante, por favor.

💖💖Me gusta quien eres ahora, eres la misma persona de quien estuve enamorado ayer; y de la misma que estaré enamorado mañana. Quiero llevarte dentro de mi alma, para que veas todo el amor que siento por ti.

No puedo escapar de lo que siento, si eres mi único pensamiento. Mi corazón nunca ha olvidado el lugar donde dejó sus más intensos latidos. Yo no tengo la culpa de que me gustes, la culpa es tuya por tener todo lo que me gusta. Te amo.💖💖

Y nuevamente se formó un silencio, e inmediatamente entró Jonghyun. –¡WOW...WOW... Si eso no es amor, entonces no sé lo que es!. No tengo idea si a ustedes mis Corazones les gustó, pero a mi me E.N.C.A.N.T.O. ¡Ayyy! Corazón Enamorado, cada vez te superas más. Estoy seguro que todos tus pensamientos y poemas tienen nombre y apellido. ¿Podríamos quizá, saber de quién se trata?

– ¡NOOO. Por ahora, no!. Gracias por darme un espacio.

Y como siempre colgó, sin dar ninguna otra explicación.

– Bueeeeno. Mis Corazones, el programa por hoy ha terminado, espero contar con su linda compañía el día lunes. Descansen este fin de semana y si pueden tengan una cita con alguien que les agrade. Un besote y abrazos.

Minho ya llevaba días escuchando el programa, y hasta ahora es que volvió a oír la misma voz que le llamó la atención y que le hizo sentir sensaciones agradables. Esa voz era hermosa y lo que decía aún más. Lo hacía con un sentimiento que llegaba al alma. Ese chico realmente está enamorado de su musa. – [[Que lindo ha de ser que lo amen a uno así, con tanto amor, tan dulce. Yo sigo pensando tonterías, es un chico, nada que ver conmigo]].

Como era viernes Taemin no tenía que trabajar el fin de semana, mañana haría aseo general en su departamento; quizá iría a dar una vuelta por ahí. Y el domingo tenía reunión familiar. Su hermano y cuñada lo esperaban para almorzar, como lo hacían cada primer domingo de cada mes. Desbloqueó su pantalla del celular, miró la imagen del chico universitario, suspiró profundo. – Buenas noches amor mío, hoy te ves más guapo que nunca. ¿Crees en las casualidades? Yo sí.

Le dio un beso a la pantalla, y después lo volvió a bloquear. Apagó la luz, se metió entre su edredón y un rato más tarde se quedó dormido profundamente. En su mente no podía dejar de pensar en ese chico adolescente al que amaría toda su vida, y que hacía latir su tonto corazón enamorado.

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