28.LOS TRES MOSQUETEROS

 La casa estaba llena de adolescentes, todos amigos de Elsi. Ella era una líder nata; cuando estuvo viviendo en la calle lo demostró; Hee y Yeye siempre la obedecieron a pesar de que ellos eran más grandes. El motivo de la reunión era la celebración de sus 17 años. También se encontraban Jinki, su esposa Soo-Hee y sus hijos Kibum y Onew y el abogado Hyukjae con su esposo Donghae.

Hee trataba de untarle merengue en la punta de la nariz a Elsi; la correteó por casi toda la casa, pero finalmente fue salvada por su ahora novio Yesung (Yeye). Los novios salieron al jardín para darse un beso lejos de las miradas de los demás. Aunque alguien los observaba por el ventanal de la cocina. – Min, amor; deja de espiar a la niña. – Dijo Taemin con una sonrisa burlona.

 – No la estoy espiando, sólo que no me acostumbró a que ya creció, y está comenzando a hacer su vida sin la necesidad de que estemos con ella todo el tiempo. – Min, ella siempre te va a necesitar, eres su padre. – Somos, bebé. – Comentó Minho.

– Claro, lo somos. – Taemin contestó con algo de tristeza.

Había sido una magnífica fiesta y terminaron muy cansados; pero Taemin no podía dormir; se sentía un poco nostálgico. Aún recordaba las palabras de Minho con respecto a la paternidad sobre Elsi. [[¿De verdad que lo somos? No Min, tú lo eres. Ella jamás me ha dicho "papá", siempre me llama Tae.]] Esos pensamientos lo asaltaban de vez en cuando, sobre todo conforme ella iba creciendo. Sabía que Minho tenía razón y ya no dependía de ellos al cien, pero a él le gustaba seguir sembrando la semilla de la esperanza en su novio. "¿Novio?" ahí estaba el punto medular de sus cavilaciones. Decidió levantarse de la cama pues en estos momentos pensaba que se ahogaba. Quitó suavemente la mano de Minho; quien lo abrazaba como todas las noches. Se deslizó fuera del edredón, se puso unas pantuflas y salió de la habitación para dirigirse a la cocina. Calentó agua en una taza y se hizo un té; necesitaba calmar su ansiedad.

Cuando Minho ni siquiera sabía de su existencia, él ansiaba ser el novio amado y ahora que lo era, deseaba algo más. Sí, tenía algún tiempo deseando casarse con su Min. [[¡Carajo! Parezco un adolescente caprichoso, nunca estoy a gusto con lo que tengo.]] [[¡Ahhh! Soy tan inestable y sigo siendo tan inseguro, que pienso que en cualquier momento se va a aburrir de mí; que...]]

– ¿Tae, qué estás haciendo? ¿No puedes dormir? – Era Elsi quien preguntaba.

– ¡Ohhh, hermosa! ¿Por qué estás levantada?

– Supongo que por el mismo motivo que tú. – Contestó.

– Pequeña, no lo creo. Mejor dime qué te sucede y si puedo ayudarte en algo.

– Problemas del corazón. – ¿Elsi, cómo puedes sufrir por amor? Si Yeye es un chico formidable y te quiere mucho; él mismo me lo ha dicho en diferentes ocasiones.

– Se tiene que ir a Seúl; le ofrecieron una beca en la Universidad de Las Artes; hoy me lo dijo cuando salimos al jardín. – Elsi, ya lo habíamos platicado; cuando hay amor, la distancia y el tiempo no importan. Eres joven, bien lo puedes esperar; claro si es que verdaderamente lo amas.

– Por supuesto que lo amo, pero no confío en el destino manipulador. ¿Qué tal si encuentra a alguien más y se olvida de mí? – Elsi comenzó a llorar y se abrazó con fuerza a Taemin.

– Pequeña, no pienses eso. Ya verás como su amor podrá con todo lo que se les ponga enfrente.

– No sé qué hacer, papi. – Taemin se puso rígido. Era la primera vez que ella lo llamaba así, y lo sintió tan bien y tan correcto, que su corazón brincó de emoción al escuchar esa pequeña pero tan significativa palabra. "Papi".

– Hija, mi pequeña Elsi. Jamás me habías dicho "papi". – Comentó Tae con una amplia sonrisa.

– Pues eso es lo que eres para mí, y si antes no lo he hecho es porque siempre pensé que no te gustaría; pero hoy que Yeye me dijo que se marcharía, me pidió que no me pusiera triste porque no estaba sola, sus palabras exactas fueron: "Tus papás te cuidaran mientras regreso por ti". Luego me di cuenta de mi error, fui una tonta ¿Cómo no te iba a agradar que te llame "papi"? Si lo único que has hecho siempre es cuidar de mí en todo momento; todos los días demuestras tu cariño hacia mí.

– Mi papá Ming ha sido un gran tonto, desde hace mucho que tendrían que haberse casado. Mereces ser legalmente el Señor Choi Taemin, mi otro papá.

– Papi Tae, perdóname por ser egoísta contigo; tú nos das todo y nosotros sólo te hemos traido problemas. – Taemin ya no aguanto más y se soltó a llorar junto a ella.

– ¡Ayyy pequeña! No tienes idea como me haces feliz, creí que jamás lograría oír esa palabra para mí. Y nada tengo que disculpar, ustedes son mi razón de vivir. – De todas formas yo insisto que ya necesitan casarse, le voy a decir a mi papá que...

–No, por favor hija, no lo hagas. No quiero que Min se sienta presionado por algo así; yo soy feliz con lo que tenemos. Sólo es que en algunas ocasiones me gana la codicia de quererlo todo. Pero debo entender que no siempre deseamos lo mismo.

– Papi, él te adora; me lo dice todo los días. Siempre menciona que eres un verdadero ángel disfrazado de un hermoso ser humano, y que alguien allá arriba te mandó para cuidarlo y amarlo como lo has hecho toda tu vida. Me sé de memoria cómo es que se conocieron, y créeme que él lamenta no haber puesto la atención que merecías desde esa primera vez que sus miradas se cruzaron. – Ahora ya ambos lloraban con sus sentimientos encontrados entre melancolía y dicha.

Se abrazaron con tanto cariño y amor.

Una voz los interrumpió. – ¿Me puedo unir a ese abrazo tan bonito?

– Papá, ven aquí junto a papi Tae. – ¿Min, amor nos escuchaste?

– ¿Por qué? ¿Estaban hablando mal de mí? – Noooo, ¿Cómo se te ocurre?

– Es broma, hermoso. – Minho sonrió.

– No, sólo vi que se estaban dando un abrazo tan bonito, que por eso yo también quiero participar en él. – Taemin sintió alivio de que Minho no hubiese escuchado sus quejicas referentes a por qué no le había pedido casarse con él aún. Le daría tanta vergüenza que no sabría qué hacer.

Elsi se dio cuenta de la incomodidad, así que de inmediato salió al quite.– -Papá, sólo charlabamos que desde que papi Tae llegó a nosotros sólo cosas buenas tenemos. Y que lo amamos mucho. Y también quiero decirles a ambos que necesitamos ir a París para hacer honor a nuestros nuevos nombres. – Elsi señaló uno a uno diciendo los nombres incluyendo a ella misma. "Athos, Portos y Aramis. Los tres Mosqueteros. Todos para uno y uno para todos". – Minho por fin se unió al abrazo y comenzó a decir.

– ¡Claro que iremos! Y con lo que respecta a ti hermoso, llegaste a resolver todos los problemas que teníamos, pero hay algo más importante y es por lo que te amamos tanto; llegaste a curar las heridas del pasado, les diste una nueva oportunidad a nuestros CORAZONES SOLITARIOS.

💖💖 Hay quienes buscan la felicidad y hay quienes la crean. La gente positiva cambia el mundo y lo mejor que podemos hacer es amar para ser felices💖💖

F I N

💖🥰💖🥰💖🥰💖🥰

 Todavía tenemos epílogo.

 Gracias por leer. comentar y votar.



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top